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intrigas palaciegas II - por Keeper Tom

—¡Se acabó el juego! —celebró el rey con gran entusiasmo.

—Enhorabuena, su majestad. Ha sido una victoria sin paliativos —agasajó el consejero militar con el gesto algo torcido—. Ahora, si me disculpa, es tiempo de que marche.

Se puso en pie e hizo una reverencia. El rey, un joven de aspecto elegante y facciones agraciadas, apoyó la cabeza en una mano.

—Bullón, ¿cuántas veces os he vencido?

—Seis con está —reconoció con pesar.

—¿Me consideráis preparado para vencer este miércoles?

—Por supuesto, se ha convertido en un gran estratega. Vencerá, vencerá —ofreció con una sonrisa honesta—. Ahora, como ya anuncié, es hora de que me marche.

El rey, satisfecho por la respuesta, le indicó que quedaba libre con un leve asentimiento. Bullón, hombre maduro, corpulento, ya canoso y con arrugas, curtido en docenas de batallas, se disponía a salir de la sala de juegos de palacio cuando el rey dijo:

—Bullón, espero que el miércoles estéis a mi lado.

—Lo estaré, su majestad —contestó mirando por encima del hombro.

Abandonó la habitación, apoyó la espalda en la puerta y suspiró, pegando la barbilla al pecho.

—Buenas tardes, estimado consejero militar.

Sobresaltado, ante aquella inesperada voz, lanzó una mano a la empuñadura de su daga. Al reconocer a Mario, el responsable de la seguridad del nuevo rey, sonrió.

—Pensé que no os vería hasta el miércoles.

—Mi querido amigo, eso habría sido del todo inaceptable, pues hay ciertas consideraciones que giran alrededor de la batalla y que deseo aclarar con vos. Os invito a dar un paseo, ¿os parece bien si trasladamos nuestra dialéctica a los jardines? —repuso con amabilidad.

—Por supuesto.

Ninguno articuló palabra hasta que estuvieron fuera del palacio.

—Un gran día de primavera —apuntó Bullón.

—Un gran día, sí.

Prosiguieron el camino hasta alcanzar su destino.

—Aquí estará bien —dijo Mario señalando un banco tallado en piedra.

—Un hermoso lugar —repuso el consejero con agrado.

En efecto, era un punto hermoso del palacio, un jardín florido que bullía en vida gracias a la primavera. Estaban solos, lo sabían, ya que desde su ubicación alcanzaban a ver a varios metros de distancia, no había rescoldo en el que alguien pudiera ocultarse; su conversación no sería escuchada. Permanecieron un tiempo disfrutando de la tranquilidad del paradisíaco entorno, hasta que Bullón rompió el silencio:

—¿He de suponer que no me matareis ahora?

Mario liberó una gran carcajada.

—Por supuesto que no —contestó—. Os necesito con vida, pero eso ya lo sabíais.

—Me sobreestimáis.

—No seáis tan humilde.

—Creí que la pena por traición era la muerte, no una charla.

—Y creéis bien, pero no habéis traicionado a nadie, no aún, no hasta el miércoles.

—¿Quién me ha delatado?

—Os pido que no me toméis por idiota. No tengo tanta experiencia como vos, pero mi mente está a la par de la vuestra. Tratadme como a un igual —contestó con enfado, mirándole a los ojos fríamente.

Bullón respiró profundo, con gesto serio, desvió la mirada.

—Tenéis razón. Perdonadme.

La mano de Mario acabó, compasiva, en la espalda del consejero.

—Siempre os he seguido de cerca, admirando vuestra mente, así que cuando vuestra hija vino a mí, entendí que algo estaba mal, comprendí que queríais ser descubierto.

Bullón enmudeció.

—Ya veo, no tenéis nada que decir. —Se puso en pie—. Para ser honesto… supe que tramabais algo cuando el rey os derrotó al ajedrez. Con la tercera victoria entendí cuál era el plan: hacerle creer que estaba preparado para dirigir la estrategia de la batalla. Si moría en ella no habría traición, si sobrevivía a la derrota sería fácil derrocarlo. Un buen plan, digno de vos. Lo que me intriga es el porqué, quiero decir, ¿por qué os habéis dejado atrapar?

—Cansancio, sólo eso —contestó con hastío.

Mario se sentó, sabía que no le mentía.

—Tres reyes en seis años, Bullón, tres. El reino necesita estabilidad para prosperar. Quizá nuestro actual regente no es el más inteligente, pero tiene voluntad.

—Y se deja manejar.

—También, no lo negaré.

—¿Qué ocurrirá ahora?

—Vos os retirareis tras la victoria del miércoles. Marco morirá durante la contienda. Vuestra hija se casará con el rey. Y…

—Y Carlos…

—Carlos estará un par de años fuera, viajando, preparándose intelectualmente, acumulando…

—Y cuando esté preparado moriré.

—Eso no lo sé aún.

—Ahora soy yo el que os pide que no me infravaloréis.

Mario sonrió.

—Sí, moriréis si las cosas no cambian.

—Carlos es un digno sucesor, sí. —Miró a Mario—. Cuidadlo, sólo os pido eso.

—Lo haré, lo haré.

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6 comentarios

  1. 1. Eva dice:

    Hola Keeper Tom!
    Tuve el placer de ser una de tus comentaristas. Me encantó! Buen dominio del diálogo. Nada más que añadir. Ánimo con esta historia!

    Escrito el 28 abril 2014 a las 14:52
  2. 2. Miranda dice:

    Hola Keeper:
    Me ha gustado tu historia, duelo de inteligencias, intrigas en el castillo y visión de futuro. Aunque hay un personaje (Marco, el que muere) que no he conseguido saber que papel juega, pero es una buena historia y la que más se ha ceñido a la propuesta del taller.
    Saludos. Nos leemos

    Escrito el 29 abril 2014 a las 16:53
  3. Excelente tu relato. Si esto fuera facebook, te daría un maldito like.
    quedé enganchado, tanto que quiero saber que pasa después con la historia.
    La lectura fue envolvente.
    pd: quienes son Marco y Carlos????
    Saludos.

    Escrito el 29 abril 2014 a las 19:06
  4. 4. Adella Brac dice:

    Buen dominio del diálogo y un lenguaje muy bien contextualizado.
    Me gusta 🙂
    Un saludo.

    Escrito el 29 abril 2014 a las 19:50
  5. 5. Aurora Losa dice:

    Me fascina cómo desarrollas toda la historia a través de los diálogos, confieso que al final me he perdido. ¿Carlos es el hijo de Bullón, del rey actual? Al meter tantos nombres nuevos al final no termino de ubicarlos todos.
    Por los demás me ha encantado cómo, partiendo de lo obvio de la traición, nos llevas a un plan más grande que no pertenece a Bullón, sino a Mario, aunque el consejero haya puesto su cabeza en bandeja de plata.
    Un gran trabajo como siempre.
    Enhorabuena.

    Escrito el 2 mayo 2014 a las 16:03
  6. Hola Keeper Tom:
    Un relato muy entretenido y muy bien ambientado, creo que sobre todo gracias al lenguaje, que está bien adaptado al argumento y la época de castillos y grandes gestas.
    ¡Felicidades!

    Escrito el 2 mayo 2014 a las 22:23

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