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para conseguirlo hay que materializarlo - por conchi

PARA CONSEGUIRLO HAY QUE MATERIALIZARLO

Dos largos años retirada de mi clase, por aquel fatídico accidente. He vuelto de aquel coma profundo, la vida me ofrece nueva oportunidad, que quiero aprovechar valorando cada segundo.
Por fin estoy con mis niños, los más necesitados, es una clase agotadora para otros, en la que se ha estado cambiando con frecuencia de profesores. Yo en cambio, siento que los necesito.
Lo primero que me he propuesto cambiar, es el nombre con que se designa a esta clase, “La clase de niños deficientes” todos somos deficientes en algo, me niego aceptar, que mis niños carguen con esa losa que los discrimina.
Las puertas del cole, se abren, hoy es un gran día, nos divertiremos, a pesar de que este colegio también es deficiente, recortes, sobre recortes y más recortes. Pido permiso para dar la clase en el patio. Tendrá que ocurrir un milagro caído del cielo para poner remedio a tanta deficiencia !Esto sí es ingenio! Lo escribo en una cuartilla, con letras grandes, “Hoy caerá del cielo, remedio para las deficiencias del colegio”. Todo es especial, jugamos con esta frase, dos palabras por niño, las repetimos hasta llenar con cuartillas las paredes del patio. Dibujamos, coloreamos, recortamos y cada niño tiene que ponerlas en el lugar que corresponde, letras amarillas, verdes, rojas, dejo que los niños pinten con libertad mezclando color, sorprendiendo la propia imaginación, creando un colorido espontaneo alejado de toda lógica, un mundo nuevo en el que ellos son protagonistas.
El pequeño, absorto, deja caer sus pinturas, y con los ojos fijos en algo que ha detectado en el cielo, llama nuestra atención. Seguimos esa luz brillante que se acerca con rapidez, cayendo brutalmente a nuestros pies, dejando un socavón en el patio, a la vez que todos los cristales de las aulas cayeron estrepitosamente, sobre nosotros. Impactada por el fenómeno, y la curiosidad de saber que era todo esto, rocé la superficie de aquel objeto. Alguno de los profesores, que con tanto estruendo bajaron al patio, me grito, ¡No lo toques! hay que llamar a las autoridades, parece un meteorito.

No hizo falta llamarlas, en ese momento se presentó una pareja de la Guardia Civil, que también habían observado dicho fenómeno.
––¿Están todos bien? ––pregunto uno de los guardias. Observé que los niños no estaban,
––¿Dónde están los niños? ––me pregunte con el ceño fruncido y la respiración contenida, con la mirada los busqué, sin hallarlos, sentí un nudo en la garganta, la preocupación invadía mis sentidos, pedí ayuda, con la voz temblorosa puse en alarma a todos los presentes,
––¿Dónde están los niños? Estábamos aquí, cuando ocurrió. ––uno de los guardias, intento tranquilizarme.
––Se habrán asustado, estarán por ahí escondidos en alguna parte.
––¡Dios! Como hayan salido del colegio,
––Señora, tranquilícese, las puertas están cerradas,
––Dirigí la mirada a las puertas, vi que una de ellas había un boquete lo suficiente grande, para que los niños hubieran escapado. El pensar que podían haber salido, alteró mis emociones.
La voz de un compañero, gritó desde un extremo del patio,
–– ¡Aquí hay dos! ––di gracias a Dios, corrí hacia ellos, los abracé, pregunte por los demás, a lo cual me respondieron con gestos, estaban metidos en cajas de cartón apiladas junto a la pared, asustados. Los abrace a todos juntos y los acerqué de muevo al lugar, para que vieran y tocaran aquella piedra caída del cielo, que lejos de ser el remedio para las deficiencias del colegio, lo había hecho más deficiente, haciéndome sentir culpable.
Los guardias nos dijeron que no lo tocáramos, que se lo iban a llevar al laboratorio, para su investigación.
––Yo tengo esta tarde un examen en la Universidad, si no les importa, lo llevare yo misma, seguro que desean preguntarme algo, al haberlo vivido de cerca.
––Es acertada la idea, ––respondió uno de los guardias. Y se despidieron.
Mis compañeros me ayudaron a cargarlo en mi coche y esa misma tarde lo llevé al laboratorio. Debieron ver algo especial en él, cuando llamaron al Dortor Richard B Hoover, astrobiólogo del Centro Espacial Marshall de la agencia espacial estadounidense (NASA).
No pasó mucho tiempo cuando se pusieron al habla con la Directora del Colegio, informando del gran hallazgo encontrado, ya que dicho Doctor cree haber encontrado bacterias que demostrarían vida extraterrestre.
Esto fue suficiente para que nos dieran la ayuda necesaria, no solo para reparar los desperfectos ocasionados, sino para eliminar las deficiencias, siendo catalogado nuestro Colegio de importancia histórica.

Conchi Moreno

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1 comentario

  1. 1. Miranda dice:

    Hola Conchi, soy una de las personas que te comento en privado.
    Una parte interesante del taller es comentar una vez que esta colgada la recopilación, así consigues que otras personas tambíen te lean, te recomiendo que pongas comentarios en otros textos. Si quieres puedes empezar por el mío, estoy en el número 53.
    Puedes además comentar a otros que me comentan a mí, así te darás a conocer.
    Saludos
    Nos leemos

    Escrito el 29 octubre 2014 a las 13:58

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