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Era Verano - por Isabel Pérez

Era verano. Ya hacía tiempo que no llovía, y el polvo se había posado en los alerones del edificio como charquitos de tiempo muerto.El patio del colegio estaba desierto, excepto por la presencia de la chica,ésta llevaba pantalones vaqueros desgastados, camiseta talla xl y botas militares.Además de un par de cómics y una mochila gris de camuflaje en la que letras de rara tipografía componían lo que quizás parecía un nombre, llevaba una guitarra española garabateada a rotulador, como si no se hubiera querido dejar ni un espacio libre al natural color de la madera, recordando así un diario abierto de par en par. Había pasado la tarde con sus amigas, haciendo planes para el nuevo curso, y para ellas el patio de la vieja escuela era un lugar ideal. Ahora tocaba esperar el bus.

Dejó sus cosas en el suelo y se sentó al estilo indio, sacó un cómic de su mochila y se sumergió en la lectura, olvidándose de todo lo demás.Habían pasado algunos minutos, quizás incluso muchos, cuando advirtió que estaba siendo observada atenta y detenidamente. Dejó transcurrir algún tiempo sintiéndose cada vez más inquieta, y cuando al fin se animó a levantar la vista,se encontró cara a cara con una anciana sentada en uno de los bancos del patio. Era baja, los pies no le llegaban al suelo,tenía la cara cubierta de arrugas y el cabello se veía pobre a pesar de los evidentes esfuerzos por disimularlo con un complicado recogido, en cambio los ojos mostraban un brillo y una viveza que no se correspondían con todo lo demás.

La chica no pudo evitar una sonrisa, quizás por educación, no habría sabido explicarlo, o quizás porque le resultaba simpática simplemente. La anciana le hacía amistosos gestos para que se le acercara. ¿Cómo no se había dado cuenta antes de su presencia?,en fin, daba igual, la cuestión era que por alguna razón no se veía capaz de negarse ante la petición de una persona mayor, pensó. Se sentó junto a ella y, por un momento, estuvo tentada a abrir el cómic y reanudar la lectura, pero descartó la idea en el acto, miró a la anciana, que le sonreía con su boquita desdentada y los ojos plenos de picardía y sonrió a su vez.

¿A ti no te parece que la gente se ríe muy poco últimamente?, la pregunta la dejó perpleja, y no sabiendo que contestar se encogió de hombros e intentó argumentar algo que sonara bien,
justo entonces advirtió la llegada del bus a la parada que había frente a la escuela.

Comprobó con alivio como el conductor reducía la velocidad. Por su parte, la anciana, que miraba con interés el recinto en general, preguntó:

Este no es el colegio…cómo se llamaba…murmuraba mientras se mesaba la barbilla.

Escuela pública "María Auxiliadora", contestó con presteza, y añadió: Este ha sido mi colegio hasta este año, el próximo iré al instituto. Esto último lo dijo sin saber porqué.

¡Ah, si! Ahora recuerdo, si, lo recuerdo muy bien… por cierto,
¿dónde están los niños?

La chica la miró desconcertada, a la vez que se percataba de que el bus ya estaba parando y debería subir en breves segundos. Quiso contestar, pero tenía que darse prisa en recoger la guitarra y todas sus cosas. Un sentimiento desconocido la atenazaba, algo así como pena y simpatía por la anciana, pero el miedo a que se cerraran las puertas se impuso.

Adiós señora, yo me tengo que ir, dijo a la vez que se alejaba. La anciana la miró con ojos que reflejaban cariño y simpatía.

Adiós pajarito, cuídate mucho, y sé prudente…concluyó a la vez que se despedía con su manita menuda.

La muchacha sintió un vuelco en el estómago, y un sentimiento de reconocimiento y necesidad se apoderó de ella, queria vover atrás y preguntarle mil cosas, abrazarla, o simplemente tocarla y ver si era real. Pero ya era tarde para éso, la corriente de pasajeros que subían la había llevado hasta el interior y ahora veía cerrarse las puertas ante sí.El bus arrancó y poco a poco abandonó el lugar, la chica, en cambio, siguió allí, con la mirada clavada en el banco vacío donde antes se encontraba sentada la anciana, y a la mente le vino algo que había leído tras la puerta de unos baños: "es cuando duermo que lo veo todo claro", y decidió que le tenía que poner música a todo aquello…

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7 comentarios

  1. 1. Papan dice:

    Muy bien escrito, la descripción del personaje es muy buena y la historia me ha conmovido…enhorabuena

    Escrito el 28 octubre 2014 a las 16:21
  2. 2. isabel pérez dice:

    Muchísimas gracias Papan,la verdad es que mi cuento padeció un recorte de casi 400 palabras,no me leí las bases bien,mea culpa,y además el penúltimo día se entrega,imagínate que stres,en fin, voy a ver si te encuentro en la lista de relatos publicados!Un abrazo!

    Escrito el 30 octubre 2014 a las 11:18
  3. 3. José Torma dice:

    Que tal Isabel.

    Tu relato es muy bonito y emotivo, pero el manejo de los dialogos me volvio loco. Si fue una decision conciente, es un gran ejercicio, pero para mi no funciono, le robo toda estructura.

    Este motivo me llevo a leerlo varias veces y se advierte algo bonito, una vez que separe mentalmente los dialogos

    Describes totalmente a la anciana y a la estudiante y no me dejas la menor oportunidad de recrearla en mi mente, hasta me robaste lo chimuelo de su sonrisa.

    Pero ideoso aparte, me gusto el tema y como lo desarrollaste.

    Saludos y espero mis palabras no te molesten.

    Felicidades.

    Escrito el 30 octubre 2014 a las 20:02
  4. 4. isabel pérez dice:

    Hola José,aclárame ,por favor, cuando dices “lo chimuelo de su sonrisa”.Un abrazo!

    Escrito el 2 noviembre 2014 a las 02:44
  5. 5. FMM dice:

    Hola Isabel. Me ha gustado mucho la descripción de los personajes. Leyendo el relato, uno se hace una imagen mental perfecta de ellas, sobre todo de la chica. La estructura del cuento y la historia están muy bien. Quizás el punto débil es, como apuntan en otro comentario, la parte del diálogo.La falta de guiones en las frases de la conversación,y quien es el personaje que está hablando.De todas formas los diálogos se pueden estructurar de muchas maneras, y puede que tu lo hayas querido hacer de la forma que lo has escrito.
    Un saludo!

    Escrito el 3 noviembre 2014 a las 19:32
  6. 6. Ángel Gabriel dice:

    El relato me gusto, como el anterior al tuyo, es sencillo, sin sobresaltos, no hay nudo en la historia. Los personajes estan bien recreados, en los dialogos falto puntuación, pero el tema, se entiende bien, yo pense que cuando ella no levantaba la vista, quien la veía era un chico, el amor de su vida, o de su infancia, y me sorprendió que era una anciana, eso me gusto, pero me dejo una sensación de vacio en la boca, porque no supe cual fue el objeto del encuentro, y no encontre profundidad y razón en el dialogo, pero no te preocupes mucho por eso, para eso son estos talleres para que todos aprendamos unos de otros, y podamos ir superando nuestros relatos hasta hacerlos como un profesional, lo importante es no desmayar y continuar hasta el final, cuando ya tengamos publicadas un par de novelas. Por el momento esto es solo el principio. ¡¡¡¡¡¡¡FELICITACINES!!!!!!!.
    Si tienes tiempo lee el mío, no es la gran cosa, es el número 16 EL COLEGIO Y LAS MUÑECAS. Coméntalo.

    Escrito el 7 noviembre 2014 a las 03:41
  7. 7. Cristina dice:

    Hola Isabel,
    Un relato entrañable y emotivo. Me ha costado un poco seguirlo y tuve que releerlo varias veces, pero me ha encantado el personaje de la anciana y la historia que debe haber tras ella.

    ¡Un saludo!

    Escrito el 10 noviembre 2014 a las 12:11

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