Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

EL TITIRITERO Y SU CLON - por Osvaldo Mario Vela Saenz

EL TITIRITERO Y SU CLON
Hoy, en esta isla ha ocurrido un milagro. Capsula imaginaria con solo dos caras: la de enfrente que mostraba la ciudad y la del patio trasero que era el interior de una elegante casa de vecindad. Blanquecina pared era barrera limítrofe de aquellos dos mundos. Dentro del espacio de aquel muro vivía un niño. Contrario a lo de cualquier otro infante, él adquiría vida cuando todo mundo se preparaba a dormir. El reflejo de las luces de la ciudad alumbraba su entorno. Era cansado para él, estar encerrado en el contorno de aquella descolorida vivienda. Confinado en ese lugar, porque aquella pared fue el escenario que escogió su creador para darle vida. Él llamaba a su genio retratista “el titiritero”. Tenía la misma edad que él. Ahí al pie de aquella pared había un pequeño estrado. Su creador sentado en la parte alta del muro, sabía mover los hilos de sus creaciones. Plasmaba personajes sobre aquel liso tapiado utilizando la sombra que sus marionetas creaban sobre el habitado lienzo con el alumbrado citadino. Personajes que compartían con el niño el mismo entorno La figura principal de aquel escenario era aquel pequeño a quien su clonante llamaba Dorian. Dorian era su obra maestra, Personaje colmado de felicidad. Historia del clon limitada a lo que el titiritero alcanzara a plasmar. Por eso cada noche estaba ahí a orillas del escenario. Esperaba a su creador para que le contara más de los nuevos amigos o de noticias sobre su familia. Cuando se presentaba, siempre lo vestía con las prendas más llamativas. Jugaba con los hilos y con las palabras que decía, siempre adjudicándole versiones de júbilo. Solo que los colores que lo vestían no se plasmaban en su entorno; solo sombras y las palabras que le daban vida e historia. El también quisiera una vestimenta de colores ahí donde vivía. Sabía por los relatos de su plasmar, que su padre era dueño de la casa al otro lado de la pared. Por los automóviles que ahí guardaban su posición era envidiable. Veía a su creador, cuando con chofer, salía por el extremo opuesto de la mansión. Lo llevaba a la escuela. De su propia historia solo sabía que él, en aquella pared, era el niño más feliz de la tierra y su creador, niño auto despojado de todo gozo. Que ingrata era la vida. El que quisiera abandonar su querencia ausente de colores, para conocer el otro mundo con su colorido y su otro Dorian que quería encerrar lo que lo hacía feliz en aquella pared. Increíble; nadie es feliz con lo que tiene ni siquiera aquellos, como él, concebidos para ser felices.
Esa noche su creador se retrasó. Pidió disculpas por su retraso. Le tenía la mejor noticia del mundo. Por fin alguien escuchaba sus ruegos. Se mudaba finalmente de su encierro. Su vestimenta de esa noche, de una vivacidad como nunca antes. La tardanza de su titiritero fue por preparar su nueva ubicación. De este día en adelante su nuevo aposento sería una computadora con todo el color a su alcance. Su isla, su capsula imaginaria, por fin y de forma milagrosa, se convertía en el mundo con el que soñó desde su concepción.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

10 comentarios

  1. 1. Wolfdux dice:

    Una historia curiosa y bien escrita. ¡Nos leemos!

    Escrito el 30 diciembre 2014 a las 00:40
  2. 2. Roger/NHICAP dice:

    Hola Osvaldo,
    Original texto, incluyendo una parábola muy cierta. Me ha gustado pero te sugiero revisar la forma. Fíjate que desarrollas el relato en ¡dos! ùnicos párrafos; el primero enorme. Esto resta agilidad además de “asustar” al lector.
    Estaría muy bien si introduces un dialogo entre el titiritero y sus marionetas, o entre marionetas.
    Felicidades y un abrazo.

    Escrito el 30 diciembre 2014 a las 19:46
  3. 3. Macnarez dice:

    Me gusta, y sobre todo me llama la atención cómo vas describiendo a los personajes. Y sí, concuerdo en que es original.
    Nos leemos!

    Escrito el 31 diciembre 2014 a las 18:28
  4. 4. José Torma dice:

    Que onda Osvaldo?

    Concido con Roger, a punto estaba de pedir auxilio. Creo que fue intencional el ponerlo todo tan apretujado y la angustia que siento por ese niño que esta atrapado por algun motivo, no fuera tan grande si no estuviera escrtito como esta. En verdad es perturbador y por lo mismo me gusto bastante.

    Saludos

    Escrito el 2 enero 2015 a las 20:25
  5. 5. Ángel Gabriel dice:

    La historia es conmovedora, no hay nudo, ni intriga, enfoca los estados de ánimo del titiritero, pero es muy ooriginal.
    ¡¡¡¡¡¡¡¡¡SALUDOS!!!!!!!!!

    Escrito el 5 enero 2015 a las 02:39
  6. 6. Ryan Infield Ralkins dice:

    Coincido con Roger en que el primer párrafo es enorme y en cierto modo hace pensar a quien lee si terminarlo o dejarlo. Yo lo termine y no me arrepiento. Admito que tu vocabulario es excelente. De hecho, al comenzar a leerlo me parecía mas como un poema en prosa.
    Pero esta muy bueno el relato, bueno y bien escrito.
    Saludos y felicidades.

    Escrito el 7 enero 2015 a las 16:54
  7. 7. KMarce dice:

    Saludos, confieso que soy fan de los párrafos largos, y no me incomodó en lo absoluto que así fuese el tuyo. Únicamente, tengo tema con la puntuación. Ojo con esto, ya que yo fanática también de leer como se debe, me voy de corrido cuando no encuentro la puntuación en dónde debiera estar. Recuerda que la puntuación no sólo amarra, crea enfásis, sino también da respiro a quien lee. Pero vamos, que eso, fácilmente se corrije.
    En cuanto a tu relato en sí, me llamó mucho la atención, pese a que los títeres son uno de los muñecos que más aborresco en la vida, simplemente me parecen aburridos y/o grotescos; pero el tuyo me pareció como si fuera un niño, casi como Pinoccio; reflejo de su dueño, su creador.
    El encierro de su vida, se ve milagrosamente salvada, por esa nueva “ventana”, en donde él no abandona realmente su espacio de siempre, pero puede entrar en un mundo más llamativo, más colorido a través de todo lo que esa nueva ventana le puede ofrecer.
    En cuanto a tu escritura, me pareció sin ser rebuscada, sencilla pero profunda, con un ritmo ameno y ondulante. Al final, son las emociones, las expectativas, el centro de este universo.

    Escrito el 8 enero 2015 a las 00:29
  8. 8. marazul dice:

    Hola Osvaldo. He leído tu relato varias veces. No es un relato fácil. El lector tiene que esmerarse en entender. Sin embargo puede que eso no sea un defecto, más bien creo que es algo muy ventajoso por tu original estilo.Trabaja ese estilo tan propio que tienes (podrá gustar más o menos, pero es distinto y es tuyo). Es poético. En cuanto al significado me ha gustado el tema elegido:darle vida a una marioneta,atribuirle sentimientos….que al mismo tiempo resalten ese contraste con la vida de su creador. Muy interesante. Seguimos trabajando. Un saludo. Marazul

    Escrito el 8 enero 2015 a las 18:20
  9. 9. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    wolfdux, Thanks for being the first one to visit. Se me alegró el corazón cuando vi tu nombre primero en la lista. espero nos sigamos leyendo.

    Roger, Ya le hice varios cambios al texto. Pronto le incluiré
    unos diálogos como información adicional. Gracias.

    Macnarez, gracias por participar con tu comentario. La historia nació de un titiritero de Nuevo Laredo que obtuvo un premio nacional en Chiapas.

    José, La verdad, no se que onda.
    Comencé una historia.
    Narración dominó a mi pluma.
    El resultado: un texto profundo.
    Encierro no deseado.

    Angel Gabriel, Gracias por tus palabras tan positivas. pasare por tu escena. Nos leeremos.

    Ryan Infield Ralkins, Agradezco la vehemencia de tus palabras. me llegó profundo el nombrar mi escrito como poema. gracias Nos leeremos.

    Escrito el 11 enero 2015 a las 07:05
  10. 10. lunaclara dice:

    Jo, Osvaldo. Me ha gustado tu relato, pero es verdad que hay que leerlo varias veces, como el mío 😉 El tuyo es de mucha profundidad, diría casi infinita. Como las personas, que somos un pozo sin fondo.
    Felicidades. Te aconsejo, como han hecho otros, que separes los párrafos con punto y aparte, y así facilites la lectura.

    Escrito el 16 enero 2015 a las 11:15

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.