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Tempus Fugit - por @lGaspaRodriguez

Web: http://poetaafonico.blogspot.com

A eso de las diez de la mañana, cada sábado salía a correr por el parque acompañado de buena música… la de los ‘80. Ya lo dice el gran Cormán en la voz de Erentxun. Pero donde esté Vasallo…

“Calles llenas de ropa vacía
moviéndose con seguridad..”

Paré un instante para recobrar el aliento, me recosté sobre un árbol. Vi un periódico sobre un banco cercano. Lo cogí para sentarme sobre el. Me fijé en la fecha. De que me percaté estaba sentado leyendo un periódico de hacía una semana. Resoplé varias veces más. Tuvo que pasar un cuarto de hora para querer seguir con la marcha.
Me levanté rápido, quedando medio pantalón pegado al banco a causa de la pintura, de la cual no me di cuenta antes.

— ¡Joder!

Tuve suerte, vi a Cornalina de lejos. Solíamos vernos los sábados en el quiosco desde que la conocí, hace un mes. Una chica muy simpática y guapa, algo extraña.

— ¡Cornalina! — Giró la cabeza hacia mi. Al llegar al banco le conté lo que pasó, además de pedirle que fuera a mi casa a por unos pantalones.
— Ahora mismo. No te vayas… — dijo divertida saliendo del parque.

Un poco más tarde alguien se me acercó por detrás para hablarme sobre mi nueva amiga. Uno de los muchos locos. Se quedó por allí, pululando de un lado a otro, parecía vigilarme. Si por mi fuera me habría ido hace mucho rato, pero no quería que se resfriaran mis nalgas. Estas ya empezaban a escocerme.
En un instante recordé el día en que nos conocimos Cornalina y yo. Pasó algo verdaderamente extraordinario. Entonces volví la vista atrás, por donde estaba el loco que me habló antes. No lograba identificarle. Me había hablado de un libro. Ese hombre sabía que yo era uno de los hijos de el bibliotecario de la ciudad. Sabía que en cuanto volviera a mi casa se lo diría a mi padre.

Ojee la gaceta. De pronto habían pasado tres semanas. Una noticia me llamó la atención, acerca de una estatua en una casa antigua. Cerré el periódico. Sucesos habituales en las familias de bibliotecarios. Lo volví a abrir. Había pasado un mes. No había noticia extraña, pero si una fotografía de un hombre muy extraño, como formado por humo. Y una mancha de tinta eclipsando una noticia sin importancia acerca de una casa.

Poco más tarde volvió Cornalina con media sonrisa y unos pantalones nuevos. Seguramente, la media sonrisa que le faltaba se había quedado en mi casa tras conocer a mi padre.

— Óliver — me llamó la atención mientras me tiraba los pantalones. La miré extrañado. Miré a mis espaldas con sumo cuidado — ¿Pasa algo?
— No, nada. — hice el ademán de mirar hacia atrás, no podía evitarlo. Se dio cuenta enseguida, Cornalina miró al hombre, me miró rápidamente y murmuró algo.
— Yo… ya me voy.
— Espera, voy contigo — no pude seguirla pues salió corriendo.

Ahora lo sabíamos los dos, incluido el hombre a mis espaldas.
Entonces me dirigí hacia el hombre, en cuanto le vi me tranquilicé. Era amigo de mi padre, otro bibliotecario. Por lo que sabía, ellos entre otros tantos bibliotecarios repartidos por doquier buscaban un arcaico libro custodiado por una antigua y gran maga llamada Amalia. La única que quedaba del clan original, un clan tan famoso como antiguo.

— Óliver, ¿Conoces bien a tus amistades?
— Por supuesto.
— Es la sobrina de la maga Amalia. Andamos tras la pista de esta maga, hace unos meses que no sabemos nada. Júntate más con su sobrina, haznos el favor.
— ¿Qué buscas? … ¿Qué buscáis? No pienso hacer daño a Cornalina…
— No he dicho nada de hacerle daño — levantó la voz — Gánate bien su confianza — Hizo ademán de irse, volvió — Eres hijo de bibliotecario, y tú acabarás siéndolo. He visto como mirabas el periódico.

Poco antes de salir del parque lo miré por última vez. Estaba cansado. No sólo por la caminata, me miraban tras el ojo de la cerradura, desde una lupa.

Según el boletín ahora habían pasado tres meses. En primera plana un gol de cualquier futbolista majadero. Lo abrí de par en par: Necrológicas.
No volví la vista hacia el bibliotecario, la fijé en la salida del parque pensando en Cornalina.
Ahora sabía más que ningún otro bibliotecario, ahora yo tenía el mando de la situación.

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5 comentarios

  1. 1. David Rubio dice:

    Hola Laura,
    Este relato tiene mimbres para desarrollar una historia muy interesante y creo que la tienes en tu cabeza.
    Derrochas imaginación si bien hay alguna parte que me ha confundido. Cuando ojea la gaceta parece que el tiempo del relato está corriendo. Luego aparece Cornalina con los pantalones y resulta que estamos en el mismo instante. Deduzco que entonces la gaceta es mágica, creo que podrías clarificar esa parte.
    Por otro lado esta frase no me termina de convencer “De que me percaté estaba sentado leyendo un periódico de hacía una semana.” Quizás sustituiría por “Sin darme cuenta estaba…”

    Un abrazo y repito creo que tienes una historia para una novela.

    Escrito el 28 marzo 2014 a las 21:04
  2. 2. tyess dice:

    Me quedo con preguntas, será que no entendí.
    ¿El tiempo pasa, o el periódico envejece por su cuenta? ¿Qué tipo de bibliotecarios son esos? ¿Qué fue lo que descubrió en último momento? Esa última siento que debí haberla entendido pero algo me perdí.

    Me parece curioso el giro que toman las cosas, de un incidente casual y cómico a una maga y un libro misterioso. Quizá sea inusual porque se supone que tienes que aprovechar cada palabra cuando son pocas, pero “diferente es genial”.

    Escrito el 31 marzo 2014 a las 17:46
  3. ¡Hola David, Tyess! Encantada de leer vuestros comentarios 🙂 no se si lo sabréis (lo más seguro es que no) estoy haciendo un cuento segun las normas de literautas, una forma de entretenerme y de entar en la prosa (soy márs poeta) lo podeis leuer en http://www.poetaafonico.blogspot.com mi idea era entrar a Oliver como nuevo personaje y a los bibliotecarios, estos “tienen el don” de al leer un periodico poder leer la historia, aqui lo que ya había pasado en los otros textos, es decir, el periodico envejece, como dice Tyess ;). Demasiado rebuscado, lo se, perdon, pero si no…. Yo no me quedo a gusto! Jaja.
    ¡Saludos extremeños!

    Escrito el 31 marzo 2014 a las 18:47
  4. 4. lunaclara dice:

    Hola! Curioso tu relato, pero esta bien escrito (aunque reconozco q un poco de lío me he hecho).
    Y si lo escribieras mas extenso?
    Es una idea muy buena la q muestras aquí.
    Felicidades!

    Escrito el 31 marzo 2014 a las 22:18
  5. Hola lunaclara! Lo he pensado varias veces, cuando tenga tiempo, en verano, lo haré más extenso 🙂
    Saludos extremeños!

    Escrito el 7 abril 2014 a las 18:10

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