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Por un beso - por Eleonora

Aquel beso parecía de novela. Tanto que hasta me pregunté si había sido real o puro circo. Se había equivocado de persona? No podía entender.
Cuando subí al coche todavía me duraba el mareo, mi mente en blanco, solo percibía todavía el delirio que me causaron sus labios. Manejé hasta mi casa y me fui a dormir. La duda la dejé de lado, mañana sería otro día para analizarlo, por ahora solo quería disfrutarlo.
A la mañana siguiente en la oficina, el mareo ya no era por el delirio del beso, si no de los nervios de cruzarme con esta persona a la que amaba en silencio desde hacía más de 3 años y que anoche me había besado. Esperé todo el día, y nunca llegó. Iba a tener que pasar otro día más con mi duda, mis nervios y aun peor que antes, ahora tenía la esperanza de que este amor sea correspondido. Pero y si no lo era?.
Al día siguiente, tampoco llegó. Que le estaba pasando? no quería hablar con nadie ni preguntar a los demás, porque sería sospechoso. Podría haberle enviado un mail, con alguna excusa a causa del trabajo, pero que le diría? “Hola, quería saber si necesitabas el reporte de la semana, aunque supongo que no, porque no estás viniendo a la oficina”, sería estúpido. Al celular jamás lo había contactado y ¿con qué razón lo haría ahora?. Aunque estaba en todo mi derecho! Me había besado! Tenía que averiguar por qué. Pero y si eso le parecía un acto desesperado? Y si se enteraba de todo el amor que yo traía acumulado? No, no lo permitiría. Aun tendríamos que trabajar juntos y no podría con la vergüenza. Por otro lado, ¿nadie nos había visto besarnos? ¿Nadie pregunta?.
Tercer día en la oficina y todo aparenta igual. Sin rastros del besador. Consigo preguntarle al pasar a alguien con más acceso a su sector si sabía algo de él ya que necesitaba consultarle por la planificación del mes, y me dijo que esa semana estaría de viaje por un negocio con Aramis. No puede ser! ¿Una semana más?! Vuelvo a mi escritorio y por fin en mi bandeja de entrada encuentro un mail de él. Entusiasmada lo abro pero inmediatamente veo que es un mail dirigido a todos los integrantes de mi sector, y obviamente sin ninguna alusión al beso. Respondo con un ok, como siempre y espero tener alguna respuesta.
Y la respuesta llegó. “Hola, el lunes a mi regreso voy a necesitar que vengas a mi oficina a primera hora para planificar el mes y ver otros temas”. Si! Por fin! Por fin la respuesta que tanto esperaba, con “otros temas” se refería al beso, asique eso me dejaba tranquila. Ya podría ir a casa sin la duda, ahora sí tenía la certeza de que ese amor de tanto tiempo no podía ser en vano, creí que él estaba sintiendo lo mismo desde hacía algún tiempo.
Así es que esperé al lunes y cuando llegué a la oficina todos parecían de luto. Me informaron que el auto de mi besador había impactado con otro auto de frente, el sábado cuando venía de regreso a la ciudad, y que él y todos los que viajaban en el otro auto habían quedado sin vida. El shock fue tan grande que me desmaye al instante.
Horas más tarde todos estábamos acompañando a la esposa e hijos del besador al cementerio.

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2 comentarios

  1. 1. José Torma dice:

    Hola Eleanora (excelente nombre por cierto)

    Que gusto ser tu primer comentarista.

    Que manera tan sobria tienes de escribir. Todo parece en su lugar y vas guiando al lector por la ansiedad de la mujer enamorada del amor basicamente, ya que se hace evidente al final del relato que no conocia a su amor platonico. Bonito que se quede con el beso como ultimo recuerdo de su interactuar.

    Me gusto mucho, felicidades.

    Escrito el 29 mayo 2014 a las 00:03
  2. 2. Ana Vera dice:

    Una historia trágica, pero muy real, no solo porque enamorarse de un hombre casado es algo muy común, sino porque recoges a la perfección cómo viven las mujeres estas historias.

    Escrito el 29 mayo 2014 a las 15:48

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