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Game over - por Peter Walley

El castillo se alzaba imponente al otro lado del río. Sobre las almenas grises ondeaba la enseña del conde y podía verse a los soldados paseando con un ritmo constante por el camino de ronda. Eran una máquina perfecta, diseñada para impedir la entrada de cualquier intruso; y esto era más importante que nunca en aquel momento, en que Milena estaba encerrada dentro de la torre del homenaje.

Martín tenía sólo unas horas para rescatarla antes de que se oficiase la boda de Milena con el hijo del conde; la boda desestabilizaría el precario equilibrio de poderes en la zona, y conduciría a una difícil guerra entre los partidarios del conde y los de la familia de Martín. El momento no era bueno, puesto que acababan de de perder el control de sus territorios al otro lado de las montañas, y la moral de las tropas estaba baja. Además, Martín no había tardado en acusar la repentina falta de medios: súbitamente se había encontrado con la mitad de hombres y con mucho menos dinero para comprar víveres y sobornar a los guardias.

Tenían dos opciones para intentar entrar en el castillo: tratar de sorprenderles con un ataque en medio de la noche o infiltrarse en el castillo bajo la apariencia de un grupo de comerciantes durante el día. Y aunque Martín y sus hombres eran guerreros experimentados, se decidió optar por el camuflaje como mercaderes, quizá por lo exiguo de la compañía. Esto provocó quejas más o menos audibles en la mayoría del grupo, que prefería la lucha cuerpo a cuerpo desde el principio; pero en fondo sabían que la única posibilidad era obedecer.

Tras gastarse la mitad del dinero en conseguir unos trajes adecuados y un carro con viandas, se colocaron en un puesto en el patio de armas y observaron la distribución de los soldados del conde dentro del castillo. Paseaban continuamente por las murallas, y había un grupo de unos diez apostados a la entrada de la torre del homenaje. “Es seguro que la tienen ahí dentro”-se dijo Martín-“pero si los atacamos ahora nos van a masacrar”.

Casi no había acabado el pensamiento cuando vio cómo sus hombres dejaban a un lado sus túnicas y se lanzaban en tromba hacia la entrada de la torre. “¿Pero qué coño hacen?”-se preguntó-“Putos principiantes, atacando así nos van a matar a todos”. Y con un suspiro de lanzó corriendo tras ellos.

Su única opción era que el efecto sorpresa les permitiese matar a los soldados de la entrada y así bloquear el acceso a la torre antes de que llegasen los refuerzos desde las murallas y el cuartel de guardia. Haciendo uso de toda su energía, Martín blandió su espada Claymore con las dos manos y acabó con la vida de tres de los soldados enemigos en unos pocos segundos; pero tanto el equipamiento como la experiencia del resto de sus hombres era muy inferior, y rápidamente fueron cayendo uno tras otro. Martín vio cómo varios soldados le rodeaban, y a uno de ellos alzar su maza; y tras esto sólo hubo oscuridad.

Cuando volvió en sí se encontraba de nuevo al otro lado del río, y de nuevo tenía ante sí las almenas, las enseñas y los soldados paseantes. Se encontraba muy débil, y sin apenas dinero. De su compañía solamente quedaban tres hombres aparte de él. “Hay que ser gilipollas, cualquiera hubiese visto que lo mejor era el ataque nocturno”-pensó-“Ahora no tenemos ninguna opción a no ser que alguien nos ayude, y por qué iban a hacerlo”.

La situación era desesperada, y desesperada le pareció la decisión de atacar ahora frontalmente la entrada del castillo. En la lucha anterior le habían quitado su espada Claymore, y ya sólo le quedaba una daga inglesa de puño largo. “Lo mejor sería esperar unos días, recuperar fuerzas, y pensar en otras batallas”-se dijo. Pero aún así siguió adelante.

Fue una lucha corta: les estaban esperando y con pocos movimientos dieron cuenta de todos ellos. Martín apenas hizo mella en las fuerzas del conde antes de sentir que con un golpe moría, ahora sí definitivamente. “Se acabó el juego”, pensó. “Ojalá la próxima vez me toque alguien más competente”. Y mientras las letras invadían el centro de la pantalla, Martín maldijo no poder utilizar la experiencia acumulada con miles de repeticiones cada vez que empezaba de nuevo la partida.

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11 comentarios

  1. 1. Denise (ex Cibeles) dice:

    Muy bueno, me gustó la última frase

    Escrito el 28 abril 2014 a las 19:08
  2. 2. NHICAP dice:

    Hola Peter.

    Me gustó el relato. Fué uno de los textos que me tocó comentar y allī tienes mi opinión más detallada.

    Lo de la vuelta al otro lado del río es genial.

    Te felicito de nuevo. Un abrazo.

    Un abrazo

    Escrito el 28 abril 2014 a las 21:36
  3. 3. José Torma dice:

    Caray, desde que empece la lectura no se porque pense que era un video juego. Tal vez sin intencion lo manejaste un poco acartonado.

    La lectura es agil y me gusto en lo general. A pesar de haber adivinado el final, me parece que lo llevaste muy bien.

    Felicidades y saludos

    Escrito el 29 abril 2014 a las 00:20
  4. 4. Chiripa dice:

    Peter,
    Tu relato esta muy bien estructurado y narrado y con un excelente final.
    Las descripciones son maravillosas y el recurso de colocar a Martín del otro lado del rio cuando vuelve en si, es muy bueno.
    Felicitaciones

    Escrito el 29 abril 2014 a las 02:25
  5. 5. Peter Walley dice:

    Gracias a todos por los comentarios.

    NHICAP, muchas gracias por la revisión, y por los consejos.

    José, la verdad es que quería ir dejando pistas de que alguien estaba decidiendo por ellos desde el principio del relato; igual me quedó demasiado evidente. Gracias en cualquier caso por comentar.

    Escrito el 29 abril 2014 a las 06:12
  6. Me ha gustado mucho el relato. Una delicia para todos los amantes de las buenas historias y los videojuegos.
    Inmediatamente imaginé mis batallas de “age of the empire” o las horas que actualmente le he dedicado a “Diablo III”.
    Saludos.

    Escrito el 29 abril 2014 a las 18:42
  7. 7. Adella Brac dice:

    Después del arranque con un lenguaje tan medieval; camino de ronda, torre del homenaje, viandas… Tengo que decir que la expresión “putos principiantes” me mató 😀
    Reconozco que una vez entendido de qué va el asunto, tiene mucho sentido.
    Me ha parecido un planteamiento muy original y bien ejecutado.
    Un saludo.

    Escrito el 29 abril 2014 a las 18:49
  8. Será porque no soy aficionada a los videojuegos, pero a mí el final me ha pillado desprevenida. Aunque el lenguaje, mezclando lo medieval con lo más basto, me tenía un poco desorientada, el final le da sentido a todo. Buen relato, felicidades.

    Escrito el 30 abril 2014 a las 20:55
  9. Hola Peter:
    En primer lugar decirte que tu punto fuerte son las descripciones y cómo vas hilando las ideas. Parece que te salen con naturalidad.
    Además, escribes con mucha corrección, de manera concreta y sin enredarte en ideas supérfluas, lo que se agradece.
    El relato está muy bien. La idea de que finalmente sea un videojuego es muy original y, como siempre, sorprendes.
    ¡Muchas felicidades!

    Escrito el 2 mayo 2014 a las 20:42
  10. 10. Aurora Losa dice:

    Enhorabuena por un texto trabajado, las reiteraciones le añaden dramatismo, muy bien usadas. Y juro que no vi venir que se trataba de un videojuego hasta el final, has contado todo con tanto detalle que parecía una escena real. Aunque admito que algo me olió a chamusquina en cuanto les llamó “gilipollas”. jaja.
    Enhorabuena.

    Escrito el 3 mayo 2014 a las 16:10
  11. 11. lunaclara dice:

    Hola Peter: Ainssss, otros relatos tuyos me han gustado más. Las descripciones están muy conseguidas, y el giro final es fantástico. Quizás hubiera usado otro título, … para no adelantar nada, ya sabes.
    ¡Para mí siempre es un placer leerte!
    Saludos.

    Escrito el 6 mayo 2014 a las 07:33

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