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"La Isla" - por Leticia FS

Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro.
Era Diciembre, todo estaba blanco. Jacobo caminaba hacía su casa y su cabeza loca trasteaba con los pensamientos de una Navidad diferente. Por una vez le gustaría que todo fuese distinto. No sabía porque a su padre, no le gustaba eso de poner un árbol decorado, de poner luces. ¡PLOF! Jacobo cayó al suelo hundiéndose en un charco provocado por las rotura del hielo. Sentía sus huesos fracturarse poco a poco. Algo brillaba en el fondo de aquel charco. Y Jacobo tenía pasión por las cosas brillantes. Con toda su fuerza buceo hasta lo que brillaba y lo cogió. Llegó a la superficie y de pronto una señora con pelo blanco recogido en tela veis, se le acercó a Jacobo y tendió un palo para que se cogiera. Jacobo se sujeto al palo y pudo salir del charco. Corrió rápido a ponerse a salvo. Se acordó del objeto brillante y lo sacó. Lo miro y observo que era una piedra en forma de rombo. La señora se acercó a y empezó a relatarle una antigua leyenda sobre esa piedra. Luego se alejó arrastrando sus zapatos. Jacobo que era muy de creer en cosas de fantasia, esta vez no creía la historia de aquella señora. Pero decidió guardar la piedra. Se quitó la ropa húmeda y la puso a secar, se lavó, se puso su pijama y bajó al comedor a cenar. Aquella noche, 24 de Diciembre, la familia de Jacobo se sentó en la mesa para cenar. La cena no era diferente a otras noches. Un caldo de tomate para el padre y Jacobo, maíz para la hermana y leche con pan para la madre. La madre pregunto como siempre por cómo se había dado el día. Aria, la hermana, empezó a relatar su día en la escuela. El padre como siempre, haciendo alabanza a su buen trabajo y fuerza. Y Jacobo hablando de sus aventuras en la calle. Los ojos de Aria de pronto fueron a parar a la cosa brillante que había en el bolsillo del pijama de Jacobo y con su habilidad lo cogió. Jacobo se levantó a por ello para que nadie lo viera pero como siempre la hermana empezó a burlarse de las fantasias de su hermano. Jacobo se enfadado y subió arriba. Al rato, la madre subió al cuarto y se sentó a su lado. Le acarició el pelo y le dijo: -Cuéntame Jacobo, ¿qué es eso que brilla?- Jacobo empezó a relatarle la historia que la señora le había contado aquella tarde. La madre le dio un beso en la frente y le dijo: -Si tú crees en ello, haz algo con esa piedra.- Jacobo se durmió pensando en una Navidad distinta, y la piedra brilló más fuerte. Al día siguiente Aria despertó a Jacobo zarandeándolé. –Jacobo, corre, baja.- Le decía su hermana. Jacobo alcanzó deprisa a ponerse las zapatillas y bajó a la planta de abajo. Sus ojos se abrieron como platos y se llenaron de emoción. Veía todo su comedor con luces brillantes, un árbol decorado con espumillón, tazas enormes llenas de chocolate y mazapanes, y al lado del árbol un montón de regalos. Nadie se creía lo que estaba pasando. Empezaron abrir los regalos. El primero fue el padre, su paquete contenía unas herramientas de última generación para el campo, para mejor cosecha. Después abrió su regalo la madre. Dentro había unos guantes y bufanda de lana y un bolso rojo. La madre estaba emocionada de lucir eso. Aria estaba esperando para abrir su paquete. Contenía un vestido rosa sedoso y unos zapatos negros de charol. Por último le toco a Jacobo.
No sabía si esto era real o no y tenía miedo de tocar todo por si desaparecía. Cogió su paquete con manos temblorosas. Venía envuelto en un papel trasparente. Lo abrió y se encontró una carta escrita sin firma. Empezó a leer la carta.
Querido Jacobo, sé que quizás te desilusiones al no encontrar ningún regalo, pero tu bondaz y tu ilusión han hecho el regalo más grande. Dar una Navidad diferente a tu familia. Mira las caras de ellos y verás que están ilusionados. No dejes de soñar, de vivir aventuras. Disfruta de esta Navidad, de sus regalos y el tuyo; que es la amabilidad de hacer felices a todos. Jacobo se levantó y miro. La imagen de su familia disfrutando de todo aquello fue su regalo. Y así durante los años que siguieron, la familia celebró las Navidades.

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2 comentarios

  1. 1. Clara dice:

    Pensé que los primeros relatos tenían muchos comentarios porque la gente los leería más y en cambio los del medio o el final a penas tendrían. Cliqué un número aleatorio y casualidades de la vida me llevaron aquí ^.^
    Me ha gustdo la historia, refleja muy bien el aire navideño que hay para estas fechas, aunque me he quedado con la duda de qué historia le cuenta la anciana :/ Probablemente que es una piedra que concede deseos y eso se entiende por el contexto pero creo que tendrias que haber profundizado un poco más en la anciana y la piedra… aunque claro, eso es solo mi opinión, y entiendo que eso es difícil dado el límite de palabras jajaja.

    Otra cosa que me he dado cuenta es que constantemente están apareciendo verbos y verbos y verbos que indican lo que los personajes están haciendo, pero apenas descripciones de los lugares y personajes… creo que tendrías que intentar incorporar algunas descripciones o si vas justa por el límite de palabras, más adjetivos. Piensa que una descripción de, por poner un ejemplo, la casa mientras cenan, tampoco implica hacer una laaaaarga descripción de todo lo que hay, con poner cosas características de esa casa en específico ya hace que te sientas identificado con el lugar y te lo imagines .< Saludos!! (y siento que me haya extendido tanto T.T)

    Escrito el 2 enero 2015 a las 01:20
  2. 2. David Rubio dice:

    Coincido con el comentario de Clara. Añadiría que sería interesante que separaras los párrafos para facilitar su lectura.
    Buen trabajo.

    Escrito el 19 enero 2015 a las 22:53

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