Payaso llorón - por candela

PARA ENTREGAR A MI NIETA CUANDO YO ESTÉ CON EL PAYASO LLORON

Me he visto en ti.
Yo recuerdo que con mis 22 años lo que quería era conocer mundo, me gustaba estar todo el día haciendo ejercicios, cantando, tocando el piano. Me consideraba fea, por mi morenazo, mi pelucón y mi altura. Vivía cerca de la costa
Un verano vino un circo y sentí que venía a buscarme, nunca yo había visto uno, no sabía cómo olía, ni su forma de vivir pero desde que fui a comprar las entradas ya me atrapó.
Aún puedo oír al jefe de pista diciendo “Señoras y señores, niños y niñas de todas las edades… “ o aquello de “el más grande, el más peligroso, increíble, espectacular,” Cuando presentaba los números .Le veo su sombrero de copa y su látigo, su chaqueta y pantalón, esas manos enguantadas extendidas dando paso al espectáculo.
Allí sentada, en la grada vi aparecer un payaso, sólo lloraba y lloraba, todo lo que hacía le salía mal. No me gustó, así que me levanté para irme pero de repente cayó una flor junto a mí y desde la pista me pedía que la llevara. Pero yo, ni corta ni perezosa alcé mi brazo para lanzarla, él se escondió y de repente estaba siendo detenida por dos payasospolicías y llevada a la pista, me colocaron un nariz y una peluca, me pintaron unas lágrimas y me esposaron al dichoso payaso.
Me puse furiosa, y sólo pensaba en dejar la pista, comencé a caminar y resultó que no pudieron impedir que arrastrara al llorón hasta la segunda fila de la grada. Habían calculado mal la fuerza de una chica.Las esposas se soltaron y me marché corriendo, no me di cuenta, hasta que llegué casa, de que me había llevado la nariz y la peluca.
La decepción había sido tan grande que caí en la cama y dormí como un lirón. Al despertar pensé que había tenido un sueño pero no, allí junto a la cama, sobre la alfombra había una peluca. Inmediatamente descarté la idea de devolverla.
La siguiente vez que vi al payaso fue en mi terreno y por supuesto no lo reconocí, ocurrió en la playa donde yo acostumbraba ir, un chico llegó a mi lado y me pidió que le invitase a comer. Naturalmente yo protesté impetuosamente. A continuación dijo que llamaría a la policía porque le había robado una peluca y una nariz. Me quedé callada, era increíble lo que yo sentí al mirarle la cara, sus ojos. Cada vez que lo miraba, todos los años que estuvimos juntos, sentía lo mismo.
Fui adoptada por la familia circense que me ayudó a formar la mía propia. Me integré en el grupo de payasos, era a la que siempre le tiraban cosas y sacaba al grupo de la pista al final de la actuación. Así comenzó un tiempo donde todo era soñar, conocí muchos lugares, costumbres, gentes con las cuales compartía largas temporadas en el circo, trabajábamos codo con codo sin importar la procedencia, creencia o cultura.
Tu abuelo y yo jamás nos separamos, el fue mi complemento perfecto así que cuando enfermó supe que no podría seguir en el circo, decidimos volver al punto de partida, aquí al pueblo, a la playa a disfrutar del tiempo que nos quedara.
Él se fue, ya nada era igual, pero tenía que ver como mi nieta encaminaba su vida y ha resultado ser la persona que ha elegido vivir como nosotros. En el circo , por eso quiero que tú tengas esta caja, que jamás he dejado que vieras y que contiene la peluca y la nariz con lo que comenzó todo.
Te deseamos en nombre de tu abuelo y el mío propio lo mejor. Besos de dos payasos llorones.
Mayo 2014

Candela