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Las otras páginas - por David

Jaime llegó al parque, llevaba una hoja de diario de hacía unos días, era la número cinco y seis en un lado y veintinueve y treinta en el contrario, alguien se la había dejado doblada en su buzón, con una fecha y un lugar de encuentro escrito en un margen.
En un principio pensó en no acudir a la cita, pero la curiosidad le había estado carcomiendo durante dos días y no pudo resistirse más. Llegó un rato antes de la hora convenida para observar el percal, no mostraría la página hasta que de alguna manera pudiera saber cuál era el truco o la trampa.
A sus sesenta y cinco años ya no estaba para bromas, ni citas a ciegas, además, no soportaba los parques, todo estaba sucio, lleno de garrapatas y cucarachas infecciosas y que decir de las cacas de perro, abundaban como setas, unas tumbadas otras erguidas, en cualquier caso repugnantes todas. Otro tema era el polen de los pinos, altamente desagradable, le producía ronchas en la piel y malestar en sus mucosas.
Pero lo que más le molestaba y trataba de evitar por todos los medios era el contacto humano, para él era impensable que alguien le pudiera rozar con sus sucias manos o recibir el aliento putrefacto y lleno de bacterias de un desconocido. Por esa razón no iba nunca a bares, ni cines, ni tan siquiera paseaba por calles demasiado transitadas. Una vez un viejo amigo se tropezó con él y al insensato no se le ocurrió otra cosa que darle un abrazo y una palmadita cariñosa con la mano sudada en la mejilla, a la vez que le decía, “Jaime caramba, como me alegro de verte”. Al día siguiente el herpes que le apareció en el labio casi le llegaba a la nariz. Todo un espectáculo.
Pero allí estaba, con su hoja de diario tóxica metida en una funda. Un acto de valentía el de Jaime, sin duda.
Poco a poco fueron llegando personas de todas las edades, sexos y razas. Iban colocándose desperdigadas pero sin alejarse de la plaza donde algo iba a suceder. Algunos mostraban otras hojas de diario y hasta conversaban entre ellos.
– ¡Señoras y señores! -se escuchó de repente- ¡bienvenidos a todos a la presentación mundial de Carota el nuevo detergente concentrado con extracto de Aloe Vera que revolucionará el mundo de los lavavajillas!
La multitud se agolpó alrededor de aquel extraño que hablaba a través de un megáfono.
– ¡Vamos a agradecer la participación de todas las personas que han sido invitadas a esta presentación con la posibilidad de ganar un teléfono móvil de última generación!
Se formó un murmullo generalizado al escuchar la noticia, además de algún grito de alegría.
– ¡Les explico las normas del concurso, si en menos de dos minutos son capaces de reunir el diario con todas sus páginas sin faltar ninguna, Detergente Carota les regalará a todos ustedes un fantástico teléfono móvil de última generación!
El nerviosismo entre los asistentes fue incrementando a la vez que aquel hombre aumentaba el tono de su discurso.
– ¡Atención, todo el mundo preparado, uno, dos y tres, adelanteeeee!
Los asistentes empezaron a correr de un lado a otro, todo el mundo empezó a gritar sus números de páginas desesperados, algunos trozos volaba al pasar los papeles de unas manos a otras.
– ¡Falta un minutoooo! – dijo de nuevo aquel personaje.
– ¡Ya está casi! – gritó una mujer- ¡falta la diez y la cinco!
– ¡Yo tengo la diez! –dijo un chico intentando llegar al medio de la melé con su hoja.
– ¡quién tiene la cinco! –gritaba una señora desesperada.
– ¡Joder, donde está la cinco! –chillaba con lágrimas en los ojos una adolescente.
Todos miraron a Jaime y éste, al ver el peligro lanzó la funda con la hoja número cinco a las bestias desesperadas, que la cogieron al vuelo. El diario estaba completo y el premio otorgado. La alegría fue descomunal, gritos de felicidad y lágrimas de alegría y todo gracias a aquel señor sentado en el banco. La gente se abalanzó sobre él y lo tiraron al suelo encima de varias cacas de perro, pero lo peor no fue eso sino que lo abrazaron, lo besaron en la cara, en la boca, en los ojos, incluso le chuparon y mordieron, le sobaron todo el cuerpo con cariño, la espalda, la cabeza, los testículos, piernas, culo. Todo un ejemplo de agradecimiento.
Y bueno… como se suele decir, la curiosidad mató al gato.

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10 comentarios

  1. 1. Chiripa dice:

    David, desde el primer párrafo me gusto tu relato el final me hizo reír a carcajadas.
    Describiste a Jaime de manera excepcional y pude imaginármelo perfectamente en cada sufrimiento diario por su germofobia.
    Muy original, bien escrito y muy divertido. Felicitaciones!!
    Espero leerte el próximo mes.

    Slds

    Escrito el 29 marzo 2014 a las 01:21
  2. 2. Servio Flores dice:

    Me ha sacado un tremenda sonrisota!!
    Pobre Jaime con sus sistema inmune tan deteriorado. Esa escena final me recuerda a la escena final de “El perfume” de Suskin.
    La vida de un hombre por el valor de un telefono… nada lejos de la realidad.
    Saludos, un buen relato.

    Escrito el 29 marzo 2014 a las 12:52
  3. 3. Miranda dice:

    Divertido, delirante y puede ser real, en un mundo loco por las posesiones.

    El personaje muy bien descrito y el final se puede decir que era el colmo para un personaje tan aséptico.

    Muy buen relato.

    Saludos. Nos leemos

    Escrito el 29 marzo 2014 a las 19:21
  4. 4. Marazul dice:

    Me ha encantado tu relato David. Es agil, ocurrente, divertido, irónico…..
    Una delicia leerte. Muchas gracias por hacernos pasar un rato agradable.
    Saludos

    Escrito el 29 marzo 2014 a las 23:52
  5. 5. Cibeles dice:

    Estoy de acuerdo con todos los comentarios anteriores,es excelente!

    Escrito el 30 marzo 2014 a las 05:16
  6. 6. Peter Walley dice:

    Muy divertido, a principio me preguntaba quién le habría citado en el parque, pero con la aparición del Detergente Carlota quedó todo claro 😉 bien hecho.

    Escrito el 30 marzo 2014 a las 15:57
  7. 7. lunaclara dice:

    Pero que risa, jajaja!!!
    Es fantástico, toda una cura para ese señor…
    Me mondo con el titulo q le has puesto!
    Felicidades!!!

    Escrito el 30 marzo 2014 a las 22:34
  8. 8. David Rubio dice:

    Buen relato si señor. Muy bien estructurado y presentado el personaje para luego sacar partido a la escena final. Muy bueno tocayo

    Escrito el 31 marzo 2014 a las 22:35
  9. 9. Aurora Losa dice:

    Tu texto fue uno de los que me tocó comentar y me reitero en lo bien que has descrito la escena del caos y el vendedor y la gente volviéndose loca. También te insisto en que la sentencia final me queda un poco forzada. Enhorabuena.

    Escrito el 1 abril 2014 a las 10:17
  10. 10. David dice:

    Gracias por vuestros comentarios. Os lo agradezco sinceramente. Un saludo. David.

    Escrito el 1 abril 2014 a las 22:16

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