Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Alma de piedra - por Maureen

La Piazza Navona, en Roma, es probablemente la plaza más bonita del mundo. «La plaza tiene esa forma alargada porque hace dos mil años fue el circo romano de Domiciano», nos ha explicado Danubio en incontables ocasiones. Hace 350 años, la rivalidad entre dos grandes genios la embelleció y dio pie a la leyenda de que Bernini me esculpió con el brazo en alto para protegerme del inminente derrumbe de la iglesia de Borromini. Puedo aseguraros que no es más que eso, una leyenda, pues la iglesia se construyó después. Actualmente, paso mis días observando fragmentos de las vidas de los que pasan por delante: una mañana cualquiera, un carterista escamotea la cartera del bolso de un turista; una noche de verano, dos jóvenes intercambian su primer beso; en otra ocasión, un hombre con barba contempla sobrecogido la plaza por primera vez…

Es de madrugada; la plaza ha quedado vacía por fin y yo bajo el brazo y desciendo de la mole de roca en la que me recuesto. Nilo me ha advertido de que acabarán por verme, y procuro mantenerme quieta aun cuando no hay nadie en la plaza, pero a veces necesito disfrutar de la poca libertad que tengo.
Acabo de posar los pies en la base de la fuente cuando un pequeño grupo entra en la plaza. No me da tiempo a volver a subir, así que levanto el brazo para ponerlo en su posición original y me quedo de pie, inmóvil. Da lo mismo: a esas horas nadie se fija en nosotras.
El grupo pasa con apresuramiento por delante de mí y puedo ver que está formado por cuatro personas: un joven avanza delante, con un bebé en brazos; detrás, una mujer de piel morena lleva cogida de la mano a una niña de ocho o nueve años.
La mujer se detiene de repente y dice con voz temblorosa:
—Luca, llévate a los niños. Yo le esperaré aquí.
—¿Estás segura, Mariuccia? Vete tú y me quedo yo a esperarle.
—Es mi marido, debo hablar yo con él.
El joven asiente. Coge a la niña de la mano y echa a andar, pero la pequeña no quiere alejarse de la mujer:
—¡Mamá!
—No te preocupes, cielo, enseguida voy con vosotros. Vete con el tío Luca, vamos.
Se acerca a la niña y le da un rápido beso en la mejilla. Le da otro al bebé.
—Corred.
Ellos se van; la mujer se sienta en las escaleras de la iglesia. Llora quedamente. Casi inmediatamente, oigo los pasos de otra persona. La mujer se levanta; el rostro cuajado de lágrimas parece ahora esculpido en piedra.
—Ludwig.
Él la ve y se acerca. Ahora puedo verlo: es un hombre trajeado, cuya expresión crispada contrasta con la calma de ella.
—¿Dónde están los niños? —grita, rompiendo la quietud de la plaza.
—A salvo. De ti. No volverás a ponerles la mano encima. Ni a mí tampoco.
—¡Puta! Voy a encontrarlos, y vais a volver a casa conmigo. Ahora mismo, o te…
—No, Ludwig, no…
¡Plas! El golpe restalla como un látigo y la mujer cae al suelo, con el labio partido. El hombre la levanta bruscamente y la arrastra hacia aquí. Ella se resiste, así que él la golpea contra el borde de la fuente y le mete la cabeza en el agua.
Ganges piensa que Bernini hizo por nosotras mucho más que esculpirnos: nos dotó de un alma. Y nuestras almas están hechas para la belleza y no podemos resistir tal brutalidad. Percibo el pesar de Ganges a mi espalda. Sé que Danubio, de carácter belicoso, está en tensión, aunque no se atreve a intervenir. Incluso el ciego Nilo está horrorizado. No lo soporto. Antes de que el hombre se dé cuenta, bajo mi brazo con fuerza y lo golpeo en la nuca. Se desploma.
La mujer se ve libre y se pone en pie despacio. Mira al hombre muerto a sus pies y después me mira a mí.
—Gracias.
Con paso vacilante, se va sin mirar atrás.
Vuelvo a mi pedestal cuando el sol comienza a salir a mi espalda. La vida vuelve a la plaza.

En los titulares del día siguiente, una noticia: «Aparece un hombre muerto en la Fuente de los Cuatro Ríos.»

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

34 comentarios

  1. 1. Lagarto dice:

    Hola Maureen

    En la parte en que introduces a la familia, para mí, se resiente un poco el ritmo, no sé muy bien porque. Pero el resto me gustó mucho. Le das un enfoque mágico, imaginativo y vello a una situación horripilante, y me ha gustado.

    Un saludo.

    Escrito el 27 mayo 2014 a las 14:04
  2. 2. lunaclara dice:

    A mí también me ha gustado, Maureen. Solo me ha chocado que utilices la palabra “puta” rodeada de un bello lenguaje descriptivo,… y que lo mate de un solo golpe ! qué tino, jeje!
    Felicidades!! Es muy bonito.

    Escrito el 27 mayo 2014 a las 15:04
  3. 3. Gabontza dice:

    ¡Está genial! Me encanta el personaje principal, me parece muy imaginativo utilizarlo de esta manera. Me lo apunto.

    Escrito el 27 mayo 2014 a las 18:21
  4. 4. Tulula ahnakcuckah dice:

    ¡Es genial! Me ha encantado. El personaje principal es un personaje diferente y sorprendente.

    Quizás me resulta un poco raro los nombres… por ejemplo Ludwig. Digamos que me quita realismo a la historia (pese a que pasen cosas irreales, creo que hay que ceñirse a la realidad, no sé si me entiendes). Pero de verdad, me ha encantado. ¡Muy bien!

    Escrito el 27 mayo 2014 a las 19:37
  5. Muy original utilizar una estatua como protagonista, me ha gustado. Con la familia consigues llegar al sentimiento del lector, pues de otro modo habría parecido un relato muy frío.
    Por otro lado, en mi opinión, tal vez si la mujer no se hubiera dado cuenta que la estatua la había salvado habría quedado más “creíble” (dentro de la fantasía), pues parece que lo acepta sin preocuparse y me suena algo raro. Un “que ha pasado” indirecto, bien escrito, tal vez hubiera funcionado más. Pero muy buen relato. Enhorabuena.

    Escrito el 27 mayo 2014 a las 19:41
  6. 6. Nymeria dice:

    La historia es muy original y me ha gustado muchísimo, quizá el insulto me choca un poco y estoy de acuerdo con Tulula en que quizás un nombre más normal quedaría más acorde. Enhorabuena.

    Escrito el 27 mayo 2014 a las 20:16
  7. 7. José Torma dice:

    Hola Maureen.

    Una pieza muy lograda, no atinaba a ver para donde me ibas a llevar. La descripcion de la plaza y los datos historicos te enganchan y no pierde fuerza.

    Un muy buen relato. Felicidades.

    Escrito el 27 mayo 2014 a las 21:54
  8. 8. Maureen dice:

    ¡Cuántos comentarios, qué bien!

    Veo que en general el texto ha gustado, me alegro. Respondo comentarios:

    Lagarto, puede que sí se resienta el ritmo; supongo que es porque tengo que presentar a la familia desde los ojos de la estatua y no encontré forma más breve de hacerlo.

    Lunaclara, más que tino es que es una estatua de piedra muy pesada. Si deja caer el brazo, dé donde dé causará daño 😉

    Tulula ahnakcuckah y Nimeria: el nombre Ludwig es Luis en alemán, simplemente. No es inventado ni nada de eso. De hecho, tuve cuidado en que la parte “real” resultara creíble, y de ahí también el empleo de la palabra “puta” que destaca lunaclara.

    Ayna Pons, me dices lo mismo que uno de los comentaristas, que la reacción de la mujer no resulta creíble, así que parece que mi idea no fue buena. Quería hacer ver que la mujer está tan conmocionada por lo que le acaba de pasar (que su marido casi la mata) que apenas se da cuenta de que una estatua de piedra la ha salvado. En todo caso, me anoto tu sugerencia, que me parece que puede funcionar mejor, muchas gracias.

    Muchas gracias a todos por comentar 🙂

    Escrito el 28 mayo 2014 a las 08:05
  9. 9. fernando sanz dice:

    Hola, Maureen. He leído el texto y, aunque me ha gustado (incluído el insulto, ahí discrepo con algunos comentarios), hay algo que me chirría. Es como si fueran dos textos en uno. Y los dos están muy bien, pero juntos se resienten. Por un lado la descripción y presentación del personaje, la estatua, es estupenda. Me das información, me enriquece, me dan ganas de entrar en google (hace unos años habría sido buscar una enciclopedia de arte) y buscar la plaza y las esculturas para ver esa belleza. Se baja del pedestal, intercambia opiniones y pensamientos con las demás… ¿esos nombres son reales? Bernini sí, y Borromini supongo que también. ¿Pero y las de las estatuas? Es un mundo mágico que se abre ante mi… fabuloso. Ahora aparece una familia. Es una historia de amor (o de desamor, según se mire). Hay huída, miedo, violencia, complicidad, comprensión, repulsión, odio… Es estermecedor. Cuando aparece el alemán sientes miedo por la mujer. Sabes qué va a ocurrir. Es cruel, pero sigues leyendo.
    Son fantásticas… Pero juntos, no sé. De alguna manera me dejan insatisfecho.
    En cuanto a la resolución del conflicto, el punto de intersección de ambas historias, también discrepo de los otros comentarios. Tanto discrepo que no solo no me parece viable, sino que quizás fuera una de las maneras de entrelazar ambas historias. Pero no lo haces, mantienes la fantasía y la realidad en planos separados. Y me chirría. Tal vez se podría haber convertido el Ludwing en estatua o algo así (tipo mitología clásica en la que si hacías algo, bueno o malo, te convertían en constelación y asunto arreglado), para gran sorpresa del limpiador de la fuente y las facultades de arte del mundo… “Descubierta nueva estatua de Bernini…” en fin, yo qué sé…
    En conclusión, Maureen, me ha gustado tu ejercicio, pero tal vez debería decir, me han gustado. Aunque, como ya he dicho, algo me ha faltado.
    Un saludo.

    Escrito el 28 mayo 2014 a las 08:53
  10. 10. Aurora Losa dice:

    Vaya, vaya, Maureen, primero te voy a felicitar por el título, un concepto como “Alma de piedra” da mucho juego en este texto, dejando la incógnita de si pertenece a la estatua o a Ludwig. Enhorabuena por este juego de palabras.
    La narración es ágil, se lee de un tirón y a mi, especialmente, me ha encantado cómo humanizas los ríos, no son sus representaciones en piedra, les das el carácter de los cursos que fluyen hasta el mar, cada uno con su personalidad.
    Y la historia es conmovedora y preciosa, tu elección a la hora de presentar el tema de los malos tratos es nueva, normalmente los textos sobre esto se centran en la víctima o el verdugo, pero tú nos presentas un nuevo personaje, el espectador de esa violencia, y que toma cartas en el asunto indignado por la situación.
    Precioso.
    Te venía siguiendo en otros textos y ya te tenía en el punto de mira, pero con este trabajo me has terminado de convencer.
    De nuevo enhorabuena.

    Escrito el 28 mayo 2014 a las 09:18
  11. 11. Maureen dice:

    Muchas gracias, Fernando y Aurora, por vuestros comentarios.

    Fernando, me alegro de que te haya gustado… o de que te hayan gustado las dos partes que ves por separado. En cuanto a lo que me dices de que no hay unidad entre los dos textos, le daré otra vuelta a la historia. En todo caso, no quiero que el maltratador se convierta en estatua, porque las estatuas han demostrado tener un alma más pura que la del hombre. ¿Tal vez un lenguaje más parecido al del comienzo le daría esa unidad que dices que le falta? Lo revisaré.

    Aurora, muchísimas gracias por tu comentario, no sabes lo que me emociona que te guste cómo escribo. Has pillado a la perfección el juego de palabras del título, y creo que también las personalidades de los cuatro ríos, de acuerdo a su nombre y a dónde están; ese era para mí un punto importante y traté de que resultara lo más coherente posible, aunque quizás era demasiado académico.

    Por cierto, Bernini y Borromini son artistas italianos del siglo XVII, ambos maravillosos, y que tuvieron una rivalidad que consiguió embellecer Roma. La Piazza Navona, con la Fuente de los Cuatro Ríos y la iglesia de Santa Agnese in Agone, es uno de los lugares más bonitos que he visto y, si no la conocéis, os recomiendo que la busquéis en Google, porque vale la pena 😉

    Y los cuatro ríos que conforman la escultura son los que pongo: Nilo, Danubio, Ganges y Río de la Plata (el más importante de cada continente, quitando Oceanía).

    Escrito el 28 mayo 2014 a las 10:49
  12. 12. fernando sanz dice:

    No, Maureen, por favor, no digo que no haya unidad. Yo no la veo, pero seguro que es asunto mío.
    Se me había escapado el detalle del título (cuando he leído a Aurora me he dicho, claro, joe, si es evidente… siempre a toro pasado, ya se sabe) y de los cuatro ríos. Por cierto, jejeje, creo que tu comentario último podría generar cierto resquemor en el Amazonas o en el Yangtsé… pero, vamos, que le pidan cuentas a Bernini…
    Gracias por tu amable comentario de mi texto.
    Un saludo

    Escrito el 28 mayo 2014 a las 11:00
  13. 13. Maureen dice:

    No te preocupes, Fernando, si es una impresión que tú tienes, es que algo en el texto te la ha dado; por eso digo que volveré a leerlo con calma a ver qué se puede mejorar. En todo caso, todas las opiniones y críticas hechas con buena intención y buenas maneras son bienvenidas, que así se aprende.

    ¿Y resquemor? ¿Por qué? Jajajajaja, seguro que sí, pero como tú dices, es cosa de Bernini 😉

    Escrito el 28 mayo 2014 a las 11:06
  14. 14. NHICAP dice:

    Hola Maureen,
    Es la primera vez que leo algo tuyo y este relato me ha encantado. Está entre los mejorcitos de los que leído de esta escena, hasta ahora.
    Una imaginación brillante que traduces en narración que mezcla la mitologìa e historia de la fuente con una realidad, por desgracia cotidiana, muy actual.
    Excelente combinación de las descripciones y los diálogos .
    felicidades y continuaré leyéndote
    Un abrazo

    Escrito el 28 mayo 2014 a las 12:32
  15. 15. Silvyt dice:

    Hola Maureen!!

    Me he metido a leerte porque he visto tu comentario en el texto de Fernando Sanz y quería invitarte a leer el mío: https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-18/1805.
    Si lo lees, te aconsejo que no leas los comentarios en primer lugar 😉

    Y sin embargo, me he llevado una grata sorpresa al leer tu historia. Coincido en que los nombres son un poco rebuscados; nunca hubiera adivinado que Ludwing era alemán de no ser por Beethoven.
    En cuanto al final yo había pensado que la mujer estaba tan en shock que se lo había dicho a la estatua en un sentido figurado, “gracias a lo que sea que haya pasado que me haya liberado de esta tortura”.
    Me encanta el modo que utilizas para humanizar las estatuas y los ríos. Desafortunadamente, Roma es una de mis tareas pendientes.

    Enhorabuena por la escena.

    Escrito el 28 mayo 2014 a las 14:07
  16. 16. Miranda dice:

    Como enamorada de Roma, el escenario me atrapo enseguida.
    Estuve hace dos años y tengo muy gratos recuerdos, es una ciudad espectacular, mires donde mires.
    A mí, la historia si me ha gustado y no me ha chirriado en absoluto, la reacción de la mujer, me ha parecido normal, como te dice Silvyt, es una respuesta al infinito en estado de Schok. Fuera lo que fuera lo que la había salvado, tenía que agradecerlo.
    Por otro lado me ha parecido muy original la forma de tratar el tema de los malos tratos, desde el punto de vista de un observador.
    El titulo muy adecuado: El alma de piedra la tienen todos los que maltratan y el protagonista es una estatua.
    Y me ha parecido muy original como le has dado vida a la estatua y a los ríos. Felicitaciones
    Me ha gustado muchooooo.
    Saludos.

    Escrito el 28 mayo 2014 a las 17:01
  17. Hola Maureen, te ha tocado ser la número 1 esta vez!!
    Acabo de leerme tu relato y me ha gustado la historia que nos cuentas. Es un tema un poco escabroso que resuelves muy bien. Me ha parecido muy originl el punto de vista de la estatua y empezar con este personaje, que es un mero observador de las realidades diarias de una plaza. Ya me han entrado ganas de ir a conocer ese lugar!! jajaja
    Es una ficción muy bonita, pero está claro que si una tiene metida la cabeza en una fuente obligada por un energúmeno sin sentimientos ni humanidad y de pronto pasa algo así… lo menos que se le ocurre a una es que ha sido la estatua la que le ha dejado K.O.
    Mi enhorabuena!!
    Un saludo.

    Escrito el 28 mayo 2014 a las 17:45
  18. 18. forvetor dice:

    wenas Maureen, bonito relato!
    a estas alturas poco me queda que añadir. un recurso entrañable el de usar las estatuas de la plaza para acercarla al lector y como personajes principales. veo algunos adjetivos así que supongo que decidiste no meterte con el desafío 😉
    por otro lado estoy un poco de acuerdo con Fernando. no tanto en que la historia tenga dos partes demasiado diferenciadas cómo en en que se podría hacer por pulirla algo más. yo eliminaría la escena de la familia, en realidad no es importante, con que ella los mencione en la discusión ya nos queda claro que los niños son parte del problema. y además eliminando eso puedes centrar la atención en la percepción que tiene la estatua de la chica y su situación. me gusta mucho la imagen de las estatuas hablando entre sí, comentando o diciendo qué hacer. podrías sacarle más jugo.
    pero, como siempre, es sólo mi opinión. buen relato, en cualquier caso 😉
    un saludo compañera, nos leemos!
    Sergio Mesa / forvetor
    http://miesquinadelring.com/

    Escrito el 28 mayo 2014 a las 20:00
  19. 19. Denise dice:

    A mí me parece que el relato es homogéneo, no creo que haya dos historias. La verosimilitud está bien lograda, es un relato muy lindo. Mi parte favorita es la que comienza “Ganges piensa que Bernini…” con las reacciones de las estatuas ante la escena de violencia.

    Y gracias por mi momento educativo del día, tuve que buscar una imagen de la fuente porque no la conocía. Es más, antes de tu aclaración, creía que el narrador era el Tíber, así que imaginate.

    Escrito el 28 mayo 2014 a las 20:03
  20. 20. hupacal dice:

    Hola! tengo que decirte que me ha encantado tu relato! Me parece original, interesante y muy imaginativo. Haces mención de los nombres de las estatuas y muestras que sabes sobre lo que escribes. Además, añades un tema de actualidad (violencia de género) junto con la historia y fantasía.

    Simplemente genial

    Escrito el 28 mayo 2014 a las 20:40
  21. 21. Pato Menudencio dice:

    Me ha gustado el relato. La primera parte sirve para dar contexto a la obra, y coincido de que tener de protagonista a una estatua lo hace original.
    Sólo discrepo con el nombre de Ludwig, se pudo reemplazar con el nombre de un mafioso italiano.
    Saludos.

    Escrito el 28 mayo 2014 a las 21:12
  22. 22. Wolfdux dice:

    Excelente relato Maureen. He estado en Roma un par de veces y pese a ser una plaza siempre repleta de gente cuando cae la noche y los turistas van a la Fontana di Trevi a lanzar monedas es cuando la puedes disfrutar realmente. Jejeje.

    Como han dicho ya mis compañeros, creo que el final, el agradecimeinto a la estatua, me choca. Que no me desagrada, pero lo veo un poco forzado.

    Por lo demás un relato muy dinámico y que se lee del tirón.

    Enhorabuena.

    Escrito el 29 mayo 2014 a las 10:34
  23. 23. Emyl Bohin dice:

    Y ahí estábamos todos, gracias a ti, observando al observador. Yo en una esquina con mi helado tartufo, viendo como la estatua se movía. Muy bien descrito, nos introduces con un plano general, como en una historia costumbrista, para después acercarnos y mostrarnos la dura realidad. Una cosilla, los adverbios terminados en mente tienen mala fama y hay dos que van muy juntos.
    Enhorabuena.
    Saludos

    Escrito el 29 mayo 2014 a las 11:01
  24. 24. Adella Brac dice:

    Maureen, me ha resultado curioso que te hayas ido a Roma para usar la palabra “circo”. Yo he hecho lo mismo 🙂
    El insulto me parece adecuado, nos mete de lleno en la violencia del personaje.
    Como único detalle, coincido en que funcionaría mejor si la mujer no se da cuenta del movimiento de la estatua. Queda raro que le de las gracias sin más.
    Me gusta el punto de vista escogido para narrar la escena y las alusiones al mundo del arte.
    Muy buen relato 🙂
    ¡Un saludo!

    Escrito el 29 mayo 2014 a las 12:52
  25. 25. Maureen dice:

    Vaya, desaparezco un día y me encuentro con un montón de comentarios, qué alegría.
    Estaré de vacaciones un par de semanas, pero cuando vuelva prometo leer vuestros textos con calma y comentar. Muchísimas gracias por leerme y por dejar vuestra opinión. Me alegro de que en general os haya gustado.

    Escrito el 29 mayo 2014 a las 19:04
  26. 26. Chiripa dice:

    Maureen, cuando ves que hay 20 comentarios de los compis en un texto sospechas o que es muy bueno o que ha quedado de la parada.
    Pues sin leer a mis antecesores te comento que tu texto me ha parecido original, hermoso, culto, humano y actual. Conozco bien Roma y es una ciudad que amo con pasión enloquecida y veo que tu también y si no es así, pues te has documentado muy bien.
    Con las estatuas con alma y temperamento (fantasía/ficción) que intervienen en una situación de maltrato de género (problema de salud pública, actualmente) has hecho un enlazado perfecto de lo real y lo irreal

    Me hubiese gustado un Filippo, Enrico, Angelo, antes que un Ludwig, pero esos detalles son decisiones del autor.

    Enhorabuena y felices vacaciones.

    Escrito el 29 mayo 2014 a las 21:33
  27. 27. Ana Vera dice:

    Qué bueno, Maureen. Tengo una amiga que trabajó unos años de estatua humana y dice que ese trabajo le permitió conocer qué se escondía detrás de los ojos de las personas. En este caso no se trata de estatuas humanas, pero por lo que nos cuentas, también tienen alma, y viven la vida de la plaza.

    Escrito el 30 mayo 2014 a las 20:46
  28. 28. marisa cuñat mafé dice:

    Muy interesante la voz narrativa de la estatua. Original. Me ha gustado mucho.

    Escrito el 31 mayo 2014 a las 23:11
  29. 29. Escarlata dice:

    Un relato interesante y curioso Maureen, esa mezcla de antecedentes clásicos y de actualidad embellece mucho el texto. La verdad es que utilizas un vocabulario cuidado y la musicalidad y ritmo está presente en toda la historia.
    Enhorabuena y saludos.

    Escrito el 1 junio 2014 a las 11:57
  30. 30. Emmeline Punkhurst dice:

    Maureen, este mes te has superado. ¡Me ha encantado tu relato!
    Has hecho una elección muy buena con respecto al título y al protagonista de la historia, le has dado mucha fluidez y, lo que es más importante, ese alma del que hablas, a la narración.
    Mi más sincera enhorabuena

    Escrito el 6 junio 2014 a las 06:24
  31. Este mes voy con retraso, como siempre.

    Un relato increíble Maureen. Tienes mucha imaginación, algo que es extraordinario y que debes alimentar siempre. Me ha encantado la historia hasta el final. Pásate por mi relato, el número 22, cuando puedas y me dices qué te parece.

    Enhorabuena y un abrazo muy fuerte.

    Escrito el 8 junio 2014 a las 15:23
  32. 32. Maureen dice:

    Pues ya de vuelta de vacaciones 🙁

    En primer lugar, muchísimas gracias a todos los que habéis leído mi historia y habéis dejado vuestra opinión. Creo que voy a coger este relato para el libro recopilatorio y cambiaré algunas cosas según las sugerencias que habéis aportado.

    NHICAP: espero no decepcionarte con mis próximos textos.

    Silvyt: creo que cambiaré el nombre por otro más conocido 🙂 Y sí, tienes que ir a Roma, es una ciudad maravillosa 😉

    Miranda: muchas gracias por tu comentario. Me alegro de que te haya gustado. El título que tenía pensado era otro, pero mi cuñada (y crítica) me dijo que no pegaba, así que se me ocurrió ese y me pareció perfecto. A mí también me apasiona Roma, he estado unas cuantas veces ya.

    Virginia Figueroa: sí, la primera, no sabes qué susto cuándo me vi ahí tan arriba, jejeje. El punto de vista de la estatua salió solo, la verdad, cuando pensé en utilizar un circo romano, que me llevó a Roma y de ahí a la Piazza Navona casi sin pensarlo.

    Forvetor: efectivamente, no me atreví con los adjetivos, me pareció un reto complicado para una principiante. Tendré en cuenta tu sugerencia, aunque mi idea era que la estatua en un principio se limitase a observar, sin juzgar lo que estaba viendo; el conflicto surge cuando tanta violencia la obliga a dejar de ser una espectadora e intervenir.

    Mañana seguiré con el resto, que quiero ir leyendo y comentando vuestras historias a la vez que os contesto sobre lo que habéis puesto de la mía.

    Escrito el 10 junio 2014 a las 18:51
  33. 33. Maureen dice:

    Denise, me alegro de que te haya servido para conocer un poquito de la ciudad de Roma. ¡Te la recomiendo! Me alegro de que te haya gustado, esa parte del relato que destacas también me gusta mucho a mí 🙂

    Hupacal, muchísimas gracias. Conozco Roma muy bien y, además, me documenté bien para no meter la pata; en concreto, en la posición de los cuatro ríos en la fuente, jejeje.

    Pato, gracias por leerme y por tu comentario. Cambiaré el nombre del marido 🙂

    Wolfdux, pues tuve la duda de que la Piazza Navona se quedara totalmente vacía alguna vez 😉 Le daré un repaso a lo del agradecimiento, porque sois varios los que lo mencionáis.

    Escrito el 11 junio 2014 a las 13:59
  34. 34. Ricardo NIeto (Rene) dice:

    Interesante, hay que mejorar unas cuantas cositas de estilo nada más.

    Escrito el 18 junio 2014 a las 03:46

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.