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Antagonismo subjetivo - por Agustina

Los pensamientos que transcurrían en la mente de Lucas podían atraparlo por completo, dejándolo atemorizado, apenado o maravillado por las cosas que en su interior veía. Sus historias mentales se producían cuando él se enfurecía por algún motivo, y empezaban tomando la imagen del último objeto que había visto en la realidad, convirtiéndolo en lo más importante y elemental de su historia ficticia. Luego procedía a quedarse en un estado tan desarraigado de la realidad, que ésta intentaba escaparse por cualquier filtro que encontrara.
Una mañana se hallaba en su cocina observando unas cuchillas recién lavadas, de cuyos extremos chorreaban unas cuantas gotas de agua que denotaban su filo y grado de peligrosidad. Pensó que sería una buena defensa en caso de que algún día lo atacaran, motivo suficiente para que su mente se transportara a otro lugar y se desatara una nueva historia.
Dentro de su mente, se encontraba él entre una gran cantidad de gente que no hacían más que observar paredes. ¿Qué es lo que tendrían? Intentó acercarse y ver aquello que las personas veían, así dedujo estar en un museo de artes plásticas. Todo parecía estar bien, quizás más de lo normal y, al marchar todo tan exageradamente bien su subconsciente, de alguna forma, creyó que no podía ser cierto y necesitó crear algo que fuera más “realista” y arruinara aquella sensación de perfección.
En ese mismo instante, un hombre cuyo rostro denotaba una mueca de odio desmesurado, ingresaba por las puertas del museo con gran firmeza. Seguía su camino por los interiores como si lo hubiese elegido al azar y, con gran asertividad e ímpetu se dejaba llevar por las galerías del museo como si quisiera encontrar a alguien y al no encontrarlo se enfureciera más.
Al atravesar unas cuantas galerías encontró un gran número de gente pero había tantas personas que su mente confundida solo se aturdía más. Había olvidado lo que quería encontrar, pero al ver a un joven entre la multitud que le llamaba la atención por el increíble parecido a sí mismo, recordó el motivo por el cual había concurrido a ese lugar: encontrarse y enfrentarse a sí mismo. Al recordar esto, el hombre sacó de sus bolsillos unas cuchillas que parecían tener un gran filo y sin pensarlo se abalanzó corriendo sobre Lucas. Los demás permanecían inmóviles, sin atemorizarse. Lucas veía al sujeto aproximarse y tampoco podía hacer algo, pero al ver el peligro acercándose a él, hurgó en su ropa con la esperanza de encontrar algo con lo que pudiera defenderse. Sintió algo que lo pinchó, rasgó y abrió, sacó su mano de entre sus atuendos y ésta sangraba: tenía guardada la misma cuchilla que aquel sujeto. Se sintió aliviado por un instante hasta que vio en frente suyo al hombre intentando apuñalarlo, y Lucas no entendió bien por qué, pero al ver ese rostro hostil y asesino se enfureció tanto que quiso matarlo el también, matarlo y disfrutar de su muerte.
En medio de una galería se encontraban rondándole a la muerte danzando con sus armas en manos, esquivando ambos los movimientos del otro como si se conocieran a la perfección; pero aquel hombre no había llegado allí para esquivar y ser esquivado; asimismo pensó que debía lastimar las extremidades de Lucas para debilitarlo hasta tal punto que no pudiera defenderse, y así fue. Lucas no entendía como se había dejado engañar de esa forma, concluyendo que en una pelea se esperan movimientos bien calculados, y que debía haberlo sospechado. Así que lastimó a su contrincante engañándolo y deslizando su cuchilla por su cuerpo lleno de rabia, liberándola más y más. El golpe que uno daba, ayudaba a que el otro mejorara en el próximo. Lucas creyó poder vencerlo y se dejó caer al suelo, dándole lugar a goce al hombre que comprendió que ese era el momento en que podría liberarse de su rabia y se abalanzo en sima de Lucas para culminar con su vida. Lucas aprovechó ese instante en el que se abalanzaban sobre él y dejó, apuntando al hombre que estaba cayendo en sima suyo, la cuchilla en la cual pronto se deslizaría el abdomen de este ser rabioso, dándole fin a su ira.
Un horrible dolor proveniente del estomago arrancó a Lucas de esa realidad paralela, encontrándose éste con las manos manchadas de sangre y las cuchillas penetrándolo. Nerviosamente pensó que aquel hombre tenía razón: ese era el momento en el cual podría liberarse de la rabia que sentía por sí mismo.

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3 comentarios

  1. 1. Cibeles dice:

    Hola, primero que nada, te felicito por la buena elección del título, realmente me intrigó. En cuanto al relato, el primer párrafo me resultó algo difícil de entender, pero luego ya se sigue bien, me gustó mucho la idea.

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 23:02
  2. 2. Ada Lena G. P. dice:

    ¡Hola, Agustina!

    El poder de la mente genera conflictos internos melodrámaticos, en este caso describes con clarividencia el problema mental de la esquizofrenia.
    Me llamó la atención el título, ha sido un buen reclamo, pues andaba buscando relatos donde el enfrentamiento surgiera a nivel psicológico.
    Me ha agradado tu estilo ordenado, pues no es nada sencillo describir un asunto referente a la búsqueda y análisis del propio Yo.
    Veo algunas faltas ortográficas tal vez generadas por despite.
    ¡Enhorabuena por tu trabajo!
    Te sigo leyendo…
    Saludos de Ada.

    Escrito el 5 marzo 2014 a las 23:13
  3. 3. Agustina dice:

    ¡Muchisimas gracias a ambos por sus criticas!

    Ada, que alegría me diste: al fin leo una crítica que destaque la parte que, justamente, quería que se destaque. Me parecía más interesante narrar una historia en la que el personaje principal se enfrentara con él mismo, que una historia común de peleas por X motivo (que, en general son más de lo mismo). Creo que hay más de que hablar sobre un enfrentamiento mental con uno mismo, que de una pelea en la que una persona engaña a su mejor amigo con su mujer.
    En cuanto a las faltas ortográficas puede ser que tenga algunas, pero si, por despiste quizas, la próxima intentaré no dejar pasar ninguna.

    ¡Muchas gracias por leerme y por comentar!

    Escrito el 11 marzo 2014 a las 15:44

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