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La Oscuridad Interior - por Sergio Mesa

Web: http://miesquinadelring.com/

Sucedió unas semanas después de volver del hospital. Todo se había ido torciendo, hasta llegar a un punto en que al despertarse no sabía si la penumbra era un atardecer o un amanecer. Esa vez era una mañana, aunque tampoco importaba mucho. Era tan mortecina y tan vacía como todas sus penumbras.
Desde que Marco se había ido, desgastado por su humor cambiante y sus malas maneras, casi no se había curado la herida. Sólo cuando le dolía iba a limpiársela y cambiar las vendas. Y eso no ocurría mucho, porque el alcohol era un anestésico estupendo. Dejó el olor a sudor y culpa entre las sábanas y fue dando tumbos hasta el baño.
Se sentó a horcajadas sobre el bidé y dejó caer la cabeza sobre el brazo contra la pared. Estaba mareada y la entrepierna le dolía horrores. Pasó varios minutos apoyada en los azulejos agradablemente frescos, mientras se llenaba el bidé. Y luego algunos más. Cuando abrió los ojos de nuevo la claridad de la mañana empezaba a filtrarse por la ventanita del baño. Se quitó el vendaje con cuidado, dejando al descubierto el grueso costurón que empezaba en el bajo vientre y bajaba hasta perderse en el incipiente pelo del pubis. Enjuagó la zona, la secó con una venda nueva y entonces oyó el sonido. Algo bajo ella.
Saltó hacia atrás como pudo, sobresaltada, con el agua chorreando por los muslos y se quedó mirando al bidé. La cañería hacía un ruido extraño, como una tos. De pronto el tapón saltó plácido bajo la superficie del agua y la oscuridad del desagüe empezó arrastrarse hacia fuera. Primero perezosa, como si fuera más densa que el agua, pero cuando se acercó curiosa la tubería volvió a toser y la oscuridad empezó a salir a borbotones. Empujando el agua fuera del bidé y dándole otro susto mayúsculo.
Se apartó e intentó alcanzar el interruptor de la luz. Pero el primer paso se convirtió en un resbalón, que la hizo caer de bruces. Maldijo su suerte hecha un ovillo por el dolor que le atravesaba como una púa al rojo. La matrona le había dicho que después de una cesárea como aquella tenía que evitar movimientos bruscos y acababa de descubrir por qué. Pasó un buen rato dentro de su mundo de dolor antes abrir los ojos siquiera. Y lo hizo al notar la humedad en la cara.
El suelo estaba cubierto de aquella sustancia oscura. El antiséptico que estaba usando debía haberse derramado, porque el baño olía a hospital. Aun desorientada descubrió que del borde del lavabo también caía un flujo constante de la oscuridad. En el suelo la capa ya era de varios centímetros. Intentó incorporarse para alcanzar la manilla de la puerta, que no recordaba haber cerrado, pero estaba dolorida y resbaló una, dos y tres veces. Entonces empezó a oír los murmullos.
Las tuberías ya no hacían ruido, sólo fluían, pero en su lugar sonaban unas voces lejanas. Sacudió la cabeza, intentando aclararla, pero no desaparecieron. A medida que la capa de oscuridad era más gruesa sobre el suelo más claras la oía. Y eran conocidas. Ya estaba sumergida hasta el codo cuando reconoció la voz de Marco. También oía a su madre y al final oyó un niño llorar. Algo se sacudió en su interior. Intentó incorporarse, otra vez sin éxito, pero consiguió darle un manotazo al interruptor de la luz. Y todo se puso peor.
En el fondo del baño la mampara de la ducha estaba inundada de oscuridad, que empezaba a rezumar por arriba. Era como una grotesca pecera de negrura que en lugar de peces tenía caras. Detrás del cristal le gritaban su madre, Marcos, las enfermeras y los doctores del hospital, su hermana y un niño que nunca nació. No pudo contener el llanto, se sentía enferma y no quería oírlos. Se tapó los oídos y metió la cabeza entre las rodillas. La luz del plafón se apagó, ahogada como todas las demás, para devolverla a la penumbra que no llegaría a ser una nueva mañana.
La puerta de la mampara cedió y toda aquella oscuridad cayó sobre ella como una ola que rugía con mil susurros.
–Esa luz se ahogó dentro de ti.
–La asfixiaste.
–No tienes, ni tendrás, nada dentro.
–También asfixiaste mi luz.
–No volverá a haber luz en tu interior.
–Sólo negrura.
Lo último que oyó fue su propia voz.
–Si sólo eres capaz de engendrar oscuridad. Eso es todo lo que mereces.

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19 comentarios

  1. 1. Moria dice:

    Buenos días, querido amigo 😀
    Magistral como siempre. Leerte siempre es algo que me despierta los sentidos. Una sola corrección: fijate en la palabra “oscuridad”, aparece mucho y muy seguido (o se nota muy seguido porque es un texto corto) (:

    ¡Abrazos desde el más acá!

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 13:16
  2. 2. Bego dice:

    No sé si llamarlo miedo pero he sentido mucha ansiedad al leerlo.
    Es genial, Sergio!
    Un saludo!

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 13:41
  3. 3. Sergio Mesa dice:

    juas Moria está vez te adelantaste a mi primer comentario, tomo nota de tu apunte sobre la repetición 😉
    que bien tenerte de vuelta por aquí … y no sólo porque me pongas el ego por la nubes xD… a ver si el finde me paso por tu blog y le doy un repaso a todo lo que has estado publicando estos días.
    en cuanto al relato me alegra que te haya gustado, los comentarios anónimos también fueron bastante positivos, porque no estaba muy convencido. por evitar hacer una carnicería (literalmente, jijijiji) me salió esta idea un poco metafísica y casi no la meto a camino. al final acabé muy contento con las 748 palabras que clavé a la primera, pero a mis betalectores no les pareció que diera miedito e incluso uno me dijo que el tema del aborto podía ser un poco ofensivo. por eso acabé asumiendo el [+18]… por si las moscas. y en cualquier caso pido disculpas a quien pudiera sentirse ofendido por meterme con un tema tan delicado.
    muchas gracias a los comentaristas anónimos que me indicaron la falta de alguna preposición (víctima de re-re-recorrección) y algún artículo que está demás (beneficiario de la misma re-re-recorrección :P)
    por demás, espero que os guste… yo por mi parte voy a hacerme un tourné por los ciento y pico cuentos de terror que tenemos este mes en el taller.

    un saludo, nos leemos!
    Sergio Mesa / forvetor
    http://miesquinadelring.com/

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 13:42
  4. 4. Sergio Mesa dice:

    ops… en lo que respondía a Moria te colaste tú también Bego!! xD

    sep, uno de mis betalectores (todo amabilidad e ingenio) dijo que más que dar miedo era “un cuento de horror”… matices que sirven de tirita 😉

    un saludo!

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 13:44
  5. Ufff, niño!! Me estaba ahogando yo también en esa oscuridad que rezumaba el bidé!!
    Me ha gustado tu relato, mucho, aunque más que miedo es angustia y mala conciencia. Me gusta el enfoque que le dás y cómo poco a poco vas descubriendo la escena.
    Veo que esa cesárea que describes es de las antiguas, porque ahora ya no son verticales sino horizontales al abdomen (por aquello de no fastidiarte la estética cuando llevas bikini) 😉
    (aunque tampoco soy experta en el tema)
    Un abrazo guapo!! Muy buen trabajo, cómo siempre!

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 16:46
  6. 6. Wolfdux dice:

    Buen relato Sergio, has hecho que compartiera la angustia de la protagonista. Muy bien escrito. Felicidades.

    PD: ¿Para cuándo más material en tu blog?

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 18:31
  7. 7. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Sergio, tu redacción es única. Sabes capturar la atención del lector con atractiva fluidez: lo hiciste conmigo. Enhorabuena.

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 00:17
  8. Hola Sergio. Como siempre, una maravilla leerte. Este relato me ha gustado más que otros que has escrito. El tema está muy bien definido e incluso, aunque abierta, tiene una conclusión claramen te apreciable.
    A mi personalmente sí me ha parecido un relato de miedo.
    Muchas felicidades.

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 14:14
  9. ¡Hola Sergio!
    Coincido con Bego en que al leerlo se siente mucha ansiedad, lo que es un piropo cuando se trata de relatos de terror. No creo que sea necesario que te cause ese miedo de querer meterte debajo de una manta para considerarlo terrorífico, las sensaciones que transmites son inquietantes y con eso basta y sobra.

    Un abarazo, ¡nos leemos!

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 17:06
  10. 10. Marcelo Kisi dice:

    Sergio, excelente relato, por cierto provoca ansiedad, y también impotencia, y una tristeza inmensa. Original lo de meter la oscuridad como un “algo”, en lugar de “falta de” algo. Me acuerdo en mis años de secundaria, cuando en la clase de física nos entreteníamos con la idea de la oscuridad como energía existente y no como ausencia de luz, hasta habíamos inventado la unidad de medida, el “oscurón”. Volviendo, factura técnica impecable, estilo profesional (aunque siempre puedas pulir esa “oscuridad” repetida), de verdad un placer leerte!

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 23:14
  11. 11. Roger/NHICAP dice:

    Hola Sergio,
    Excelente trabajo, de lo mejor que te he leído. La angustia que genera la lectura es fantástica. Me gustó el arranque, el juego de la penumbra ambiental y la penumbra del personaje. Es odo un vaticinio para el lecto, al que vas introduciendo en esa oscuridad horrible que invade a la protagonista.
    Magnifico relato. A mi juicio el abuso de la palabra oscuridad, incluso ayuda a trasmitir esa inquietud y desasosiego.
    Enhorabuena, un placer tenerte por aquí.
    Un abrazo.

    Escrito el 30 noviembre 2014 a las 22:16
  12. 12. Miranda dice:

    Ya te lo han dicho todo.
    No se sí es miedo u horror, pero describes magistralmente la angustia de la protagonista, una vez empiezas el texto, no puedes dejar de leer, hasta ver que es el fluido. El tema no creo que ofenda a nadíe, un aborto es siempre traumatico y horroroso y tu has hecho uno de tus mejores relatos.

    Saludos.
    Este mes no me puedes devolver la visita, no he publicado.

    Escrito el 1 diciembre 2014 a las 18:06
  13. 13. Maureen dice:

    Bueno, me has dado tanto miedo (o agobio, no sé cómo llamarlo) que no he podido terminar de leerlo; y es un cumplido, que conste, que a mí las historias de terror no me gustan nada y ésta es la única de este mes que no he podido terminar de leer 🙂

    Escrito el 1 diciembre 2014 a las 21:50
  14. 14. Aurora Losa dice:

    Hola, Sergio.
    A mi el relato, no sé si miedo, pero tensión mucha, me he dado cuenta de cómo se me abrían los ojos con cada paso de la protagonista.
    Durante la lectura me he dedicado a intentar entender el significado de aquella negrura, era evidente que no se trataba de algo físico, era algo más interno.
    La ejecución del texto es inmejorable, amigo, pero lo del contenido ya es harina de otro costal: yo no sé lo que ha pasado, y aún así me encanta el relato. No he entendido el final (supongo que se trata de un aborto o un embarazo psicológico) pero no me importa, porque se disfruta por surrealista que sea.
    Un mes más: enhorabuena.

    Escrito el 2 diciembre 2014 a las 11:44
  15. 15. Emmeline Punkhurst dice:

    Hola Sergio:
    Me has dejado impactado y con la piel de gallina. No sé por qué, pero a pesar de no ser madre he sentido un gran dolor y empatía por la protagonista. Me parece un relato con mucho más trasfondo que el de una simple historia de miedo, y que se preocupa de dotar al argumento de una profunda reflexión psicológica sobre el trauma de la mujer.
    No tengo palabras…

    Escrito el 2 diciembre 2014 a las 21:00
  16. 16. David Rubio dice:

    Don Sergio, muy buena escena. Un relato sólido, con una amenaza contenida pero presente. Una frase final que realza el resto de la historia. Los movimientos muy bien descritos. Un muy buen relato.
    Un abrazo!

    Escrito el 2 diciembre 2014 a las 23:47
  17. 17. lunaclara dice:

    Hola Sergio: tu relato transmite mucha angustia. Sé lo que es tener una herida en el abdomen y que te duela.
    Mantienes la tensión y el ritmo todo el tiempo. Genial.
    Solo decirte, ademas de la repetición de la palabra oscuridad, tb repites la palabra bidé muy seguida…
    Felicidades!!!

    Escrito el 3 diciembre 2014 a las 00:29
  18. 18. Pato Menudencio dice:

    Imaginé la sangre, la herida y todo lo demás.

    Has creado la sensación completa.

    Felicitaciones.

    Escrito el 5 diciembre 2014 a las 22:25
  19. 19. José Torma dice:

    Amigo, una disculpa por llegar tan tarde… cada vez somos mas y cuesta trabajo ser justo entre los compadres y los nuevos. Aun asi llevo como 70 relatos y ya necesito unos lentes jaja.

    De tu relato? muy bueno, creo que todo esta dicho. Se que te gusta el morbillo y entendi el +18 jaja, pero fuera de eso, sabes que me gusta mucho tu estilo y disfruto mucho leyendote, esta vez no fue la excepecion y si, el tema del aborto es muy escabroso pero lo libraste bien en mi humilde opinion.

    Saludos

    Escrito el 9 diciembre 2014 a las 00:52

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