Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Nictofobia - por José Torma

Web: http://www.cuentoshistoriasyotraslocuras.wordpress.com

Adrián apuró el paso, no le gustaba llegar tarde a su departamento. El detector de movimiento que iluminaba el pasillo siempre fallaba y temía el largo recorrido hasta su habitación. Lo peor era cuando las luces se intentaban encender sin conseguirlo. Las paredes de un amarillo deslucido le daban un ambiente tétrico a plena luz del día, pero, ¿de noche…? la cosa iba a peor. No recordaba de cuándo tenía el miedo a la oscuridad. De niño dormía siempre con la puerta del armario abierta «para que no se escondan los monstruos», le decía a su madre. Pero en realidad sus monstruos habitaban en las paredes y en los rincones oscuros. No pudo dejar la luz infantil hasta entrado en la adolescencia. Su ingreso a la universidad le produjo un cambio que pensó le serviría para controlar sus miedos… hasta llegar al pasillo con el sensor descompuesto. La ansiedad empezaba a invadirlo a la vez que su respiración se hacía agitada. El cielo se fue cerrando, el pronóstico de lluvia sería acertado. Llegó a la calle Madero justo cuando las primeras gotas de agua empezaban a caer sobre su cabeza. Cruzó el umbral deseando con todo su palpitante corazón que la luz se encendiera. En ese instante un fuerte rayo hizo que se fuera la luz por completo. El sonido del latido de su corazón pegando contra su pecho le reverberaba hasta los oídos, con la quijada trabada intentaba no castañear los dientes como si estuviera en el Ártico. La poca iluminación que llegaba de las lámparas de la calle desapareció y se vio envuelto en la total oscuridad. Los monstruos de su infancia le hablaban desde las paredes… «¡Te atraparemos! ¡Estamos bajo tu cama! ¡Baja la sábana súper protectora y saluda!» y así cada uno de sus demonios le daba la bienvenida mientras con paso vacilante avanzaba por el pasillo. Su mano rozó la imagen de la Virgen María que adornaba el muro que daba al pasillo del patio. Esa imagen cálida que siempre lo despedía en las mañanas, se transformaba en su mente en una repugnante bruja que se reía a carcajadas… «¡Ven Adriancito, nada te pasará!» y la risa… ¡Dios, la risa!

Separó la mano y trató de controlar su respiración. Su instructora de yoga lo animaba siempre a buscar su centro, su lugar seguro; pero los monstruos se separaban de las paredes y lo acosaban. Un roce sobre su pierna precedido por un grito aterrador le heló la sangre. Su garganta cerrada intentaba pronunciar palabra, gritar que lo dejaran en paz. Pero solo un sonido ahogado salía de sus labios.

El crujir de una puerta. Otro monstruo que se acercaba. Sintió una garra que se posaba sobre su hombro y los latidos de su corazón cerraron sus oídos, la presión sobre sus quijadas le hizo quebrar un diente. Un fuerte dolor en el pecho le hizo desfallecer y al ir cayendo al suelo vio cómo la luz regresaba; cuando su cuerpo golpeó el piso, notó al gato de Julián que ronroneaba sobre su pierna. La cara de preocupación de su compañero de cuarto que aventaba la vela para agacharse a auxiliarlo… y mientras la conciencia escapaba de su cuerpo, comprendió que los monstruos habían ganado, que su exaltada imaginación lo había vencido y mientras Julián le tomaba la mano exclamó:

—¡Los monstruos sí existen!

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

27 comentarios

  1. 1. Moria dice:

    Un vocabulario excelente, José. Para una historia que se ha contado millones de veces, es refrescante leerla con oraciones y párrafos más elaborados.

    ¡Abrazo, compadre!

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 14:21
  2. 2. Diego Manresa Bilbao dice:

    Hola Jose!!!!
    Muy bien narrada la historia… Para los que hemos padecido la nictofobia es un consuelo que haya otros a los que la mente les causa malas pasadas tambien jejejeje…
    Muy buen relato!!! Sige asi!
    Nos leemos!

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 15:11
  3. 3. Wolfdux dice:

    José como ya te comenté en el blog, personalmente, no le veo miedo a esta historia, pero como bien apuntan Moria y Diego, la historia esta bien explicada, y bien escrita.

    Te falta soltura con el tema, pero estoy convencido de que la siguiente incursión en esta temática será muy diferente. Un abrazo.

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 17:30
  4. 4. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    José, felicidades. Tocas un tema conocido por muchos. Tu narrativa lo torna en algo facil de entender y muy natural. Posees esa habilidad que es la sencillez en tu narrar. Enhorabuena.

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 23:50
  5. 5. Netogonzo dice:

    Que tal José,

    Gracias a lo bien que esta narrado tu texto, se puede ver con claridad el padecimiento del protagonista, en lo personal yo encuentro muy bien lograda esa parte, quiero decir, describes perfectamente las sensaciones del personaje.

    Saludos.

    Te invito a leer mi texto y me des tus comentarios.
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-20/2154

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 04:39
  6. 6. Roger/NHICAP dice:

    Hola José,
    Entiende mis comentarios como los de un ignorante en textos de miedo, y además no me gustan. Fíjate, tuve que mirar el significado de nictofonia. Tu historia la veo bien, pero no acabó de engancharme. El lenguaje es adecuado, con alguna expresión brillante “¡Baja la sábana súper protectora y saluda!. Pero el final, es mejorable, algo más impresionable e inesperado. Sugiero que el extenso primer párrafo, lo arregles con algún punto y aparte. Me agobió tantito.
    Bueno espero que asimiles bien este tomatazo, es solo una opinión subjetiva hecha con cariño.
    Un abrazo

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 10:14
  7. ¡Hola José!
    Coincido con Roger, el texto me ha dejado a medias. El miedo a la oscuridad es algo muy recurrente en las historias de terror, puede que con una vuelta de tuerca el texto se convierta en algo más original.
    Esta es una opinión personal, no me considero una experta de ningún modo.
    Un abrazo, ¡nos leemos!

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 16:55
  8. 8. Anoide dice:

    A mí me ha gustado, José. No te tiraría tomatazos, para nada 😛 Es cierto que no da miedo pero eso es algo tan subjetivo… Y, personalmente, pocas historias llegan a darme miedo a mí.

    Dejando el terror aparte, como relato está bastante bien. Una buena narración y descripción de las sensaciones del protagonista, aunque no llego a empatizar con él. Supongo que para los que no hemos padecido miedo a la oscuridad, es un poco difícil tomarlo en serio.

    ¡Saludos!

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 23:53
  9. 9. Chiripa dice:

    Hola José,
    la verdad es que después de leer tu maravillosa narración llego a la conclusión que este es un género muy muy difícil.
    El contenido de tu relato está muy bien descrito (te lo dice uno que ha practicado la psicología por años). La estructura que le has dado y el vocabulario utilizado hacen que tu obra sea de muy fácil lectura.
    El párrafo final lo encuento “Superb”.
    Siempre es un placer leerte.

    ¿Pasarías por mi relato y me darías feedback para mejorar mi escritura @
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-20/2044 ?

    Escrito el 30 noviembre 2014 a las 05:34
  10. 10. Aurora Losa dice:

    No quiero que te enfades, pero me he reído muchísimo. Esa frase de la sábana me ha matado.
    Sin embargo, y ahora hablando en serio, has derrochado buen hacer; el relato angustia porque has conseguido transmitir las sensaciones de alguien que tiene un miedo desde niño y se ve envuelto en él sin salida de adulto.
    Como siempre un buen trabajo, Jose, y muy bien escrito.
    Digas lo que digas, tú también sabes hacer “hijo de la luna”.
    Besos.

    Escrito el 1 diciembre 2014 a las 11:59
  11. 11. José Torma dice:

    Son demasiado buenos conmigo y tomo todo a corazon, se que es mejorable y entiendo tambien que el mayor miedo de este relato fue el miedo a escribirlo.

    Una disculpa si no he llegado a sus textos pero lo hare, solo tengo que sacudirme las telarañas.

    Gracias

    Escrito el 1 diciembre 2014 a las 16:42
  12. 12. Maureen dice:

    Pobre hombre, qué agobio. Tiene que ser terrible tener miedo a la oscuridad, ¿no? Según lo explicas, parece muy limitante. El relato no da miedo (aunque como muchos de los que he leído) pero desde luego, las emociones del protagonista están muy bien reflejadas.

    Yo partiría el primer párrafo, que es larguísimo, para que la lectura resulte más fácil.

    Escrito el 1 diciembre 2014 a las 21:44
  13. 13. Chiripa dice:

    José gracias por tu halagador comentario.
    Lo de los huesos rotos verdaderamente no va con una actitud de tanto autocontrol. Tienen razón todos los que señalaron ese defecto en el contenido. Los consejos todos me han ayudado a pulir el texto, que ahora me gusta mucho más.
    Saludos,

    Escrito el 2 diciembre 2014 a las 02:14
  14. 14. lunaclara dice:

    Halaaaaa!!! Qué buen relato!! Impresionante!
    Seguro que no sabes escribir relatos de miedo? Creo que sí que da miedo, sobretodo cuando nota que le agarran… A mí este me ha parecido muy bien escrito. Las descripciones acompañan al lector, segundo a segundo. Están muy bien hechas.
    Muchas felicidades, siempre es un placer leerte.

    Escrito el 2 diciembre 2014 a las 09:49
  15. Hola, José. Buen relato. Un tema leído en infinidad de ocasiones. Visto en centenares de películas. Y sin embargo, esa visión subjetiva del horror en la pared. No en el armario. En la pared. La virgen como una bruja (pobrecica…) Impactante.
    Buen relato

    Escrito el 2 diciembre 2014 a las 12:23
  16. 16. Marazul dice:

    Hola José, me encantan los personajes con fobias y psicológicamente un poquillo “tocaos”. Encuentro que es muy difícil describirlos y tu lo haces muy bien. Personalmente tu texto me ha producido mucha angustia. El miedo lo tenía el pobre Adrián.
    Como manejas tan bien el lenguaje te ha salido un buen relato.
    Un saludo y a ver que se nos ocurre que pueda pasar en la isla. Marazul

    Escrito el 2 diciembre 2014 a las 16:22
  17. 17. Pato Menudencio dice:

    No es una historia de miedo propiamente tal, pero está muy bien escrita y es un buen relato por si solo.

    Saludos, estamos en contacto.

    Escrito el 2 diciembre 2014 a las 20:26
  18. 18. David Rubio dice:

    Hola Don Jose,
    Provocar miedo o risas en un relato es muy complicado en sí, pero también porque son sensaciones muy íntimas de cada lector. El relato formalmente está muy bien hecho, pero le falta alma a la amenaza. No sé si leí a Borges que esa era la diferencia entre los monstruos formales de Lovecraft y los monstruos “hondos” de Poe.
    Un fuerte abrazo

    Escrito el 2 diciembre 2014 a las 23:52
  19. La mente y sus sucias jugadas jajajaja, me hzo acordar de mí cuando niña. Me gustó el giro que le diste a la historia. Me has hecho reir.

    Como siempre, un gusto leerte.

    Escrito el 3 diciembre 2014 a las 02:05
  20. 20. Chiripa dice:

    ¿Cómo ha seguido tu padre y sus costillas?
    Gracias a Dios no cayó en la fosa de un camposanto, como el pobre Erasmo. jajaj
    Saludos.

    Escrito el 3 diciembre 2014 a las 03:38
  21. 21. Brillo De Luna dice:

    José, me encantó el toque de humor que pintas en medio del suspenso. La descripción de una fobia es excelente!
    Sólo un par de acotaciones.
    En la frase: “Lo peor era cuando las luces se intentaban encender sin conseguirlo.” Creo que le otorgas voluntad a las luces, mejor quedaría: “Lo peor era cuando las luces intentaban encenderse sin conseguirlo.”
    Y en: “No recordaba de cuándo tenía el miedo a la oscuridad.” Me costó interpretar el sentido que le diste a esta frase. Creo que sería más fácil leer: “No recordaba desde cuándo tenía miedo a la oscuridad.”
    Bueno, de todas formas, jamás quedo decepcionada cuando leo un relato tuyo.
    Un placer leerte!

    Escrito el 3 diciembre 2014 a las 16:54
  22. 22. Marcelo Kisi dice:

    Hola José, me sumo a los aplausos de los compañeros. No creo que haya muchas vías para renovar en el terreno del terror, “real” o imaginado, así que la pregunta es si se logra una buena trama con personajes que sí son nuevos. Y está claro que lo has logrado, disfruté mucho con la expedición de Adrián hasta su casa, y como otros, también de la “sábana sobreprotectora”, una perla! Como aporte, quizás dividiría el primer párrafo en dos, por una cuestión de oxígeno nomás, y evitaría alguna rima inoportuna que se escapó por ahí, “Los sonidos de los latidos”. Pero son nimiedades.
    Saludos, nos leemos!

    Escrito el 4 diciembre 2014 a las 21:28
  23. 23. José Torma dice:

    Muchas gracias a todos, lo de la separacion ya esta hecho en el blog. Aprecio mucho sus opiniones.

    Saludos

    Escrito el 5 diciembre 2014 a las 00:27
  24. 24. Cesar A. Martin dice:

    Enhorabuena por el relato. Estoy volcado con la escena 21 y estoy tardando en devolver las visitas, me ha gustado la historia y a pesar de no ser original consigues mantener la atención. Pero lo que más me ha gustado es el uso de los pequeños detalles, dotas al relato de gran veracidad, te crees al protagonista. Te felicito por que para mi es una de las mejores virtudes en un escritor. Un saludo

    Escrito el 5 diciembre 2014 a las 16:07
  25. 25. Silvyt dice:

    Holaaaaa!!!
    En primer lugar agradecerte tu comentario, andaba muy perdida con el tema.
    En segundo, sumarme a las felicitaciones de los compañeros y añadir mi opinión:
    El protagonista está perfectamente perfilado y consigues que el lector vaya siguiendo sus sentimientos y sus miedos. Sin embargo, (por poner un pero) no sé si buscabas que el lector también sintiera el mismo miedo, aun te queda un pelín; al menos desde mi punto de vista, aunque he visto que este tema da para mucho y muy variadas opiniones.
    En cualquier caso, enhorabuena, seguiré leyéndote… a ver que sale con la isla.
    Un saludo

    Escrito el 5 diciembre 2014 a las 18:33
  26. 26. KMarce dice:

    José, en mi sencilla opinión, creo que tu relato, bien cuidado, profundo en matería de la emoción del personaje, y un tema de uso “constante”, para mí, tu relato alcanzó el norte y el sur. Será porque soy terriblemente “vívida y visual”, que lo leía tal cual alguien ve una película; pero me enganchó el sufrimiento del personaje, que tiene miedo y tiene fobia. Pero, mi lectura es rápida y me salté una línea: “Y los moustros si existen” Ah, que terror me dio, porque mi imaginación es megapoderosa. Y no leí la frase del amigo que candela en mano lo levanta. Pero me he lei la parte del gato, y pensé (tan velozmente, como mi vista detectó la linea perdida): ha levantado al gato, entró a su habitación. Ha regresado la energía electrica, ha encendido la luz. Cargó al gato, él se restregó en su mejilla… oh gato malevelo, le susurro: Y los moustros existen.
    Bueno, hay que darle giros a las cosas, pero tu historía me hizo tambien escribirla. A eso llamo inspirador.

    Escrito el 9 diciembre 2014 a las 19:59
  27. 27. KMarce dice:

    Perdón, tecleaba con una mano…** Monstruo. Errata en el orden, y me comí la N, que sabía a Nutela 😛

    Escrito el 9 diciembre 2014 a las 20:05

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.