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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Cuando el cazador se convierte en presa: VERSIÓN EL - por un farero impaciente

Miro la cuenta atrás de mi reloj de pulsera. Sólo faltan 59 minutos. Es casi imposible que llegue a tiempo. Por un día, por un sólo día que necesitaba llegar a tiempo…

El helicóptero se detiene a metro y medio del suelo unos segundos, sobre la explanada frente al castillo. El jefe de equipo me da luz verde. Las órdenes son claras: entrar, sacar a la chica sin un rasguño y largarse. Y, sobre todo, evitar bajas civiles.
Esto huele que apesta. Enviarme a mí, a un SEAL de la Marina, a rescatar a la hija del vice-presidente de Estados Unidos de una de sus juergas es una locura. Puede acabar mal. Sin embargo yo no decido, sólo ejecuto.

Salto. Ruedo a un lado para amortiguar la caída y me pongo a cubierto. El camino hasta el castillo está despejado. Quito el seguro de mi fusil de asalto M4 y recorro agachado la distancia hasta el portón. Es enorme, de hierro forjado. Me acurruco contra la pared. Tendré que volarlo. Sin embargo hoy va a ser mi día de suerte, porque el portón se abre y un hombre aparece en el umbral. Sólo lleva puestos unos calzoncillos. Es flacucho, pálido y peludo. Mira alrededor. De sus labios cuelga un cigarrillo. No se ha dado ni cuenta del punto rojo de la mira láser de mi arma apuntando a su pecho.
En un segundo estoy encima de él. Le golpeo en el plexo solar para cortarle la respiración y le tumbo. Joder, el tío está pringado de aceite. ¡Qué asco! Me cuesta atarlo, resbala como una anguila. ¡Qué coño estarían haciendo!

Faltan 49 minutos. Todavía puedo llegar.

Entro en el salón principal. No hay señales de vida. Localizo la escalera y subo con cuidado a la planta de arriba. Hay un pasillo. Lo recorro. Son habitaciones. Seis en total. Todas vacías y a oscuras. Menos una. Una suave luz se filtra por debajo de la puerta. Está cerrada. Coloco una pequeña carga explosiva para abrirla, cuando de repente oigo una voz:
—¡Ni se te ocurra reventar la cerradura, pedazo de cabrón! Estoy desnuda y no pretenderás llevarme así ante mi padre, ¿verdad?
Guardo silencio. Es la hija del vice-presidente.
—Vé a recoger mi ropa a la habitación del fondo, está sobre una silla al lado de la ventana. Y no olvides mis bragas rojas, sin ellas no me iré de aquí.
¿Recoger sus bragas? ¿Por quién me ha tomado? ¿Por un puto mayordomo?

Faltan 41 minutos. Estoy en el límite.

Barajo mis posibilidades. Puedo llevármela por la fuerza. Pero eso significa forcejear con ella y eso me llevaría tiempo. Además, si está desnuda y pringada de aceite como el tipo de abajo la cosa se puede complicar.
Decido seguirle la corriente. Corro hasta la habitación del fondo. La oscuridad es total. Conecto las gafas de visión nocturna. No me lo puedo creer, estoy utilizando tecnología de más de treinta mil dólares para buscar unas bragas. Rojas.

Faltan 30 minutos.

Oigo una puerta que se abre y unos pasos. ¡La muy zorra me ha engañado! Se está escapando. Salgo de la habitación a tiempo para ver cómo se tira escalera abajo. La persigo.
Llego al final del pasillo y tuerzo para bajar la escalera. Y, sólo entonces, me doy cuenta de mi error. Sin embargo, ya es tarde. La tía está acechándome, agachada, y me golpea en plena cara con un objeto pesado. El casco amortigua el golpe, pero no puedo evitar perder el equilibrio y caer. Y todo se vuelve negro.

Cuando recobro el sentido tengo las manos atadas y una mujer rubia está sentada encima de mi pecho.

—Dios… ¿qué hora es? —le pregunto mareado.
—¿Perdona…? —contesta ella sorprendida.
—¿Puedes decirme cuánto queda?
—¿Cuánto queda para qué?
—Mira mi reloj y dime cuanto queda —le suplico.
Me obedece.
—23 minutos, ¿por qué?
—Porque tengo una cita.
Rompe a reír.
—¿Te has ligado a alguna súper mujer de algún cuerpo de élite? —me dice, sin dejar de refregarse encima de mi pecho.
—No, he quedado con la propietaria de “Bookids”, una librería de cuentos para niños.
—Joder… ¿En serio? ¿Ahora?
—Dentro de 23 minutos.
Por fin deja de moverse. Ya no parece tan segura. Tan inflexible. Tan borde.
—Está bien… , se acabó el juego —me dice, entregándome sus manos en señal de rendición. —¡Llévame de nuevo al hotel con el viejo! Sólo a mí me podía pasar esto, tropezar con un SEAL sensible.

Faltan 22 minutos. Todavía puedo llegar.

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18 comentarios

  1. 1. Wolfdux dice:

    Hola Farero,

    me he leído primero tu relato y después el de Virginia. Si te pasas por su relato podrás ver mi comentario. No sé si ha tenido mucho que ver el orden de lectura, el tuyo primero, para poder disfrutar como he disfrutado de vuestra historia. Felicidades a ambos por la historia.

    Como le he dicho a ella: ¡El experimento ha sido un éxito!

    Escrito el 28 abril 2014 a las 15:43
  2. 2. Miranda dice:

    Hola farero como le he dicho a Virginia no sabía nada de este experimento, pero me parece muy original y la verdad es que la historia queda mucho mas completa al desarrollar los dos personajes. Leer el tuyo primero, creo que tiene mas sentido y enriquece mucho la historia.
    Como también le he dicho creo que habéis sentado las bases para hacer algún otro tipo de taller.

    Enhorabuena por el experimento.

    Escrito el 28 abril 2014 a las 16:52
  3. 3. Borja González dice:

    Hola!
    Pues yo leí primero el de Virginia, y después este. Opino como Wolfdux, creo que el orden de lectura correcto es leer primero este, y después el otro. Gran trabajo por parte de los dos.
    Nunca había leído nada tuyo, o al menos eso creo, pero tu forma de escribir, encaja bastante con mis gustos a la hora de leer. Solo pondría una pega. Desde mi perspectiva, me parece desproporcionado, aun siendo un Navy seal, que se presente con un fusil de asalto para el trabajo que tiene que hacer. A lo mejor un rifle con dardos tranquilizantes hubiese sido una buena opción si querías dotar al personaje de un arma. Pero es una opinión.
    Reitero lo dicho, gran trabajo!

    Escrito el 28 abril 2014 a las 17:01
  4. 4. Borja González dice:

    Hola!
    Al contrario que wolfdux, en mi caso la lectura fue en el orden inverso. Y aun así coincido con él en que creo que para una mejor comprensión, es mejor seguir el orden de primero este, y después el otro. Aun así, felicidades, gran trabajo.
    Nunca había leído nada tuyo, o eso creo. Reconozco que tu estilo al escribir encaja bastante con mis gustos a la hora de leer. Rápido, conciso. sin distracciones.
    Solo una pega.
    Y es que lo pensé de inmediato, un poco exagerado lo del fusil de asalto para recuperar a la hija del vice-presi, no crees? Vale que sea un Navy seal, pero que lleve el pipón gordo para esa misión… jejeje Podrías ponerle una pistola de dardos narcotizantes (o su versión en escopeta), si querías poner algún tipo de arma en sus manos. Pero es una opinión tan solo.
    Encantado de conocerte, y enhorabuena por el curro!

    Escrito el 28 abril 2014 a las 17:13
  5. 5. Borja González dice:

    Me gustó tanto que lo comento tres veces. jajajaja.
    Este ordenador…

    Escrito el 28 abril 2014 a las 17:15
  6. Farero, al igual que a tu compañera Virginia, mi más sincera enhorabuena. Me encanta la idea que habéis tenido de unir dos historias con dos puntos de vista distintos. Ha sido original y enriquecedor para el lector.
    Le puesto el comentario largo a Virginia, pues la he leído primero a ella y estoy comentando en el mismo orden, por lo que no me queda mucho que decir sin repetirme.
    Me ha gustado, me ha gustado mucho.
    Enhorabuena de nuevo.
    Aina.

    Escrito el 28 abril 2014 a las 19:01
  7. 7. Denise (ex Cibeles) dice:

    Excelente experimento, y muy divertido!

    Escrito el 28 abril 2014 a las 19:32
  8. 8. Lagarto dice:

    Pues está muy bien el ejercicio que os traéis Virginia y tú.

    Me parece un poco fuerte el ir armado para sacar a la nena del vice de una de sus fiestas, pero tiene mucha gracia.

    Muy buen relato, este y el de Virginia. Y en conjunto más.

    Saludos.

    Escrito el 28 abril 2014 a las 21:41
  9. 9. Chiripa dice:

    Hola,
    Que relato tan interesante has publicado este mes.
    Tiene todos los ingredientes de una buena receta, mezclados de manera tan balanceada que el resultado final ha sido óptimo.
    Me han gustado la narración, las descripciones y los diálogos. También la secuencia de pensamientos del Seal, que va fría y calladamente sopesando las opciones para lograr con éxito su misión.
    Sinceras felicitaciones

    Escrito el 29 abril 2014 a las 04:13
  10. 10. NHICAP dice:

    Hola Farero,

    Le comentaba a Virginia que el original experimento os salió de sobresaliente. Felicidades

    Haces una narración en primera persona, siempre más difícil, muy ocurrente y amena. La suma de ambos relatos os queda muy bien.

    Te incorporo al grupo de autores a seguir leyendo sin excusas.

    Un abrazo

    Escrito el 29 abril 2014 a las 12:30
  11. 11. José Torma dice:

    MIra que buen ejercicio. Me ha gustado mucho.

    Las dos opticas funcionan porque la historia es coherente y esta muy bien escrito.

    Muchas felicidades y gracias por este regalo a dos bandas.

    Saludos

    Escrito el 29 abril 2014 a las 23:44
  12. 12. Pato Menudencio dice:

    Pulgares arriba, un gran experimento con un excelente resultado.

    Escrito el 30 abril 2014 a las 04:42
  13. 13. Aurora Losa dice:

    Este mes nos lo habéis puesto muy chungo para comentar porque, al menos yo, no soy capaz de separar las dos historias.
    Primero enhorabuena por la idea y la ejecución de ambas y ahora por partes:
    Pensé que la historia de EL sería la del colega que está con ella en la cama, pero no. Sé que le he dicho lo mismo a Virginia, pero creo que en este ejercicio, el peso individual de cada uno está en la voz de su personaje y me encanta cómo lo has reflejado en su forma de hablar.
    Soy fan, soy fan, soy fan, de los dos juntos y por separado.
    Miedo me dáis ahora que habéis descubierto esta capacidad de sorprendernos en pareja.
    En serio, enhorabuena y mil gracias por añadir un aliciente más al taller con estas sorpresas.

    Escrito el 30 abril 2014 a las 12:19
  14. 14. Abbey dice:

    Genial la ocurrencia.
    Ya le he dicho a Virginia que me encanta lo macarra que le ha salido la niña. A ti te digo que me gusta mucho descubrir que hasta los duros, durisimos marines tienen un corazoncito bajo el chaleco antibalas. Muy bueno el giro final que le das a la historia para explicar la razón de la cuenta atrás.
    Enhorabuena

    Escrito el 30 abril 2014 a las 15:31
  15. 15. OrianaB dice:

    Me ha encantado la idea.
    Creo que has hecho un gran trabajo. Las descripciones intercaladas con las acciones… la tensión que va subiendo expectativas a medida que avanza el relato… el final completamente inesperado… todo me pareció un acierto, al 100%.
    ¡Muy buen trabajo!

    Solo una duda… ¿Por qué es un relato de +18? Desde mi punto de vista, no contiene nada fuera de lo común. En las noticias se ven cosas mucho más fuertes…

    Escrito el 30 abril 2014 a las 15:54
  16. 16. OrianaB dice:

    Me olvidé de comentar lo del tiempo. ¡Me encanta! Al principio pensé que era el tiempo que le quedaba para rescatar a la chica, incluso estaba segura de que ella estaba en peligro pero al final… ¿a quién le pasaría por la cabeza pensar que cuando el SEAL mira la hora insistentemente es por que tiene una cita? A mí no. Ese detalle es de admirar, no es fácil hacer que las cosas parezcan una cosa y en realidad sean otra, al menos a mí me resulta muy complicado.
    Muy, muy, muy bien.

    Escrito el 30 abril 2014 a las 16:11
  17. Hola Farero Impaciente:
    Me remito un poco a lo que le he dicho a Virginia: hace falta mucha complicidad y coordinación para emprender el proyecto que habéis hecho.
    Por otro lado, el relato tiene un dinamismo que le da mucha agilidad a la lectura. El lenguaje está bien escogido y, como decía otra compañera, el uso del tiempo es un punto a su favor porque sientes la intranquilidad del protagonista como si fuera propia.
    ¡Felicidades!

    Escrito el 2 mayo 2014 a las 22:03
  18. 18. forvetor dice:

    ajá, así que al final tu título de “Muso” está dando resultados 😉
    muy bueno el ritmo del relato y sobresaliente el experimento a dos bandas!
    te prodigas poco en el taller, quedo a la espera de futuros textos.
    un saludo, nos leemos!
    Sergio Mesa / forvetor
    http://miesquinadelrin.com/
    pd. este mes mi relato quedó fuera de la recopilación porque fui una persona muy mala (y muy torpe) e incumplí una de la bases. si te apetece echarle un vistazo a lo que escribí pásate por mi blog. se llama “Las piedras no” 😉

    Escrito el 6 mayo 2014 a las 18:51

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