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HUÉSPEDES - por Brillo De Luna

HUÉSPEDES

El destino los había colocado justo ahí en aquel estrecho, húmedo y obscuro lugar; habían permanecido así algún tiempo y aún no lograban acostumbrarse.

—¡Huy, Ay, Ay! Retira tu rodilla de mi espalda —se quejó él un tanto adolorido.
—¡No te muevas tanto! —dijo ella con tono impaciente—, se supone que debes pasar inadvertido. Tú bien sabes que ellos esperan únicamente a uno, así que tu presencia aquí debe mantenerse en secreto.
—¿Y por qué debo ser yo quien debe camuflarse? —reclamó él—, se supone que los dos llegamos al mismo tiempo y tenemos el mismo derecho de estar aquí.
—No es verdad, yo fui más ágil que tú y llegué primero —contestó ella un tanto irritada—. Tú sabías que yo ya había entrado, debiste quedarte afuera. ¡Aquí no cabemos juntos!
—Ya lo sé, ya lo sé; eso me lo recuerdas a diario —agregó él—, pero no puedo permanecer más tiempo inmóvil, necesito estirar un poco las piernas.
—¡Chist! ¿Cállate, quieres? No puedo escuchar lo que están diciendo —exclamó ella mientras trataba de agudizar su oído—, ¿oíste?, ¿oíste lo que dijeron? ¡Será mañana, mañana volverán a hacerlo!
—No, no soportaré otra tortura como esa —dijo él, alarmado.
—¡Ya, no seas llorón! —le regañó ella— Mañana simplemente haremos lo de siempre; tú te calmas y tratas de respirar lo más lento posible, así, nuestras respiraciones se sincronizarán y también nuestros latidos. Verás que lograremos engañarles nuevamente.
—Sí, pero me acalambraré otra vez—añadió él—. Además, ahora las cosas son distintas y no somos como antes, esta vez sí se darán cuenta.
—Baja tu codo, ¡me estás aplastando la oreja! —dijo ella en tono airado.
—Pero si yo no te hago nada —se defendió él.
—¡Aaay! —gritó ella—, ¡cómo te atreves a jalarme del cabello!
—Yo no hice nada, además ¿a eso le llamas cabello? —se burló él.
—Ya verás pedazo de tonto, por lo menos tengo cabello; aunque corto pero algún día crecerá, no como tú que ni siquiera tienes un pelo en toda esa cabezota —añadió ella.
—¿Y tú como sabes si no nos podemos ver? —preguntó él. Luego de un corto tiempo esperando respuesta dijo súbitamente—: ¡Huy, Huy, Ay! No puedo respirar…
—¡Otra vez se te enredó esa cosa en el cuello¡ —dijo ella con sorna— a ver si dejas de moverte tanto.
—¡Aaay! Ayúdame por favor me estoy quedando sin aire ¬¬—le suplicó él.
—Gira con cuidado…
—Agggg…
—¡Pero gira al otro lado! —gritó ella— ¡Eres tan bobo!, es increíble que te haya soportado tanto tiempo.

¬Aquella noche luego de aquel contratiempo, trataron de acomodarse como pudieron y de a poco se fueron quedando dormidos sin saber que a la mañana siguiente sus vidas ya no serían las mismas.

—¡Despierta! —dijo ella emocionada— ¿Oyes? Está cantando, creo que se siente feliz. ¿A caso no adoras esa voz? ¡Es tan dulce!
—Acabas de arruinar mi sueño —dijo él bostezando—: ¡Yo era a quien ellos esperaban!
—Ya basta de tonterías —protestó ella—. Lo importante es concentrarnos en lo que ocurrirá hoy. No lo olvides, el hombre le dirá a ella que se tranquilice que el procedimiento es de rutina, y cuando el molesto sonido comience y aquella cosa empiece a aplastarnos tú te quedarás inmóvil y tratarás de respirar a mi ritmo. ¿Entendiste?
—Está bien, lo intentaré.
—Pero suelta mi tobillo, no es gracioso —dijo ella un tanto molesta.
—Yo no te he tocado —contestó él.
—No mientas, suéltame o si no te vas a arrepentir…
—No, no fue él —dijo una tercera voz—, he sido yo. Soy la tercera a bordo. Siempre he querido presentarme pero como ustedes no paran de hablar y sus tontas peleas acaban aburriéndome, he preferido dormir de día y estar despierta y en calma durante la noche —agregó—. Sé cosas que ustedes no y eso me da cierta ventaja, por ejemplo que ellos piensan que solo hay uno de nosotros y que planean llamarlo Joaquín o Agustina; también que lo que nos hacen cada dos meses se llama “ultrasonido” y el que hoy nos harán será para descubrir si es “él” o “ella”.
La discusión se terminó y por un momento un profundo silencio inundó el lugar.
—Ha, por cierto —añadió la tercera voz—, nosotras entramos primero.

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3 comentarios

  1. 1. Eduardo Piero dice:

    Hola, una historia originalmente contada. Me divirtió.

    Escrito el 3 marzo 2014 a las 14:37
  2. 2. Aurora Losa dice:

    Qué idea tan buena, no me quiero imaginar cómo le va a ir al pobre chico cuando nazcan, a ellas se las ve peleonas. Me encanta cómo has reflejado una pelea infantil, más teniendo en cuenta que todavía no son ni niños. jaja, muy bien hecho, enhorabuena.

    Escrito el 5 marzo 2014 a las 16:08
  3. 3. Brillo De Luna dice:

    Gracias, sus comentarios son motivadores.

    Escrito el 29 mayo 2014 a las 15:07

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