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Desaparecida - por Peter Walley

Cuando abrió los ojos, se oía el ruido de un motor a lo lejos.

Miró aturdida a su alrededor, y tardó unos segundos en darse cuenta de dónde estaba. Ya era de noche, y con la luna llena todo tenía un aspecto fantasmal, como si estuviese manifestando una naturaleza oculta. Un seto rodeaba el espacio en que se encontraba, y una pequeña abertura comunicaba con el camino.

Se puso en pie y atravesó el hueco. Empezó a oír más sonidos: los pájaros, el viento, correteos de animales. Alzó la muñeca, pero su reloj no estaba; supuso que se le habría caído. Tampoco tenía el móvil, así que no podía estar segura de la hora. “Pero hace frío, y no se escuchan coches”- pensó-“y en verano y en Madrid esto sólo pasa muy de madrugada, y apenas”.

No recordaba cómo había llegado allí. La última imagen que tenía era de ella y Alberto en la cafetería, y aquéllo había sido hacía varias horas. Todo parecía ir bien: los nervios de la primera cita pronto se habían disipado, y Alberto, al principio tímido, se había revelado como un gran conversador. Habían hablado de dar un paseo juntos, pero aunque parecía evidente que así había sido (¿cómo había llegado hasta el parque, si no?), Sonia no tenía ningún recuerdo del mismo. “Debí de atravesar el parque de camino a casa, y desmayarme sin que nadie me viese”-se dijo-“Y con el golpe se me habrán borrado las últimas horas”. Se palpó la cabeza, buscando alguna herida que sirviese de evidencia a su teoría; pero no encontró nada.

Sabía que el Retiro cerraba a medianoche, y suponía que antes hacían una ronda para comprobar que nadie quedaba dentro. Aunque de ser así, si se había quedado tendida entre la maleza lo más probable es que hubiesen pasado de largo sin verla. Seguía oyendo el ruido del motor, y ahora se dio cuenta de venía de dentro del parque. “¿Acaso estarán trabajando de noche?”- se preguntó. Le resultaba raro, pero al concentrarse confirmó que el origen del sonido estaba a apenas doscientos metros, junto a las pistas de deporte.

Decidió ir allí, y pedir ayuda a los trabajadores. “En el peor de los casos, podrán al menos abrirme la puerta para salir”. El camino en que se encontraba tenía bancos a los lados, y al fondo podía intuir el lago. Se sentía todavía un poco mareada, y tras unos pocos metros se sentó en uno de los bancos a descansar.
Había un periódico ya amarillento, y con la luz de la luna pudo ver, para su sorpresa, que era de cinco años antes. Apenas le quedaban unas pocas páginas, y correspondían a la sección de sucesos: un niño había sido secuestrado en Bilbao; la adolescente que había asesinado a sus padres había ingresado en la cárcel; una chica había desaparecido en Barcelona. Sonia sólo recordaba el caso de la adolescente, e intuía que el niño secuestrado nunca había vuelto a aparecer.

No eran ésos los pensamientos que Sonia quería tener en ese momento, así que decidió continuar. Ya sólo debía llegar al fondo del camino y girar a la izquierda. El ruido era más alto ahora, como si se estuviesen aproximando. ”Parece un cortacésped, aunque quién sabe para qué a estas horas”.

No podría decir por qué cuando vio un periódico en otro banco decidió acercarse a ojearlo; quizás para quitarse la imagen del niño secuestrado de la cabeza. Al principio pensó que era parte del mismo periódico, pues también estaba gastado. Pero luego vio que éste era de hacía unos meses. Un temblor le recorrió el cuerpo cuando vio que las páginas también correspondían a los sucesos, y sin poder evitarlo leyó las noticias en busca de alguna clave de lo que estaba ocurriendo. No había esta vez niños secuestrados, ni adolescentes asesinas; pero de nuevo se hablaba de una joven desaparecida, en este caso en Santiago.

Sonia dejó caer el periódico y echó a correr. Vio entonces que cada cuatro o cinco bancos había un periódico esperándola, avisándola de algo que estaba a punto de ocurrir de nuevo. Todos estaban gastados, todos eran antiguos. Pero el último banco era distinto: allí sólo había una hoja en blanco, pegada con celo al respaldo, para asegurarse su atención.

Dio un grito cuando vio su foto en el centro, y la fecha de mañana en la parte superior. Apenas tuvo tiempo de ver a Alberto acercarse con la motosierra mientras leía el texto bajo la foto: desaparecida.

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12 comentarios

  1. 1. Emmeline Punkhurst dice:

    Me ha tenido totalmente enganchada. ¡Qué tensión transmite hasta el final! Me alegro de que hayas cambiado tu habitual registro cómico para introducirte en un relato de intriga.
    ¡Enhorabuena!

    Escrito el 28 marzo 2014 a las 15:56
  2. 2. Maureen dice:

    ¡Qué agobio de relato! Madre mía, los periódicos tan preparados dan verdadero miedo. Me ha encantado.

    Escrito el 28 marzo 2014 a las 23:53
  3. ¡Peter! Intriga y engancha, de principio a fin. Dejas entrever ya al principio que algo ha pasado en la cafetería, pero lo vas deshojando poco a poco hasta el final premonitorio con los periódicos que te hace pensar “¡no, no, no!”. Me encanta, buen trabajo.
    Enhorabuena.

    Escrito el 29 marzo 2014 a las 02:07
  4. 4. Marazul dice:

    Hola Peter cuando veo en la tele este tipo de películas confieso que la apago. También me ocurre con un partido emocionante de tenis en el que juega Rafa Nadal. Con tu relato me ha ocurrido lo mismo. La diferencia es que lo he terminado de leer enterito porque no podía dejar de saber el final (a pesar de que se intuye). Un buen relato. Saludos

    Escrito el 29 marzo 2014 a las 21:14
  5. 5. Peter Walley dice:

    Gracias por los comentarios 🙂 Y perdón por haber agobiado, aunque era lo que buscaba 😉

    Marazul, a mí me pasa lo mismo con Federer, muchas veces sólo veo el partido si estoy seguro de que el resultado me va a gustar.

    Escrito el 30 marzo 2014 a las 16:34
  6. 6. fernando sanz dice:

    He empezado a escribir cuando aún estoy digiriendo lo que acabo de leer. Me ha dejado estupefacto. Te voy a contar las distintas ideas que me ha ido sugiriendo con cada párrafo. Primero, cuando has comentado que no recordaba nada, he pensado en que el chaval la había drogado y la había violado en un parque dejado de la mano de Dios. Luego cuando ha leído el primer periódico he pensado que era ella la chica desaparecida cinco años atrás. Como si hubiera despertado de un coma. Pero tu mismo lo solucionas al decir que recordaba el caso del adolescente parricida, luego estaba consciente cuando ocurrió. Vaya. Ya no tengo argumento alternativo y la rapidez y agilidad del texto no da tiempo a prepararlo. Corre hacia el final como un caballo desbocado. Es muy interesante. Me ha encantado. Enhorabuena

    Escrito el 30 marzo 2014 a las 17:37
  7. 7. Abbey dice:

    ¡¡Buenisimo!!
    Yo no lo veía venir. Únicamente al final, en el penúltimo párrafo y porque la protagonista lo ha adivinado por mí.
    Este Alberto es un psicópata de primera división.
    Genial como has ido tejiendo la atmósfera que va rodeando al lector hasta asfixiar al final.
    A sus pies.

    Escrito el 30 marzo 2014 a las 18:31
  8. 8. lunaclara dice:

    Hola Peter, creo q como mínimo esta bien q te devuelva la visita.
    Te dejo tb algún comentario e impresiones. Situar la acción del relato en el Retiro, un parque súper conocido (quizás no tanto como el mío) da credibilidad a la trama. A mi me trae muy buenos recuerdos.
    Lo de la motosierra me ha parecido brutal, casi como una peli de viernes 13 a la española. Jolines con el Alberto.
    Me ha gustado mas el juego que se traia el asesino con lo de los periódicos. Es muy buena idea, típica de un psicópata. Aunque me choca lo del periódico del día siguiente, con su foto ya puesta. Supongo q algo q rompa las reglas de lo real no viene mal.
    Ha sido genial!
    Saludos.

    Escrito el 30 marzo 2014 a las 22:01
  9. 9. Servio Flores dice:

    Que bestial! Un relato con una tensión impresionante, engancha y fuerte.
    Felicidades.

    Escrito el 3 abril 2014 a las 05:48
  10. 10. Aurora Losa dice:

    Felicidades, Peter, aunque llegue la última o casi, por un relato que nos lleva de la mano junto a la protagonista, destacaría la forma en que primero vanalizas la situación en que se encuentra como simples consecuencias de una borrachera y acaba convirtiéndose en algo terrible y demoledor.
    Enhorabuena.

    Escrito el 8 abril 2014 a las 08:16
  11. 11. Peter Walley dice:

    Gracias a todos por los comentarios, a ver qué nos sale este mes (yo personalmente ando un poco espeso con el castillo).

    Escrito el 8 abril 2014 a las 20:39
  12. Hola Peter!
    Acabo de leer tu relato y la verdad es que me estaba poniéndo nerviosa, quería llegar ya al final y ver cómo terminaba. Me ha gustado mucho esa tensión que creas, está genial.
    (Siento el retraso, pero … más vale tarde que nunca 😉 )
    Un besote!

    Escrito el 10 abril 2014 a las 15:23

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