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Esta noche serás mía, zorra. - por Virginia Figueroa

Web: https://bocetosdemimente.wordpress.com/

La cena, a pesar de haber sido improvisada a última hora, había resultado agradable. Los cinco amigos y compañeros se habían relajado entre copas de frío frascati y chistes malos después de una dura jornada de trabajo. Miguel aprovechó la ocasión para mostrar su alianza de compromiso, un reluciente y moderno aro de acero con dos franjas de una aleación cobriza en el centro. Fernando, Susana y Alfredo usaron la noticia de excusa para brindar una vez más y pedir otra botella de ese exquisito elixir italiano. Alicia estaba muy cansada, tenía mucho sueño acumulado y decidió ir al lavabo para refrescarse un poco justo después del brindis. De camino extrajo su móvil del bolso y comprobó, una vez más, el led luminoso indicando que tenía un mensaje nuevo. Hacía semanas que alguien se dedicaba a enviarle notas telefónicas. Al principio eran cordiales, simples saludos que ella contestaba con paciencia y educación excesivas. No tenía ni idea de quién podía ser y parecía no estar por la labor de identificarse. Con el paso de los días y movido por la indiferencia de ella, empezó a subir el tono de esas breves e inoportunas intromisiones telefónicas hasta situarlas en un punto entre depravadas y amenazantes. Se convirtieron en una pesadilla que no sabía como frenar, así que se había acostumbrado a leer en busca de alguna pista que revelase datos de la identidad de su acosador y borrarlos. “Me gustaría tenerte amordazada sobre mi cama, totalmente disponible para mí. Esta noche serás mía, zorra”, decía en esta ocasión.
Apretó los ojos fuerte y lanzó un suspiro al aire para liberar esa frustrante sensación de impotencia que la invadía. Entró en el lavabo y observó su rostro en el espejo. Su mirada verde oliva estaba enmarcada por unas profundas ojeras violáceas. Hacía varias noches que no dormía más de cuatro horas seguidas. Se lavó el rostro con agua fría y volvió a recrearse en un cristal que se empeñaba en escupirle su verdadera edad a la cara. Apoyó sus manos sobre el mármol y agachó la cabeza. Por un momento cerró los párpados e intentó vaciar su mente de pensamientos negativos. Una mano sobre su hombro la hizo pegar un respingo y ahogar medio grito.
Alicia, ¿Estás bien? Llevas mucho rato aquí… —preguntó Susana con esa mirada maternal que le salía sin querer.
Sssi, si, no te preocupes —respondió intentando recomponerse. —Voy a irme ya a casa, hoy estoy exhausta —añadió.
Se despidió de sus compañeros y se dirigió a su coche aparcado en la acera. Condujo casi de forma mecánica hasta su finca y estacionó el pequeño Bmw en su plaza. Bajó del vehículo con aire cansado. Sus tacones resonaban contra el pavimento del garaje y el eco de sus pisadas se propagaba a través del silencio de ese gran dormitorio de caballos mecánicos.
Aceleró sus pasos sin saber muy bien por qué al tiempo que sus latidos aumentaban la frecuencia de forma irracional. Una angustia consciente la atrapó e hizo que las llaves de su casa se precipitasen al suelo. Se agachó a recogerlas y mientras lo hizo, la luz automática del garaje dejó de alumbrar la helada estancia. Alicia se quedó quieta entre la oscuridad, inmóvil, paralizada por un miedo atroz que neutralizaba sus músculos impidiendo cualquier movimiento. Su aliento se hizo visible y sintió la boca seca. Intentó tragar pero su saliva estaba demasiado espesa como para hidratar su garganta. Su móvil le anunció la llegada de un nuevo mensaje y el sonido la hizo estremecer pero, a la vez, la empujó a ponerse en pie e ir corriendo hasta el interruptor. Lo localizó ayudada por la poca claridad de las luces de emergencia y justo cuando su dedo iba a posarse en el botón, notó el frío metal de un revolver sobre su nuca. Sus pupilas se achicaron, su mandíbula se contrajo y el gesto de su rostro reflejó un pánico que nunca antes había experimentado. Una voz varonil y susurrante le ordenó obediencia y sigilo y asiéndola de un brazo, la condujo a un coche con lunas traseras tintadas. La obligó a tomar asiento y sin parar de encañonarla, le dijo:
—Te lo advertí… esta noche serás mía, zorra.
Secuestrador y víctima se cruzaron miradas. La de él, enmarcada por un pasamontañas negro, se fijó en su escote; la de ella, bajo una capa de rimmel corrido, se clavó en la mano que empuñaba el arma y en ese brillante aro de acero con dos franjas de aleación cobriza en el centro.

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29 comentarios

  1. Hola Virginia. Me ha encantado tu relato. En cada instante se notaba como le tenias medido el pulso al suspense. La único que cambiaría es el l final. Pasando el párrafo último antes del diálogo del acosador. Así, creo, cortaría el relato con la imagen que has descrito y las palabras de éste. Daría un toque más tajante, creo yo.

    Me pasaré sin falta por tu blog a descubrirte. Y sería placer para mí sí hicieses tú lo mismo.

    Un gran saludo.

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 13:34
  2. Hola Luis! Muchas gracias por leerme. Si, tu aportación es interesante y creo que terminar con la frase podría darle el golpe de gracia al final, pero bueno… esta vez he querido que la última palabra fuese el dato que revelase quien era el acosador.
    Claro que me paso por tu blog y tu relato! 😉
    Un abrazo!!

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 15:52
  3. 3. Roger/NHICAP dice:

    Hola Virginia,
    Que gusto encontrarte de nuevo por aquí. Me ha gustado mucho el relato y inesperado desenlace. Manejaste muy bien la dosificación del miedo,y la intriga. Paso a paso vas subiendo el tono. Muy bueno el efecto de dejar a oscuras el parking, algo clásico pero utilizado en el sitio oportuno del texto. Y funciona.
    Oye, me sonó muy estridente la metáfora para decir estacionamiento o parking: “ese gran dormitorio de caballos mecánicos” ¡Toma ya, exagerá!
    Felicidades y hasta otra
    Un abrazo

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 16:54
  4. 4. Wolfdux dice:

    ¡Hola Virginia!

    Un relato fabuloso, la idea que te comenta Luis es interesante, si, pero coincido contigo, que se descubra en la última frase quien es el agresor me parece una forma perfecta de cerrar el relato.

    Se me ha hecho corto el relato, jeje. ¡Como siempre, un placer leerte!

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 16:59
  5. Hola. Está muy buena la historia, en especial el hecho de que el miedo venga desde alguien del entorno.

    Coincido con Luis respecto a la sugerencia final.

    Saludos.

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 18:02
  6. 6. Anoide dice:

    Estamos divididos por el final. A mí me gusta tal y como está, creo que conociendo al asesino como punto y final del relato queda redondo.

    Dosificas muy bien el suspense. Vas dejando caer detalles poco a poco, como de casualidad, hasta que te das cuenta de que te has enganchado al texto y sólo quieres ver cómo acaba.

    Muy bueno, de verdad. Me ha gustado mucho.

    Si te apetece pasarte por el mío, es el 114 🙂 ¡Un saludo!

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 18:12
  7. 7. Marcelo Kisi dice:

    Hola Virginia!
    Excelente la idea, bien desarrollada y desenrollada la trama, a un ritmo correcto, para mí llega al final a la velocidad óptima y está bien donde se corta. Yo el aporte que te haría es agregar algún aspecto que diera importancia al hecho de que el acosador es quien es (no quiero contar el final aquí ;-)), y por qué debería sorprendernos. Es decir, faltaría un poco de trasfondo, ¿por qué es significativo que sea él? ¿Hubo historia entre ellos antes? ¿Ella conoce a la novia de él? ¿Sospechaba en realidad de otro? No sé, algo. Creo que agregando una frase más (tampoco tienes mucho lugar)se podría arreglar, porque si no el desenlace queda un poco descolgado, tipo “ok, era ese, ¿y?” No sé si soy claro, o sea, el relato está muy bueno y solo le falta una vuelta de tuerca. Fuera de eso, felicitaciones!

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 18:15
  8. Hola, Virginia.
    Nada que añadir al relato. El final personalmente me gusta. Sin embargo, quizás (sólo quizás) me habría gustado que fuera alguien desconocido. Ante el que no se tiene defensa alguna. No se puede prever. Es solo una idea que me asalta ahora, al escribir estas palabras. Y en la misma línea, tal vez me falta la posibilidad de una opinión policial. Una denuncia… algo. Pero, claro, imagino que es nuestro defecto, el de todos los que escribimos aqui, que nos escanta rehacer cuentos, buscar alternativas.
    En conclusión, que me pierdo, muy buen cuento. Y un final perfecto.
    Un saludo.

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 18:32
  9. 9. Paola dice:

    Muy bien escrito, me han gustado especialmente las imágenes que creas en el parking, desde “aceleró sus pasos” no respiré hasta el final (menos mal que el párrafo no era demasiado largo) Enhorabuena

    ciaociao Paola(105)

    Escrito el 28 noviembre 2014 a las 18:47
  10. 10. David Rubio dice:

    Un gusto leerte, como siempre. El suspense está muy bien conseguido. Es muy difícil desarrollarlo en el límite de 750 palabras, es muy poco espacio y el suspense es como una bola de nieve que debe crecer poco a poco. Coincido con Marcelo, el efecto final, que sea un conocido es magnífico, pero lo conocemos demasiado poco como para que nos “mate” el giro. Quizás podrías reforzarlo haciendo que la cita fuera solo entre él y ella. Así le darías mayor profundidad y mayor impacto al final.
    Un fuerte abrazo

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 00:00
  11. 11. Cristina dice:

    Buff, felicidades Virginia!

    Un relato brillante, me ha encantado. El suspense esta realmente logrado y la escena del parking es muy buena.

    Personalmente, el final me parece acertado, la frase final cierra bien la historia que no hubiera quedado tan “redonda” de no haber sido alguien conocido el acosador, aunque coincido con Marcelo, quizás faltarían más datos sobre él y sobre su relación con la protagonista, aunque el espacio nos limita mucho!

    ¡Felicidades de nuevo! 🙂

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 01:35
  12. 12. Marazul dice:

    Hola Virginia, he ido derechita a leerte. Con ese título y la primera de la lista..Y no me ha decepcionado en absoluto. El hecho de que el acosador sea del entorno le añade más pavor a la trama. Que una persona aparentemente normal sea capaz de realizar esos actos…Ahí….ahí está lo terrorífico.
    Chicos y chicas de Literautas: el asesino, el violador o el sádico puede estar entre vuestros vecinos, en vuestro entorno. A qué da canguelo?
    Enhorabuena Virginia. un saludo

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 11:54
  13. 13. Diego Manresa Bilbao dice:

    Hola Virgina,
    Me ha gustado tu relato, esta muy bien llevado el suspense, muy cinematografico por decirlo de alguna manera…
    El final me chirria un poco la verdad, me parece que se veia venir desde el principio, en el momento que das tantos detalles del anillo al principio… La idea es buena, sigue la regla de si describes algo al principio al final ha de tener relevancia, pero no lo acabo de ver bien logrado…
    Aun asi, me ha gustado mucho tu relato!!!!
    Nos leemos!!!!

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 14:25
  14. 14. Peter Walley dice:

    Hola Virginia,

    Pues yo aunque estuviese el último de la lista lo habría leído sólo por el título, me parece muy de serie B 🙂 me ha gustado mucho, incluido el final, me parece perfecto dejarlo ahí. En todo caso habría añadido alguna pista entre medias (o igual ya las hay y yo no las pillé).

    Felicitaciones, nos leemos.

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 18:33
  15. 15. Iracunda Smith dice:

    ¡Hola Virginia!
    Un buen relato. Le doy la razón a Diego en que el tema del anillo se veía venir. Aunque hasta el último momento pensé que iba a ser Susana la que le apuntaba con el arma… retorcida que es una.

    Un abrazo, ¡nos leemos!

    Escrito el 29 noviembre 2014 a las 19:19
  16. 16. Darkos dice:

    Que buen relato. Suspenso de principio a fin. Bien trabajado el texto y con un ritmo excelente. Te seguiré leyendo.

    Escrito el 30 noviembre 2014 a las 22:08
  17. 17. Aurora Losa dice:

    WOW
    Impresionante la agilidad con que se lee. Al principio pensé en que podías haber separado los primeros párrafos, pero a partir de la mitad me gusta como está.
    Hay una serie de frases a lo largo del relato que me han encantado: “hasta situarlas en un punto entre depravadas y amenazantes.”; “el eco de sus pisadas se propagaba a través del silencio de ese gran dormitorio de caballos mecánicos.”
    Y ese final. Enhorabuena, niña.

    Escrito el 1 diciembre 2014 a las 08:27
  18. 18. Maureen dice:

    Hola, Virginia.

    Me ha gustado mucho tu relato, te mantiene en vilo hasta el final. Expresas muy bien la angustia de la protagonista, el agobio, la falta de sueño que ralentiza los pensamientos…

    Un detalle que me chirría un poco es cómo consigue Miguel enviarle un mensaje a la vez que enseña su anillo de compromiso a los demás; según está escrito, parece que ocurrieran los dos hechos a la vez (o tal vez es impresión mía).

    Creo que se podría ampliar el relato dándole un poco de trasfondo a la relación entre los cinco amigos, para que se vea por qué es importante que sea Miguel el acosador. Le daría mayor profundidad, aunque tal y como está, está muy bien.

    Me ha encantado, enhorabuena.

    Escrito el 1 diciembre 2014 a las 17:49
  19. Wow!!! Cuanto comentario… mil gracias por pasaros y pararos a leerme!!!
    Cada uno de vosotros me aporta cosas interesantes. El final, claro que podría hacerse de mil formas, pero esta vez escogí terminar con la clave de la identidad del acosador.
    Por supuesto que también podría incluirse la razón por la cual es Miguel el autor de los mensajes, pero 750 palabras no dan para mucho y explicar algo así en una frase como que lo veo complicado.
    Me alegro de que os haya gustado en general. Un abrazo a todos!! Prometo pasarme por los vuestros! 😉

    Escrito el 1 diciembre 2014 a las 18:02
  20. 20. Sergio Mesa dice:

    wenas Virginia!
    bueno, por si no te ha quedado claro en los 18 primeros comentarios la tensión in crescendo de la parte final está muy lograda. gallifante pa’tí 😉 y a mi el final me gusta tal como está, el giro final de descubrir que el acosador está en su entorno próximo me parece merecedor de las últimas líneas.

    hay algunas cosillas que me han chirriado un poco. lo primero la frase “Con el paso de los días y movido por la indiferencia de ella, empezó a subir el tono”, hasta ahí el narrador acompaña a la prota, pero en esa parte parece tomar partido por el acosador y lo saca a uno de sitio. no dice que el ella piense que por su indiferencia él se esté alterando, lo afirma.
    como decía Roger la imagen del “dormitorio de caballos mecánicos” me gusta en sí misma, pero me parece fuera de lugar en el tono del relato.
    y sobre todo, hay muchísimos “su” y “se”. la mayoría los puedes eliminar cambiando un poco la frase. sobre todo en la parte final se hacen muy repetitivos.
    pero vamos, por buscarte las cosquillas y eso xD … que el relato me gustó mucho.
    un abrazo, nos leemos!
    Sergio Mesa / forvetor
    http://miesquinadelring.com/

    Escrito el 1 diciembre 2014 a las 18:36
  21. 21. Emmeline Punkhurst dice:

    Hola Virginia:
    Aquí, una seguidora tuya te echó en falta el mes pasado. Por suerte ya vuelves a regalarnos una de tus historias. Y como siempre, me ha encantado.
    Describes genial los momentos de tensión que vive Alicia y la angustia de saberse vigilada y en riesgo. Además, el desvelar la identidad del acosador mediante un pequeño detalle que dejas caer, es un elemento muy acertado.
    Tienes un estilo muy dinámico y nunca te enredas con detalles poco importantes. Te felicito nuevamente.

    Escrito el 2 diciembre 2014 a las 00:01
  22. 22. Job Peró dice:

    Me ha encantado, Virginia. Me gusta el final tal y como lo has planteado y, desde luego, el ritmo, el suspense y la angustia que toda la historia transmite, lo captura a uno enseguida. 750 palabras muy bien empleadas.

    Escrito el 2 diciembre 2014 a las 00:26
  23. Jajaja, joer Sergio, menos mal que sólo era para buscarme las cosquillas guapo! Menos mal que te quiero!!
    Gracias por los apuntes y por pasarte. Lo mismo, Emmeline, gracias mil. Yo también os he echado de menos… Un besote!!!

    Escrito el 2 diciembre 2014 a las 08:04
  24. 24. U.Monserrat dice:

    Hola Virginia,

    Es el primer mes que leo un relato tuyo (no llevo mucho más tiempo por aquí), solo decirte que fantastico. La ligereza con la que se lee, la tensión que en tan pocas palabras creas, para mí tal como está es perfecto, hasta el final que es donde descrubrimos que es de su entorno. Enhorabuena por el gran trabajo.

    Escrito el 2 diciembre 2014 a las 20:14
  25. 25. José Torma dice:

    Hola Virginia, que honor y que responsabilidad ser el relato 1 de la recopilacion. Pues te han dicho de todo, yo te dire mi impresion. Al principio me marean tanto nombre, sobre todo si no tienen peso en la historia. Veo que faltan algunos guiones de inicio de dialogo y el primer parrafo es maratonico, crei morir.

    Eso son mis necedades, ahora a lo bueno. Que interesante concepto, el giro final a mi me quedo de a 10. La verdad, al menos para mi, no habria tenido el mismo impacto. Si bien lo dices con todas sus letras al entrar en detalle al tipo de anillo, aun asi me tomaste desprevenido.

    El resultado final muy bueno, felicidades.

    Saludos

    Escrito el 3 diciembre 2014 a las 20:47
  26. 26. Moria dice:

    Ya lo comenté en tu blog, así que solo pasaré por aquí para decirte que me encantó otra vez jaja

    ¡Abrazos!

    Escrito el 4 diciembre 2014 a las 13:27
  27. Moria, gracias, pero creo que no se te ha publicado tu comentario en mi blog…
    Me alegro de que te haya gustado de todos modos… 😉
    Gracias a los que seguís leyéndome!!!
    Un beso bien grande.

    Escrito el 4 diciembre 2014 a las 20:26
  28. 28. Chiripa dice:

    Hola Virginia, espero llegues a leer este comentario.

    Por haber llegado tarde, los compis ya te habrán hecho todas las críticas. Solo te diría que me hizo “ruido” “Apretó los ojos fuerte ” . ¿No te suena mejor: Apretó fuerte los ojos?

    Tu cuento me ha gustado mucho, principio y final. Cumpliste cabalmente el objetivo del mes.
    Me gustó el detalle en las descripciones de la reunión y del estado de ánimo y cansancio de tu protagonista.
    El título que diste a tu relato me parece perfecto. Además, el ritmo que le imprimiste, me mantuvo al vilo e hizo que lo leyera de un tirón. Odié a Miguel.

    Felicitaciones y gracias por tu comentario a mi relato

    Escrito el 11 diciembre 2014 a las 02:29
  29. 29. Ryan Ralkins dice:

    Me gusto mucho el relato y mucho mas el giro del final. Que Miguel fuera el que enviaba los mensajes no me lo esperaba.
    Buen relato.
    Nos leeremos.

    Escrito el 17 diciembre 2014 a las 00:23

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