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Mi Lau - por Gallardo

“Desconozco la razón por la cual estoy en este lugar”

-Habla fuerte y claro ¿entendido? – me dice una voz masculina.
-Es… está bien – titubeo un poco al hablar, no recuerdo bien cuando fue la última vez que pude hacerlo sin que esto me sucediera, de seguro fue hace ya varios días, o tal vez semanas, no los sé y eso me asusta.
-¿Cuál es tu nombre?
-Laura Andrade Morí.
-¿Edad?
-23 años.
-¿A qué te dedicas?
-Soy… era estudiante de Literatura – digo con cierta desconfianza.
-Dime Laura ¿te gusta este lugar? – pregunta sarcásticamente.
-No lo sé, es tan difícil apreciar la belleza cuando uno tiene algo que le cubre los ojos. – Al instante seguido de haber dicho aquello, sentí miedo, un miedo que me recorría desde los pies hasta los brazos, fundiéndose en los huesos y ahogándose en las venas, contaminando mi cuerpo y convirtiéndolo en un simple artefacto de adorno, sutil y temeroso de todo como un recién nacido.
-Creo que no haz comprendido lo que significa esto verdad, – menciona de una manera fuerte, en su tono de voz puedo percibir el goce de hacer lo que esté haciendo. – mira Laura nuestra relación es complicada, básicamente es la clásica relación víctima-victimario. Es muy divertida tu reacción ante esto sabes, eres como una muñeca, sé que eso mismo lo estás pensando o lo has pensado en estos días, no eres estúpida, por eso me gustas más que las otras que han ocupado esa silla a la que ahora tu estas atada – se escucha un silencio terrible y de pronto solo puedo oír la respiración de aquel hombre, puedo sentir su mirada que sobrepasa la tela que tengo sobre mis ojos, siento su respiración por uno minutos y luego solo escucho como se aleja, y de pronto el golpe de la puerta, que define que ha acabado nuestra platica del día de hoy.

No sé exactamente cómo fue que llegue a este lugar. Mis recuerdos son borrosos, sería complicado tratar de explicar lo que sucede en este lugar a diario, pero lo hare por mi bien mental, estoy segura que si salgo de esta tendré que escribir esto, documentarlo de alguna manera.

Este tipo, del cual no se su nombre, es una persona demasiado extraña, todos los días se acerca y me alimenta, recuerdo que hace algún tiempo fue sopa y algunas verduras, otra vez fue huevo, frijoles, de vez en cuando un pedazo de carne, pollo o res nada de cerdo, o eso es lo que mi boca a logrado percibir. Otra de sus acciones incomprensibles es su manía por, de vez en cuando, leerme partes de novelas que según mi memoria en su mayoría, sino es que en realidad todas son novelas épicas. He reconocido varias como “El Señor de los anillos”, “Festín de Cuervos”, “Juego de tronos”, y algunos de los cuentos de los hermanos Grimm, los demás textos me son desconocidos. A veces viene y me habla de que me ama y que quiere que vivamos juntos en un castillo, es impresionante como describe para mi aquel castillo donde según sus manías podríamos vivir juntos, siempre cambia la arquitectura, la época, el nombre, el color de tal cuadro o tela. Muy seguido viene y me habla de sus obras favoritas de la literatura. Aunque ahora recordando si lo he visto… fue aquella vez que vino a pedirme que respondiera las mismas preguntas que siempre mi nombre, edad, etc. El caso es que me quito la venda y pude observar unas manos de tez clara, con dedos largos, su rostro no lo recuerdo del todo bien pero si recuerdo como estábamos rodeados de dibujos de castillos y recuerdo perfectamente su forma de decirme al oído algún día conocerás el final.

Hoy me he despertado en una cama sin nada que obstruya mi vista, puedo ver mis pies limpios, mi cabello largo como siempre, me levanto de la cama y observo a la puerta entre abierta que se encuentra mi derecha, me dirijo a ella lentamente, la empujo y puedo observar una mesa amplia y larga con unas velas aluzando un plato, encima de este una navaja, me acerco, la tomo en ese momento escucho la voz de aquel hombre, con su traje moderno y cabello largo, si tan solo pudiera tener mis anteojos.

-Felicidades has ganado tu libertad querida Laura, no llores pero se acabó el juego.- dijo de manera despreocupada. En ese momento supe que los cortes serian profundos y que dolería. Pero que sucede acaso temes.

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