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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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LA VIDA POR LA QUE SUSPIRAS - por DavidRubio

Web: http://elreinorobado.blogspot.com

El hombre, aquel que el pequeño Juan llamaba papá; el mismo con el que se acostaba cada noche Susana, su mujer; el tipo del traje gris marengo y mirada cansada, para el resto de los ocupantes del autobús, cogió el teléfono.

—¿Quién es?

—Lo sabes de sobras.

Manuel no contestó. Guardó su móvil en el bolsillo delantero de su traje y apoyó la cabeza en el cristal de la ventanilla. Sus ojos repararon en una adolescente que viajaba de pie en el interior. Apretaba contra su pecho una carpeta con un escudo universitario. Se bajó en la siguiente parada; sus pantalones cortos apenas alcanzaban a cubrir su trasero.

Sacó de nuevo el teléfono.

—¿Diga?

—No está bien dejar a un amigo con la palabra en la boca.

—¿Qué quieres?

—Liberarte, ¿qué si no?

—¿Liberarme? ¿De qué?

—Venga, acabas de ver a ese bombón. ¿Qué te has imaginado? ¿Qué has deseado? ¿Qué te lo impide?

Aflojó el nudo de su corbata y se revolvió sobre su asiento. Vio un gordo con los ojos cerrados; más atrás, un matrimonio aburrido; y, en los asientos traseros un quinteto de jóvenes enfrascados en sus móviles.

—¿Estás en el autobús?

—No me hace falta. Te conozco demasiado para saber lo que haces en cada momento.

—Voy a colgar.

—¿Un día duro en el trabajo? Ese cabrón de tu jefe… ¡Vales más que todo eso! Te mereces otra cosa. Siempre te apasionó la pintura, ¿verdad? Pero eso no da dinero… y lo necesitas ¿Por qué necesitas el trabajo? ¿Qué te impide dejarlo y comenzar de nuevo? ¿Eh, Manuel?

—…

—¿Quiénes sino tu mujer y tu hijo? Tú no puedes hacerlo, pero yo sí. Te voy a librar de ellos esta misma tarde… ¿Lo oyes? ¡Esta misma tarde!

—¡Estás loco! —Manuel no controló su tono. Levantó sus ojos y comprobó las miradas de soslayo del resto de pasajeros. Continuó en susurros— Ni se te ocurra hacerles daño.

—Llegan a casa a las seis de la tarde, ¿verdad? Exacto, hoy es martes y el pequeño Juan tiene kárate y tu mujer, yoga.

—¿Cómo sabes eso? ¡Cómo!… Llamaré a la policía.

—Para decirles… ¿qué? Tranquilo te prometo que no les haré sufrir. Sé cómo usar un buen cuchillo.

—No te acerques a mi casa.

—Ya estoy dentro.

Guardó su móvil y comenzó a sudar. Faltaban tres paradas.

Y eran las seis menos cuarto.

Sentía como si en su asiento hubiera cientos de escorpiones. Se puso en pie y marchó a la zona de salida. Se agolparon en su mente imágenes de su boda, el nacimiento de su hijo… Sintió náuseas.

El autobús circulaba como si una mula tirara de él y por más azotes que se le diera menos avanzaba. Manuel cogió el teléfono.

—No me tienes que liberar de nada ¿me oyes? ¡De nada!

—Te roban tu tiempo; te encadenan a tu vida gris. Podrías conseguir lo que quisieras sin ellos.

—¡No cuelgues!

Un bache le hizo perder el equilibrio y pisó a una anciana.

—¿Se encuentra bien? Tiene mal aspecto —le comentó la señora.

—Disculpe.

Se agarró a la abrazadera. A su lado, una niña le observaba con los ojos abiertos, su madre la cubrió con el brazo y, discretamente, se la llevó al otro lado.

Cuando llegó a su parada y se abrieron las puertas, bajó de un salto. Sintió la mirada condescendiente del resto de ocupantes del autobús, pero eso no contuvo su loca carrera; tampoco lo hizo el semáforo de peatones en rojo.

—Te lo suplico, ¡los quiero! —dijo mientras corría con el teléfono en la oreja.

—Claro que los quieres. Pero esa no es la cuestión.

Llegó exhausto a su portal. Su mano temblaba al acercar la llave a la cerradura.

—¡Susana!¡Juan! —gritó al abrir.

La única respuesta fue su propio jadeo. Se dirigió a la cocina y cogió un cuchillo de carnicero. En la penumbra, cruzó el pasillo, paso a paso, mirando dentro cada habitación.

—¿Dónde estás?

Entró en su dormitorio y encendió la luz. Las cortinas se mecían con la brisa que entraba por la ventana abierta.

—¡Sal de una vez!

—Estoy aquí.

Manuel volvió hacia sí el lado de la afilada y pulida hoja del cuchillo. En ella se reflejaba su propio rostro.

—Ves, siempre a tu lado.

En ese instante, escuchó el ruido de la puerta de la calle.

—Papi, ¡ya hemos llegado!

La cara dibujada en el cuchillo sonrió.

—Será rápido, confía en mí. Pronto iniciarás la nueva vida por la que suspiras.

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21 comentarios

  1. Hola David!! como ya te dije en el blog, me encanta!!
    Un placer volver a leerlo.
    Un saludo!

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 12:36
  2. 2. Bego dice:

    Hola David! Como ya te dije en el blog: Me encanta!
    colocar la frustración como miedo es tan original que solo se te podía ocurrir a ti!
    Un saludo!

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 12:46
  3. Hola David!!

    Como siempre, me encantan tus relatos. En éste consigues que no decaiga la tensión ni un sólo segundo. Me gusta mucho cómo te paras en los pequeños detalles que hacen la historia de lo más creíble, cómo la mirada a la universitaria, el pisotón a la señora, etc…
    Me parecía ser una pasajera más en ese autobús y podía ver el miedo en la cara de Manuel.
    Solo un par de apuntes:
    Creo que es más correcto decir: Lo sabes de sobra (singular)
    Y en esta frase: “Se puso en pie y marchó a la zona de salida” lo de “marchó” me suena raro. Lo sustituiría por se aproximó a la zona de salida por ejemplo.
    Muy buen trabajo, brillante!!!
    Un besote!

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 16:33
  4. 4. Wolfdux dice:

    David, como ya te comenté, un relato magnífico. No me esperaba para nada ese final, jeje. Y sigo pensando en lo que te dije de Lynch.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 18:18
  5. 5. Aldo Brov dice:

    Me gusto mucho, estilo de escritura behavorista, el narrador casi no aparece para contar, son los personajes los que muestran, salvo en pocas ocasiones que se podria cambiar. EJ:

    Y eran las seis menos cuarto. (Lo cuenta el narrador)
    Miró su reloj, eran las seis menos cuarto (lo muestra el protagonista)

    Tambien cuando el narrador usa los puntos suspensivos, siempre recomiendan dejarlo para la voz de los personajes cuando el estilo es similar al tuyo, a no ser que sea un relato en primera persona y el narrador sea el mismo protagonista, “el nacimiento de su hijo… Sintio nauseas.”

    Muy buen ritmo y manejo de la intriga.

    Solamente sigo dando vueltas en el primer parrafo, creo esta algo intrincado, y podria pulirse. Lo de mas, esta de 10.

    Gracias por tu comentario del blog.

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 18:55
  6. Muy buenas David. Como siempre un relato impecable. No te engañaré, yo sí suponía cual sería el final; pero es que ya vamos conociéndonos, je je. Sin embargo es estupendo y totalmente necesario para la historia.
    Me encanta ese hombre que desea liberarse y con ello queda preso por su lado oscuro. ¿O quizás ese lado oscuro ya había salido antes y solo estaba dormido? Hay un momento de la historia en que parecía que ese asesino ya había matado antes.
    La verdad es que es el tipo de relatos que me gustan, los que te van soltando pistas de por donde puede ir el final.

    Felicidades.

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 13:14
  7. Un relato cardiaco, sí señor.

    Un abrazo, ¡nos leemos!

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 18:35
  8. 8. Diego Manresa Bilbao dice:

    David,
    Un gran relato, la tension esta muy bien lograda… Tambien me parecio que el primer parrafo es un poco lioso, y si te digo la verdad, me estaba esperando el final, pero eso no quita lo bien narrado y detallado que esta.. Felicidades!
    Nos leemos!

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 20:32
  9. 9. chiripa dice:

    Hola David, ¡que de locos hay sueltos por ahí!

    Creaste una tensión que sabes mantener a lo ancho y largo del relato. Los diálogos le dan una agilidad a la lectura y con los detalles nos muestras lo que va pasando

    Me ha gustado como en tres líneas del primer párrafo, nos pintas a un personaje cansado e insatisfecho que mantiene a mujer e hijo que si se dan gustos (kárate, yoga)
    (Definitivamente, en este campo, es imposible complacer a todos)

    !Enhorabuena!

    Me gustaría tu comentario a mi relato, el # 36 @
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-20/2044 Te invito a pasar por él.

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 22:06
  10. 10. Anoide dice:

    Este es uno de los que más me han gustado este mes, sin duda.

    Mantienes la tensión y la intriga a lo largo de todo el texto sin dejar que decaiga. Me has tenido todo el tiempo pensando que sería la historia típica del maníaco asesino que se cuela en casa ajena, para encontrarme al final con que estaba más que equivocada.

    La lectura es rápida y sencilla. Los diálogos siempre dan dinamismo al relato y estos están muy conseguidos: van soltando la información justa para cada momento.

    Lo único que, personalmente, cambiaría, es el primer párrafo. Veo que ya te lo habían comentado antes, pero es que a mí también me chirría un poco. Por lo demás, de diez.

    ¡Un saludo!

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 22:53
  11. 11. marazul dice:

    Un relato apasionante. Ese desdoblamiento de personalidad del protagonista es una patología difícil de plasmar. Tu lo haces fácil, con mucha soltura. Felicidades. Un saludo. Marazul

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 22:58
  12. Buenos días, David.
    Poco puedo añadir a lo que han dicho los demás comentaristas. Muy buen relato, con detalles cotidianos que sirven para que nos identifiquemos con él. Muy buen manejo del diálogo (sin duda un maestro) y del ritmo.
    En conclusión, aunque el argumento no sorprenda (al menos en mi caso) se lee con suma facilidad y placer. Por cierto, también es cierto que el primer párrafo (que a mi me ha gustado) es distinto del ritmo y agilidad del resto del relato. Sí, señor, es un placer leerte.
    Un saludo.

    Escrito el 30 noviembre 2014 a las 11:29
  13. 13. Peter Walley dice:

    Me ha gustado, el final lo he visto venir pero siempre me gustan los relatos que juegan con el destino y el libre albedrío, me recuerda un poco a las paradojas temporales. Al final es él mismo el que provoca lo que parecía temer. Bien hecho.

    Escrito el 30 noviembre 2014 a las 14:50
  14. 14. Aurora Losa dice:

    Por lo visto este mes me ha tocado comentar a autores a los que sigo con ilusión mes a mes.
    El tuyo me dio escalofríos, ese toque de esquizofrenia, una situación que parece inverosímil pero que no lo es tanto si justificamos los acontecimientos con algo tan serio como una enfermedad mental.
    Le diste un giro redondo, David.
    Enhorabuena.

    Escrito el 1 diciembre 2014 a las 08:56
  15. 15. Sergio Mesa dice:

    muy buenas maese David!
    un buen relato, como siempre. es verdad que, como dicen algunos compañeros, el final lo vi venir… pero es que lo pusiste fácil: el móvil nunca suena y el protagonista nunca cuelga la llamada. me encantan esos detalles!! un placer leerte como siempre.
    y no tengo nada que objetar. 😉
    un abrazo! nos leemos!
    Sergio Mesa / forvetor
    http://miesquinadelring.com/

    Escrito el 1 diciembre 2014 a las 19:41
  16. 16. Marcelo Kisi dice:

    Hola DAvid! Mira, es cierto que la sospecha se va colando en algún lugar en el medio de la lectura. Es cierto también que el motivo ya existe, a mí me hizo acordar por ejemplo a Angel Heart, el largometraje con Mickey Rourke y Robert De Niro, salvando las distancias, porque ahí había también un pacto con el diablo. Lo que digo es: en este caso la sospecha del final no arruina el texto, que es sencillamente delicioso. El ritmo, el cuidado de las frases, el lugar exacto de cada diálogo o de cada persona o cosa que el personaje ve, la participación de los “extras” en la trama, personajes laterales que también merecen tu atención como creador. Sabes lo que haces, me guardo tu nombre para las próximas! PD: Gracias por el honor de tu comentario a mi relato!

    Escrito el 1 diciembre 2014 a las 20:44
  17. 17. lunaclara dice:

    Hola David: La primera frase, aunque muy larga, es muy buena. Ufff, el ya estoy dentro me ha dado mucho repelús…. Muy buenas descripciones! Mantienes el ritmo de la conversación y la tensión sin decaer, guay!!
    Gran final!! Ese giro me ha gustado mucho. Gran relato!!
    Felicidades!!!

    Escrito el 2 diciembre 2014 a las 10:03
  18. David que gran texto, me has dejado con una sosobra espantosa. Me sigue sorprendiendo el giro que le das a tus historias. Suspenso de principio a fin.

    Espero poder quitarme lo que esta historia me ha producido.

    Un abrazo

    Escrito el 3 diciembre 2014 a las 02:16
  19. 19. Chiripa dice:

    Hola de nuevo, David.
    Agradezco tus sugerencias. Tomaré en cuenta el entrecomillado de los diálogos internos y evaluaré la posibilidad de dejar al prota innominado.
    Suerte este mes

    Escrito el 3 diciembre 2014 a las 03:28
  20. 20. José Torma dice:

    Hola David, mira que parece que sere el numero 20.

    Yo como comento Luis (me parece) si adivine el final, pero solo porque soy fanatico de Stephen King y tu relato me hizo pensar luego luego en “The Dark Half” de este escritor.

    De ahi en fuera, escribes como me gusta, espaciado con dialogos precisos.

    Muy bueno, felicidades, lo disfrute mucho.

    Escrito el 4 diciembre 2014 a las 17:25
  21. 21. Roger/NHICAP dice:

    Hola David,
    Tarde pero tenía que leerte. Y me alegro. Un estupendo relato, creo que el gran acierto es desarrollar la trama con diálogos. Aporta frescura y buen ritmo, combinado con la intriga mamtenida desde el primcipio. No tengo nada que sugerir.
    Felicidades chico y hasta otra.
    Un abrazo

    Escrito el 5 diciembre 2014 a las 19:43

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