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La ultima historia del Filandón - por carlones

Las ruedas del carromato rodaban a velocidad vertiginosa. El látigo rugía feroz sobre los caballos. La arboleda, difuminada, se perdía tras la polvareda que los equinos dejaban atrás, mientras los caminos pedían auxilio y gritaban de dolor al paso del veloz carruaje.
Tras un recodo, el intrépido y diestro guía atisbo indicios de encerrona y con una magistral maniobra detuvo la caballeriza justo antes de llegar al tronco que atravesaba su ruta. Como buen arriero conocía los caminos, los bosques y las artimañas que usaban los bandidos. Tres hombres salieron al paso.
– Llevo prisa. No malgastare tiempo discutiendo. Os matare rápidamente y proseguiré mi viaje.-
Los tres bandidos, sorprendidos e incrédulos, cruzaron sus miradas. El arriero aprovechó su desconcierto y risas para soltar la furia de su fusta sobre el cuello del que portaba el trabuco, obligando al hombre a soltar el arma, asir el látigo opresor y sacar la lengua medio ahogado. Antes de que los otros dos reaccionaran, arrojo un cuchillo al corazón del más corpulento. En ese momento un cuarto proscrito salto desde un árbol y le sorprendió, golpeando y derribándole del carro. Cuando quiso levantarse tenía en sus costillas dos patadas pero con su pericia logró esquivar una tercera. Se puso en pie, inmediatamente uno le agarró por detrás mientras el otro lanzaba puñetazos a su estomago. Apoyándose en su captor, levantó las piernas y las descargó sobre el pecho del boxeador que se estrelló contra un árbol, haciendo perder el equilibrio al que le inmovilizaba. De su sombrero maragato saco una pequeña daga que fue a parar al cuello de esté. Al último bandido, atontado tras el golpe en el árbol, fue fácil golpear su cabeza con una roca.
Las desoladoras noticias que recibió mientras comercializaba en Galicia le obligaron a abandonar todo. Su amada había desaparecido. Los lugareños, tras días agotados de infértil búsqueda, perdieron la fe en encontrar a la bella Colasa; amedrentados por el temible nigromante que habitaba la cima del sagrado monte astur.
El inhóspito terreno solo ofrecía un gélido clima. Había que ser muy valiente para adentrarse por sus veredas y recorrer sus laderas. Y ese, sin duda, era Juan el arriero.
Después de semanas siguiendo rastros oyó en su corazón bellas melodías de amor, guiado por ellas llegó a una extraña cueva. Lo primero que vio fue un ser horripilante encerrado en una jaula. -Si me liberas te guiare hasta la maragata y os ayudare a escapar.-
Desconfiado decidió liberar a la bruja y juntos se adentraron en la peligrosa gruta. Recorriendo laberintos llegaron al secreto salón. Allí el nigromante removía el contenido de la gran marmita, mientras reía las canciones de la prisionera Colasa, escéptico de que sus melodías sirvieran para algo más que entretener a las gallinas. Juan cogió un mazo y sigilosamente logro acercarse al gigantesco brujo. Sin tiempo de levantar su mano y lanzar un hechizo, recibió en sus piernas un mazazo que le hizo caer de rodillas. Aturdido lanzó un rayo mortífero que Juan esquivó sin problema. Entretanto la bruja desató a la muchacha que aprovechó para coger otro mazo y ambos golpearon con saña al nigromante. Privado de su magia, contrarrestada por la bruja, golpeó al maragato aturdiendo sus sentidos a la vez que empujó a Colasa hacia la hoguera. Colérico, el arriero maragato se abalanzó contra su enemigo al que le saltaron dos dientes del impacto que recibió en la mandíbula. Poco a poco, con sus mazas, los dos amantes fueron arrinconándolo hacia la gran olla donde bullía una mezcla de metales ferrosos.
Justo al caer dentro y alearse con el contenido, el nigromante lanzo su maldición, convirtiendo en muñecos a los dos maragatos.
La agradecida bruja revoco el maleficio, consiguiendo que los dos muñecos rompieran el encantamiento una vez que ellos mismos destruyeran el contenido de la marmita.
Bajó al pueblo, mandó construir en el centro del lugar un santuario en honor a los héroes y colocó a los dos amantes en lo alto, uno a cada lado de la espadaña. En el centro colocaron la campana que fundieron con el contenido de la marmita en la que cayó el nigromante. Acoplaron el engranaje de un reloj para contar las horas que quedaban para su destrucción y cada día, cada hora golpeaban la campana, dando las horas a mazazos, igual que hicieron con el nigromante.

Con su crepitar, la hoguera pareció aplaudir el final del sorprendente relato. El narrador echó un trago de whisky y despidió el tradicional Filandón.

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10 comentarios

  1. 1. carlones dice:

    Primero dar las gracias a mis comentaristas por ser tan benévolos conmigo. Se trataba de dar una explicación a mi historia del mes pasado, “La campana de los maragatos”, habría que leerla primero para entender un poco esta y luego leer esta para entender aquella otro poco. Finalmente creo que más que esclarecer el episodio anterior, lo que hice fue liarlo aun más. Quise hacer ver que el protagonista era un gran contrincante y para ello antes de pelear con el poderoso y temido mago tenía que mostrar sus dotes luchadoras. El relato está lleno de incongruencias. Así que me veo en la obligación de criticar yo mismo la historia. Tuve que recortar el dialogo en la primera escena de lucha para no excederme en palabras, eso hizo que no me quedaran palabras para la lucha con el nigromante. De improviso y debido al recorte la historia se mete de repente en la pelea para a continuación, dando por hecho la muerte de los bandidos, dar una explicación respecto a la urgencia del viaje. Bien, ¿Cómo es posible que la bruja se deje encerrar y en la escena siguiente pueda contrarrestar la magia del poderoso mago? ¿Cómo es posible que un temible nigromante se deje dar mazazos por dos insignificantes mortales?
    Si hubiera investigado un poco más sobre las leyendas leonesas, en vez de colocar sobre el sagrado monte Teleno un nigromante, hubiera hablado de un Basilisco, Xanas, Cuélebres, Reñubeiros o del gigante de Carpurrias.
    Vale que al relato tenga alguna falta de ortografía y le falten acentos, eso es una espina que tengo clavada y me cuesta sacar.
    Una cosa tenía clara, el final me encanta, solo podía ser ese. Para ponerlo también tuve que recortar de otros sitios. Alguien contando una leyenda, concluye el relato y termina la velada. De repente esa extraña historia sobre un maragato (¿alguien sabe lo que es?) cobra sentido. ¿Alguien sabe lo que es un Filandón?

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 23:13
  2. 2. Servio Flores dice:

    Me ha gustado! El final me parece muy de acuerdo con el título, es hasta el final que la imaginación empieza a rellenar cada línea con imágenes de asombro de los participantes y que la atmósfera de la reunión despierta.
    El relato del mes pasado me gustó y este en su calidad de “precuela” complementa muy bien.
    Lo de los acentos ya mencionado y lo del límite de palabras igual.
    Saludos amigo Carlones

    Escrito el 1 marzo 2014 a las 14:28
  3. 3. carlones dice:

    Gracias Servio, un honor que te pases por aqui.

    Escrito el 1 marzo 2014 a las 23:58
  4. 4. Aurora Losa dice:

    Me parece que las escenas de lucha están perfectamente relatadas, aunque con puntos y aparte a lo mejor habían ganado dinamismo. Con respecto a lo de las xanas, cuélebre y demás, habrían estado mejor que el nigromante, desde luego, pero lo mismo hubieras tenido que explicar esos seres mitológicos, no sé. Y por último, como Castellana y Leonesa, agradezco que cuentes la historia de unos maragatos como los que adornan la torre de tantos pueblos. Precioso.
    No te voy a insistir en lo de las tildes, que veo que lo tienes clavado, pero procura vigilarlo, porque a veces puede complicar la lectura.

    Escrito el 3 marzo 2014 a las 11:49
  5. 5. carlones dice:

    Gracias Aurora por llegar aquí y dejar tus comentarios. Te recomiendo que leas la historia del mes pasado, creo que era la 113 ” La campana de los maragatos “, para conocer la “verdadera” historia.
    Tienes razón con los puntos y aparte, me lo ha comentado mas gente sobre otros relatos. La verdad es que nunca se me dio muy bien la gramatica y a veces no se que punto va, o coma, con las exclamaciones me pierdo y los acentos ni idea. Pero dicen que Einstein suspendia matemáticas, ja ja.
    Un dia lei “Jardín Perdido, la aventura vital de los Panero” de Luis Martínez Oria y mi forma de escribir se transformó. O quizás fue que a partir de entonces escribir me apasionó.
    Un placer coincidir con una paisana, saludos.

    Escrito el 3 marzo 2014 a las 21:37
  6. 6. Miranda dice:

    Como eres consciente de no haber investigado, no te diré nada sobre ese tema, supongo que ya has descubierto lo que es filandón y maragato, la Wikipedia lo resume muy bien.
    Pero si quería decirte que he observado al leer tu texto que utilizas muchos adjetivos y algunos de uso poco frecuente. Lo que hace la lectura un poco lenta. Te recomendaría mostrar mas contando menos, ya se que cuesta, yo también lo intento y me toca rehacer muchas frases, pero cuando lo consigues da mucha satisfacción.

    La historia me gusto, te animo a trabajarla un poquito y subirla a un blog.

    Saludos de otra paisana,

    Escrito el 9 marzo 2014 a las 21:26
  7. 7. carlones dice:

    Gracias Aurora.
    Se perfectamente lo que son los filandones y los maragatos, vivo entre ellos. Lo que me refería era al tema del nigromante, podía haber puesto otro ser más tradicional de Leon. La velocidad del carromato al comienzo del cuento sería improbable, los maragatos no llevaban caballos, solo mulas.
    En cuanto a los adjetivos procuro buscar sinónimos para no repetir en exceso y siempre pongo uno que yo conozca.
    Mostrar más, contando menos? Pues no se como hacerlo. Asi que espero tu ayuda. Me vendrá bien para la historia de este mes, me esta costando precisamente eso.
    Un blog? Deberia pero no tengo mucho tiempo para ello y de hacerlo me gustaria contar mas cosas que las que tengo tiempo de hacer.
    Me alegra saber que hay mas leoneses por aqui.
    Saludos

    Escrito el 11 marzo 2014 a las 15:31
  8. 8. carlones dice:

    Por cierto, tanto los títulos de los dos últimos cuentos, como mis preguntas sobre el filandon y los maragatos, eran mas bien de promoción turística y sobre todo para saber cuanta gente habia por aqui de León.
    Es imposible que con un titulo relacionado con tu tierra no te pases para dejar un comentario.

    Escrito el 11 marzo 2014 a las 15:47
  9. 9. Miranda dice:

    Aunque me has cambiado el nombre, el comentario responde a lo que yo te comente. Lo de mostrar mas contando menos, yo lo he aprendido en esta pagina, leyendo los articulos de Iria.

    Te pondré un ejemplo: Si quieres describir por ejemplo que hace mucho frio, que estamos en invierno y que el personaje tiene una ropa muy elegante, en vez de describirlo así, dices “Se levanto el cuello de su impecable abrigo, con las manos enguantadas” Si lleva abrigo y guantes, ya estas indicando que hace frio, y si dices impecable abrigo es que va elegantemente vestido.

    Espero que te sirva de ayuda. Yo ahora le doy muchas vueltas a las frases para conseguir eso.

    Escrito el 12 marzo 2014 a las 16:42
  10. 10. carlones dice:

    Perdón Miranda, son cosas del directo. Gracias

    Escrito el 13 marzo 2014 a las 23:08

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