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Puntos Cardinales - por Kangreja

Web: http://prismas.blogia.com/

Tanto tiempo soportándonos no puede ser bueno Ismael. Años de esperas pretendiendo que esto cambie o que el tiempo, nos cambie. Tu tan ensimismado, yo tan agotada. ¿Qué pasará? ¿Acaso podrá el tiempo devorarnos la ilusión?

Esto va a acabar mal —dije yo— para ponerle fin a nuestra gresca. Tú miraste y como quien ya ha tirado la toalla, tiraste la puerta. Pero te escuché susurrar, esto no puede acabar mal, esto está acabado.

Y pensé en cómo hemos seguido con el buque a flote. Unas veces tú a proa y yo a popa. Otras, tú a estribor y yo a babor, luchando contra la marea. ¿Quién nos dirá si lograremos sobrellevar nuestra lucha de clases? Tú con las tuyas de piano los viernes en las noches, yo con las mías de yoga los jueves a las diez. Yo con mis alumnos sin horarios, tú con tus colegas sin reparos. Como ese respetado Doctor Antonio, que tú dices admirar tanto, y que en todas las asambleas del partido, no se le escapa ninguna de las nuevas, para contarle sus viejas batallitas; buscando siempre la forma de llevarlas a su consulta, repitiendo la necesidad de visitar al mastólogo con regularidad. Ese Señor Antonio, que a tu juicio es un especialista en Hölderlin; a mí me parece un patán, pero claro, digo yo que se podrá amar a Hölderlin y ser patán al mismo tiempo, por más raro que parezca.

La otra noche lo vi recitándole “Archipiélago” a Julieta, y repitiendo que el aumento del cáncer de mamas, además del componente genético, obedece al uso de ciertos métodos anticonceptivos.

Ismael, tú dices que soy una paranoica, porque veo cosas donde tú no; pues el señor Antonio, ese que tanto calla en la asamblea, lo tendrías que haber escuchado en la reunión del lunes. Como hablaba el condenado, más que como hablaba, como miraba con esa mirada sucia. Pero tú no estabas allí, ya se yo que estarías en la despensa con Irene, se había acabado el hielo; sé bien de tus visitas a la despensa, igual que tú sabes de mis excursiones al trastero; pero eso nunca fue un secreto. Lo que si lo es, fue lo sucedido en la última reunión.

Tú tenías que ver al Señor Clever, ese que te cambia las clases el mismo viernes de cada mes, desde hace tres años. Pero eso ya sabrás tú, que lo sé yo.
Estaba sola recogiendo, cuando llega el doctor Antonio con sus patrañas de siempre sobre si debería yo hacerme una palpación de mamas.

—Oiga señor Antonio que ya nos conocemos— le dije.
—No se ponga así, según las últimas estadísticas, si no ha sido madre a los treinta, las probabilidades de contraer cáncer de mama son altas— dijo.
—Si ya lo sé—sentencié.

Pero el muy desgraciado, hizo caso omiso de mis deseos y cuando di la espalda para tirar la última copa de ese vino malo que trajiste, se acercó por detrás agarrándome el seno izquierdo. — ¡Puto desgraciado! — le grité con rabia, y rompiendo la copa, me volteé y le corté la cara. Esa cara suya de viejo decrépito. Saltó agitado el infeliz, gritándome — ¡amargada!— entonces, agarró el cuchillo que estaba encima de la ensaladilla rusa, como odio esa ensaladilla rusa rancia, y sujetándome por las muñecas me lo clavó en mi mano izquierda. Ahí estábamos, yo con la mano chorreando sangre y el con su cara de buitre goteando; cuando me dice el infeliz:

—Yo te puedo arreglar lo que te falta.

Sintiendo atacada mi dignidad, le lancé una patada rotunda en su espinilla derecha, solté bruscamente mis muñecas y arrancándome el cuchillo con rabia, se lo clavé en su prominente barriga, mientras me alejaba gritando — ¡déjame en paz, maldito cerdo hijo de puta! —.

¡Ay Ismael! Tú siempre juzgando al individuo por lo que lee. ¡Joder! ya te dije yo que la gente mala también lee románticos alemanes.

En una cosa tenías razón, lo nuestro está mal. Está muerto. Cuando viajé a mi especialización a Estocolmo, en realidad fui a hacerme una mastectomía, el cáncer era inminente, y mis ganas de evitar tú lastima también. Sí, el desgraciado ha descubierto con sus asquerosas manos, lo que tú no en cuatro años. Teníamos razón, esto está acabado.

Seguro se habrá salvado tu respetado doctor Antonio, pero nosotros no logramos salvar lo nuestro. Ya lo dijo Hölderlin, “La costumbre nos va gastando el alma día tras día disimuladamente y el espíritu de la vida cambia según los tiempos”.

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10 comentarios

  1. 1. forvetor dice:

    que triste ¿no? … una historia (o dos) que conozco demasiado de cerca. el texto tiene cierto lirismo que invita a seguir leyendo, eso me ha gustado, pero creo que el uso de los guiones largos dentro de un párrafo para hacer aclaraciones no es correcto, para eso están los paréntesis no? 😉

    un saludo, nos leemos!
    Sergio Mesa / Forvetor
    http://miesquinadelring.wordpress.com

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 14:49
  2. Ufff, un relato que te hace pensar Kangreja. Por momentos me parece un cuadro subrealista. Es tan duro en algunos párrafos que duele leerlo y meterte en la piel de los protagonistas. No obstante me gusta la crudeza con que tratas la historia que cuentas y ese juego de “tus y yos” y el desconcierto general que se respira a lo largo de la trama. Le tengo verdadero odio a ese mastólogo, jaja, palabra que he aprendido con tu texto; no la había oído antes.
    Enhorabuena Kangreja, no dejas indiferente al lector. 😉

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 19:52
  3. 3. Kangreja dice:

    Sergio: Gracias por tomarte el tiempo de leerme y comentar. Imagino tendrás razón en temas ortográficos, pues no son mi fuerte. En cuanto a lo triste, parece que si lo es. Así nació el texto, como la vida misma, llena de matices. Saludos, nos leemos.

    Virginia: Gracias por tu tiempo. jajaja, yo también llegué a odiarlo! Eres la segunda persona que le gustan esos “tus y yos” me alegro que de alguna forma pueda conseguir moverte todo eso que me comentas. Saludos y nos leemos pronto!

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 20:44
  4. 4. José Torma dice:

    Creo que entiendo de donde viene el comentario de Sergio, pero tambien se que la lectura te envuelve, te genera emociones y ves practicamente como esa relacion esta destruida y como la indiferencia es mas mala que la maldad en si. Tal vez si hubieran discutido, peleado, gritado… pero no, los silencios matan.

    Me deja triste tu relato, el giro del cancer me parece preciso para dar fin a una historia triste.

    Muchas felicidades, un gran relato.

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 23:37
  5. 5. lunaclara dice:

    Hola Kangreja: sí que es triste tu relato, pero me ha gustado mucho, porque lo cuentas con mucha soltura y frescura jaja, y eso invita a seguir leyendo. Felicidades!

    Escrito el 1 marzo 2014 a las 12:23
  6. ¡Me ha encantado Kangreja, yo también me hago fan de tus “tus y yos”!
    Transmites el dolor en cada letra, no tan sólo en el físico, sino también en el emocional, el dolor de la indiferencia y el silencio.
    Enhorabuena.

    Escrito el 2 marzo 2014 a las 12:26
  7. 7. Kangreja dice:

    José Torma: Muchas gracias por tus palabras, son con que te haya hecho sentir “algo” me emocionas. Nos seguimos leyendo.Saludos.

    Lunaclara: La tristeza aveces es necesaria para sentir a gusto la alegría ;). Gracias por leerme, me alegro de que no se te haya hecho muy pesado :). Saludos!

    Aina: jajaja! Suena bien eso que dices! Cuando son las palabras las que lo dirigen a uno, no se saben cuando van a salir esos “tus y yos”, gracias por tus palabras,nos seguimos leyendo. Abrazos.

    Escrito el 2 marzo 2014 a las 13:31
  8. 8. Aurora Losa dice:

    Magistral, el principio me recordó a las canciones de Sabina. Y el modo en que todo el texto es una disputa o una carta de despedida, de final de una relación, pero tan poética. Quizá me sobra la violencia del encontronazo con el doctor pulpo, hubiera tenido el mismo sentido sin necesidad de cuchillos que se clavan, creo yo. Pero me ha encantado, de veras, sigue así.

    Escrito el 4 marzo 2014 a las 11:49
  9. 9. Marazul dice:

    Es bueno tu relato aunque personalmente prefiero leer cosas menos duras, pero reconozco que está muy bien escrito y que me ha impactado. Tratas temas dos temas muy comunes: el de las parejas rotas que se ” aguantan” y el del temido cáncer, y lo haces de una forma muy cruda. Enhorabuena…..!!!!!

    Escrito el 4 marzo 2014 a las 22:58
  10. 10. Kangreja dice:

    Aurora: jajaj! gracias por el parecido que dices, aunque sea en una coma, ya me parece alagador. Gracias por las recomendaciones, las tendré en cuenta. Saludos, nos leemos.

    Marazul: Gracias, te entiendo, normalmente cuando escribo no pienso en si va a ser feliz o triste, pero las historias se van contando, y en este caso los protagonistas no tenían mucha felicidad, como la vida, llena de cosas! Gracias por tu tiempo, saludos.

    Escrito el 5 marzo 2014 a las 03:06

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