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Azul - por M. H. Heels

Web: http://mhheels.wordpress.com

– ¿Dónde están los niños?

El patio del colegio estaba vacío. Un siseo eléctrico sonaba a su alrededor, rebotando y colándose por los huecos de las ventanas rotas del edificio. Aquel lugar hacía un eco tan extraño que era imposible saber de dónde provenía. Se quedaron en el patio, alejados del edificio, buscando a los niños con la mirada.

– No han podido ser Ellos – susurró Christine mirando al cielo – no es tan tarde.

– Se habrán escondido al vernos llegar – Sand intentó tranquilizarla pero ni siquiera él se lo creía.

– En la última colonia ya nos habían avisado de Silbadores que atacaban antes del amanecer…

– Y no les creímos – Sand acabó la frase por ella.

– No debí dejarles ir… – dijo Christine para sí.

Un nudo de culpabilidad se agarraba a su estómago. “No debí dejarles ir” repetía en su cabeza. Algo en su interior le decía que no volvería a verles.

Al ver los columpios en el patio del colegio, Jake y Sarah habían salido corriendo hacia ellos. No les había intentado retener, incluso sonrió al verles, hacía demasiado tiempo que no se comportaban como niños.

Sand y Christine giraban despacio en el centro del patio, espalda contra espalda, buscando a los niños con los ojos muy abiertos. Ninguno de los dos se atrevía a llamarles. Christine no podía soportar la sensación de que les estaba abandonando a su suerte. Sentía que debía hacer algo mas por encontrarles, pero apenas se atrevía a respirar.

Después de tanto tiempo, aún no sabían nada acerca de los Silbadores. No sabían si les podían ver u oír o si se guiaban por la energía o el olor de sus cuerpos, pero siempre les encontraban. Daba igual dónde se escondieran, daba igual cuánto corrieran, nunca fallaban un ataque.

Un crujido de cristales llegó desde el interior del edificio. La mirada de Sand lo dijo todo. Christine le conocía demasiado y negó con la cabeza suplicándole con los ojos que no lo hiciera. Intentó sujetarle por la muñeca pero ya era tarde: Sand corría hacia el edificio.

En ese instante notó el olor, ese olor intenso a electrónica quemada que siempre precedía a los silbadores. No tuvo tiempo de avisarle, el grito no llegó a su garganta. El fogonazo de luz azulada la cegó incluso antes de que su cerebro enviara la orden a sus cuerdas vocales, dejándola con la boca abierta. Sand ya no estaba. Sin más.

Siempre era igual. El olor, la luz azul y uno de ellos desaparecía sin dejar rastro, quedando únicamente un siseo eléctrico. No había donde esconderse: ya no quedaban sitios donde huir y ahora ni siquiera estaban a salvo en la oscuridad de la noche.

La mirada periférica de Christine vio una sombra que cruzaba el patio. No se atrevió a girarse. El siseo aún retumbaba a su alrededor, llenándolo todo de vacío, pero pudo oír los pasos que se le acercaban por la izquierda. Un hilo de esperanza le hizo pensar que podían ser los niños, que quizá uno de ellos se hubiera salvado. Aun así se quedó inmóvil y con la mirada fija al frente.

Volvió a notar el olor a electrónica, a la vez que algo le tocaba el hombro. En ese momento soltó todo el aire que tenía retenido en los pulmones, dándose cuenta de que estaba aguantado la respiración.

– No tengo miedo – dijo.

Era verdad.

– Lo tendrás – dijo una voz.

Supo que era verdad.

Y todo se inundó de luz azulada.

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9 comentarios

  1. 1. Nhoa dice:

    No sé si me ha gustado o no, pero lo que sí sé es que no me ha dejado indiferente. Eso me gusta.

    Escrito el 28 octubre 2014 a las 19:45
  2. 2. V de Valdés dice:

    Es un relato muy interesante. Quizás las descripciones son un poco escuetas. ¿Cómo es un silbido eléctrico? Me gustaría que le dedicases un par de adjetivos para imaginármelo mejor, lo haría más característico y novedoso.
    Por otra parte, no puedo evitar pensar que tiene cierta reminiscencia de los libros de Patrik Rothfuss, o eso me ha parecido.
    Muy chulo y diferente, que es de lo que se trata 😉

    Escrito el 28 octubre 2014 a las 21:24
  3. 3. Aldo Brov dice:

    Me gusto como manejas las palabras, un estilo sencillo y con un ritmo agradable.

    No entendi bien si Jake y Sara eran los niños que estaban buscando, es decir, el parrafo “Al ver los comumpios en el patio….” en la linea de tiempo corresponde al inicio? y entonces desaparecen repentinamente y ahi es donde se pregunta ¿Donde estan los niños?, si es asi, no vieron la luz azul?

    El final no me quedo claro, la voz que dice – Lo tendras – era de un silbador? porque no la elimino de una como a Sand? En si no me queda claro el argumento de la historia, y no es que no me haya esforzado como pasa con algunos que opinan, la lei varias veces, te atrapa la intriga que generas pero al final senti que me quede sin nada, solo una duda vacia.

    Igual me gusto mucho.

    Escrito el 29 octubre 2014 a las 14:32
  4. 4. Cesar A. Martin dice:

    Me ha gustado. Me parece un texto muy trabajado. Creo que las partes que ofrecen dudas se deben a que no hay tiempo para que el texto repose, para hacer las correcciones que te permite la distancia, en cualquier caso enhorabuena.
    Un saludo!

    Escrito el 30 octubre 2014 a las 00:26
  5. 5. Aurora Losa dice:

    Buenas, M.H. Qué bien teneros de vuelta.
    No me gusta la ciencia ficción, pero es ver tu nombre, saber que el relato estará en esa linea y me entran ansias de leerlo, me vais a acabar aficionando…
    A mi el relato me gusta, entiendo que puede ser la introducción o el centro de algo mucho más grande (y que me encantaría leer), pero la ejecución es espléndida y me parece que tiene esencia por sí solo. Especialmente me gusta el modo de actura de los Silbadores y su nombre.
    Enhorabuena

    Escrito el 30 octubre 2014 a las 08:17
  6. Buenas tardes, M.H. A mi me ha gustado. Y me ha gustado porque has recreado bien el miedo. Es cierto que hay interrogantes que insinúas y no respondes. Comportamientos que no explicas. Las dudas que plantea Aldo. Y es ceirto, no tienen respuesta y son copmportamientos extraños. Si hay luz, pr qué no la has visto. Si a unos los frién por qué a ella se le acercan. ¿Que son los silbadores? ¿Por qué corre Sand? ¿Por los niños? ¿Para ver a los silbadores? Sí, son muchos los interrogantes. tantos como que podría parecer el prólogo de un texto más largo en el que se explicara por qué a ella se le acercan, por qué corre Sand, dónde van los que desaparecen… Pero eso no quita que el ambiente que has creado sea fabuloso. Me ha gustado mucho.

    Escrito el 30 octubre 2014 a las 15:23
  7. 7. Roger/NHICAP dice:

    Hola M.H.
    Me alegra encontrarte de nuevo por aquí.
    Siempre sorprendes y te mantienes en tu estilo. A mi me ha gustado porque se lee bien y generas la intriga desde el inicio. Como ya te han dicho, el nombre de los Silbadores queda muy bien.
    Espero que en otra ocasión nos expliques cosas de tus Silbadores.
    Un abrazo

    Escrito el 30 octubre 2014 a las 18:42
  8. Me encantan las historias de ciencia ficción y esta me ha parecido muy buena. La única cosa que me chirría es el final, me suena repetitivo el “Era verdad”, “Supo que era verdad”.

    Yo también quiero saber más cosas sobre los Silbadores!!!

    Un saludo, ¡nos leemos!

    Escrito el 1 noviembre 2014 a las 13:31
  9. 9. Wolfdux dice:

    Hola,

    Un relato interesante, en algunas partes, al leerlo no sitúo bien la escena que me estas narrando. Por lo demás… ¿Para cuándo la ampliación/continuación?

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 10 noviembre 2014 a las 19:31

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