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CIRCO EXPRESS - por Abbey

CIRCO EXPRESS
El silencio de la noche se interrumpió, como casi cada jornada, por los gritos que escapaban de la roulotte de Frank y Ariadna.
A pesar de lo cotidiano del hecho, hasta el grupo de perritos que utilizaban en su espectáculo enmudeció y no volvería a oírseles ladrar hasta mucho tiempo después de que la pelea y los golpes cesaran. Cuando llegaba ese momento, la puerta de la caravana se abría dando paso a una Ariadna magullada y en sollozos que se dirigía a las jaulas de los caballos y pasaba el resto de la noche cepillando su pelaje y tragando su dolor hasta que el sol se alzaba por encima del horizonte. Con el soniquete del cepillo arriba y abajo y el relincho de los animales, el resto de los habitantes del circo soltaban el aire retenido y resoplaban a su vez temiendo que una noche de esas la historia terminaría mal.
Sin embargo, fue un día de esos cuando la historia dio un giro que nadie esperaba.
Hasta las fieras en sus jaulas parecieron entender que algo pasaba cuando oyeron las sirenas de un coche de policía acercándose. Una patrulla llegó hasta el lateral de la carpa central y de ella bajaron dos policías de uniforme preguntando por la mujer de Frank Dayne.
Emilio, el payaso, levantó la mano y con el dedo índice apuntó en dirección a la roulotte de Ariadna. Allí, en la puerta, a medio camino entre un escalón y el siguiente, ella los miraba con la perplejidad dibujada en la cara a medio maquillar. La cantidad de maquillaje todavía no era la suficiente como para cubrir los efectos de un puñetazo en su ojo izquierdo.
Los agentes se acercaron con las gorras bajo el brazo en señal de respeto: — Señora Dayne, lamentamos comunicarle que hemos encontrado el cadáver de su marido a unos dos kilómetros de este lugar con signos evidentes de haber sido asesinado.
Ariadna casi perdió el equilibrio: —¿Qué dicen?¿cuándo?¿cómo ha ocurrido?
—Señora, no se nos ha autorizado a dar más detalles. Lo único que le podemos decir es que en algún momento de la noche su marido ha sido estrangulado.
El segundo policía que hasta ese momento había guardado silencio carraspeó y dijo: —Señora, tengo que hacerle una pregunta. ¿Dónde se encontraba la pasada noche?
Un coro de voces desafiantes se alzó de entre el peculiar grupo de personajes circenses que había ido rodeando la escena: —¿Cómo se atreven a insinuar que ella es la culpable?, ¡qué valor tienen viniendo a insultarnos a nuestra casa!
Jorge, el ventrílocuo, se acercó a los oficiales: —Señores, todos los componentes de este circo hemos sido testigos de que la señora Dayne ha pasado la noche en los establos con los caballos. No se ha movido de allí. Puede preguntar a quien desee.
—Es cierto. Todos lo hemos visto—afirmaron varias voces.
Los agentes, percatándose de que la tensión iba en aumento, decidieron abandonar el lugar recordándoles a los presentes la obligatoriedad de permanecer en los alrededores.
Cuando los ánimos se calmaron, la reunión se fue disipando hasta que sólo quedaron Ariadna y cinco de ellos.
—Volverán— suspiró Ariadna
Jorge tomó su mano y le dio un beso con delicadeza.—No te preocupes mi amor. Es imposible que lo averigüen.
—Ni yo misma lo acabo de entender. Repítemelo por favor—pidió Ariadna.
—Claro cariño. Ian llamó a vuestra puerta y con la excusa de que dos de sus leones habían enfermado, convenció a Frank para salir e ir hasta las jaulas. Allí estaba Mark que haciendo gala de sus dotes de prestidigitador consiguió con un movimiento rápido rodear su cuello con uno de los pañuelos de Emilio. ¡Que irónico que el arma homicida vaya a ser expuesta en cada función delante de cientos de personas!
El payaso Emilio sonrió y levantó una ceja a la vez que asomaba el pico de un pañuelo del interior de su bolsillo.
—¡Cómo se retorcía el cabrón!—prosiguió Jorge.— Cuando por fin murió, Chris lo ató al caballo con las cuerdas de su trapecio y lo tiró a unos kilómetros de aquí. Mientras tanto, yo estaba contigo en la caravana gritando e imitando lo que ese maldito bastardo solía hacer. Cuando Chris volvió con el animal, tú lo limpiaste y borraste toda huella de su aventura. Y lo mejor es que todos fueron testigos de ello.
Ian sacudió un ejemplar de “Asesinato en el Orient Expres” en sus manos:—Hay que volver a los clásicos. Nunca fallan.

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12 comentarios

  1. 1. forvetor dice:

    hola Abbey!
    me gustado el espíritu del texto, el circo como familia, el detalle del libro de Agatha Christie y eso de que todos colaboraran con sus propios “trucos de circo”… pero creo que ha quedado un poco coja. no me acaba de convencer que la resolución sea un narración directa de uno de los personajes. claro que en 750 palabras tampoco es que tengas mucho espacio para explayarte 😉 pero puede que hubiera ganado con una resolución menos directa.
    en concreto la fase “Allí estaba Mark que haciendo gala de sus dotes de prestidigitador consiguió con un movimiento rápido rodear su cuello con uno de los pañuelos de Emilio” es muy poco natural como para ponerla en boca de un personaje, además de necesitar alguna coma.
    un saludo compañera! nos leemos!
    Sergio Mesa / forvetor
    http://miesquinadelring.com/
    pd. supongo que el desafío lo dejaste pasar, porque he encontrado bastantes adjetivos en el relato 😉

    Escrito el 27 mayo 2014 a las 16:31
  2. 2. Abbey dice:

    Hola Sergio.
    Gracias por tus palabras, por cierto, muy acertadas. La verdad es que no estoy muy satisfecha con el trabajo de este mes. No le pude dedicar el tiempo necesario y al releerlo me estoy tirando de los pelos al comprobar mi atrevimiento. ¡Pero de todo se aprende!.
    Gracias en cualquier caso.

    Escrito el 27 mayo 2014 a las 17:14
  3. 3. lunaclara dice:

    Hola Abbey: no añado nada a lo que dice forvetor…
    Me gustado un montón! Me ha sorprendido gratamente la alusión a Agatha Christie y la forma de cargarse al marido peleón.
    Gran relato!
    Felicidades!!

    Escrito el 28 mayo 2014 a las 16:08
  4. Empiezas con tensión, eso me gusta. La primera frase ya me ha generado curiosidad por esos gritos y por qué son cotidianos. Es una buena historia en general, que me sorprende al final con que estaba todo amañado para cargarse al maltratador.
    Disfruta de las vacaciones!!
    Un abrazo.

    Escrito el 28 mayo 2014 a las 18:02
  5. 5. Ana Vera dice:

    Me ha gustado mucho, creo que atrapas muy bien la atmósfera de las novelas de A.C. y por eso no resulta impropio que los personajes se expresen con un tono y en un registro que quizá no es el que les corresponde.
    Una cosa que no me ha gustado es esta frase: “Sin embargo, fue un día de esos cuando la historia dio un giro que nadie esperaba.”

    Escrito el 29 mayo 2014 a las 11:00
  6. 6. Aurora Losa dice:

    Bueno, Abbey.
    La historia va muy bien encaminada hasta que pones en boca de los autores el relato del asesinato, quizá hubiera quedado mejor sustituyendo la confesión por los resultados de la investigación policial.
    Empiezas introduciéndonos en una escena cotidiana e hiriente muy bien estructurada, donde la pasividad del resto del circo nos indigna un poco más. La sorpresa del asesinato también la has encajado genial, pero esa confesión da con todo al traste, aunque me encanta el final “Hay que volver a los clásicos”. Eso es un puntazo que nos devuelve al estilo del principio del texto.
    Espero que nuestras opiniones te sirvan de ayuda. En sí el relato me ha gustado bastante salvo por ese detalle, puede que con más espacio puedas lucirlo un poco más y darle otro toque, siempre si tú quieres, claro. ;P
    Enhorabuena.

    Escrito el 30 mayo 2014 a las 12:45
  7. Hola Abbey. ¡A mí me ha encantado! Soy una gran fan de Agatha Christie, siempre la leía de pequeña. No añado nada a lo que dicen los compañeros, pero se nota que sabes que podías hacerlo mejor y que las prisas y las 750 palabras te traicionaron, así que no te preocupes,como bien dices, de todo se aprende. Coincido con Ana con la frase que no me gusta, pero son detalles.
    Enhorabuena, es un texto muy bueno.

    Escrito el 1 junio 2014 a las 10:31
  8. 8. Abbey dice:

    ¡Cuántas visitas!. ¡Qué bien!
    Luna Clara y Virginia, gracias por vuestra positividad. Siempre sabeis encontrar el “algo bueno” de un relato.
    Ana, tomo nota de tu apunte. Intenté hacer un juego con la frase anterior pero veo que no resultó como esperaba. Te lo agradezco.
    Aurora y Aina, mi intención era incluir un Poirot en escena que deshiciera el ovillo pero me ahogó el límite espacial y tuve que recurrir a un plan B. Gracias por vuestro esfuerzo e interés.
    A todos os agradezco la valentía para apuntar lo no “tan bueno” de los relatos de otros. Aunque es el objetivo de estos talleres y la mejor manera de aprender, no es fácil hacerlo con los “tesoros” de los demás. ¡Enhorabuena por eso!
    Felices vacaciones y hasta la vuelta

    Escrito el 1 junio 2014 a las 20:28
  9. 9. Adella Brac dice:

    Coincido con lo ya comentado. Se hace raro que tengan que explicarle a Ariadna algo en lo que ha participado. Por lo demás, me gusta 🙂
    ¡Un saludo!

    Escrito el 4 junio 2014 a las 09:48
  10. 10. Emmeline Punkhurst dice:

    Hola Abbey:
    No sé si a los compañeros les ha pasado, pero a mi me ha sorprendido el giro argumental ya que de tener en mente que iba a ser una historia trágica y melancólica he pasado a ver que es un relato más bien de novela negra.
    Me ha enganchado mucho 😉

    Escrito el 7 junio 2014 a las 19:15
  11. 11. José Torma dice:

    Hola Abbey.

    Antes que nada un jalon de orejas…

    “La verdad es que no estoy muy satisfecha con el trabajo de este mes. No le pude dedicar el tiempo necesario y al releerlo me estoy tirando de los pelos al comprobar mi atrevimiento.”

    Es en serio????

    A mi el relato me ha gustado un monton, lo encuentro perfecto en el sentido de que, al menos a mi me engañaste, el giro final me gusto mucho. Coincido con lo forzado del dialogo con lo del prestidigitador pero te digo algo, en los relatos, los personajes hablan como a nosotros se nos hinche el higo.

    Felicidades a mi me gusto mucho y me dieron ganas de releer a Agatha Christie.

    Saludos.

    Escrito el 10 junio 2014 a las 17:19
  12. 12. José Torma dice:

    oops creo que me fallo la tecnologia o si se puso mi comentario?

    Escrito el 10 junio 2014 a las 17:20

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