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Venganza - por Ra

La oscuridad lo abarcaba todo, una serpiente voraz había engullido hace horas cada uno de los rayos de sol que se colaban inocentes por las rendijas del único escudo que los separaba del final. Todo era negro como el cielo límpido de una noche sin luna. Los postigos de las ventanas encerraban la angustia de la defensa, manteniendo dentro el miedo que no encontraba ninguna razón por la que disiparse. Más bien disfrutaba con el juego macabro de resguardarse en el pecho de los allí presentes oprimiéndolos hasta lo indecible, consumiendo desde dentro a los pobres desgraciados que esperaban a una muerte desgarradora y callada. La lucha había acabado hace horas, pero era seguro que la próxima puesta de sol sería la última. El enemigo descansaba al otro lado de esos desgastados muros de piedra. Nadine intentó colocarse incómoda, pero era inútil. La irregular pared no le daría un último momento de respiro. Miró al otro lado del corredor. La estancia estaba atestada por criados y sirvientes. Sus ropas sucias y descuidadas daban fe de cómo en los días anteriores habían ayudado a la guardia en una batalla desquiciada y colmadamente abusiva. Cuando la muralla cayó y las puertas se cerraron se olvidaron de dejar fuera la muerte.

Algunos cascotes cayeron y las vigas que sustentaban el piso inferior cedieron un poco. Nadine se levantó y se pegó a la pared todo lo que pudo. Mantuvo el aliento hasta que el ruido cedió. Sabía que, en caso de derrumbamiento, el hecho de permanecer sola en aquel lado le daba más papeletas de salvarse que a esos pobres insensatos que la miraban con desprecio. Si ellos supieran la verdad… lo más probable es que la despellejaran hasta no dejar nada de ella.

<<Las únicas motivaciones de los hombres son el placer o el miedo>> Recordaba perfectamente esas palabras. Al parecer la venganza era un motivación placentera. Sí, quizá era mejor dejarse embargar por ese sentimiento que permitir que la desesperación la convirtiera en su presa. Ella había llegado hasta ese lugar como herramienta de un plan que desconocía, que no necesitaba saber. Ella tenía sus propios motivos. Un escalofrío recorrió su espalda al notar el beso templado de la daga que escondía bajo sus ropajes.

Una joven de alma pura pero alta cuna había sido la primera victima de aquella hoja. Prometida desde su nacimiento se convirtió en la llave de aquel inexpugnable castillo. Aquel hombre de mirada oscura sólo necesitaba de ella la distracción que ofrecería su boda, pero ella quería ser también su muerte.

Había oído ese silencio las suficientes veces como para reconocerlo Se agarró como pudo a uno de los tapices que colgaban ladeados de la pared y volvió el rostro para protegerlo de los cascotes. La piedra de la catapulta dio de lleno en el piso inferior y la estructura se vino abajo. Nadine quedó colgando por unos instantes mientras todo se derrumbaba en una nube que detuvo el tiempo. Su muro también se vino abajo pero ella cayó encima. Se tapó la nariz y la boca pues en esa niebla de polvo no acertaba a encontrar el oxígeno que necesitaba.

El tiempo decidió no seguir avanzando. Su cuerpo no le daba señales de seguir con vida. No sentía nada hasta que alguien la forzó a moverse y la tomó en brazos. Cargó con ella durante un rato que pareció eterno. Notó el frescor de la vegetación y sus pulmones empezaron a devolverle la vida. Allí estaba él. Su motivación. La miraba del mismo modo extraño que cuando la vio. Intentó revolverse y escapar de sus brazos pero su cuerpo se amoldaba perfecto a aquel señor de la guerra, dueño del castillo, culpable de tantas muertes, objetivo de su desesperación. La miraba de aquella manera, revisaba su frente, sus mejillas, su pelo. Buscaba en ella a la enamorada que nunca tocaría. Estaba salvando a la asesina de su amor. Nadine se rió para sí. La venganza estaba servida desde hacía semanas. No había necesitado ir a ese castillo, ni ser la distracción de la corte. Aquel ser ya tenía el dolor que ella había sufrido. Le había arrebatado lo que más quería. Dejó que sus pulmones exhalaran por última vez para darles descanso. Pronto se reuniría con su marido muerto en una de las escaramuzas orquestadas por aquel pobre diablo. La venganza estaba cumplida. No quedaba más por lo que vivir. Se acabó el juego.

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6 comentarios

  1. 1. Chiripa dice:

    Raquel, tu relato está muy bien descrito porque utilizaste cantidad de hermosas metáforas que lo embellecieron.
    La muerte de Nadine me dejó el corazón hecho pedazos y me quedé con las ganas de saber más de ese “pobre diablo”, como tu lo llamas, cuya relación con Nadine no logré entender.

    Quizas quieras hacer correcciones para una versión final del relato. Para ello te comento que “…había engullido hace horas…” es una sentencia que no se por qué me ” hace ruido”. ¿No te suena mejor asi: había engullido hacía horas?

    Me gustaría mucho seguir leyendote
    Slds

    Escrito el 30 abril 2014 a las 20:03
  2. 2. Raquel dice:

    Muchísimas gracias por tus comentarios,Chiripa. Estoy de acuerdo con tus correcciones. Estaré más atenta en el próximo taller.
    Un abrazo.

    Escrito el 30 abril 2014 a las 21:16
  3. 3. Chiripa dice:

    Hola de nuevo, Raquel
    Esto de escribir con tiempos y límite de palabras hace equivocarse hasta a los más experimentados.
    ya habrás visto que cometí varios errores, gramaticales, de copy-paste y hasta un horror ortográfico, en la primera línea hasta de copy-paste.
    Gracias a las lecturas y comentarios de los compis vamos afinando la pluma.

    Aprovecho para agradecerte tu comentario a mi relato
    Feliz semana y divertida escritura!

    Escrito el 30 abril 2014 a las 22:55
  4. 4. Aurora Losa dice:

    ME encanta, he estado algo descolocada todo el texto, pero aún así tenía la sensación de que mi subconsciente estaba captando cada paso que la protagonista daba. Salvo una discordancia de tiempos verbales al principio y alguna falta de ortografía, es un ejercicio impecable.
    Me ha gustado especialmente la frase: “Cuando la muralla cayó y las puertas se cerraron se olvidaron de dejar fuera la muerte.”
    ENhorabuena

    Escrito el 2 mayo 2014 a las 08:00
  5. Buen relato, sí señor. Al igual que Aurora, he tenido una sensación de incertidumbre durante todo el relato que me ha mantenido enganchada hasta el final.
    Muy bonitas metáforas y buena trama para la historia. Enhorabuena.

    Escrito el 4 mayo 2014 a las 11:39
  6. 6. Ra dice:

    Muchísimas gracias por los comentarios. Me encantan saber lo que la gente lee de mis relatos ya que yo no consigo ser objetiva con ellos. Estoy deseando tener un minuto y ver los vuestros.

    Escrito el 6 mayo 2014 a las 11:41

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