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El Probador - por Marazul
De seda, raso, transparentes, encaje o satén. Mara tenía un montón de lencería para probarse, y hoy, que había salido pronto de la oficina, disponía de tiempo para ello.
"Es viernes por la tarde y hora de relajarse"
Con esta intención comenzó poco a poco a desnudarse en aquel pequeño probador en donde el mobiliario se reducía a un gran espejo, una percha, una pequeña butaca rosa y el póster de una chica muy sensual anunciando una marca francesa de lingerie.
La luz era cálida en aquel probador que olía a canela.
"Si en estos momentos la pudiese observar Roberto…!.Menuda sorpresa le iba a dar este fin de semana…!".-sonrió al imaginarlo.
Al mismo tiempo que recordaba a su chico, Mara empezó poco a poco a ponerse las medias; eran negras con costura por detrás, lo que le daba una nota un tanto cabaretera. Éstas terminaban en el muslo y se remataban con una liga ancha de encaje. El tanga, los tacones de vértigo, y la blusa de plumeti también negra transparente, que no había terminado de abrochar, remataban el conjunto.
Se miró de perfil y se vio atractiva, intentó mirarse por detrás y se sintió sensual, la imagen que daba de frente era de lo más erótica.
"Quizás la blusa le quedaba un poco grande"–advirtió-, al tiempo que ponía morritos en un gesto suyo muy coqueto.
"Le pediria a la dueña de la boutique una talla más pequeña".
Entreabrió la cortina del probador pero no había nadie en la tienda. Sólo escuchó unos ruidos que procedían de la parte de atrás. Estos se fueron convirtiendo en voces hasta dar paso a un grito angustiado de mujer.
Mara se quedó inmóvil, sin saber qué hacer, escuchando trasiego de muebles y sonidos extraños.
"Qué puede estar pasando…!".
El llanto de la mujer, que Mara adivinó era de la propietaria, tenía tintes de súplica y un tono desgarrador que nunca antes había escuchado.
Mara se alarmó, "la estaban pegando…!"
La mujer pedía a gritos ayuda, hasta que un fuerte golpe la hizo callar y al momento se escuchó el sonido de un cuerpo al desplomarse.
La risotada de un hombre la dejó helada. Ahora tenía conciencia de lo que estaba pasando y del peligro que corría. Su instinto de supervivencia le decía que debía de mantenerse callada y quieta. Casi no podía, no quería respirar, y sin apenas moverse apagó la luz del probador con el codo.
Se sentó en el pequeño sillón doblando y recogiendo las piernas entre sus brazos para que éstas no pudiesen verse bajo la cortina.
Así de esta manera en la oscuridad se vio reflejada en el espejo semidesnuda y aterrada.
Se acordó del móvil guardado en el bolso que colgaba de la percha. Tan petrificada estaba que no pudo extender el brazo. Sólo pedía en su interior que no sonara, por favor que no sonara.
"Dios mío esto no puede estarme sucediendo…!"
Las voces de aquellos hombres se iban acercando, tiraban al suelo todo lo que se les ponía por delante.
"No tenía escapatoria, la iban a descubrir".
Cuando ya pensó que todo estaba perdido les escuchó hablar entre ellos. Eran dos y hablaban de dinero. Rebuscaban, tiraban cajas al suelo, blasfemaban y discutían.
Fue entonces cuando Mara aprovechó para acercar el bolso. Puso el móvil en silencio y buscó en ajustes hasta dar con el sonido que simulaba LA SIRENA DE UNA ALARMA.
Una mano asomó por la parte superior del probador, agitaba los dedos con intención de agarrar algo.
"Dios mío… la habían descubierto!".
El corazón de Mara se aceleró aún más cuando descubrió que por debajo de la cortina algo relucía. Era el filo de una enorme navaja de acero.
Era un aviso de que aquellos individuos querían jugar. Y eso es lo que Mara más temía.
En esta situación y con el móvil en la mano subió el sonido a su tono más alto y le dio a a aceptar.
El ensordecedor pitido que se escuchó a continuación causó confusión por lo inesperado; momento que aprovechó Mara para salir de estampida arrastrando la cortina y tropezando con uno de los hombres, en una fuga desesperada hacía la puerta de la boutique.
Había perdido un zapato, la sugerente camisa ahora desgarrada, las medias hechas jirones….
De esta manera Mara se encontró en plena calle y sin soltar el móvil comenzó a pedir SOCORROOOO…!
¡Hola, Marazul! Me presento como una de las personas que comentó tu texto. Fue un placer leerte 😀 Espero de corazón que los apuntes que te hice te sirvan de ayuda.
Un abrazo.
Hola, me gustó mucho tu relato anterior por eso he vuelto y me alegro de haberlo hecho porque este me ha gustado más si cabe. Me encanta como pasas de la sensualidad a la angustia, como consigues que el aspecto sexy de Mara se convierta en desvalimiento. Empatizas con ella y deseas que salga de esta, aunque creo que para esta historia se podía insinuar que no escapa, aumentaría el desasosiego, pero seguramente tu final tenga un sentido y una razón que yo no he sido capaz de captar y que tirará por tierra mi apreciación. También te felicito por tu estilo tan visual, parece que estemos allí, viendo toda la escena. Enhorabuena y un saludo de un seguidor.
Hola Marazul,
Felicidades. Estupendo relato, me gustó. El texto fluye de manera sencilla y ágil, con descripciones, muestran más que explican, muy certeras tanto de Mara en el probador, llena de sensualidad bien dosificada, como cuando creas el ambiente de peligro que asusta a la protagonista.
Me encanta la forma sencilla de tus textos que, sin embargo, imprimen profundidad a la historia.
Termino: el desenlace, ¿es precipitado o bien pensado?
Enhorabuena
Un abrazo
Hola amigos:
Anoide, tengo en cuenta todas las opiniones y siempre vuelvo a repasar las críticas. Hay algo que me han comentado, y es que no pusiese los guiones de diálogo. Sin embargo creo, y por favor me corregís si me equivoco, que cuando se trata de un pensamiento (en realidad Mara no habla con nadie, sólo consigo misma) lo correcto es poner las comillas
En un rato me paso por tu relato y te comento. Gracias Anoide.
A Cesar le diría que es verdad, me cuestan los finales malos y voy a intentar ser más perversa jajaja….Es que Mara es la protagonista de muchas de mis historias y la tengo cariño (la próxima vez pensaré en una vecina que tengo muy borde a ver si saco todo lo malo que llevo dentro…vais a ver). Pero pienso como tú que un final más abierto aumentaría el desasosiego. Saludos
Y a Roger le doy las gracias por su comentario, y sí….creo que el final es precipitado. En lugar de miedo da un poco de risa jajajajj……
Os comento los vuestros
Siendo pensamientos, las comillas están bien. Quizá esa persona se equivocó creyendo que Mara hablaba en voz alta.
Marazul, jejeje… El final es verdad que me ha dado un poco de risa. Yo hubiera jugado con los tíos esos…. Habría dado mas miedo!!
Muy bien escrito!! Felicidades!!
Buenas, marazul. ME ha gustado mucho. Me ha parecido muy interesante, como ha comentado César, que la semidesnudez de Mara se convierta en parte de su debilidad. Esa debilidad psicológica que se aplica a los detenidos allí donde no interesa respetar sus derechos. Un hombre desnudo es más débil. Es curioso, pero parece que es así. En cuanto al desenlace, es cierto que parece un tanto voluntarioso. Sale corriendo y en un instante está en la calle. Vale. Pero si yo fuera a dar el palo a una boutique (no es mi intención hacerlo en los próximos días), y además fuera a hacerlo de manera violenta y a pleno día, con intención de quedarme a revisar el local de punta a punta, lo primero que haría es cerrar las puertas y apagar las luces, para evitar visitas inesperadas. Pero no todo el mundo es tan cauteloso como yo y los golpes de fortuna existen.
Muy buen cuento, sin duda.
Saludos
¡Pero no nos dejes así! 🙂
¿Consigue escapar? ¿Qué pasa con la otra mujer? Por dios, continúa la historia en algún sitio!
Ahora en serio, me ha gustado sobre todo la parte en que está escondida subida al sillón, me parece que has acertado mucho con la descripción. Bien hecho.
Hola Marazul.
Tu relato esta genial. Casi muero infartado. Me salvó el final, que me hizo soltar hasta una carcajada.
¿Cómo fue que Mara salió con la camisa desgarrada y las medias hecha jirones? Aquí como que me perdí algo 🙁
Muy agradable de leer, me fliparon las descripciones que aderezan la tensión creciente.
Enhorabuena, Marazul
Agradecida por tu comentario a mi relato, te deseo feliz semana.
Hola Marazul,
Lo que me gusto: El cambiador, la lenceria, ella cambiandose, no hay duda que ese relato le llega a cualquier hombre. Y luego la desesperacion, la intriga, eso te engancha y sientes los nervios. No hay dudas que sabes mantener enganchado al lector. Pero…
Siento que a la estructura le falta el desenlace. Terminas la historia en el punto de maxima tension del desarrollo. Y podria decirse que queda un final abierto, pero es demasiado abierto.
Tu relato esta en tercera persona, y usas un dialogo indirecto. Las comillas se usan para que el narrador exprese los pensamientos o las palabras dichas por el personaje, no sus propios pensamientos. En el dialogo indirecto no se usan guiones. EJ:
1) “Quizás la blusa le quedaba un poco grande”-advirtio-,” Eso iria sin guiones. Aunque si escribieses:
Advirtio que la blusa quizas le quedaba un poco grande. (Sin comillas, eso estaria bien)
Usas comillas en la voz del narrador:
“No tenia escapatoria, la iban a descubrir” Esto es pensamiento del narrador.
“Dios mio… la habian descubierto!” Si esto es pensamiento del personaje deberia estar en primera persona.
“La estaban pegando…! Esto es un laismo que implica un mal uso del pronombre. El sujeto del verbo pegar son Ellos (los ladrones) por eso deberia ser: (Los ladrones) LE estaban pegando (a ella)
Tampoco deberias usar las mayusculas para demostrar mayor intensidad en lo que dices: “LA SIRENA DE UNA ALARMA”
“Si en estos momentos la pudiese observar Roberto…! Menuda sorpresa le iba a dar este fin de semana…!.-Sonrio al imaginarlo. Los pensamientos del narrador no van con comillas.
Tambien el uso de puntos suspensivos en la voz del narrador no deberia usarse, tu los usas para dejar en suspenso una frase. Yo no los pondria.
Salvo estos pequeños detalles, la historia te hace transpirar, buscale un final.
Saludos
Si tienes ganas, te invito a leer el mio
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-20/2126
Hola compañeros de Literautas
Lunaclara: ya me imagino que tu a esos “cacos” les hubieras dado para el pelo….Gracias por tu simpático comentario.
Fernando:ya lo creo que pensé en que lo lógico es que la puerta estuviera cerrada, pero se me terminaban las palabras. Mi idea era crear más terror. Ya sabes como en “La naranja mecánica” o en “A sangre fría”,añadir un poco de sadismo, pero no supe recortar. Gracias por leerme
Peter, la otra mujer está fiambre y mi querida Mara a salvo. Se fue de vacaciones con su chico para relajarse. A ver que nos cuentas en la historia de la isla.
Chiripa:me excedí en el final. En fin, me gusta que me lo digas. Gracias de verdad
Aldo: Agradezco enormemente tu extenso comentario. La mayoría de las correcciones que me haces son de forma y ya que estamos aprendiendo y queremos mejorar prometo poner más cuidado en ello. Muchas gracias por tu tiempo. Un saludo
Hola Marazul,
Es la primera vez que leo un texto tuyo (es mi primer mes) y he de decir que me alegra haberlo hecho.
La lectura me ha parecido ágil y las descripciones son precisas, el lector puede imaginarlas sin problemas. Las únicas pegas que le he encontrado ha sido el laimo “La estaban pegando” y quiza yo hubiera elegido otro final más acorde con el resto del relato.
Hola Marazul:
Me has tenido con el corazón en un puño mientras la pobre Mara se encontraba escondida en el probador. Menuda angustia… Además, creo que has acertado de pleno con el inicio de la historia: creas una atmósfera sugerente para luego introducir el momento de desconcierto de la protagonista al verse sola.
Por lo demás, un relato muy ágil y con gancho. ¡Enhorabuena!
Hola Marazul, a mi tu relato me ha gustado bastante, lo tecnico ya te lo han marcado, yo personalmente me gusta usar las comillas (« y ») para los dialogos internos y cualquier otro narrador con guion largo. El asunto de la puntuacion de los guiones es algo que puedes revisar tambien.
El final me queda chato porque iba muy bien llevado pero tal vez se te estaba terminando el espacio restrictivo de las 750 palabras.
Un abrazo y felicidades.
Ostras Marazul! me gustó mucho tú relato lo encuentro muy realista y sensual. Muy facil de leer y entretenido.
Creo que a lo mejor eres de Madrid, pues allí utilizan bastante el laismo al hablar y por eso se te coló en el texto.
Hasta la próxima! me gustó tú estilo al escribir.
Me gusta mucho tu manera de escribir, Marazul. Quizás falle el final del relato, pero me quedo con tu forma de escribir sencilla, directa, sin florituras. A mí me llega mucho más así. Felicidades.
Hola. No pude evitar imaginar a Mara usando lencería (Yo y mi imaginación).
Es una historia que engancha de principio a fin. Se lee de forma rápida.
Unos pequeños detalles:
– El final: concuerdo con algunos chicos que quedó muy abierto.
– El “Dios mío… la habían descubierto!” iría mejor como un pensamiento de la protagonista: “Dios mío… me han descubierto!”
– Por último. ¿Ella también se probó la tanga? Lo digo porque en todas las tiendas que conozco, por norma prohíben a las clientas probarse las tangas por un asunto de higiene. Es un detalle rebuscado por mi parte, pero me quedó dando vueltas.
Saludos, nos leemos.
Pato, tambien pense en eso de que en las tiendas no suelen dejar probar la ropa interior, de hecho una vez intente hacerlo y llamaron a la Policia… jaja
Saludos
El miedo del probador. En ese lugar estamos desnudos, en un lugar que no es nuestra casa, a expensas de alguien que tire de la cortina. Ese miedo lo has conseguido de sobras. El relato se lee muy fácil, a nivel formal Aldo ha dicho todo lo que se puede decir.
En el fondo me quedé a medias en el final. Esa escapatoria queda como una botella de champán sin gas, quizás hubiera recortado de alguna parte para tener espacio para desarrollar un final más elaborado. Se me ocurre, por ejemplo, que de inicio esté en el probador y en tres lineas, ella, desnuda, escuche los gritos.
Un gusto leerte!!!
Un abrazo
Marazul, me encantó tu relato porque me mantuviste en suspenso, tanto por la expectativa que creas al describir la sensualidad de Mara, como por lo que después se viene. Coincido en que un final aterrador hubiera alimentado más nuestro morbo, pero no siempre se puede ser malo y matar a nuestros personajes que tanto esfuerzo nos han costado. En definitiva, me gustó leerte.
Ah, sí, solo una cosa, me suena un poco raro pronunciar “el tanga”, será que en mi país decimos “la tanga”, bueno esa duda me queda.
Un abrazo.
Hola amigos seguro que estáis todos ya metidos de lleno en el nuevo relato de este mes. Parecía fácil ¿verdad?, pero no lo es. Por lo menos para mi. Llevo un par de noches dándole vueltas y hoy precisamente, y mientras cocinaba, se me ha encendido la bombillita de la inspiración….a ver que sale.
Dar las gracias por dedicar vuestro tiempo a leer “El probador”. Es verdad que cometí el pecado del “laísmo”. En cuanto a “la tanga” o “el tanga” creo que las dos formas son correctas, aunque en España se use más “el tanga”.
Un saludo muy cariñoso para todos y Felices Fiestas…!!!
Muy bien escrito Marazul. me atrajo la forma exótica de presentar a tu personaje. LLevas el relato al lado opuesto pues el mismo personaje lo tornas en un manojo de nervios por el peligro que enfrenta. El final me gusto. Con la maniobra de un aparato logras salvarla. por un momento pensé que terminaría en doble tragedia.
Me gusta la forma en la que narras el relato pues se hace fácil de leer y el suspenso hace que uno no quiera detenerse. Debo decir que estoy de acuerdo con los compañeros en cuestión del final muy abierto o precipitado. También debo decir que no pude evitar imaginarme a Mara con la lencería puesta…En fin, te felicito por el relato. Me gustó.
Saludos y nos leeremos en el próximo taller.