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Un sacrificio necesario - por Luis del Moral Martínez

Web: http://www.luisdelmoral.es

–Es muy noble de vuestra parte que aceptéis otra partida, padre. Estoy deseando mostraros mi valía.
–No tienes valía alguna que desconozca, Rodrigo. No te esfuerces sino en pensar por ti mismo y en escuchar a tu sensatez; ella, y solo ella, te mostrará el camino que has de seguir en la vida.
–Lo sé, padre. ¿Quiere un poco más de vino? Su copa está casi vacía.
–Gracias.
–Coloque sus piezas mientras; escoja las blancas y así empieza primero.
–Está bien.
–Es agradable pasar estos ratos con usted, ¿sabe? Su biblioteca es su lugar sagrado; me atrevería a decir que todo nuestro feudo lo considera misterioso. No me aventuro a molestarle cuando estudiando esos polvorientos volúmenes.
–¡Ay de aquel pobre campesino que espere encontrar riqueza entre estos muros! De piedra son, como el resto de este castillo, pero bien es sabido que el feudo de Fuenteseca es modesto y no hay lujo alguno que tenga sentido arrebatar a nuestros lacayos para otorgármelo. Ninguno, salvo la lectura.
–¡Qué gran verdad esa, padre! Aquí tiene su copa. Veo que uno de sus jinetes ya se encuentra en el campo de batalla. Es mi turno –cogió un peón entre los dedos y lo desplazó dos casillas en dirección al corcel blanco.
–Tienes que entender, Rodrigo, que no hay mayor virtud en un líder que velar por el bienestar de todo su pueblo; nunca dejes atrás a los tuyos, o te quedarás completamente solo.
–Entiendo perfectamente las virtudes que debe tener un líder, padre. Me siento preparado para dejar de servirle; para ser algo más –su padre dejó caer un peón sobre el tablero y, mientras lo recogía, le devolvió la mirada–. Estoy listo para sucederlo en el trono.
–Todavía eres muy joven para entender cómo funciona el mundo –Rodrigo había desviado la mirada y, mientras manoseaba sus piezas, exhaló un suspiro–. No estás preparado para gobernar este feudo.
–He leído todos los grabados; incluso los más antiguos. Creo entender todas sus enseñanzas y tener honor y gracia suficiente como para ser digno de su favor.
–Todo a su debido tiempo, Rodrigo. La lectura no lo es todo; hay que tener estrategia, que no ambición.
–Yo no veo diferencia alguna.
–Pues la hay –golpeó el peón negro con su caballo y tumbó–. Eso era ambición, codicia. Tu ejército ha sido diezmado.
–Solo era un peón; otro ocupará su lugar.
–Un peón jamás puede ser reemplazado, hijo. Son aquellos que aran los campos, los que sierran la madera; son nuestro pueblo y jamás será reemplazable –alargó la mano hacia la copa de vino y tomó un pequeño sorbo–. Jamás llegarás a ser un buen líder si continúas por esa senda.
–Sí que lo seré. Puede que la estrategia no lo sea todo después de todo; a veces lleva implica un sacrificio: el combustible que alimenta a un fin mayor que todos nosotros.
–No entiendo qué estrategia podría necesitar de un sacrificio; esta te proporciona ventaja y sabiduría. No hay nada mejor que la paz y el alimento en abundancia para nuestro pueblo.
–¿El dinero, tal vez? O el poder, padre; ¿qué me dice del poder?
–El poder es una vara candente que derrite hasta la más gruesa de las armaduras. Una vez en tus manos brilla y te sientes atraído por él –comenzó a toser y soltó la copa en la mesa. Carraspeó y continuó–: Jamás te convertirá en un líder; para eso necesitas confianza y valor: las cualidades propias de un escudo, no de una vara.
–Yo podré controlarlo. Estoy seguro de ello.
–Por ahora ya he diezmado a varios de tus hombres y a uno de tus generales –volvió a carraspear–. Créeme hijo que en el campo de batalla el horror sería mucho peor. Jamás hubo necesidad alguna de traer la tristeza a estos campos.
–Lo sé, padre –la tos fue en aumento. Dejó caer la copa y los ronquidos fueron le impedían hablar–. Pero los sacrificios son necesarios, e inevitables.
–Rodrigo … Me … duele.
–Este feudo pronto conocerá el verdadero poder y la gloria; por fin se extenderá por toda Castilla. Es una lástima; podríamos haberlo conseguido juntos, pero usted lo quiso así –el anciano se tapó la boca y se derrumbó sobre el suelo.
–Este general ya no será necesario –Rodrigo derribó el rey blanco–. Se acabó el juego; prometa que estará orgulloso de mí. Cosas muy grandes nos esperan padre, muy grandes.

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11 comentarios

  1. 1. Carlos Dauro dice:

    Hola me tocó en suerte, sin peyorativos, comentar tu texto. Acabo de releerlo y sigue pareciéndome muy, muy bueno. Enhorabuena.

    Escrito el 29 abril 2014 a las 13:03
  2. Muchas gracias Carlos.

    Me ha encantado tu crítica, y también añado, a todos los que leáis esto, que no os podéis perder el relato 62-DadMan. Es difícil leerlos todos, y en este puente de mayo lo quiero intentar, pero os aseguro que este os hará recordar vuestra infancia, esas emociones y sentimientos, esos juegos en la playa con vuestros padres. Un relato emotivo, y un gran mensaje: aprovecha la vida, vive cada momento y nunca llores, no estés triste. Sonríe, y si encima tienes hijos, sonríe siempre, por ellos.

    Un abrazo desde Córdoba.
    Luis

    Escrito el 29 abril 2014 a las 23:14
  3. 3. Cris dice:

    Hola Luis, solo llevo dos meses participando en el taller y he tenido la suerte de que me tocara comentar tu relato. Me parece excelente tanto la trama como los diálogos (estos últimos a mí se me resisten un poco)
    Enhorabuena.

    Escrito el 30 abril 2014 a las 08:08
  4. 4. Miranda dice:

    Hola Luís:
    Creo que es la primera vez que leo un texto tuyo, y me ha gustado. Este mes estoy intentando leer a gente diferente mezclada con algunos de los que sigo desde hace unos meses y me estoy llevando sorpresas muy agradables.
    Un consejo, si quieres recibir más comentarios. Haz tú comentarios, en general somos todos muy agradecidos y leemos a quienes nos comentan.
    El tema de fondo sobre los valores, esta muy bien y los diálogos le dan fluidez y ritmo al texto. Enhorabuena.
    Saludos y hasta otro taller, aunque también espero tu comentario en mi texto.

    Escrito el 30 abril 2014 a las 14:23
  5. Muchas gracias por vuestros ánimos.

    Os respondo a cada uno en este mensaje.

    A Cris, decirte que tus diálogos están genial. Casi ninguna aportación por parte del narrador, y una fluidez en las escenas de lucha que hacía tiempo que no las veía, pero claro, las veía en escritores profesionales. Así que adelante y mucho ánimo, porque tu relato está genial y la escena de lucha me ha encantado. El final tampoco me lo esperaba, la trama se va desenvolviendo poco a poco. Ha sido una experiencia fascinante.

    Respecto a Miranda, decirte en primer lugar que nunca había tenido tiempo (en las dos ediciones anteriores que participé) para leer los relatos de los demás. Me decía que era por temas de trabajo, por temas de mi propio blog, etcétera. El caso es que eso no puede seguir pasando, porque esto es una comunidad en la que hay mucho movimiento y cualquier granito de arena aporta, y será bienvenido. Gracias por tu crítica y tu consejo. Además, darte la enhorabuena por ese final tan inesperado, por esa tensión y esas ganas con las que nos tienes. Tengo ganas de leer más acerca de ese misterioso personaje; quiero saber que pasa después.

    Respecto a los valores, deciros que es fundamental, creo que en nuestra sociedad, al igual que dices tú en tu relato, se está confundiendo el valor de las cosas; no valoramos aquello que tenemos, o aquello por lo que luchamos, o las emociones de los demás. Muchas veces es importante este tipo de cosas, esas emociones (la paz, en el relato), en lugar de luchar por cosas que nos hacen desdichados o que muchas veces nos separan de los demás.

    Procuro reflexionar mucho acerca de estas ideas e intentar hacer que mis personajes reflexionen (al fin y al cabo, cada escritor se siente reflejado aunque sea en el narrador de la historia).

    Si queréis leer más relatos míos podéis hacer click en mi nombre, y os llevará a mi blog (fundamentalmente cuelgo relatos y poesías). No quiero poner la dirección porque no veo justo hacer publicidad directa.

    Muchas gracias por vuestros ánimos y ayuda. Espero volveros a leer pronto.

    Un abrazo desde Córdoba (España).
    Luis.

    Escrito el 30 abril 2014 a las 19:55
  6. 6. Aurora Losa dice:

    Revísame los textos, te lo pido por favor, que me atascan en la lectura de tu gran relato. Dicho esto, te felicito por cómo has manejado tres batallas (ajedrez, diálogo y sucesión). Aunque el envenenamiento era predecible no le ha restado interés a la trama, es más, lo importante es que nos pone alerta sobre cómo se van a despedir, cuál será el último consejo.
    Me encanta que hayas escogido un ejemplo real ¿o me equivoco y Rodrigo no es “El Cid”?
    También destaco las lecciones que el hombre intenta inculcarle a su hijo y como le advierte de la importancia de los peones.
    No parece que el hijo vaya a hacerle caso, claro.
    En fin, que me lío. Si esto tuviera botón, le daría un ME GUSTA bien gordo.
    Enhorabuena.

    Escrito el 2 mayo 2014 a las 12:33
  7. Muchas gracias por tu crítica Aurora.

    Os lo digo a todos: mandé por error una versión anterior del relato y tenía dos o tres cosillas que había que corregir. Avisé a Iria pero desgraciadamente no les dio tiempo a subir la versión correcta. Esto de trabajar con varias versiones es un rollo, y subí una con alguna incoherencia, por lo que os pido perdón a todos.

    El hijo finalmente decidió por no esperarse, por no aprender, se cree en posesión de toda la verdad. Puede que continúe esta historia más adelante. Será un placer ver si Rodrigo se equivoca, o si, por el contrario, está en lo cierto.

    Un abrazo desde Córdoba (España).
    Luis.

    Escrito el 2 mayo 2014 a las 15:39
  8. 8. forvetor dice:

    hola Luis,
    este mes llego (muy) tarde a los textos. pero mira, mejor tarde que nunca, no? 😉
    me ha gustado sobretodo la estructura en un diálogo completo, casi sin acotaciones. la trama en sí también me parece interesante, en especial ese final oscuro. resulta mucho más atrayente que una simple lección de principios.
    creo que no he leído nada tuyo anterior en el taller, en cualquier caso felicidades por este relato.
    un saludo, nos leemos!
    Sergio Mesa / forvetor
    http://miesquinadelring.com/
    pd. este mes incumplí (un poco por error y un poco por torpe, para qué engañarnos?) los requisitos de la escena y mi relato no se incluyó en la selección. si te apetece leerlo está en mi blog, se titula “Las piedras no”.

    Escrito el 21 mayo 2014 a las 12:44
  9. Al contrario, Sergio.

    Muchas gracias por tu apoyo. Yo voy fatal a los textos (nunca los comentaba hasta esta vez y quiero leerlos todos, para aprender de todos los compañeros y darles un mensaje de ánimos a cada uno de ellos).

    Me anoto tu nombre para leer tu relato también (y como no, seguir tu blog). Quiero llevar más al día la lectura de textos porque me estoy enriqueciendo un montón. Sois todos unos artistas, jeje.

    Te paso también la dirección de mi blog:

    http://www.luisdelmoral.es

    Un abrazo.

    Luis del Moral Martínez.

    Escrito el 21 mayo 2014 a las 20:55
  10. 10. Adella Brac dice:

    Coincido con Aurora en que el final se veía venir pero que no por ello deja de ser un relato interesante 🙂
    Me gusta la historia y como la has llevado a través de los diálogos.
    Soy muy de coleccionar citas y me quedo con esta: “Jamás te convertirá en un líder; para eso necesitas confianza y valor: las cualidades propias de un escudo, no de una vara.” 😉
    ¡Nos leemos!
    Un saludo.

    Escrito el 22 mayo 2014 a las 18:45
  11. Muchas gracias Adella.

    Me ha encantado tu blog. Me lo apunto y nos leemos.

    Un saludo.
    Luis.

    Escrito el 23 mayo 2014 a las 20:19

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