Esta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las << Volver a la lista de textos
Haciendo las maletas - por Escarlata
El autor/a de este texto es menor de edad
HACIENDO LAS MALETAS
Era miércoles por la tarde. Mientras preparaba la maleta, aprovechaba también para volver a rescatar recuerdos perdidos que había entre los rincones de mi habitación. Que triste decisión había tomado hace un mes, la cual me alejaría de todas aquellas cosas pasadas e inventaría así otras nuevas…tan solo de pensarlo se me caían las lágrimas. Sin embargo, esa era la mejor opción. En España no encontraría trabajo jamás y tenía que avanzar hacia delante , aunque eso supusiera irme a cientos de kilómetros de mi familia y de mi hogar. Y es que, la idea de vivir en pleno desierto, por muchos lujos que le rodeasen cada vez provocaba más en mí la sensación de arrepentimiento. Dubai… ese era mi destino, trazar planos para futuros edificios de la ciudad del nuevo mañana. Sin ninguna duda, me había equivocado el día en que decidí estudiar una ingeniería. Y así , a la vez que estos pensamientos entretenían mi mente, en una caja de objetos de encima del armario encontré un álbum de fotos. Al abrirlo pude volver a revivir mi pasado. En las primeras páginas, predominaban las fotografías de mi infancia. El bautizo de Raúl , mi hermano pequeño, y en el que yo salía leyendo una poesía. Más adelante, unas vacaciones en la playa, en la que mi madre llevaba uno de esos bañadores de rayas de la moda de los 80. También, en las solapas contiguas , aparecían fotos de una tarde con mis primos en el circo. En ese momento me acordé de que yo de niña siempre había soñado con ser acróbata. Me pasaba horas enteras bailando, imaginando el aplauso del público al final de la exitosa función. En una imagen estábamos mi hermano y yo con un payaso que sujetaba un puñado de globos que se asemejaban a la copa de un árbol, y en otra mis primas señalando a un mono vestido de traje. ¡Dios mío, pero qué lejano quedaba ya todo aquello! Seguí hojeando y me encontré con la cena de graduación del instituto. Que guapa y jovial estaba con Henar, mi mejor amiga, y con todos los colegas del grupo de pandillas. Con ellos también tenía un montón de fotos de fiestas y de todos los 20 de enero, cuando se celebraba la famosa tamborrada donostiarra.
En una página decorada de firmas y colores se encontraban todos mis amigos londinenses , a los que conocí durante mi estancia en Inglaterra. Ya hacia la mitad del álbum , aparecía yo con Mario, mi primer amor, al que hacía ya diez años que no veía , con el que descubrí el primer beso , una de esas cosas que dicen que siempre dejan huella en la vida de una persona. Continué y continué , y pude ver cantidad de historias y momentos; San Valentín en París , las bodas de oro de los abuelos, el nacimiento de mi sobrina, la Navidad en Noruega, las fiestas universitarias, los campamentos de verano y todo lo que formaba parte de mi vida hasta el día de hoy. Entonces, decidí meter ese poderoso recordatorio en mi equipaje. Y junto a él, algunas cosas para tener siempre presente a mi país en aquel lejano horizonte, tales como libros, mis eternos compañeros de viaje, entre los que yo tenía especial cariño al de Rafael Torres, titulado “Adiós mi España querida”. En un reproductor de música grabé unas cuantas canciones de Manolo Escobar y Antonio Molina, al más puro estilo hispano para llorar de vez en cuando. Al finalizar, tras reflexionar un instante, me di cuenta de que no tenía que deprimirme ni atormentarme más con mi partida. El destino había ido escribiendo mi andar durante todos estos años y no dejaría de hacerlo ahora. Tan solo significaba una etapa más de mi vida, que yo tenía que disfrutar, para luego poder plasmar en aquel álbum, del que todavía quedaban hojas vacías.
Que tal Escarlata?
Una introspeccion profunda que nos presentas para digerir una desicion que cambiara su vida para siempre. Muy bonito todo. Felicidades.
Si te pudiera hacer alguna sugerencia, seria que le dieras un poco de aire al relato, parece ser un solo parrafo y pienso que si le dieras punto y aparte en algunas partes, el relato respiraria mejor y fluiria mas.
Saludos y felicidades.
Muchas gracias José Torma y gracias a todos los que habeis leído mi relato. Es la primera vez que escribo en el taller y me ha gustado mucho la dinámica.
Espero poder seguir escribiendo y leyendo vuestros relatos.
Un saludo.
Muy emotivo, Escarlata. Recoge muy bien la avalancha de sentimientos contrarios cuando estás haciendo las maletas…
Escarlata, me has dejado agotada. Qué chorro de sentimientos a través de las fotografías, qué texto tan maduro y realista, pero unos puntos y aparte no le hubieran venido nada mal.
Hay una frase que no me terminó de encajar: “Al abrirlo pude volver a revivir mi pasado” REVIVIR, ya implica VOLVER, queda reiterativo.
Pero el conjunto es excelente, más sabiendo que eres menor de edad, así que te animo a seguir escribiendo, porque escribiendo se aprende.
Gracias por el relato.
Enhorabuena
Hola Escarlata, me ha encantado tu escrito. Tienes mucha sensibilidad, sabes describir los momentos con precisión y tu voz suena auténtica, que para mi es lo más importante en alguien que pretende escribir.
También te sugiero que dejes algo de espacio entre los diferentes momentos del relato, para que éste respire… por lo demás está muy bien… muchas felicidades y sigue escribiendo. Saludos.
Hola Escarlata,
Tu relato es el segundo que leo escrito por una menor de edad y debo decir que estoy impresionada. Escribes muy bien y cuentas una historia que, desgraciadamente, muchas personas viven por la crisis económica que estamos pasando.
Te reiteraría el consejo que otros compañeros te han dado de repartir un poco el contenido de estos dos párrafos que forman tu relato. Por ejemplo, un primero párrafo para introducir la historia: la protagonista haciendo las maletas para mudarse a Dubai por motivos de trabajo. Tres o cuatro párrafos más que contengan los recuerdos que le vienen a la mente al abrir el álbum de fotos. Y un último párrafo a modo de conclusión portador del mensaje de esperanza de las últimas líneas.
Otra cosa, si pudieras introducir un poquito de diálogo, aunque sólo sean dos o tres frases, creo que podría quedar mejor.
Enhorabuena y sigue escribiendo.
¡Felices vacaciones!
Hola Escarlata.
Un texto muy bonito y bien escrito, maduro para alguien de menos de 18 años.
Los compañeros ya te han comentado lo de los párrafos, así que voy a realizar una pequeñísima observación: en la frase “Y es que, la idea de vivir en pleno desierto, por muchos lujos que le rodeasen cada vez provocaba más en mí la sensación de arrepentimiento” creo que falta una coma después de “rodeasen” para terminar de marcar la frase subordinada y que sea más fácil entender el sentido sin tener que leerlo de nuevo.
Enhorabuena y sigue escribiendo.
Hola Escarlata, fui uno de los afortunados en poder comentar tu texto, ya te dije lo que me gustó y en como utilizas el álbum de fotos para desarrollar tu historia. Enhorabuena y seguimos leyéndonos.
Muchas gracias Carlos por tu comentario, pues así voy mejorando en mi escritura y consigo aprender de mis fallos.
Un saludo y felices vacaciones 😉
Señorita Escarlata:
Tienes un gran dominio del lenguaje y de las técnicas narrativas. El texto, a pesar de la escasez de párrafos, se lee sin ninguna dificultad. Nos haces ver y sentir lo que ve y siente el personaje. Lo que me llama un poco la atención es que teniendo veintitantos años y habiendo estado todos los 20 de enero en Donostia sus amigos se llamen Raúl, Henar y Mario y conozca la música de Antonio Molina y Manolo Escobar. En definitiva un personaje un tanto peculiar y por ello mucho más interesante.
Enhorabuena y saludos.
¡Hola!
Yo también fui una de tus comentaristas y espero no haberme dejado nada en el tintero. Sí que me gustaría saber si, como te dije, había algo de autobiográfico en la escena.
Como ya te dije: Enhorabuena, me encantó. Vas por el buen camino.
Saludos
Como ya te han comentado, falta un poco de estructura en el relato. Por lo demás, me ha gustado 🙂
Un saludo.
Bonito relato, pero como ya te dijo Emyl Bohin, si le dieras un poco de forma a los párrafos se leería mejor; a veces tenía la sensación de que me “atragantaba” un poquito. Por lo demás… precioso.
Recientemente me he visto en una situación parecida y me ha llegado “a la patata”.
Lo que dicen por ahí, los párrafos estructurados darían mejor forma 🙂
Pese a este pequeño fallo, me ha encantado 😀