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Malos recuerdos - por Shoul

La lluvia había cesado hace ya tiempo, aun así el olor a humedad impregnaba el aire de aquel pequeño patio del recreo. Las ramas desnudas de los árboles se mecían apaciblemente al ritmo de la brisa. Para Arthur todo ello le traían recuerdos de cuando había sido estudiante de aquella escuela, nada parecía haber cambiado en doce años, y eso le inquietaba, o más bien lo aterraba, todo era exactamente igual que en aquel día.
Se acercó a uno de los columpios, con la mano desnuda apartó el agua que había quedado encharcada sobre el asiento. Las cadenas chirriaron cuando soltó el peso de su cuerpo sobre este mientras se mecía lentamente.
̶ ¿Qué estoy haciendo? Esto es absurdo. ̶ Suspiró angustiado.
Hacía frio, tenía los pies empapados, y la sola idea de seguir en aquel lugar le ponía aún más nervioso. Pero había decidido aguantar un rato más. En alguna parte de internet había leído que los psicólogos ayudaban a sus pacientes a superar fobias y traumas mediante una terapia de choque, que obliga al pobre infeliz a enfrentarse cara a cara con aquello que le atormenta. Estaba cansado de aquellos sueños, de revivir una y otra vez lo que ningún niño de ocho años debería haber visto. Arthur estaba convencido de que esta era la única solución.
El tiempo parecía pasar más despacio sentado en aquel columpio. Hasta las nubes y las ramas parecían ralentizadas. Era desesperante, quería salir de aquel patio, pero por alguna razón no daba paso alguno. Presa del tiempo poco a poco quedaba más ensimismado por sus pensamientos, hasta que de pronto se vio así mismo con ocho años, jugando en ese mismo columpio y rodeado de los niños con los que había jugado durante los recreos. Todos parecían divertirse. «¡Qué extraña paz!» Pero de pronto otros pensamientos irrumpieron en su mente. El cielo se había oscurecido más aún, y todos los niños del patio se habían puesto en pie, rodeando a Arthur, con la mirada postrada en el suelo, como si quisiesen ocultar el rostro.
̶ ¿Dónde están los niños?
Sabía que solo había sido una macabra broma de su mente, que nada de ello había ocurrido, pero aún le estaba costando distinguir la realidad de su imaginación. El corazón le latía a mil por hora, y el bello de su piel estaba completamente erizado.
Miró al reloj. Las manecillas marcaban las once.
̶ Qué extraño. ̶ Miró a su alrededor en busca de algún niño. En su tiempo esta era la hora en la que los niños disfrutaban del recreo, pero en aquel patio no había asomado ningún niño. ̶
¿Dónde están los niños? ̶ Volvió a preguntarse.
Algo en su interior le gritaba que algo andaba mal, que saliese corriendo, que huyese de aquel lugar y que no volviese jamás. Pero su cuerpo no reaccionaba. Un impulso le guio hasta el interior del edificio. Los pasillos también se encontraban tan silenciosos y abandonados como el patio, y pese a que parecía no haberse limpiado en años, era tal y como lo visto la última vez. Deambulo por los pasillos hasta que encontró una puerta que le resultaba sumamente familiar. Era la clase en la que Arthur pertenecía, la clase en la que todo había pasado.
Posó su mano sobre el pomo de la puerta. Notó que estaba temblando, aquella aula había sido el origen de todas sus pesadillas. Tuvo que tragar saliva para sacar el valor suficiente para girar el pomo de la puerta, a partir de ahí la puerta se abrió lentamente acompañado por el leve chirrido de las bisagras poco lubricadas.
̶ No… no…. no es posible. ̶ Cerró sus llorosos ojos, e inspiró una larga bocanada de aire, luego espiró. ̶ No es real, es tan solo tu imaginación. Cálmate.
Pero al abrir los ojos nada había cambiado. Todos los niños yacían muertos sobre sus pupitres, con ojos abiertos como platos, de los cuales brotaba un rio de sangre. Pero para Arthur todo se centraba en un punto. Sin fuerza alguna se tambaleo hacia la mesa que en antaño le había correspondido. Finalmente se desplomó sobre las rodillas, tan perplejo que ni las lágrimas podían brotar de su incredulidad al verse muerto a si mismo doce años atrás.

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3 comentarios

  1. 1. Chiripa dice:

    ¡Hola Shoul! Me ha gustado como has narrado tu relato y el vocabulario , metáforas y símiles utilizados!
    Con razón Arthur está traumatizado y después de lo que le sucede aquí no me extraña que necesite más terapias de choque. jajjajaja

    Te anoto algunos detalles que quizás quieras considerar para la versión final del relato:

    * “…Para Arthur todo ello le traían recuerdos de..” Mejor: Para Arthur todo ello le traía recuerdos … (todo ello es singular así que el verbo debe ir en singular)

    * Tildes en guio (guió), Deambulo (Deambuló),

    *”… el valor suficiente para girar el pomo de la puerta, a partir de ahí la puerta se abrió lentamente acompañado por el leve …” Mejor: …el valor suficiente para girar el pomo de la puerta, que se abrió lentamente acompañada por el leve… ( eliminar a “partir de ahí” y agregar “que”) y acompañadA (cambio de “o” por “a”)

    Te invito a pasar por mi relato “El Grito” (#111) @
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-19/1969

    ¡Felicitaciones y Feliz fin de semana!

    Escrito el 31 octubre 2014 a las 14:04
  2. 2. isabel pérez dice:

    Hola shoul!
    Me ha gustado muchísimo tu relato,francamente sabes mantener la tensión narrativa,no me esperaba el final….
    La atmósfera que se intuye es misteriosa,hay como una reserva por parte del personaje principal que da a entender que esta historia no acaba aquí,¿me equivoco?
    Un saludo.

    Escrito el 2 noviembre 2014 a las 00:54
  3. 3. Ángel Gabriel dice:

    Me gusto mucho desde el inicio, presentas la atmosfera adecuada a la trama, tiene estructura porque hay presentación, nudo y desenlace, presenta un coflicto, el de la muerte, tiene intriga, porque se despeja la misma al final del relato, hay expetativa, por saber en que terminará; El personaje principal esta muy bien elaborado es redondo, el Genero de suspenso esta bíen creado, tiene sintesis porque tiene un final definido.
    Si tienes tiempo lee y critica el mio, es el número 16 EL COLEGIO Y LAS MUÑECAS. ¡¡¡¡¡¡¡¡FELICITACIONES!!!!!!!!!

    Escrito el 17 noviembre 2014 a las 01:33

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