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El circo en el pueblo - por Isabel Ramírez

Web: http://isabelescribe.blogspot.com.ar

Esta es una historia real, me la contó mi abuela. Cuando yo tenía diez años vivíamos en un pequeño pueblo del interior. En realidad se trataba de una ciudad, prolija, con sus casas alineadas, pintadas de colores llamativos, las calles limpias y los jardines arreglados. En la misma cuadra también vivía la familia Ledesma Garcia. Eran buenos vecinos, una familia acomodada, propietarios de un importante comercio de librería y juguetería en el centro mismo de la ciudad frente a la plaza. El matrimonio tenia tres hijos, dos muchachos de veintidos y veinte años y la pequeña Maria Luisa de diecinueve. Y digo pequeña pues esta chica había nacido con Acondroplasia, el nombre clínico de una condición que todos conocemos como enanismo. Era una chica hermosa, alegre, inteligente, que había terminado el bachillerato con excelentes notas y ahora estudiaba sicología.
La vida cambiaria drásticamente para ellos a partir del día que llego el circo al pueblo. Entraron con un estruendo impresionante, los trailers de los artistas —que eran familias enteras— mas los vagones jaula de los animales. Traían perros caballos, monos y hasta un elefante. Los chiquilines del pueblo estabamos fascinados siguiendo cada movimiento que hacían, mientras se instalaban en un gran predio baldío cerca de las vías del tren. El día de la primera función estaba todo el pueblo presente. Los Ledesma estaban sentados en la misma fila que nosotros, aplaudiendo, felices con el espectáculo. Cuando llego el número de los caballos nos sorprendimos al ver que quien actuaba con ellos era un joven enano de unos 25 años. No pude evitar mirar hacia mi costado donde estaba Maria Luisa que estaba entre sorprendida y feliz. Cuando termino el espectáculo todos los integrantes salieron juntos al ruedo al saludar. Los espectadores aplaudiendo a rabiar, poniéndose de pie y retirándose al mismo tiempo. La familia de Maria Luisa saliendo y ella un poco más atrás mirando al joven enano. Cuando vio que el también la miraba, acerco su manito a la boca y le soplo un beso, el sorprendido, hizo el movimiento de atrapar el beso en el aire y poner su puño cerrado sobre su corazón.
Que decir que a partir de ese día Maria Luisa asistía a todas las funciones que el circo dio. Iba sola, su familia ya había visto la función.
Un mes después el circo empezó a desarmar sus instalaciones y al día siguiente se marcharon con el mismo estrépito que cuando llegaron. Y ese mismo día María desapareció. La familia entera se encerró en su casa. La madre lloraba, el padre y los hermanos estaban enojados con la forma como María Luisa se había marchado. Los vecinos no nos animábamos a preguntar por ella, para evitarles el enojo y el sufrimiento, pero todos sabíamos que María Luisa se había marchado con el circo. Pueblo chico infierno grande, dice el refrán, y es verdad. Pronto supimos que los padres no le perdonaban que hubiera abandonado su carrera universitaria, su futuro acomodado, por seguir a un pobre enano vagabundo pues no tenia ni un lugar fijo donde vivir. Que hubiera cambiado la posibilidad de atender pacientes en un consultorio coqueto, por vivir en un carromato y tener un número corriendo caballos y haciendo acrobacias sobre ellos. A nadie se le ocurrió pensar que ella era joven y que tenía derecho a enamorarse como cualquier persona. Y tampoco nadie pensó que solamente alguien con su misma condición podría ser su pareja.
Pasaron dos meses de aquel funesto día para la familia, cuando llego una postal de Maria Luisa contándoles donde estaban. Les decía lo feliz que era y como esta había sido la mejor decisión que había tomado en su vida. Con el tiempo la familia se fue resignando y cada mes, recibían una postal desde un lugar diferente donde el circo se instalaba y leían todas las novedades que María Luisa les contaba. Luego empezaron a llegar fotos y videos. Al fin terminaron por admitir que todo esto había sido lo mejor para ella. Solo cuando me hice adulta y tuve hijos comprendí cabalmente que los hijos no son de nuestra propiedad y que por muchos planes que hagamos, ellos seguirán su camino. Y así está bien.

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8 comentarios

  1. 1. forvetor dice:

    hola Isabel
    bonita fábula sobre la libertad y la responsabilidad/paternidad.no puedo añadir mucho, la estructura es correcta y por un momento hacia el final pensé que no iba a haber una conclusión sólida, pero me equivocaba. bien hecho!
    precisamente por esa corrección el único error grave que ve llama mucho la atención… por qué las frases: “Los espectadores aplaudiendo a rabiar, poniéndose de pie y retirándose al mismo tiempo. La familia de Maria Luisa saliendo y ella un poco más atrás mirando al joven enano.” tienen los verbos en gerundio?? si el resto del texto usa el pretérito perfecto..
    supongo que no te apeteció hacerle frente al desafío porque he encontrado varios adjetivos calificativos 😉
    un saludo, nos leemos!
    Sergio Mesa / forvetor
    http://miesquinadelring.com/

    Escrito el 27 mayo 2014 a las 17:08
  2. Hola Sergio. Gracias por comentar! Lo del uso de gerundios fue deliberado. Pensé que le daba mas fuerza a la imagen. Evidentemente no lo logré. En cuanto a los adjetivos, no pude,lo intenté, pero no pude jajajajaj.
    Nos leemos!

    Escrito el 28 mayo 2014 a las 14:05
  3. 3. Ana Vera dice:

    Preciosa y conmovedora historia… que te tiene absolutamente enganchada hasta que llegas al final, un gustazo leer un relato así… ¡Enhorabuena!

    Escrito el 28 mayo 2014 a las 20:21
  4. 4. NHICAP dice:

    Hola Isabel,

    Bonito relato escrito con pulcritud y una prosa muy sencilla que hace fácil su lectura y comprensión. Muy de acuerdo con la moraleja final.
    Trata de repasar los acentos, faltan en algunos verbos en pasado, por ejemplo en vió y acercó, y en algùn pronombre.
    Gracias Isabel por contarnos esta historia tan entrañable.
    Un abrazo

    Escrito el 29 mayo 2014 a las 12:09
  5. 5. Emyl Bohin dice:

    Hola Isabel

    Muy bella historia. Tu forma de contarla tiene (en mi humilde opinión) un estilo periodístico. Me ha recordado a esas crónicas que semanalmente leía en las revistas que compraba mi madre.

    Un gran trabajo.

    Enhorabuena.

    Escrito el 29 mayo 2014 a las 23:27
  6. Gracias Ana Vera,NHICAP y Emyl por sus comentarios. Los espero cada mes y me ayudan mucho. Tengo problemas con los acentos jajajaja pondré más atención!! Nos leemos!!

    Escrito el 30 mayo 2014 a las 19:51
  7. 7. Chiripa dice:

    Isabel, es una historia muy bien narrada que nos ha permitido leerla de un tirón.
    Enhorabuena!!!

    Escrito el 1 junio 2014 a las 20:09
  8. 8. José Torma dice:

    Hola Isabel, tu relato me recordo una cancion que decia.. “hay el amor, cosa tan rara”. Me gusto mucho la estructuracion, aunque sigo con mi trauma de los puntos y aparte, tal vez este solo en esto jaja.

    Me gusto mucho, me hiciste aprender una nueva palabra Acondroplasia, lo malo es que no me dejaste buscar, me dices que es, cosa que aprecio.

    Lo de los gerundios si resuena y si fue a proposito pues mision cumplida.

    Saludos y felicidades.

    Escrito el 9 junio 2014 a las 21:25

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