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16 años después - por hupacal
La pareja se acercó al puente lentamente. Antes de llegar a este, se detuvieron en la orilla del río. Los pececillos que allí vivían, danzaban y se movían alegremente, saltando por encima del agua como acróbatas de circo haciendo volteretas.
Ella se agachó a tocar la superficie del agua que reflejaba, como un espejo, el firmamento, tan solo distorsionado por las ondas creadas al volver los saltimbanquis a su medio.
— Mi padre solía traerme aquí — El chico se agachó junto a ella.
— ¿Ya no venís? — Nunca le había hablado en extensión de sus padres en los 3 años que llevaban de relación.
— No… A veces vengo sola. Aquí me siento en paz, en contacto con él… Murió cuando tenía 15 años. De cáncer.
— Vaya, lo siento, nunca me habías hablado de él — Le pasó un brazo por encima del hombro y le dio un beso en la frente.
— No te preocupes, simplemente no me gusta hablar de ello — Le miró y le complació con una sonrisa. —Quería traerte aquí. Nunca vengo con nadie, es un lugar que tengo sólo para mí. Pero quería que lo conocieses por fin.
Aquello fue la señal que él necesitaba. Hincó la rodilla en el suelo y sacó el estuche de terciopelo que guardaba en el bolsillo.
— Quería hacerlo al final de la noche pero, ¿qué mejor que hacerlo aquí, delante de tu padre? Eres la persona que más me importa en la vida. Contigo sé qué es la felicidad y sé que encajo. Por ello, quiero pedirte que estés a mi lado por el resto de mi vida. ¿Quieres casarte conmigo?
Ella se quedó en estado de estupefacción. No se lo habría esperado. La alegría empezó a brotar en sus entrañas cuando se percató de lo que realmente estaba pasando.
— Sí, sí y mil veces sí. — Se fundieron en un beso lleno de pasión que los unió en un ser. Se sentía en éxtasis. Junto a la orilla del río, en contacto con los dos hombres a los que había amado en su vida. Notaba la presencia de su padre tan cerca como la de su ahora prometido. Sentía su felicidad como si ciertamente estuviese observándola.
En lo alto del puente una figura de la que no se habían percatado empezó a desvanecerse en el aire. Sonreía, sin embargo, a pesar de dejar este mundo, ya que había completado su misión. Había protegido a su hija durante 16 años y en ese momento, le estaban tomando el relevo. Ahora, era el joven que besaba a su hija con lágrimas de felicidad surcando su rostro, quien la protegería y cuidaría. Dejaba este mundo sabiendo indudablemente que ya no necesitaba de su protección.
Fue en el mismo instante en el que la pareja se separaba para observar sus miradas llenas de felicidad, cuando la figura, apenas una sombra ya, terminó de disiparse.
¡Me ha encantado! Una historia preciosa, sigue así 😀
¡Que bonita historia! Me encantan los relatos románticos 🙂 Muy bien escrito también. ¡Felicidades!
Gracias por leer mi relato 😀
Enhorabuena Hupacal por tu relato. Con un estilo preciosa nos llevas por una historia con un final muy bonito. Dices mucho con poco, y eso siempre es bueno.
¡Nos leemos!
¡Muchas gracias a todos por vuestros comentarios! 🙂
¡Qué bonito, Hupacal! ¡Cuánto amor!
Has conseguido sacar de un tema triste una historia preciosa, me ha encantado, sigue así ^^
Es hermoso encontrarse con historias de amor que dejan un buen sabor de boca. Felicidades! bien escrita
Admito que las pedidas de mano románticas y planeadas no me gustan nada, pero esta es bien bonita por el sentido que tiene en cuanto a la función trasladada del padre al futuro esposo, no la posesión de la protagonista, sino el deber de amarla y cuidar de ella.
Un relato muy bello, aunque yo habría prescindido del estuchito de terciopelo, me dan un poco de grima, jiji.
Enhorabuena.
hola hupacal,
lo que más me ha gustado del cuento es su sencillez y su delicadeza. como dice Aurora, resulta muy tierno que el valor que se transmite del padre al novio sea la obligación de quererla y protegerla.
pero tengo que apuntarte un par de cosas. por un lado, cuidado con los adverbios acabados en “-mente”, en un relato tan pequeño tienes seis. llaman mucho la atención, rompen el ritmo del texto y la mayoría de las veces puedes sustituirlo o eliminarlos.
y por otro lado, atención a las repeticiones. me ha llamado la atención la gran cantidad que hay el relato. a lo mejor es fruto de ese tono meloso que le das a la narración, pero a mi al menos me resultaron un engorro: “saltando por encima del agua como acróbatas de circo haciendo volteretas” repite la misma imagen de los peces haciendo cabriolas y aún en la siguiente frase te vuelves a referir a ellos como “saltimbanquis”. luego dices “la superficie del agua que reflejaba, como un espejo, el firmamento”, aquí repites la imagen del espejo y el reflejo y con eso le haces perder fuerza. un poco más abajo dices “Nunca le había hablado en extensión de sus padres en los 3 años que llevaban de relación.” y acto seguido los personajes en sus líneas de diálogo dicen casi lo mismo, sería mucho mejor que lo dejases en el diálogo, un consejo que recibido muchas veces sobre escritura es “no se lo cuentes, haz que lo vean”. y aún hay algún ejemplo más, pero creo que con estos ya me hago entender 😉
espero no molestar con mis comentarios, los hago con la mejor voluntad.
un saludo compañero, nos leemos!
Sergio Mesa / forvetor
http://miesquinadelring.com/
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios!
Forvetor, no me molesta para nada, de hecho me encanta. Así aprendo. Es mi segunda participación en el taller así de eso se trata. Además, he leído tu relato y tenía ganas de que me comentases (me he dado cuenta de que comentas bastante). No me había dado cuenta de los adverbios, ¡gracias!
También veo lo que quieres decir con “saltando por encima del agua como acróbatas de circo haciendo volteretas” y sí, tienes razón, los acróbatas de circo hacen volteretas, es implícito.
Respecto a “saltimbanquis”, recuerdo haber estado varios minutos delante del ordenador sin saber qué palabra usar…
Y, finalmente, “no se lo cuentes, haz que lo vean”. Conocía ya esa frase, pero como ya he dicho, es mi segunda participación, aún tengo que aprender a poner todo en práctica.
¡Pero muchas gracias (a todos) por vuestras críticas!
¡Enhorabuena hupacal!
Me ha encantado tu relato, porque me emocionan las historias de amor. Escribes con una gran maestría y el final es muy bonito y lleno de sentimientos. Te seguiré leyendo en futuras ocasiones.
De igual forma, te invito a que leas mi relato, ya que es la primera vez que participo en el taller y me gustaría tener más opiniones de la gente.
Un saludo y felicidades por el asombroso relato 😉
Una historia de amor muy tierna, hupacal. Forvetor ya se ha encargado de analizar el texto al detalle, pero quería añadir que al incluir números en el texto suele ser mejor escribirlos (tres, quince, dieciséis). Nos leemos. Felicidades.
Que tal Hupacal. Llego tarde y te han comentado extensamente, pero solo quiero agregar que a mi me ha parecido hermoso.
La nocion de que el padre la cuida y al final da su total aceptacion al desaparecer porque ya tiene un relevo.. me ha parecido emocionante.
Muchas felicidades, fuimos pocos los que nos alejamos del tema del circo y aprecio mucho que en tan pocas palabras hayas logrado algo tan bonito.
Saludos
Qué relato más bonito, Hupacal. Destaco que es romántico sin resultar pasteloso, cosa muy difícil al menos para mí. Me gusta especialmente la parte final, cuando hablas del padre que descansa por fin al ver a su hija feliz.
El principio, como ya te ha señalado Forvetor, creo que se puede mejorar, pero ya te ha dicho él cómo, así que no me repito. Y lo de los adverbios en -mente, ni me había dado cuenta: yo también pongo demasiados 🙂
Precioso, enhorabuena.
Muchas gracias por los nuevos comentarios 🙂
Intentaré poner en práctica todos las correcciones que me habéis hecho. ¡Gracias de verdad!