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Una historia de terror - por fernando sanz félez

Web: http://dosmildiasconjulia.blogspot.com.es/

Salimos de clase formando una fila detrás de la seño. En el patio nos esperan nuestros padres. Después nos va dejando marchar de uno en uno según va reconociendo a aquellos que han venido a buscarnos. Mi papá aún no ha llegado. Desde hace mucho tiempo, como no tiene otra cosa que hacer, es él quien me trae y quien me lleva. Y me encanta. Me gusta sentir su mano grande entre las mías. Me siento bien. Pero él, no sé por qué, últimamente siempre está triste.
—Seño, mi papá está triste —le dije a Nati, la monitora, una mañana.
Me sonrió mientras me ofrecía un vaso de leche caliente.
—No te preocupes. Son cosas de mayores.— Me pasó la mano por la coleta, fijándome bien la goma.
Hace un año que desayuno en el cole. Antes, cuando papá no me podía traer a la escuela porque tenía que salir temprano a trabajar, teníamos más dinero y desayunaba en casa con mamá y era ella quien me traía. Pero ahora ya no. Aunque ahora es mucho mejor. Es divertido desayunar con mis mejores amigos del mundo. Leche caliente y galletas. No hay nada mejor. Daniela, Lorena y Cecilia también desayunan conmigo, aunque ellas toman cuatro galletas más que yo y también zumo de naranjas. Que ellas tengan más galletas me da algo de envidia, pero el zumo no. Mamá dice que no lo necesito, pero es que además no me gusta. Después, aunque aún esté oscuro, salimos a jugar antes de entrar en clase y vamos recibiendo en el patio a todos los que van llegando a la Escuela. Es genial.
A veces mi papá espera detrás de la valla hasta que entro en clase. Y cuando me ve correr y saltar sonríe. Saca la mano del bolsillo y me saluda. Mamá siempre intenta hacerle sonreír. Pero no siempre lo consigue. Hace unos días mi mamá entró en el baño y gritó. Me asuste muchísimo y fui corriendo a ver qué pasaba. Cuando llegué vi que mi padre estaba sentado en el suelo y ella lo abrazaba. Pregunté qué estaba pasando, pero ella dio un portazo y cerró. Después me fije en el murmullo que venía de detrás de la puerta y me pareció oír que lloraban. Yo nunca he visto llorar a mi padre. Los niños como Iván sí lloran pero los mayores no. Sin embargo mi papá sí estaba llorando. Cuando le vi sentado en el suelo sostenía una cuchilla en la mano.
En cambio al día siguiente todo fue maravilloso. Papá en lugar de llevarme al colegio me llevó a una cafetería y me invitó a un vaso de Colacao con magdalenas. Antes preguntó al camarero cuanto costaba todo. Él no quiso tomar nada. Dijo que no le gustaba desayunar fuera de casa. Luego fuimos al parque y me llenó de besos. Y me hizo reír muchísimo. Qué gracioso es mi papá cuando está contento.
Aunque a veces me asusta. Últimamente, cada vez que llega una carta se pone nervioso y siento que va a empezar a gritar y a insultar a todo el mundo. Mi mamá no. Sólo coge las cartas, las lee y las arruga aplastándolas con la mano. Después se encierra en su habitación. Cuando eso ocurre mi casa se llena de silencios y miedos.
—No llores, mamá —le pedí ayer cuando se echó a llorar encima de la cama. Para tranquilizarla me tumbé a su lado.
—Claro, cariño, no va a pasar nada. —Se incorporó y se secó las lágrimas con la manga— Nos vamos a tener que ir de esta casa, ¿sabes? Pero buscaremos otra que nos guste más. ¿Vale? — Sonrió.
—Pero seguiremos viviendo cerca de Daniela, ¿verdad?
Se rió, y su risa me ató a ella como un abrazo.
Mi padre acababa de salir de casa.
Hoy me trajo como todos los días. Me dio un beso y se quedó esperando a que saliera del desayuno. Luego, justo antes de atravesar la puerta me llamó:
—Irene.
—¿Sí, papá? —Me sonrió y levantó la mano como despedida. Yo le mandé un beso.— Hasta luego, papá.
Pero no ha venido a buscarme. Y es raro. Siempre llega el primero. Lo veo desde mi pupitre y eso hace que me sienta bien. Una a una mis compañeras se han ido despidiendo según iban apareciendo sus padres.
—Seño, no ha venido mi papá.
Mi profesora me sujeta de la mano en el patio vacío mientras las sombras van poco a poco desdibujando los perfiles.

(A la PAH)

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17 comentarios

  1. Quiero dar las gracias a mis críticos por sus comentarios. Y quiero explicar al respecto por qué he puesto esta escena dentro del tema del terror que nos ocupaba este mes.
    Es cierto que no es un tema de terror al uso. No es terror mágico e imaginativo. Sin embargo, este mes, una semana antes de entregar el texto, me encontré al ir a buscar a mi hija al cole con que una de sus compañeras se quedó sola en el patio ya que la abuela encargada de recogerla se le había pasado la hora (eso lo supe al día siguiente). No pasó nada. Pero la sensación de una niña abandonada en un patio de colegio se me quedó en el pecho.
    Otro día leí la noticia de un padre que se había despedido de su hija en el colegio, volvió a casa, se tomó un café y se tiró por la ventana. Iba a ser desahuciado. Obviamente, 2 y 2 son cuatro. Ya tenía la historia. Sólo pensar que algo así me podría ocurrir a mi me produjo una desazón muy cercana al miedo. Y en una niña sola en un patio de colegio, algo muy cercano a la desolación. Eso quise reflejar. Y por eso lo presenté como una historia de terror. Cierto que más que terror quizás sea más cercano al horror. Aunque, en definitiva, escenas como esa son terroríficas. El terror cotidiano de cada día.
    Un saludo

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 14:02
  2. 2. Wolfdux dice:

    Fernando como ya te comenté en el blog, es un relato duro. Según la RAE miedo es:
    (Del lat. metus).
    1. m. Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario.
    2. m. Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea.

    Así que con creces esta dentro de una historia de miedo, quizás no para todos. Pero imagino que a todos aquellos que tengan hijos habrán sentido un angustia o miedo al imaginarse en esa situación.

    Enhorabuena por esta forma de transmitirnos, quien sabe, tus miedos y el de otras muchas personas más.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 16:50
  3. 3. M. H. Heels dice:

    Es el texto con mas horror de todos los que he leído. He imaginado a mi niño solo en el patio del colegio esperando a un padre que nunca va a llegar… (y no sigo porque se me escapan las lágrimas)
    Este me ha removido por dentro. Seguro que es eso lo que buscabas al escribirlo. Nos leemos

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 16:56
  4. Sí, ese es el objetivo. Remover. Muchas gracias, M.H. Heels.

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 18:20
  5. 5. Paola dice:

    Fernando, no he sentido miedo, por lo menos no ese miedo que nos gusta pasar en el cine, he sentido ese miedo que no gusta sentir, el de verdad, yo también escribí una historia de ese estilo sobre una chica que contrae ebola, pero no he sido, al final,tan valiente como tu y mandé otra. Mi hijo me quitó las ganas de publicar la primera, me dijo que eso no era terror, “era demasiado triste para dar miedo”, tiene quince años…lo pensé y decidí matar a una chica de miedo en una casa tenebrosa…
    ciaociao Paola (105)

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 18:23
  6. Gracias, Paola. Pues te voy a pedir un favor, ponlo en algún blog para que podamos leerlo. Es una pena que algo que se ha escrito con cariño no se lea por temor o por pudor.
    Un abrazo

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 18:46
  7. 7. David Rubio dice:

    Fantástico relato. Nada más leer la primera línea recordé habértelo leído en otro sitio. Reitero mi enhorabuena. Un abrazo

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 00:04
  8. 8. Marazul dice:

    Tu relato me ha encantado Fernando. Es una historia muy bien narrada y muy real. Está bien que nos la presentes a través de los ojos de una niña (eso suaviza las cosas..como en “La vida es bella”), los personajes muy bien caracterizados por lo que dices de ellos y por lo que callas. Y el final es tan triste y desolador que da miedo….mucho miedo.
    Un buen relato. Saludos. Marazul

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 20:31
  9. 9. Peter Walley dice:

    Hola Fernando,

    Me quito el sombrero, qué buen relato. Me parece que pega por completo en el tema del mes, a mí me ha ido inquietando cada vez más hasta llegar al final. Has ido dosificando muy bien la información y la redacción es impecable. Un 10.

    Escrito el 30 noviembre 2014 a las 15:06
  10. 10. Diego Manresa Bilbao dice:

    Gran Relato Fernando!!!!
    Si que da miedo de verdad… Historia buenisima, con mucha ternura, a lo que ayuda la gran idea de narrarlo desde el punto de vista de la hija…
    Mi mas sincera enhorabuena!!!
    Nos leemos!

    Escrito el 1 diciembre 2014 a las 00:02
  11. 11. Aurora Losa dice:

    Bonita la dedicatoria, aunque todo el relato es una en sí misma.
    Habrá quien no sepa catalogarlo como historia de terror, pero yo siempre he creído que temer al hombre-lobo o a los vampiros era ridículo, no exiten. Sin embargo, hay muchas cosas que sí dan miedo y no existe truco, amuleto o hechizo para rebatirlas. A mi me ha encogido el corazón, más teniendo en cuenta la inocencia de su narrador.
    Enhorabuena.

    Escrito el 1 diciembre 2014 a las 11:00
  12. 12. Maureen dice:

    Increíble historia, me has sacado una lagrimilla o dos. El punto de vista inocente de la niña hace que lo que cuentas resulte todavía más duro.

    Tremendo, sin duda el mejor que he leído este mes, enhorabuena.

    Escrito el 1 diciembre 2014 a las 17:14
  13. 13. Chiripa dice:

    Que belleza Fernando, me ha parecido un relato estupendo, tanto en su estructura, como tu narrativa y capacidad descriptiva. Pude ver a través de los ojos de la niña, sentir con su corazón y pensar con su cerebro.
    La narración en primera persona me parece muy acertada,
    ¡Te felicito!

    Te espero @ https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-20/2044

    Escrito el 1 diciembre 2014 a las 22:15
  14. 14. Chiripa dice:

    Buenas noches, Fernando. Gracias por comentar mi relato.
    Si, en un país donde viví, los delincuentes de todos los tipos y grados de fechoría (llamados malandros, palabra que, por cierto, aparece en el diccionario de la RAE) duermen en el cementerio más antiguo de la ciudad capital. De esta manera logran evadir a la policía durante las noches.
    Suerte este mes y que las musas te acompañen en la isla.

    Escrito el 3 diciembre 2014 a las 00:11
  15. 15. Pato Menudencio dice:

    Felicitaciones, y con mayúsculas.
    Sin fantasmas, sin monstruos, sin demonios, lograste transmitir una sensación de miedo y angustia distinta y efectiva (de hecho, te escribo aún con esa sensación en el pecho).

    Excelente relato.

    Escrito el 3 diciembre 2014 a las 22:10
  16. 16. José Torma dice:

    Que tal Fernando.

    Un texto muy sobrio, muy bien escrito, la angustia yo la he sentido al reves, cuando mis sobrinos por gastarme una broma se me escondieron en el centro comercial… ese es terror y no fregaderas. Muy lograda tu historia, en ratos hasta tierna, con una niña entrañable como protagonista.

    Felicidades

    Escrito el 4 diciembre 2014 a las 19:07
  17. 17. Job Peró dice:

    Enhorabuena, Fernando. No sólo escribes bien, también consigues transmitir, hacer sentir, conmover, y no es tan evidente saber hacer las dos cosas a la vez. Yo llevo cada día a mis hijos al colegio y espero poder seguir viéndolos cada noche!

    Escrito el 12 diciembre 2014 a las 09:56

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