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El significado del miedo. - por @alfca30

Web: http://pensamientodinamico2010.blogspot.com.es/

El coche devoraba los kilómetros de la sinuosa carretera mientras las preguntas se agolpaban en la mente de Mateo una tras otra. Nada sabía de su familia, ya que se crió desde bien pequeño en un orfanato, y el hecho de poder conocer algo de sus raíces le atraía enormemente, aunque también le asustaba.

Días atrás había recibido una carta, de remitente desconocido, en donde le invitaban a un lejano pueblo con la excusa de revelarle todos los secretos de su familia.

¿Tendría algún pariente vivo? ¿Podría verlo?

También se preguntó si en ese pueblo tendrían la respuesta a ese sueño que últimamente le trastornaba; en el que una mujer con el rostro cubierto de pelo se acercaba a él sin mediar palabra.

Su corazón se aceleró justo al llegar al pueblo. De casas encaladas y caminos empedrados, el pequeño reducto excavado en la sierra se preparaba para recibir la tormenta que parecía haber seguido a Mateo hasta allí.

Pidió indicaciones a una de las pocas personas que encontró por la calle, ya que todas desaparecían a su paso, y después de algunos minutos callejeando, encontró la casa.

Probablemente fuera la vivienda más grande del pueblo. Un gran porche coronaba la entrada de la casa, de fachada de piedra y una gran puerta de madera de roble. Mateo reunió algo más de valor, y llamó al timbre.

La puerta se abrió pesadamente y fue recibido por una pareja de ancianos que lo invitaron a entrar amablemente. La familia Anderez era una de las antiguas del pueblo. Además de los ancianos, Mateo conoció a sus dos hijas, casadas hace tiempo con dos de los mozos más influyentes del pueblo, y los hijos de estas.

Durante la cena, le hablaron a Mateo del pueblo, de las familias más importantes, y por supuesto, de la suya. Él era nieto del antiguo tabernero del pueblo; Melquiades, una persona muy querida allí.

Cuando el anciano comenzó a hablar de su padre, los niños salieron rápidamente de la sala. Mateo no le dio importancia y siguió escuchando mientras apuraba su copa de licor. El anciano comenzó entonces a hablar de su nieta, fallecida hace tiempo en un siniestro encuentro con varios chicos del pueblo. Su nieta era la chica más bonita del pueblo, y cuando rechazaba a los mozos no siempre era comprendida. Por eso un día fue raptada por varios mozos y salvajemente violada. Nunca se recuperó de ese acto de salvajismo. Y murió jurando venganza.

Mateo se sintió raro, como paralizado en su silla. Y al observar que nadie había probado el licor, entendió que él tampoco debió haberlo hecho. El anciano siguió hablando; le contó que la sed de venganza de su nieta no acabó con la muerte de los mozos, pues su odio era insaciable, y que no acabaría hasta terminar con todos los descendientes.

Las ansiadas respuestas cayeron como una losa para Mateo que, aun paralizado, poco pudo hacer ante los dos yernos del anciano, que giraron su silla hasta ponerla frente a una gran cortina. Después uno de ellos corrió la cortina, dejando ver tras de sí una puerta negra cerrada con una gran cerrojo.

Mateo oyó como todos los comensales iban saliendo de la sala, hasta que sólo quedó uno de los yernos, que tras mover el cerrojo, liberando la puerta, daba dos grandes golpes en la misma y salía rápidamente del salón, atrancando la puerta al salir.

El ruido de sus pasos subiendo las escaleras desgarraba el silencio ante la impotencia de Mateo. La puerta se abrió lentamente y apareció ella. La mujer con la que había soñado Mateo, y a la que jamás había pensado encontrarse. El pelo, negro y enmarañado, le caía por toda la cara ocultando su rostro, y su vestido, sucio y hecho jirones, apenas la tapaba.

Un grito agudo, proveniente de las mismísimas tinieblas, heló su sangre. El pelo de la mujer se extendió como si fueran tentáculos hasta la silla que aprisionaba a Mateo y le arrastró hacia ella. Su rostro, ahora sin cabello, era la verdadera esencia del mal.

Si no hubiese estado paralizado, Mateo podría haber escrito con absoluto detalle el significado de la palabra miedo. Ese miedo que cala hasta el último rincón del ser, ese miedo que te arranca el corazón mientras sigue penetrándote los ojos, y que te destroza por dentro con el dolor más insoportable.

Mateo sufría los últimos minutos de su vida. Mientras, en el exterior, el cielo parecía querer desgarrarse bajo la tormenta.

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7 comentarios

  1. 1. Alfonso dice:

    Muchas gracias a los tres compañeros que han mandado sus criticas constructivas.

    Tomo buena nota de ellas para corregir el texto.

    Saludos.

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 17:37
  2. 2. Aradlith dice:

    Me ha gustado la ambientación de tu historia, y lo fácil que se lee. Me ha gustado el alma atormentada de la mujer violada. Pero lo que sin dudas más me ha gustado ha sido tu definición de miedo. Felicidades.
    Un saludo.

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 17:51
  3. 3. David Rubio dice:

    Me gustó la historia, elaborada y bien estructurada. Quizás daría mayor énfasis al hecho de que su padre fue uno de los violadores de la nieta y que por eso esta lo quiere asesinar. Siendo algo muy importante apenas se percibe hasta que no lo vuelves a leer.
    Saludos

    Escrito el 30 noviembre 2014 a las 20:33
  4. 4. Darkos dice:

    Me gustó la historia. Lástima que sólo sean 750 palabras. Me hubiese gustado ver esta historia con más despliegue. El único detalle que cambiaría fue el que mencionó David Rubio.
    ¡Saludos!

    Escrito el 1 diciembre 2014 a las 05:38
  5. 5. Job Peró dice:

    Coincido con David y con Darkos con el tema de ahondar algo más en el por qué. Es una lástima que no pudieras extenderte más. Me ha gustado como describes y como consigues transmitir miedo.

    Escrito el 2 diciembre 2014 a las 00:59
  6. 6. U.Monserrat dice:

    De momento de todas las que llevo leidas, creo que es la única que realmente me ha dado miedo. Enhorabuena por el relato, pero coincido con los demás, quizas me falta alguna explicación más para saber que el padre era uno de los violadores.

    Escrito el 2 diciembre 2014 a las 20:28
  7. 7. Marcelo Kisi dice:

    Me gustó mucho la historia, original dentro de un mar de terror. Hay violencia, pero hay también una historia detrás, un por qué, y no meramente un monstruo matando a un inocente porque sí. Bien estructurada, con detalles que se abren y se cierran al final. Es cierto, agregaría un dato sobre su padre. Agregaría también un detalle desolador: si la venganza es para toda la descendencia de los violadores, qué te parecería que Mateo tuviera un hijo, y que en el último momento de su vida pensara en él? Como papá, te puedo asegurar que la definición del miedo se expande hasta el infinito.

    Un detalle nimio: no es recomendable usar expresiones como “la misma” en ficción, porque al ser tan formales rompen la magia narrativa. Se pueden hallar otras soluciones para no repetir palabras.

    Bravo por una historia apasionante!

    Escrito el 5 diciembre 2014 a las 20:21

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