Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Infierno interior - por Julieta Ortiz

Infierno interior.

—¡Las cuerdas en mis manos no resistirán al empeño de mi libertad!—

Se escucha el grito ahogado en lamentos. Proveniente del fondo de las celdas acompañado de un golpear de cadenas secas contra los barrotes, son tan viejos que parecieran evocar el sufrimiento de los que sucumbieron en tiempos anteriores.

Vacilante se torna la mente del preso, ya no le es posible distinguir entre el día y la noche, inmerso en la oscuridad de su perversidad demoníaca, su propios pensamientos interiores son los peores. Aquellos conocedores del frío veneno fulgurante en su alma. De los recuerdos y arrepentimientos es mártir por un momento, al siguiente los ideas se vuelven huracán de neuronas para vociferar en sus entrañas; —¡lo volvería a hacer!— Y la risa hilarante del descaro, del loco. Se ha vuelto loco.
Lleva casi quince días sin probar bocado alguno, las gotas de agua que escurren desde la superficie si acaso mojan su frente resbalando hasta los labios, su único sustento. La mirada encajada entre los óseos rasgos de su tez raída, cetrina. Alumbrada en extrañas ocasiones por un rayo de luna misericordioso.
Los guardias se pasean frente de ellos, a veces comiendo una fruta y tirando los restos a los pies de las puertas, teniendo el cuidado de que no puedan alcanzarlos, silbando tonadas chillonas, que enervarían a cualquiera en su sano juicio. Pero al llegar frente de la última celda.. nadie se atreve a detenerse, ni a mirar por un momento, dicen que es horrible lo que se descubre. De haberlo sabido, no lo hubiera hecho. Me asignaron la noche de ayer, pero no quise dar la ronda pues me sentía cansado. Hasta hace un rato caminé para conocer a los presos, hombres viejos casi todos, extrañas miradas han desarrollado, perdidas, fijas en la nada, quizá en el recuerdo de una vida que se les fue, sus ropas no se terminaran antes que su carne, misteriosamente la celda más oscura, la mas alejada, la del fondo es así mismo tan silenciosa que no me resisto a mirar en su interior. Entre los barrotes se vislumbran un par de cadenas pendientes desde el techo y la luz ilumina pedazos blancuzcos de lo que imagino serían manos en algún momento, el olor es insoportable, podredumbre, el olor humano en decadencia. Al acercar el rostro quiero encontrar algo más, de estrépito un brazo lánguido rodea mi cuello, su fuerza es inhumana, acompañado de una respiración agitada y una voz proveniente de los mismísimos infiernos pronuncia —se acabó el juego— intentando tomar la llave de mi cinturón, la arrebata de un tirón, rasgando la piel de mi mejilla, caigo al suelo y al levantar la mirada descubro que es una astilla de hueso fracturado lo que me rasguñó, se escapa con el muñón izquierdo sangrante, a la velocidad que le permite su existencia, yo me quedo paralizado en el suelo, mientras, me regresa al mundo la estridencia de los demás presos que estrellan sus cadena contra las barras y gritan. Al levantarme del suelo, la silla donde me deposite al comenzar la jornada, esta volteada y las llaves en mi cinturón, toco mi cuello, esta salvo. Me atrevo a investigar en el fondo del recinto y todo parece estar en orden, pero al acercar el tolete y golpear los barrotes una risa burlona y seca —aja ja ja ja—, emana desde la oscuridad. Me retiro aterrado.
Al terminar el turno, camino con la mente aún excitada, veo las barras del calabozo podridas a los pies de la edificación y la risa vuelve a retumbar en mi mente.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

8 comentarios

  1. 1. José Torma dice:

    Que fuerte! Por un momento me despiste porque no atinaba a ver quien me estaba contando la historia. Los tiempos me parecieron confusos, pero eso fue en beneficio porque me hizo leerlo varias veces.

    Muy bien escrito, de una descripcion aterradora de lo que puede llegar a ser una prision. Una mazmorra de castillo, que creo que fue lo que te valio para cumplir con las instrucciones jjeje

    Me ha parecido fuerte y me llego hasta los huesos, la imagen del preso huyendo con el muñon sangrando, me dio escalofrio.

    Buen relato, dificil de leer en principio pero a la segunda pasada es mas claro. Felicidades.

    Escrito el 28 abril 2014 a las 19:45
  2. 2. Aurora Losa dice:

    Vaya, Julieta, un gran relato, sí señora. Sólo te voy a poner un pero que a mi me pusieron al principio: separa los párrafos. Sé que este texto es más bien un discurso, pero al leerlo creo que podrías haber definido un poco más los momentos con puntos y aparte.
    Y ahora lo que me ha gustado: TODO. La historia, cómo creas el ambiente con una prosa realmente poética, cómo indagas en las consecuencias del encierro para los presos y la maldad de los carceleros y cómo nos das un gran susto cuando el protagonista se acerca a la “celda maldita”. Además destacaré que el hecho de narrarlo en dos primeras personas me parece un ejercicio complicado que has salvado mejor que bien.
    Enhorabuena.

    Escrito el 29 abril 2014 a las 07:02
  3. 3. Adella Brac dice:

    Estoy de acuerdo en que la prosa es muy poética, pero el texto me ha resultado un poco confuso en la parte final. Cambiando alguna comas por puntos ganaría claridad.
    Aunque puede que la intención haya sido crear confusión para darle un halo de misterio al relato. Si ha sido así, perfecto.
    Un saludo.

    Escrito el 29 abril 2014 a las 13:37
  4. 4. Carilly Diaz dice:

    Es muy bueno tu relato, el terror es mi género favorito, y el lenguaje
    en el que está escrito sutilmente te describe
    los sentimientos y sensaciones que nos vienen a la mente
    cuando nos mencionan “mazmorra”, al estilo Poe.
    El Final super bueno. Muy bien escrito. Felicidades

    Escrito el 30 abril 2014 a las 00:53
  5. 5. Raquel dice:

    Desde luego tu texto no deja indiferente. Una vez más voy a aconsejarte que cuides un poco la puntuación. Tienes frases muy largas que dificultan la lectura y sin embargo otras que ganarían si hubieras puesto una coma. Voy con ejemplos:
    “Se escucha el grito ahogado en lamoentos. Proveniente del fondo…” Ahí, en mi opinión no llevaría punto, pues te estás refiriendo al grito. Lo que proviene es el grito, no tiene sentido que separes el sujeto del verbo con un punto.
    “Sus propios pensamientos interiores son los peores. Aquellos conocedores del frío veneno de su alma” Creo que hubiera quedado mejor así: “son los peores, conocedores del …” De hecho, la segunda frase la dejas sin verbo.
    “su tez raída, cetrina. Alumbrada en extrañas…Idem, dejas el sujeto en una frase. Una coma hubiera sido más apropiado. Y la segunda frase se vuelve a quedar sin verbo.
    “sus ropas no se terminaran antes que su carne, misteriosamente la celda más oscura…” Ahí inicias una frase diferente de la anterior. Necesita un punto, no una coma, y si me apuras, un punto y a parte.
    Los tiempo verbales a mí también me han despistado un poco.
    Y ahora las felicitaciones:
    Consigues dar el aspecto lóbrego y desesperante de una celda y transmitir el miedo que siente el guarda. Muy buenas descripciones y riqueza en el vocabulario. ¡Muy bien!
    Enhorabuena por tu historia. Me ha gustado mucho cómo has desarrollado la historia.

    Escrito el 30 abril 2014 a las 07:51
  6. 6. Kangreja dice:

    Creo que consigues crear el clima que pretendías, el lenguaje es bueno y el titulo también, pero sin lugar a dudas con una nueva edición ganará mucho. Felicitaciones, nos leemos.

    Escrito el 3 mayo 2014 a las 01:26
  7. 7. Julieta Ortiz dice:

    Gracias por sus comentarios compañeros, si en definitiva fue una evocación de la atmósfera del Genio Poe, de mis favoritos, me han enriquecido sus aportaciones, para continuar en mejora. Nos leemos pronto. Buenas letras.

    Escrito el 7 mayo 2014 a las 19:11
  8. Es cierto que puede ser difícil de leer, pero es que es, en parte, una pesadilla. Enhorabuena Julieta. Me ha encantado. Sigue leyendo a Poe, es un maestro de los grandes.

    Pásate cuando puedas por el mío y me dices qué te parece. Es el número 31. Os dejo también la dirección de mi blog, donde tengo más relatos publicados (solo me he presentado a las 3 ediciones de estos últimos meses y aquí apenas he publicado).

    http://www.luisdelmoral.es

    Un abrazo.
    Luis.

    Escrito el 21 mayo 2014 a las 21:15

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.