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Lo imposibilí-si-mo - por Lagarto
-… y con todo esto, además de salvar al circo del desastre darás un paso más en tu carrera artística. Llamaremos al número “Lo imposible”. Y seguro que te relanza al estrellato.
-Como comprenderás no voy a hacerlo.
-Pero si no lo haces ya está, nos quedamos todos sin trajo.
-¡Ja! Sin trabajo dices; no voy a morir solo para que no pierdas el trabajo. Además lo perderías igualmente si muero.
-¿Qué vas a morir?
-¡Que no se puede hacer!
-¿No se puede o no te atreves?
-No me atrevo; y no se puede.
-Pero como no vas a poder hacerlo tú, con tus años de experiencia.
-Pues precisamente, ya tengo una edad. ¿Que opina la Jefa de todo esto?
-Bueno… Dice que no puede esperar para verlo.
-¿Enserio?
-Mira, está casi todo preparado, he hablado con los técnicos y me dicen que no habrá ningún problema. Que el barreño aguantará.
-El barreño sí. ¡¿Y yo?!
-Además uno de ellos dice que puede conseguir que nos preste el chimpancé un conocido suyo. Gratis además.
-Un momento, ¿cómo que un chimpancé?
-Sí; con el que haces los malabares con antorchas.
-¡¿Cómo dices?!
-Hola chicos. ¿Qué tal estáis?
-Hola señorita Carla.
-Buenos días se-señorita Carla.
-Buenos días también. Pues nada aquí, que me llamaron por un problemilla con el número de la “Mujer bala”.
-Sí, Alberto, que no puso la red a tiempo.
-¿No será ese uno de tus técnicos verdad?
-No, calla.
-¿Y está muy mal?
-Pues imagínese señorita Carla.
-¡Ay! Es que no ganamos para disgustos. A ver que les cuento a los del seguro esta vez, no sé de qué manera vamos a salir de esta. Bueno me voy corriendo a verla.
-Hasta luego señorita Carla.
-¡Ha! Una cosa más Iñaki, lo que dice Jesús sobre el nuevo número, ni hablar, no quiero más disgustos.
-Sí, sí, se-señorita Carla, precisamente le estaba diciendo…
-Ok, chicos. Hasta luego.
-A-a dios seño…
-¡Caya ya pesado! ¿Ves los problemas que tiene? Bueno, que tenemos.
-Con que no podía esperar a verlo, ¿eh?
-Sí, bueno… No me culpes, no veo otra salida, necesitamos algo nunca visto. Ahora ni siquiera tenemos el número de la “Mujer bala”.
-Es verdad, ¿qué tal está?
-¡¡Pufff!! Un desastre, ya podemos ir vendiendo el cañón.
-Pobre… ¿Cuánto nos darían por él?
-Nada, tiene tantos años como ella. La verdad es que eres nuestra única esperanza.
-Y el mono, digo yo. No te olvides de mencionar al mono ahora también.
-Hombre, no te pongas así.
-¡Que no, olvídame!
-¡Espera! Hablémoslo, dices que no lo puedes hacer, bueno, no puedes hacerlo ahora, pero puedes entrenarte, tenemos algo de tiempo, quizás un par de meses hasta que los del banco se presenten aquí. Además, se me ocurre que podríamos meter un beso en la actuación, en plan romántico. Para darle más intensidad.
-¡¿Con quién, con el mono?! ¡Que me dejes!
-No, no. Con Carla por ejemplo, o alguna trapecista.
-No, Carla está bien. Pero si no quiere oír hablar del número, ya le escuchaste.
-No quiere porque se preocupa por nosotros, y porque no sabe tú opinión.
-¿La mía? Pues con lo del mono impolísimo, impolisíblimo, imposibilí-si-mo.
-Pues mejor, más clientes. Tú visualízalo. Todo a oscuras y ¡¡zas!! Un foco ilumina una barreño en la pista, redoble de tambor y ¡¡zas!! Otro foco apuntándote a ti y al chimpancé en lo más alto de la carpa, uno en cada trapecio. Os balanceáis un rato, pasáis de uno a otro unas cuantas veces y ya después algún ayudante os pasará las antorchas encendidas. Justo aquí apagamos los focos para poder ver en todo su esplendor el fuego entre ambos y…
-Sí, menos lo del mono todo esto ya me lo contaste. ¿El beso cuándo?
-Bueno, el beso en la caída, después de la parte de las antorchas.
-¿Como que en la caída? Explícate.
-Muy fácil. Sales del trapecio con un doble, o triple tirabuzón, eso ya lo vamos viendo, y a unas tres cuartas partes de la caída, en un pequeño saliente en la vertical, estará Carla. Y eso, que según pasas dirección al barreño, la besas.
-¿Besarla? Pero si por la caída que hay puedo ir perfectamente a noventa o cien quilómetros por hora.
-Bueno, pues… le das un pico.
-…
-Qué. ¿Qué te parece?
-¡¡¡Lo haré!!!
-¡Estupendo!
-¡¿Crees que se animará a hacerlo?!
-Estoy seguro, amigo mío, que entre los dos podremos convencerla.
-¡Genial!
-¡Bien! Tendrás que empezar a entrenar ya.
-¡Ok! Pero tú adiestras al mono.
Por falta de tiempo no pasó el filtro de nadie. Espero que se haya entendido la historia y que no resultase muy lioso el salto entre personajes.
Saludos
Bueno, quería agradecer los tres comentarios. De los tres saqué cosas interesantes que tener en cuenta.
Uno de ellos comenta la posibilidad de escribirlo el “relato” en forma de teatro, que quedaría más claro. Y estoy de acuerdo. Pero comento esto, porque la intención desde el principio fue la de no añadir nada que no fuera dialogo, como ejercicio. Sé que se complica un poco la identificación de los personajes al entrar una tercera persona en escena, la jefa, pero me parecía interesante seguir con la idea hasta el final.
Un saludo. Y nos leemos.
Hola Lagarto:
Me parece muy divertido tu relato. Ya me imaginaba al mono haciendo el numerito y al pobre trapecista intentando por todos los medios darle el pico a la chica que le gusta.
Los personajes son fáciles de distinguir: cada uno tiene su forma de hablar; quizás se lía un poco cuando entra Carla.
Yo, para que se entienda mejor el salto entre personajes, añadiría aclaraciones, y también les pondría nombres a los personajes. Algo así:
“-¿Qué vas a morir?-bromeó el director.
-¡Que no se puede hacer!-exclamó Beltrán.”
Por ejemplo.
Felicidades!! El relato promete y la pedazo de actuación también!!
¡Lo que me he reído con tu texto! Es cada vez más surrealista, y las réplicas del pobre equilibrista me parecen divertidísimas, sobre todo la del beso con el mono.
Yo lo he entendido muy bien, aunque no haya más que diálogo. Convengo con lunaclara en que se pueden poner nombres a los personajes para que resulte más fácil distinguirlos, pero no hace falta que sea en acotaciones al diálogo, sino que los puedes introducir en el propio diálogo:
-¡Que no se puede hacer, Jesús!
-Mira, Iñaki, está casi todo preparado, he hablado con los técnicos y me dicen que no habrá ningún problema. Que el barreño aguantará.
Creo que no resulta forzado y puede clarificar el diálogo.
En todo caso, un ejercicio difícil que en mi opinión te ha salido muy bien. Enhorabuena.
Hola Lagarto,
Tu relato es un divertmento muy ameno. Tiene mucha chispa y el manejo de los diálogos está bien, se entiende correctamente, pero es mejorable como ya te indicaron las compañera. En horabuena y ánimo.
Un abrazo.
jejejeje… parece que hemos sido unos cuantos los que optamos por el diálogo para enfrentarnos al desafío. yo también escribí un diálogo sin acotaciones, pero no fui tan valiente como tú, los malabares los hice sólo con dos antorchas 😉
como bien dices la parte en la entra la jefa se vuelve un poco confusa, pero como la sacas rápidamente de escena yo no encontré ningún problema. para mi el fuerte de tu relato es la frescura del lenguaje y la chispa que tiene. desde el título hasta la reacción final del protagonista cuando le dicen que va a tener la oportunidad de besar a Carla, pasando por lo absurdo del número que le proponen son pura chispa. felicidades!
he encontrado varios fallos ortográficos (como “¿Enserio?”, que iría separado porque no es el verbo) que tienen toda la pinta de falta de revisión, échales un ojo 😉
es tarde y no tengo ganas de consultarlo con San Google, pero me parece que el nombre del número (“Lo Imposible”) te chafa el desafío, aunque puede que “imposible” en esa construcción funcione como otra forma sintáctica y no como el calificativo que es. 😛
en cualquier caso es un número acrobático literario muy entretenido de leer. felicidades! (vis)
un saludo compañero, nos leemos!
Sergio Mesa / forvetor
http://miesquinadelring.com/
¡¡Muy divertido!!
Has caído dentro del saco de mis admirados autores literautas por haber escrito éste texto diálogado en un 100% .
Este relato me ha parecido muy, pero muy divertido. Además fácil de leer y sin complicaciones mayores.
Cordial saludo y enhorabuena, Lagarto
Muy chulo, Lagarto.
Solo me falla la aparición en la conversación de Carla, yo quizá lo habría dejado en una acotación para dejar constancia de lo de la “mujer bala” y para que nos familiaricemos con la dueña del circo dado que luego es el detonante para que el pobre desgraciado se decida a llevara cabo la misión kamikaze.
Me he reído bastante, lo del mono, desternillante; el trozo del tartamudeo, muy bueno, y el diálogo está muy logrado. Además me he pasado todo el relato intrigada por cómo sería el número que estaban preparando.
Repasa un par de faltas que se te han colado y esto queda de lujo.
Enhorabuena.
Hola Lagarto. Un relato muy divertido. A mí no me han hecho falta las acotaciones, se entiende, pero como te dice Maureen, añadir los nombres de los personajes en el propio diálogo para que quede más claro.
Hay algún fallo de ortografía: ¡Caya ya pesado! “Calla” es con “elle” (o doble “ele”) pues viene del verbo “callar”; y “¡ha!” cuando habla Carla debe ser “!Ah!”.
Pero está muy bien conseguido, además teniendo en cuenta la dificultad de que sea todo diálogo.
Felicidades.
Me he comido un “podrías” antes de “añadir los nombres de los personajes…”. ¡Perdón! ¡Un saludo!
Hola Lagarto,
Estoy de acuerdo con los comentarios de los compañeros. Es un relato muy divertido. De hecho, me he reído en alto cuatro o cinco veces (“No me atrevo y no se puede” “El barreño sí, ¿y yo?” “ A ver que les cuento a los del banco esta vez” “¿Con quién, con el mono?” “Bueno, pues le das el pico.”) 🙂
No he tenido ningún problema identificando a los personajes, aunque seguir los consejos de algunos compañeros al respecto estaría bien.
Como ya te comenté, es difícil hacer soltar una risa, incluso una sonrisa, por lo que te felicito por haberlo logrado con tu relato.
Saludos
Hola.
Gracias a todos por comentar. Sí, podía haber metido algún nombre más en la conversación pero quería probar sin tener que hacerlo. No estaba seguro de si se sabía quién hablaba en todo momento pero me arriesgue.
Lo de las faltas es vocacional. Mira que lo repaso, pero nada. En la vorágine de la escritura meto todas las que se pueden y luego voy quitando, pero siempre se cuela alguna. Según el día. Lo malo es que ya quedaran ahí para siempre 🙂
Saludos.
Hola Lagarto:
Surrealismo total, besito o pico a 90 por hora, me lo estoy imaginando y no puedo dejar de sonreir.
Lo de los pequeños fallos ortográficos, ya te lo han comentado y has tomado nota, asique no voy a incidir en ello.
Los dialogos, muy bien, se entienden perfectamente, no has abusado nada de las acotaciones y teniendo en cuenta la dificultad de un texto con todo dialogos, tengo que darte la enhorabuena.
Gracias también, por tus comentarios en mi relato.
Saludos, te seguiré leyendo.
Menuda lista de autores a seguir tengo ya
¡Hola Lagarto!
Me parece un relato muy interesante en forma de diálogo. También expresa la situación que se vive en el circo y las penalidades que sufren. El final me ha gustado y permite imaginar al lector como será esa función.
Yo por mi parte te seguiré leyendo y de igual forma te invito a comentar tu relato para tener tu opinión.
Un saludo y enhorabuena 😉
Perdón, quería decir comentar mi relato jeje…
¡Muy divertido, me ha encantado!
Yo no me he perdido para nada con el diálogo, aunque no estaría de más probar otras fórmulas, como apuntan los compañeros.
Un saludo 🙂
Que tal Lagarto?
Pues a mi me a parecido gracioso, vetiginoso y sin concesiones.
Los errores que te marca Aina que hasta yo note jejeje
Lo disfrute mucho, felicidades.
Hola, Lagarto 😀
Como sabrás, me encantan este tipo de relatos jaja. Hilarante e ingenioso, te felicito. En cuanto a contenido todo bien, pero como ya te habrán dicho seguro, tendrías que ver de mezclar más técnica, no solo diálogo. O al menos, poner acción entre lo que hablan.
Ah, y también usar la raya larga al principio, no el guión (:
¡Saludos!