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Sé buena, Princesita - por DavidRubio

Web: http://elreinorobado.blogspot.com.es/

Al agente Jack Cooper le molestaban esos ruiditos que emitía el gordo Steve, su compañero, cuando devoraba donuts en el coche patrulla.

—Los mejores son los clásicos, sin rellenos ni confites. ¿Qué opinas Jack?

—Espero que después limpies el volante.

—Hay que disfrutar de los pequeños placeres. Incluso tú debes tener algún vicio secreto.

“Unidad 437”, emitió la radio.

—Aquí unidad 437 —respondió Cooper con premura.

“Hemos recibido una llamada, vayan al ciento veinticinco de la calle siete”

—¿De qué se trata?

“Estaba aterrado, solo hemos entendido que en su casa suceden cosas raras”

—¿Cosas raras? —apuntilló con desagrado—. Pasaremos cuando podamos.

“Deben acudir inmediatamente. El hombre que nos ha llamado es el padre de Laura Flint”

—¿La chica desaparecida? —intervino Steve.

“Exacto. Bastantes acusaciones de ineficacia recibimos ya de la prensa. No queremos que mañana aparezca en la televisión diciendo que tampoco atendemos sus llamadas”.

—Está bien nos pasaremos por allí y les cantaremos una nana —dijo Jack.

—¿Pero qué te pasa? Imagínate el infierno que están viviendo —comentó Steve mientras giraba la llave de contacto.

El Sr. Flint les recibió en el vestíbulo, a la salida del ascensor. Vestía una cara de cansancio, sudor y miedo.

—Gracias por venir. Ya no podemos soportarlo más.

Al entrar vieron un resquebrajado espejo en el recibidor; oyeron un silencio que embotaba los oídos; pero, sobre todo, sintieron un frío que congelaba los tuétanos. En el salón había dispuestos tres colchones. Sobre uno de ellos se encontraba la Sra. Flint, abrazada a sus dos hijos pequeños.

—Así podemos pasar la noche juntos —comentó compungido el Sr. Flint ante la desconcertada mirada de los policías.

De pronto se oyeron unos lamentos desgarradores. Los niños escondieron sus cabezas en el regazo de su madre.

—¿Hay alguien más? —Preguntó Steve al padre.

—No… vienen de la habitación de Laura. Ya empieza otra vez.

Con cautela los agentes atravesaron el pasillo para llegar a la habitación. Estaba cerrada. Steve exclamó:

—¿Hay alguien ahí? ¡Abra!

Los gritos cesaron. En ese momento un enorme estruendo proveniente del salón, les sobresaltó. Los policías volvieron atropelladamente, a tiempo de ver a la aterrada familia Flint abandonando la vivienda. Cuando entraron en el comedor se quedaron boquiabiertos. Los cajones y puertas del armario se abrían y cerraban con frenesí, los cuadros se precipitaban contra el suelo y la lámpara se balanceaba enloquecida. Un horror de luces y sombras que perduró hasta que las bombillas estallaron, provocando una lluvia de chispas macabras.

Desenfundaron sus armas. Sin saber hacia dónde apuntar, recorrieron las estancias de la vivienda hasta llegar a la cocina. Desde el umbral vieron como los platos impactaban contra la pared, cruzándose con los cubiertos que salían en tropel de los cajones.

De repente, un cuchillo se lanzó contra ellos clavándose con furia en el pecho de Steve. El agente cayó de bruces.

Jack se agachó y dio la vuelta al cuerpo de su compañero. La sangre manaba a borbotones por la herida, pero no fue eso lo que le aterró; fue su cara de tonos azulados y marcas de putrefacción: como un cadáver en descomposición hundido en el rio. Sus ojos, que carecían de iris, lo miraban llenos de odio. Sus labios se movieron y salió una voz de jovencita que dijo:

—Asesino.

Cooper se abatió de nalgas. Su compañero, o lo que ahora fuera, se abalanzó sobre él y estranguló su cuello. El escaso aire que podía respirar estaba enrarecido por el hedor. Agarró las manos que le apresaban pero sus fuerzas no ofrecían la menor resistencia ante aquella mole encolerizada. A punto de desvanecer vio su pistola en el suelo. Estiró el brazo, consiguió alcanzarla y le disparó en la sien.

Se quitó el cuerpo de encima. Vomitó. Fue apenas un segundo de paz, hasta que aquel engendro volvió a ponerse en pie pese a su cabeza deshecha. Cooper le disparó de nuevo. Pero las balas le atravesaron sin derribarlo.

Jack huyó por el pasillo hasta encontrar refugio en el cuarto de baño. Cerró la puerta y apoyó su espalda contra ella. Su cuerpo exudaba sangre, miedo y horror. Se aferró a su pistola y comenzó a llorar.

El estruendo cesó.

—No tienes nada que temer, soy policía —Dio aquella voz de jovencita al otro lado de la puerta.

—¡Márchate! Yo… lo siento —Gritó desencajado mientras su orina empapaba la pernera del pantalón.

—Princesita, sé buena, nos lo pasaremos bien.

El policía clavó el cañón de su pistola entre sus ojos.

—Princesita… voy a entrar.

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16 comentarios

  1. 1. forvetor dice:

    reconozco que tardé un poco en entender el final, pero me gustó mucho el cuento. mención aparte para la expresión “se abatió de nalgas”… que no había oído nunca y que de primeras me regaló una imagen bastante diferente de la que supongo que quería trasmitir xD

    un saludo, nos leemos!
    Sergio Mesa / Forvetor
    http://miesquinadelring.wordpress.com

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 14:11
  2. ¡Wow, me ha encantado David!
    Igual que forvetor, me había perdido al final, por no prestar atención a la palabra principal: asesino.
    ¡Muy bueno!
    Enhorabuena 🙂

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 20:03
  3. Jajaja, lo de abatirse de nalgas también me llamó la atención a mí y creo que mi imaginación ha ido a parar al mismo sitio que la de Forvetor. 😛
    Me encanta leer tus textos DavidRubio, son muy entretenidos. Destacaría también la frase: “Vestía una cara de cansancio, sudor y miedo.” ¡Es superdescriptiva!
    Lo que sí me ha desconcertado es lo de princesita…
    Muy original esta escena de un enfrentamiento con lo paranormal.

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 20:09
  4. 4. David Rubio dice:

    Hola Forvetor, Aina y Virginia. Gracias por pasaros. Me alegro de que os haya entretenido.
    El “abatirse de nalgas” es el resultado de evitar por todos los medios el “caerse de culo” Ja, ja, ja
    En cuanto al final, creo que pensaré mejorarlo. La idea es que la niña desaparecida, y muerta, domina el cuerpo del gordo Steve ya fallecido. Por eso le dice asesino. A partir de ahí he querido que la niña se vengara del policia. Cuando le dice Princesita, soy policía no tienes nada que temer” le está diciendo lo mismo que él le dijo en su día a la pobre chica antes de hacerle vete a saber qué barbaridad. Por eso se acongoja, por que la chica a través del gordo Steve le está repitiendo lo que el le dijo en su momento cuando la mató.
    Ya os digo procuraré revisarlo para que quede más claro.
    Un abrazo

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 20:37
  5. 5. José Torma dice:

    Ahora si que cosa que cosa?! Dialogos muy bien logrados. Nos pones a dos policias simplones que jamas de los “jamases” pudieramos pensar mas alla de su aficion a las donas.

    Me gusto mucho la verdad. Felicidades y tambien al igual que a Forvetor, me partio de la risa el famoso abatido de nalgas jaja

    Enhorabuena!

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 20:52
  6. 6. Borja dice:

    Hola!
    Me gustó. Tiene imágenes. y me parece todo un acierto, lo de mezclar el problema con el ámbito paranormal.
    Muy bueno el título también.
    Un Saludo.

    Escrito el 1 marzo 2014 a las 08:58
  7. 7. Vicente Pacheco Gallego dice:

    Hola David Rubio, te doy mi felicitación por este relato tan bien llevado. Consigues en todo momento mantener la tensión. A todos les ha llamado la atención la frase “abatirse de nalgas”, a mi me han llamado la atención las frases: “sintieron un frío que congelaba los tuétanos” y “Un horror de luces y sombras que perduró hasta que las bombillas estallaron, provocando una lluvia de chispas macabras”

    Con esas frases consigues más aún que uno entre en el relato y sienta el frío y el horror.

    Escrito el 1 marzo 2014 a las 12:49
  8. 8. Expósito dice:

    Hola David Rubio. Nalgas a parte… jeje me ha gustado el relato, pero coincido con otros compañeros en que el final es algo confuso. Además, me ha parecido que tanto el principio como el final son demasiado rápidos, quizá por un exceso de diálogos. Por ejemplo, algunos como “Aquí unidad 437 —respondió Cooper con premura” tampoco parecen realmente necesarios. Creo que tanta velocidad al principio le resta dinamismo a la acción, aunque es solo una opinión personal.

    Aún así es un buen relato. Espero haberte ayudado.

    Un saludo.

    Escrito el 1 marzo 2014 a las 19:22
  9. 9. David Rubio dice:

    Borja, José Torma, Vicente y Expósito. Gracias por vuestros comentarios y lectura.
    Coincido en que la acción es rápida, pero la escena iba de acción y condensada en 750 palabras, ¡No había espacio que perder!
    Si que revisaré el final, ahora con más espacio. Creo que no he sabido dejar del todo claro que el fantasma era la menor y que al final poseyó el cuerpo del Gordo Steve para vengarse.
    Gracias por ayudarme a mejorar.
    Saludos

    Escrito el 1 marzo 2014 a las 23:48
  10. 10. Servio Flores dice:

    Buen cuento David, mis respetos. Un texto bien logrado, nos va arrastrando hasta el final porque no para de ponerse interesante.
    Felicidades compañero.

    Escrito el 2 marzo 2014 a las 03:37
  11. 11. Abbey dice:

    Muy bueno.
    Original forma de enfrentarte al reto de este mes. Nos llevas al mundo paranormal de una forma sencilla pero muy efectiva.Da miedo, de verdad. Lo del tenedor… escalofriante.
    Para colgarme una medalla(je,je) te diré que yo si he entendido el final. Será que tengo una imaginación muy truculenta…
    ¡Bravo!

    Escrito el 2 marzo 2014 a las 13:50
  12. 12. David Rubio dice:

    Gracias Servio por tu lectura y amable comentario. Un abrazo
    Gracias Abbey, ¡Medalla para ti! Creo que fie demasiado esa identificación al diálogo final cuando con voz de jovencita le llama princesita, etc. Un abrazo

    Escrito el 2 marzo 2014 a las 22:10
  13. 13. Aurora Losa dice:

    Muy bueno, la forma, la idea… todo, salvo el final, que no he terminado de entenderlo, quiero decir que se me mezclan los personajes en el diálogo final y no termino de ubicar quién dice qué, pero por lo demás me ha encantado, de verdad.
    Enhorabuena.

    Escrito el 3 marzo 2014 a las 11:28
  14. 14. Ada Lena G. P. dice:

    Me ha sobrescogido tu relato David. Un estilo telegráfico y muy visual.
    Personajes arquetípicos con genialidad construidos.
    Intensidad y dinamismo que desenvuelven una trama espeluznante.Lenguaje rítmico y a tono con la situación.
    Conflicto resuelto con éxito.
    Coincido con el resto de los compañeros en referencia al pequeño lío del final.
    ¡Engancha! ¡Enhorabuena por tu trabajo!
    Te digo leyendo…
    Saludos.

    Escrito el 4 marzo 2014 a las 00:53
  15. 15. Marazul dice:

    Has conseguido que tu relato me produzca miedo y eso es señal de que está bien escrito. Espero no soñar esta noche. Enhorabuena….!!!

    Escrito el 4 marzo 2014 a las 16:25
  16. 16. David Rubio dice:

    Gracias Marazul, Ada y Aurora. Estoy metido en la escena de este mes. No acabo de encontrarla. En cuanto la escriba retomo la lectura de vuestros textos.
    ¡Prometo clarificar el final! Siempre busco que se intuyan las cosas, no explicarlas a la brava. A veces peco de sutil, y claro eso, para el que lo escribe, es lo más difícil de detectar. Por eso son tan importantes para mi vuestras lecturas y comentarios para mejorar. Gracias de corazón.

    Escrito el 5 marzo 2014 a las 00:22

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