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Amor fraterno - por Fernando Sanz Félez
Web: http://dosmildiasconjulia.blogspot.com.es/
AMOR FRATERNO
Ramón Valente no sabía qué iba a pasar, pero sí sabía que cuando tuviera que explicar a la policía por qué estaba allí a esa hora y de aquella manera no iba a encontrar ninguna justificación válida. Y sin embargo sí la había. Tenía que ayudar a su hermana pequeña.
Se desnudó en el centro del patio a la hora prevista. Dejó la ropa tirada en el suelo y esperó con las manos delante tapando el sexo. Apenas un par de minutos después aparecieron unas pequeñas cabezas en una ventana. En unos segundos fueron todas las ventanas del aula las que se llenaron de cabezas y un rumor ascendente de mar embravecido. Inmediatamente fue la totalidad de las cristaleras del patio las que estaban hirviendo. Algunas chicas se apoyaron en el alfeizar para gritar obscenidades. Sus comentarios soeces eran celebrados con júbilo por sus compañeras. En una ventana empezó a descender la persiana como si cayera el telón de un escenario, pero sólo consiguió que se incrementara el número de cabezas en las demás.
Por una de las puertas del patio apareció una monja. Era la Directora del Colegio.
—Tápate, sinvergüenza —gritó intentado que se le oyera entre el griterío.
Detrás de ella, otra monja la seguía a la carrera. La Directora se paró.
—¿Dónde va, por Dios, dónde cree que va? ¿Dónde están los niños? —la increpó.
—Pues —dudó mirando las cristaleras del patio repletas de cabezas— en clase.
—Se equivoca, hermana. Están en las ventanas —las señaló con un gesto circular de las manos—. Y quiero que estén en clase. Apartadlas de ahí —continuó andando hacia el joven que tenía frente a ella cuando se detuvo otra vez y se giró hacia la monja que ya se estaba retirando para cumplir las órdenes recibidas—. Y llamad a la policía. Este mocoso no me va a arruinar el último día del curso —se dijo para sí.
Siguió avanzando hacia el centro del patio mientras por otras puertas iba saliendo todo el personal de Secretaría y Biblioteca para contemplar con sus propios ojos qué estaba generando semejante escándalo. Ramón Valente sonrió. Era lo que había estado esperando. Todo el colegio estaba mirando. Recogió su ropa del suelo y sujetándola delante de los genitales empezó a correr en círculos a lo largo del patio. Detrás de él corría como podía la madre Directora, el portero y todo el personal administrativo del centro. Sus quiebros y fintas eran jaleados con gritos de desbordante alegría por todas las alumnas y alguna de las profesoras que no podía reprimir su risa. En ocasiones levantaba las manos en señal de triunfo dejando su desnudez al descubierto bajo una lluvia irrefrenable de aplausos, piropos y olés. Estuvo así algunos minutos. De repente se detuvo. Por la misma puerta por la que había aparecido la directora apareció una chica repetidora del último curso que se adelantó hacia él lentamente.
—Ramón, ¿qué haces?
—No sé —sonrió dubitativo.
—¿Lo conoces? —la interrogó resoplando la Directora.
—Sí. Claro. Es mi hermano.
Hizo una señal a todos para que la dejaran actuar a ella. Avanzó hacia él lentamente y le abrazó. Todo el colegió explotó en un griterío ensordecedor y un aplauso unánime.
—¿Lo has conseguido? —le preguntó al oído antes de que el portero le cogiera del brazo.
—Sí —respondió ella con una sonrisa—. Está hecho.
A continuación, una vez calmadas las aulas, mientras Ramón Valente salía en un coche patrulla hacia la comisaría acompañado por su hermana, la Madre Directora y la Jefa de Estudios se reunían en la Sala de Juntas de Dirección con los tutores de cada uno de los cursos.
—Exijo que esto no vuelva a ocurrir jamás —exclamó indignada mientras se sentaba presidiendo la mesa. Pasaron algunos minutos de silencio absoluto. Luego, poco a poco su rostro se fue relajando. Miró a su alrededor y sonrió—. Anda que menuda ocurrencia. Estos críos. Que Dios me perdone, pero cada día están más locos. Pero, bueno, supongo que no ha pasado nada.
Pronto empezaron a reírse. Y así, entre risas y bromas, firmaron conjuntamente una por una las actas con las notas finales de todos los alumnos que los responsables de la Secretaría fueron poniéndoles sobre la mesa.
En ese mismo instante, en la comisaría, mientras Ramón Valente declaraba ante la mirada divertida de un policía, su hermana, sentada en el descansillo, sonreía con la seguridad de que ese año por fin había aprobado. El colegio había terminado.
Que divertido relato. Totalmente descriptivo, vi claramente toda la accion. Si algo puedo comentar es el uso de ciertas palabras, por ejemplo…
“Se desnudó en el centro del patio a la hora prevista. Dejó la ropa tirada en el suelo y esperó con las manos delante tapando el sexo.” Me sono raro el sexo, tal vez suena mejor “tapando su sexo” mas especifico a lo que esta pasando opuesto a lo subjetivo que la frase “el sexo” evoca. Esto lo repites mas delante ” sujetándola delante de los genitales empezó a correr” delante de sus genitales me parece correcto.
Pero pequeña cosa en un relato que me ha resultado de lo mas divertido y quiero pensar que yo, en un momento dado, haria algo similar de loco por mis hermanos jajaj
Felicidades
Gracias, José. Sí, visto ahora me resulta extraño el porqué de haber escrito así el sexo… Pero bueno, salió así.
Quiero agradecer a mis críticos sus opiniones. Especialmente a aquél que criticó el uso de las minúsculas tras los guiones. Realmente no conocía esa regla de poner punto, guión y mayúscula cuando lo que se escriba entre guiones no sea referido a dijó, comentó, etc… Me sorprendió y fui a mirarlo en el libro que estoy leyendo… y zás… en efecto. Cuando indica una acción distinta a la expresión del diálogo se pone con mayúscula trás punto y guión. He aprendido algo.
Gracias. Un saludo
Fernando,
Un relato muy divertido y conseguido, muy bien contado escrito… Coincido en el comentario de Jose con “el sexo” o “su sexo”.
De todas formas,creo que has hecho una pequenia trampa… El colegio es de ninas,o eso das a entender, y lo mas normal es que la monja hubiera dicho “Donde estan las ninas?” en vez de los ninos, lo que hubiera invalidado el relato… Por poner un pero mas que nada, pues me ha parecido muy buen relato, pero si el colegio hubiera sido mixto hubiera funcionado igual.
Enhorabuena y nos leemos!!!!
jajaja sí, un poco de trampa sí hay. Pero con una salvedad, cuando tuve a mi hija me explicaron las sanitarias que al referirse a los pequeños los trataban a todos como “los niños” englobando el masculino a la totalidad. Y por ahí lo usé. En efecto, lo correcto habría sido “las niñas” pero no creo que el ordenador no hubiera sido tan sutil con el lenguaje… Me pareció un problema menor… También me lo comentó alguno de mis críticos. Bien, mea culpa…
¡Me encanta! Me he reido muchísimo leyendo tu historia. Resulta tan visual que incluso me iba imaginando al chaval dando vueltas en pelotas por el patio con las monjas detrás. Buenísimo, de verdad, tienes un sentido del humor divertidísimo.
Muy bien relato, te salen muy naturales tanto los diálogos como las descripciones y mantienes la intriga de la historia hasta el final. Enhorabuena.
Hola, Fernando. El verano bien, supongo. Da gusto volver a empezar el “curso” y encontrar nombres conocidos, es algo que se echa de menos del cole y seguro que la hermana de nuestro valiente también lo descubrirá pronto. La que han liado para cambiar las notas.
Dicho esto, el texto me ha resultado un tanto caótico, no sé si de forma intencionada para reforzar el propio caos que el protagonista quiere generar, pero me he perdido especialmente cuando ya le tienen cogido, creo que hay demasiada gente para coger a un chiquillo desnudo en un patio, me ha recordado a la apertura del programa de Benny Hill (claro que también puede ser esa tu intención)
En fin, que me voy por las ramas; la historia es muy divertida y lo más destacable para mi sería la escena que da comienzo a todo, casi veía brotar las cabezas en las ventanas.
Hola Fernando,
Confieso que tu relato me hizo reír a carcajadas. Disfruté la estructura, lo bien hilado y narrado y, como te dije, el humor que le imprimiste.
La trampa de la chica se perdona con el acto de solidaridad fraterna.
¡Enhorabuena! Espero leerte el mes próximo
Gracias por tu comentario a mi relato
Feliz fin de semana
Hola Fernando
No quiero ser el segundo en hacer referencia a Benny Hill, así que me callo. Un relato muy alegre y risueño, me gusta el estilo. Espero leerte más veces.
Un saludo!
Es genial…!!! al principio me empezó a dar pena porque lógicamente me recordaba a los exhibicionistas que acuden a los colegios, pero le has dado un toque cómico que me ha encantado y divertido. Tiene intriga porque no te esperas el final, está muy lograda la ambientación propia de un colegio de monjas y es un texto rápido con mucha acción. Me ha encantado por lo impactante y por ese toque picante-escandaloso tan divertido. Muy bueno. Saludos
Hola Fernando, como ya te comenté, un relato muy bueno. Saludos.
Hola Fernando
Me ha gustado mucho tu historia,es divertida y me he enganchado desde el principio,porque no sabía lo que le iba ocurrir al protagonista en aquella situación tan embarazosa.
Creo que como ya se ha comentado, se podría haber cambiado lo de “tapando el sexo”, en mi opinión quedaría mejor que utilizases la palabra genitales.
Enhorabuena por el relato