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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Brindis - por maude

-¡Señoras y señores! Para todos ustedes, sin descanso, sin dilación y con mucho cariño, nuestro espectáculo que se forja en el país de las maravillas: el ciiiiiiiiiiiiiiiiirco.
(Aplauso, aplauso)
-Con todos ustedes, de nuevo, como siempre, con fuerza y tesón los equilibristas que se mantienen en el filo de la cuerda.
(Música, música)
-Miren! Miren! Qué capacidad, qué entereza y equilibrio. Los dos y sus cuerpos de fibra. Caminan por y para el peligro. Balanceándose de un lado al otro, de un lado al otro. Siempre en el filo, nunca caen.
(Oooh, ooooh)
-Y ahora, desde las tierras del norte donde el frío es de hielo, donde los hombres se visten en pieles y matan lobos a puñetazos: La mujer, de altura sin parangón y su feminidad hecha pelo. Contemplen su mirada de profundidad, su cuerpo que recela fuerza y crueldad. Su barba.
(Silencio, silencio)
-Y los payasos de risa que contagia, de la que se pega en la boca. Se ríen de todo y de nada. Siempre bromeando y lanzando chorros de agua de sus flores de goma. Miren, miren, como le toman a uno el pelo constantemente. Ahá! Y ahora le bajan los pantalones a uno que no está por lo que tiene que estar. ¡No te enfades, hombre!
(Carcajada, carcajada)
-He aquí los que lanzan cuchillos y dagas por doquier. ¡Cuidado con su espalda! Y aciertan siempre en la diana, rozan las vestiduras y a veces las rasgan. Pero no se preocupen, no hieren a muerte, solo lastiman.
(Uuuuuy!Uuuuy!)
-Y con orgullo les presento al señor que ostenta tener la fuerza de mil hombres, tal vez más. Observen y admiren sus músculos de fibra que difícilmente los atravesaría espada o cuchillo. Todos le temen y sin embargo todos dependen de él. Y su bigote que se ondula a cada levantar las pesas. Maestría en esencia.
(Aplausos, aplausos y más aplausos)
-Finalmente, y sin esconder mi preferencia, tengo el placer de presentarles al león, ya saben no sería el circo sin él. Su rugir, su vigilar, su apresar… ¡No se asusten! Ferozmente ha sido entrenado para darle a usted, sí a usted un beso. No se preocupen, les mostraré como puedo meter mi cabeza dentro de sus fauces…
(Color rojo, color negro)

¿Qué espectáculo verdad? Mientras chocan sus copas, un brindis (chin- chin), sonríen y el mundo a su alrededor se les asemeja a un circo de los de antes, de farándula que envejece con el paso de las horas. Y el reloj irremediablemente arrastra el paso de las horas. Han vuelto a hacerlo, han vuelto a mirar de ese modo que escapa de la realidad.
(Camarero, otra de lo mismo.)

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3 comentarios

  1. 1. Gabontza dice:

    Me ha parecido muy original, aunque a algunas cosas no les veo la similitud con nada que podamos tener cerca, pero eso es bueno, te hace pensar. ¡Enhorabuena!

    Escrito el 27 mayo 2014 a las 18:54
  2. 2. Ana Vera dice:

    ¡¡Qué divertido!! yo creo que con un poco de imaginación sí que podríamos encontrar similitudes para asignar esos papeles en cualquier grupo.
    Me ha gustado mucho (aplausos, aplausos)

    Escrito el 29 mayo 2014 a las 12:51
  3. 3. José Torma dice:

    Hola Maude.

    Un relato muy propio y correcto, nos llevas de la mano en una funcion de circo especial. Imagenes muy logradas. Felicidades.

    Escrito el 9 junio 2014 a las 18:08

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