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Columpiándonos - por Cristina

Web: http://cris182al.wordpress.com/

No había nadie, ni siquiera se oía el ruido del viento entre los árboles, ni el sonido del columpio al moverse. Se notaba que aquel patio echaba de menos a sus niños. El mes de agosto daba por fin paso a setiembre. Era el primer día del curso y Beatriz, la profesora de inglés, estaba ansiosa por volver a la rutina de sus clases. Ya tenía preparadas las primeras horas del día y tenía ganas de ver a los niños. El verano había sido horriblemente aburrido. Entre las solitarias paredes de su apartamento las horas se le hacían cada vez más largas, pero lo que más la atormentaba era el recuerdo de aquellos brazos que un día la abrazaban con cariño. “Tengo que olvidarle”, se decía una vez tras otra, más no podía dejar de pensar en esos labios carnosos y esa mirada tan dulce. Enamorarse nunca debería estar mal.

Beatriz se había levantado más puntual que nunca y a las ocho ya estaba en el colegio. Buscó entre los pasillos, en las aulas, en la sala de profesores, e incluso en el patio. Pero no le encontró. Pensó que sería mejor así, y tras saludar a algunos de sus compañeros se metió en el aula.

Al terminar la clase, y después de un breve descanso y un muffin de chocolate, Beatriz consiguió pasar parte de la mañana sin pensar mucho en Carlos. Le tocaba vigilar el patio, así que sacó un café de la máquina de la sala de profesores y fue hacia allí.

Las niñas más habilidosas se colgaban boca abajo de las barras, algunos niños corrían entusiasmados y otros intercambiaban cromos en silencio.

Beatriz se apoyó en una de las columnas del porche ya que desde ahí podía ver todo el recinto. Le dio un sorbo a su café y se metió el pelo detrás de la oreja. Estaba de mal humor. ¿Para qué se había esmerado al elegir su vestimenta para hoy? ¿De qué le servía ir perfecta? De todas maneras, él no estaba allí. No la había echado de menos en todo el verano. No le había enviado ni un mísero mensaje.

“Beatriz”, le dijo una voz grave. Era él, sin ninguna duda.
Se giró tranquilamente aunque por dentro estaba nerviosa, y tenía ganas de abrazarle, pero no lo hizo.

“Carlos”, contestó. “Vaya, hacía meses que no te veía, ¿cómo ha ido el verano?” Intentó sonreír aunque le salió un gesto raro. No sabía muy bien qué decir.

“Bien, ya sabes. –hizo una pausa- Fui a Berlín con los niños”, dudó un poco y al final añadió “y con Ana”

Le vi mirando al suelo, no se sentía bien hablándome de ella.

“Eso es genial”, le dije y miré hacia un grupo de niñas que cantaban y saltaban a la comba.

“Pero te he echado mucho de menos”, dio un paso hacía mi y acercó su mano a la mía.

“Carlos, estamos en el patio. Están todos aquí”, contesté. Nos miramos fijamente y me bañe en esos ojos verdes que tanto me gustaban y que me atraían a él.

“Quiero que sepas que no hay un solo día en el que no me haya acordado de ti”, dio otro paso y se apoyó con un brazo en la columna frente a mí. Estábamos muy cerca.

“No me has escrito”, le dije mordiéndome el labio. Él acercó su cara a la mía todavía más.

“Sabes que no podía”, contestó mientras me acariciaba la mejilla.

“No te creo”, le dije apartándole la mano. Le estaba picando, sabía que no podía enviarme mensajes pero aun así me molestaba.

Se revolvió el pelo y me puso una mano en la cintura, atrayéndome a él, estaba impecable, su perfume me estaba nublando la mente y sus ojos recorrían cada parte de mí. No podía aguantar más. Noté demasiado silencio en el patio y me di cuenta de que no había nadie a nuestro alrededor.

“¿Dónde están los niños?, pregunté asustada.

“Los niños están en clase, ya ha sonado el timbre”, sonrió. “¿No te has dado cuenta?”

“¿Tienes clase?”, dije ignorando su pregunta.

“Estoy libre”, contestó.

Me cogió de la mano y en silencio me llevó hacía el cuarto donde se guardaban los cachivaches de Educación Física. No me resistí. La zona estaba desierta, había esperado a volver a encontrarme con él todo el verano. Le deseaba. Me besó mientras me apremiaba hacía él con todo su cuerpo. Cerró la puerta de una patada, sin despegar sus labios de los míos.

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11 comentarios

  1. 1. Cristina dice:

    Muchas gracias a los tres comentaristas de mi texto que señalaron el fallo principal del relato, el cambio de persona en la narración. Sin duda es un error bastante gordo que se me escapó debido a la falta de tiempo y a las ganas de participar en el taller aún sabiendo que no podía dedicarle muchas horas.

    ¡De todo se aprende! 😉
    Un saludo.

    Escrito el 31 octubre 2014 a las 23:58
  2. 2. isabel pérez dice:

    Hola Cristina!
    Me parece que has estructurado perfectamente tu relato,es cierto que existe ese cambio de persona en la narración, pero no me parece decisivo,creo que es parte del pulso de la prosa,el lector tiene suficiente información para saber en qué momento de la historia se encuentra,no hay problema.Un saludo!

    Escrito el 2 noviembre 2014 a las 00:05
  3. 3. Cristina dice:

    Muchas gracias, Isabel 🙂
    Me alegro de que opines así, me dio rabia caer en ese error, pero ¡que le vamos a hacer! Lo tendré en cuenta para la próxima.

    ¡Un saludo!

    Escrito el 2 noviembre 2014 a las 13:56
  4. 4. Aurora Losa dice:

    Hola, Cristina.
    A mi me ha gustado que optases por una historia menos tétrica de una profesora, en este taller ha habido mucha inspiración triste y de decadencias o de terror y se agradece algo más cercano y rutinario como el desengaño amoroso.
    Sin embargo encuentro un problema al leerlo y es que nos presentas a Beatriz desde los ojos de un narrador y, de repente, me encuentro con ella contando la conversación.
    En cualquier caso, me ha gustado la historia y me encanta la frase: “Al terminar la clase, y después de un breve descanso y un muffin de chocolate” ¿qué mejor desayuno para una profe de inglés?

    Escrito el 6 noviembre 2014 a las 12:47
  5. 5. Cristina dice:

    Hola, Aurora
    Muchas gracias por leerme 🙂 Me encanta escribir historias de amor y de desamor, así que aprecio mucho tu comentario.
    Como ya comenté el cambio de narrador es un fallo muy gordo que se me pasó totalmente por las prisas 🙁 Espero que no dificulte demasiado la lectura.

    Como profe de inglés te digo que es el desayuno estrella para nosotros 😉

    ¡Un saludo!

    Escrito el 6 noviembre 2014 a las 13:06
  6. 6. Ángel Gabriel dice:

    A mi el relato me gusto, esta bien estructurado, la narración aunque tiene ese cambio a primera persona ni se nota, la atmosfera esta bien recreada, muestra la escena en lugar de contarla, porque uno se puede imaginar lo que esta pasando enel relato. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡FELICITACIONES!!!!!!!!!!!.

    Escrito el 7 noviembre 2014 a las 04:06
  7. 7. Cristina dice:

    Muchísimas gracias por tu comentario,Ángel.
    Me alegra mucho leeros! Pronto pasaré por vuestros relatos 🙂

    ¡Un saludo! 😀

    Escrito el 7 noviembre 2014 a las 15:23
  8. 8. Wolfdux dice:

    Hola Cristina,

    un relato muy bueno. No me van este tipo de relatos pero lo he leído de un tirón y lo he disfrutado. Felicidades.

    No me ha parecido tan brusco el cambio de narrador, coincido con Isabel.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 10 noviembre 2014 a las 19:08
  9. 9. Cristina dice:

    ¡Muchas gracias, Wolfdux! 😀
    Me alegra que pienses que es un relato muy bueno, aun teniendo sus fallos.

    Gracias por leerme 🙂
    ¡Un saludo!

    Escrito el 18 noviembre 2014 a las 00:15
  10. 10. Marcelo Kisi dice:

    Hola Cristina!
    Te acabo de dejar un comentario en el cuento del pasaje del terror. Me alegra haberte “perseguido para atrás”. Me encuentro con una narradora que no era nada “dark” sino más bien una romántica (me tuve que fijar en tu blog a ver si eras la mmisma Cristina en ambos cuentos ;-)) y encima docente igual que yo. Nada, que eso da cuenta de una narradora ecléctica, que se las da bien con más de un género. Aquí el tono romántico sensual tiene un aire a “50 sombras de Grey”, y el sugestivo final no necesita nada más. Excelente!

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 21:06
  11. 11. Cristina dice:

    Hola Marcelo!

    Me acerqué a esta edición pasada para ver si me habías dejado tu opinión 😀 Me alegra que me hayas seguido hacia atrás, así que muchas gracias de nuevo, la verdad es que comentarios como el tuyo le levantan a una el ánimo!

    A ver si te animas en la próxima edición del taller, no dudaré en pasarme por tu relato! ^^

    ¡Un saludo!

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 01:02

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