El misterio - por Cande

El autor/a de este texto es menor de edad

Mi nombre es Amy. Y tengo doce años. Este año iré a un colegio nuevo. Porque mi madre se separó de mi padre y me tuve que mudar. Mi antiguo colegio queda lejos de mi nueva casa. Por lo tanto nos encargamos de buscar uno que nos quede relativamente cerca. Pero no es el caso.
Les quería contar una historia. En realidad es un rumor, no importa ahora. Parece real y para mí lo es. La siguiente historia, es acerca del colegio al que iré. Pongan mucha atención porque acá empieza el relato:
Mitad de la semana, alumnos en el recreo.
Los chicos jugaban a la bolita en las rejillas del piso. Intentaban embocarla en los agujeros que ésta tenia. Las chicas sentadas en ronda, se contaban chismes y secretos.
Este colegio, no era como los demás. Era distinto. Los padres los dejaban un primero de marzo, con valijas y mochilas y los iban a buscar un treinta de noviembre con sus autos.
Ésta escuela tenia dormitorios que tenían una cama marinera cada uno. Eran simples, pero lindos.
La idea era que no se interrumpa tanto el desarrollo de los alumnos, que no lleguen tarde a las clases.
El edificio también constaba de un comedor y una enfermería.
Un día, dos amigas encontraron en la cartelera del pasillo una nota. Ésta decía que se enfermarían todos aquellos que reprobaran materias.
No les dio importancia, sin embargo una de ellas conservo aquel pedazo de papel.
Esa misma tarde, a la hora del almuerzo todos empezaron a caer como moscas a la enfermería.
Las chicas se asombraron tanto, que pensaron que era solo coincidencia.
Más tarde encontraron en la pizarra de la clase del profesor de ciencias un texto que decía lo siguiente:
Se enfermaran todos aquellos que se copien las tareas y se copien en las evaluaciones.
El tema comenzó a asustarlas, le tomaron una foto a la pizarra y se fueron.
No más tarde de eso, la enfermería comenzó a llenarse de nuevo. Y las amigas decidieron investigar acerca del tema.
Comenzaron a juntarse todas las noches en sus habitaciones para charlar y dar posibles culpables.
La mañana siguiente otra nota apareció. Esta vez, clavada en la frente de la enfermera.
Decía: Morirán aquellos que intenten saber quién soy.
Ellas se asustaron tanto, qué pensaron como sabría el culpable, que estaban buscándolo.
Por lo tanto decidieron dejar de hacerlo en sus habitaciones, y lo hablarían en el almuerzo. Más disimuladas.
Mientras tanto el colegio entero estaba de duelo por la enfermera.
El colegio empezó a vaciarse, porque los alumnos se lo comentaban a sus padres, entonces se los llevaban por las dudas.
Comenzaron a enterarse todos los integrantes del colegio, decidieron ayudar para encontrar al culpable. Ese mismo día decidieron juntarse en la biblioteca, nunca había alguien allí, por lo tanto nadie sospecharía.
Debatieron toda la tarde, pero el “culpable” secuestraba alumnos y los mataba.
Era tan exagerado este personaje que llego a matar a ¾ de la escuela.
Uno de esos días comunes, la directora se hizo un lugar de su trabajo estresante y salió al patio para observar a los alumnos. Al ver que no había nadie:
-¿Dónde están los niños?- Exclamó.
La verdadera realidad es que ya no había niños… ¼ de ellos se fue por miedo y ¾ fue secuestrado y asesinado. Lo sé, suena exagerado, al principio yo tampoco lo creía, hasta que me lo contó la propia directora.
Nunca se supo, quien fue el asesino, ni porque mataba alumnos inocentes, nadie investiga por miedo. ¿Sera esto real? No lo sé, pero lo que estoy segura, es que lo primero que voy a hacer en esa escuela es descubrir las razones del asesino. No pararé hasta averiguarlo.
Buscare un grupo de personas dispuestas a combatir este caso, que ¿Quién sabe? Podría ser la propia directora quien lo haya hecho.
Espero que les haya gustado esta historia, pronto les informare más sobre esto. Si es que sigo viva.

FIN
Candela, 13 años.