Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Ella y el ejecutor - por Marcelo Kisi

Los verdugos de la era moderna se llaman ejecutores judiciales. Van por la vida entrando en las casas de pobres desgraciados con deudas, empujan a un pobre tipo en musculosa, a una señora gorda indefensa, y se llevan televisores, máquinas de coser, el coche, la dignidad. Mejor dicho, nos llevamos. Eso soy yo también. Un asqueroso ejecutor judicial.

Me encanta mi oficio. Vivo solo y no tengo encima a mis viejos con sus andá a estudiar y con sus cuándo te casás. También me gusta porque puedo sacar mi bronca de modo legal. Los tipos están en deudas, y yo tengo razón en venir a cobrarla. ¿No les gusta? Lo hubieran pensado antes. ¿Qué tenía en la cabeza, señor, cuando sacó esa hipoteca? ¿No lee los diarios, no sabe que los tiempos no están para bollos? Usted señora, deje de tironear y de insultar, siéntese ahí. ¿Por qué se gastó todo en beber? Cuando ejecuto una orden de embargo, es lo más parecido al orgasmo.

Ahí voy de nuevo. Una madre sola con tres chicos, y hay que desalojarla del todo, por retraso de un año en la hipoteca. Esas son mis preferidas, porque son unas putas. Ja, en general lo son literalmente: prostitutas que tuvieron algún hijo con su cafisho, otro con algún cliente, y otro que no se sabe cómo. Con los años quieren retirarse, se compran la casita en los suburbios, abren una boutique con los ahorros de miles de polvos bien habidos.

Toco a la puerta y espero. Toco otra vez. Por ahora es rutina: solo después de la tercera conviene revisar si hay otras salidas. Al final la puerta se abre, y me quedo sin habla. Lo único que me recuerda a qué vine es su expresión de pánico. Es la mujer más hermosa que yo haya visto en mi vida, y no es prostituta. ¿Cómo podría serlo? Tiene reminiscencias de mi profesora de química de cuarto año y de Stephanie Powers, la actriz. Vestida con elegancia, las cejas levemente levantadas por el miedo al desalojo, cabellera abundante, y sensual, muy sensual.

"Eh… Del Departamento de Títulos Judiciales, señora… eh… Buenos días". Dustin Hoffman en El Graduado, al lado mío, era un doctor en sexo y mujeres.

"Ahá, ¿y qué quiere?", dice por fin, y parece que se asustara de su propia voz, quizás por lo exagerado de su intento de hacerse la tonta. Yo, en cambio, por poco me derrito y me dan ganas de abrazarla en lugar de darle la acostumbrada patada a la puerta que le reventara el hombro con que intenta pararla.

"Charlar con usted", me escucho decir, y no lo puedo creer. Vuelve a mirarme de la cabeza a los pies, otra vez hacia arriba… Los ojos de bambi buscando al cazador se encuentran con los míos. Pasa un segundo más, y me abre la puerta. Creo que ambos nos damos cuenta de lo distinto de esta situación. Yo no soy el empleado burocrático clásico, ni ella otra pobre mujer a la que desalojar.

Me hace pasar. Va a la cocina, me sirve un café en la sala. Entonces, mirándome a los ojos, me cuenta su caso. Una mala inversión hizo que su marido se suicidara, dejándola sola con hijos y deudas. Eso es todo, pero no sabe lo que va a hacer. Sus hijos, cada uno con su historia, la vida se les ha ido bien al carajo. Al final me acerco, me mira, el miedo de ella va amainando a medida que me animo a acariciarle el pelo. Al final me consuela ella a mí, porque ya no puedo contener las lágrimas. Toma mi rostro y me besa, nos besamos, hacemos el amor. Sus ojos y sus senos son inolvidables.

Me levanto, me visto. "¿Tenés una valija hecha?" Me mira anonadada, como una bruja que no entiende qué parte de la pócima salió mal. El miedo vuelve, ahora el llanto también. La hago firmar papeles, la cago a gritos, y al final: "¿A la una vuelven los chicos del colegio? A la una y media los quiero a todos afuera. Vos sos de puta madre, pero yo tengo un trabajo que hacer. Sorry".

Los veo salir parado en la calle con un cigarrillo y cara de póker, una mujer con sus hijos hacia un destino incierto. ¿Y yo? Me voy hacia el horizonte, hacia mi próxima aventura, con el corazón desgarrado y el deber cumplido. Qué vida intensa.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

17 comentarios

  1. 1. Wolfdux dice:

    ¡Marcelo!

    Me tocó comentar tu relato. ¡Me encantó! Como ya te dije, los dos primeros párrafos son apabullantes, ¡felicidades!

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 18:05
  2. 2. Marcelo Kisi dice:

    Hola Woldfux!!
    Gracias por tu comentario super estimulante, como que se trata de mi debut en el taller, así que dobles gracias! 🙂 Me paso a leer el tuyo, abrazos!
    Marcelo

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 19:16
  3. 3. Anoide dice:

    ¡Sin palabras! Lo he disfrutado muchísimo. ¡Menudo debut!

    No esperaba una escena de este estilo; has sido muy hábil. Nos hablan de terror y todos pensamos en criaturas sobrenaturales, secuestros, asesinatos… ¿Un desahucio? Yo, al menos, nunca lo habría pensado pero funciona bastante bien. Las situaciones de la vida cotidiana son las que más terror pueden provocar, ya que podrían ocurrir de verdad.

    La narración es impecable. Lo habría pasado muy mal de haber tenido que comentar tu texto porque sinceramente, no lo veo mejorable en ningún sentido.

    Los dos primeros párrafos le imprimen mucha fuerza al texto pero lo mejor es cuando la hace firmar los papeles. Es como una bofetada.

    Me anoto tu nombre para buscarte en la siguiente escena. Y muchas gracias por comentar mi relato, es un placer saber que te gustó.

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 18:24
  4. 4. Marcelo Kisi dice:

    Anoide gracias!
    Un honor tu comentario, viniendo de una veterana del taller que escribe tan bien, no podía tener mejor recibimiento, así que espero estar a la altura en las próximas. La verdad es que el género terror no es mi fuerte, pero para mí fue natural: Iria nunca dijo que había que provocar miedo en el lector, sino sencillamente el miedo como tema, cualquier miedo. Y la verdad es que en nuestro mundo el miedo no es algo que escasee, no? 🙂
    Millones de gracias, Anoide!

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 21:39
  5. 5. Anoide dice:

    Bueno, veterana del taller… No tanto. Aunque llevo tiempo escribiendo por mi cuenta, este es el segundo mes que participo.

    Gracias por el cumplido, e igualmente jajaja 😀

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 22:43
  6. 6. lunaclara dice:

    Hola Marcelo: tu relato es tela de desgarrador. Esta muy bien escrito, ya lo sabes. El tío es un cabrón y lo has retratado muy bien.
    Felicidades!

    Escrito el 30 noviembre 2014 a las 01:16
  7. 7. David Rubio dice:

    Bienvenido, Marcelo!!
    Ya ves que hay muchos relatos. He llegado a este por tus acertados comentarios a otros.
    Un muy buen relato. Miedo, miedo no da… Pero sin duda retratas muy bien al ejecutor, un estilo depurado, pulcro, se nota que tienes mano y tablas.
    El giro final muy bien, magnífico no haberlo terminado con sensiblerías.
    Saludos

    Escrito el 30 noviembre 2014 a las 21:06
  8. 8. onirico dice:

    Como David Rubio busqué tu cuento por lo interesante de tus comentarios a otros .
    Coincido que no hay miedo en tu relato, salvo en el que pueda sentir quien afronte dificultades similares a los “clientes” del personaje.
    Coincido también que te será muco mas fácil expresarte en situaciones diferentes de la vida pero eso no implica que no lo hayas hecho muy bien esta vez.
    Nos seguiremos leyendo seguramente.

    Escrito el 1 diciembre 2014 a las 16:21
  9. 9. Marcelo Kisi dice:

    David y onírico mil gracias por vuestros comentarios, tanto del cuento como de mis comentarios a otros, creo que este intercambio es la parte más rica del taller. En cuanto al miedo, nadie dijo que había que “dar miedo”, sino que fuera una “historia de miedo”. Entiendo que la absoluta mayoría en esta escena lo haya interpretado como “cuento de terror”, pero no son lo mismo. Mi historia es de miedo: de miedo al desalojo. Podía haber sido miedo a un examen en la universidad, a la primera relación sexual, a un marido golpeador, o a las cucarachas. Terror no era la consigna, sino miedo. Y aun si no hubiera cumplido la consigna, ellas son para que nos disparen ideas, no para cumplirlas a rajatabla. Es nada más mi intento de aclarar el punto, porque alguien me lo dijo también en la corrección anónima. Fuera de eso, me alegro que el relatito haya gustado, y por supuesto nos leemos!! 🙂

    Escrito el 1 diciembre 2014 a las 20:56
  10. 10. Chiripa dice:

    Hola Marcelo, antes de mi comentario a tu relato, quiero agradecer el tuyo a “Antes del Amanecer”

    Tu relato esta bien estructurado y muy bien narrado. Acertaste al encoger al narrador en primera persona.
    Has descrito a semejante sádico abusador de una manera tal que me dejaste con ganas de contratar a un matón que le dé una tunda y hasta tal vez lo saque del mapa terrenal. Como ves, me removió una rabia primaria.
    Muy simpáticas las referencias a los actores de cine.

    Te felicito y te doy la bienvenida a Literautas.

    Escrito el 1 diciembre 2014 a las 23:53
  11. 11. José Torma dice:

    Anda Marcelo que buen rollo tiras. Gracias por pasarte por mi relato que si no tal vez no llego y me hubiera perdido el tuyo.

    Un ritmo frenetico, sin cortapisas. Aca en Mexico decimos, “como Indio” a lo que va va, el placer es para el y lo demas a la goma.

    Como te explico que me gusto mucho? pues asi, diciente lo mucho que disfrute leyendolo.

    Saludos y ya estas en mi radar.

    Escrito el 5 diciembre 2014 a las 00:37
  12. 12. Marcelo Kisi dice:

    Gracias mil, lunaclara, Chiripa y José por sus comentarios estimulantes y las bienvenidas! La verdad es que este círculo de amigos es todo un descubrimiento.

    José, así que de México? De casualidad nomás, la próxima escena, sobre la isla, tiene que ver con tu patria. Espero que me haya salido con altura (aunque ten en cuenta que no soy mexicano y que es un ejercicio y que llegado el caso habría que investigar un poco más) y que te guste 🙂

    Saludos!

    Escrito el 5 diciembre 2014 a las 17:32
  13. 13. Cesar A. Martin dice:

    Muy buen relato, un personaje muy bien trazado. El mundo que ambientas me trae al recuerdo el de Luc Besson en El Quinto Elemento y el cinismo del ejecutor no puedo dejar de compararlo con el de Jude Law en Repomen. Por las referencias cinematográficas está claro que te apasiona el cine ademas de enriquecerte con ello, consigues una prosa muy visual. Aún siendo una historia de miedo como defiendes a mi me llevas a las mundos distopícos y deshumanizados que imaginaban Orwell o k. Dick más cercana a la critica de las sociedades. claro está que cada uno tiene su interpretación, lo que está claro es que tiene mensaje. Enhorabuena por la escena.
    Un saludo.

    Escrito el 9 diciembre 2014 a las 21:11
  14. 14. Ángel Gabriel dice:

    Muy bien relatado el tema, escogiste un aspecto cotidiano para transformarlo en algo de terror, porque a quien no le dará terror tener un desalojo judicial, o el bloqueo de tu cuenta de cheques o de ahorros por un embargo judicial que te cae de sorpresa. Verdaderamente cualquiera de las dos cosas es un espanto. ¡¡¡MUY BUEN TRABAJO!!!!!!!

    Escrito el 19 diciembre 2014 a las 04:46
  15. 15. Marcelo Kisi dice:

    César y Ángel gracias por sus palabras! César, no había visto tu mensaje, y realmente me haces gran honor con esas comparaciones. Efectivamente, si bien se piensa hay una opresión en los personajes pero también en el sistema que está más allá de las personas y que las coloca en situaciones imposibles. Esto ocurre en todos los niveles sociopolíticos. Ángel, así es, es el tema de la impotencia que da el límite entre lo que nosotros controlamos en nuestras vidas y lo que el afuera, el sistema, el poder, puede hacerte un buen día, no importa cuánto te esfuerces por seguir con tu vida normal. Y eso da miedo! Gracias a ambos!

    Escrito el 19 diciembre 2014 a las 10:54
  16. 16. Aldo Brov dice:

    Hola Marcelo, me gusta como expones la personalidad del protagonista mediante sus comentarios, un tipo duro, prejuicioso, al leerlo uno sabe que la historia, es una historia de personaje, la trama tendra que ver con como el y su personalidad manejaran la situacion. El que se vea anodadado por la mujer, confirma eso y uno piensa, “bueno, que pasara entonces”, creo que en eso esta el gancho, la resolucion tan repentina, volviendo a ser el frio que siempre fue luego del sexo anula las expectativas que tenia, el tipo hizo lo esperado, nadie cambio, no hubo sorpresa. Uno podria decir que la historia deja como aprendizaje, que los malos siempre van a ser malos luegos de un polvito!

    En el primer parrafo, la frase “Un asqueroso ejecutor judicial” pareciera un juicio de valor hecho por el escritor, mas que por el narrador (el mismo) ya que veo que se siente bien consigo mismo y su trabajo, pues le encanta lo que hace. Tambien evitaria los adjetivos del primer parrago “POBRES desgraciados, POBRE tipo, ASQUEROSO ejecutor judicial”

    Me paso algo con la ambientacion y tambien con la imagen del personaje. En un principio me imagine a un tipo de 30 o 35 años, sobre todo por eso que dice que no tiene a los viejos encima, y tambien pense todo sucedia en la epoca actual. Pero al hacer referencia a Stephanie Powers y a Dustin Hoffman en el graduado pense: “Un momento, esto sucedio en los años 70’s o el hombre este tiene mas de 55 años y por ende, la mujer tambien”, Pase de imaginarme a un Brad Pitt de 35 años a un Clint Eastwood de 55 años, vestido con saco, y pantalones oxford. A otros comentaristas parece haberle gustado, pero yo creo que a no ser que la idea sea ambientar o dar mas informacion de la edad, eso no ayuda.

    Personalmente no me gusta el uso del estilo indirecto para los relatos, no me gusta que me cuenten todo, quiero vivirlo, quiero ver la cara anodadada de la mujer, quiero decir yo mismo, este tipo es mas tonto que Hoffman en el graduado!, el narrador nos conto todo como si se lo estuviese contando a un amigo: “pim, pum, pam, me acerco, me mira y la cago a gritos. Entonces la mina se pone a llorar…”, sera que soy un amante del behavorismo. Ademas con el estilo indirecto los dialogos pueden generar cierta confusion. Cuando surge la pregunta “¿Tenes la valija hecha?”, como supuestamente era una historia de terror, pense que eso lo pudo haber dicho la mujer, a modo de metafora antes de clavarle un chichillo, me esperaba eso, pero despues de leerlo nuevamente me di cuenta que lo dijo el protagonista.

    En fin, detalles quisquillosos, ya que no hay duda de que es un buen relato, con un estilo particular y algo argentinizado.

    Saludos

    Escrito el 23 diciembre 2014 a las 22:13
  17. 17. Marcelo Kisi dice:

    Hola Aldo! Muchas gracias por tu comentario. Evidentemente hay algo raro con lo de llamarse a sí mismo “asqueroso”, cuando en realidad es un amante de su trabajo y de su persona hasta el narcisismo, lo que pasa es que estaría ironizando con la manera en que la sociedad lo ve a él, como si dijera: “Sí como me ven y me cago en todos vosotros”. Por lo menos esa era la idea. Lo de las referencias cinematográficas que confunden su edad, sí tenés razón: la edad de 30-35 es de él, las referencias son mías. Será que es el mejor cine que conozco para hacerlas, tendré que actualizarlas. Lo del estilo indirecto no lo entendí, quizás te refieras a la manera de contar diálogos en lugar de citarlos textualmente. A mí no me molesta en este caso, probablemente porque hay de ambos, la verdad es que no lo pensé demasiado. Tampoco entendí la relación del behaviorismo con el hecho de “contarlo todo”. Pero es cierto que yo soy mejor para la literatura “cinematográfica”, que te cuenta una película que podés ver, que para la narrativa simbólica, donde cada lector interprete otra cosa, como si fuera una pintura abstracta. Definitivamente creo que no soy bueno para eso. Prefiero relatar una historia clara, y que las preguntas sobre qué está metaforizando el cuento sean otras: aquí por ejemplo, el impacto del sistema y su poder en las vidas cotidianas de los seres pequeños, como las que se hablaron en los comentarios anteriores. Te agradezco tu aporte, porque uno así va aprendiendo, no sólo la técnica en sí de escribir, sino también a conocerse a uno mismo como cuentacuentos 🙂

    Escrito el 24 diciembre 2014 a las 20:49

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.