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La Maldición del Tesoro - por Chdnk

Web: http://www.bitacoradeunmortal.blogspot.com

– Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro. Me decía a mí mismo intentando convencerme al ver como Shiba era sanada de su enfermedad mortal y de cómo ahora, podía haber una posibilidad de salvarnos de la muerte, demasiado optimismo, no fue así.
Hace unos meses atrás habíamos escuchado del tesoro de aquella isla y de cómo era su leyenda consecuente:
“Bajo designios de grandeza y tristeza, las almas que intentan tomar el tesoro de esta Isla perderán más que la vida, quizás la razón ante su ambición, sacrificarán su moralidad o perderán más de lo que podrían haber anhelado.”

Regresábamos de un viaje de excursión en Brasil y mientras nos emborrábamos de nuevo para celebrar en el bar de costumbre, leímos la leyenda una y otra vez, burlándonos de todo destino y anhelando un mayor tesoro, en torno al círculo de personas estaba Shiba, la chica más inteligente del grupo; quién siempre solía improvisar cualquier eventualidad y quién también hacía las rutas de cada una de las expediciones. Nuestro grupo, era una mezcla de caza tesoros del siglo XXI, intentando conseguir un golpe de suerte tras haberse graduado en una carrera que nunca dio mucho de sí misma en un mundo donde los peniques apenas valían para pagar una vuelta en el vecindario. Shiba y yo nos habíamos conocido antes de graduarnos, aprovechando que teníamos un grupo de amigos en común, iniciamos el grupo de expedición con la idea inicial de un plan alternativo de vacaciones. Pasó el tiempo y con cada una de las salidas, vendíamos las fotos a agencias publicitarios o de viaje, encontramos algunos tesoros que revendíamos como “legendarios” y así fuimos concatenando el grupo como un trabajo, fuera de lo común, pero que servía como trabajo. Shiba sufría de una enfermedad hereditaria y moriría pronto, todos estábamos conscientes de la situación y la alentábamos a dejar el trabajo y mantenerla, pero ella se negaba.

Aquella tarde de mayo llegamos a la Isla de la leyenda, con una vegetación muerta y un ambiente opuesto a las islas que rodeaban la zona, aquel lugar pregonaba que sería nuestro fin.
Investigamos un par de lugares, vimos cuevas, un par de bosques y cuando empezábamos a dudar que estuviéramos solos, ellos atacaron. Pensábamos que eran una tribu de la zona, pero parecían más guardianes de aquel sitio, armados con flecha y lanzas, trataron de cazarnos mientras huíamos despavoridamente. Miraba a los demás y veía como trataban de sacar las pocas armas que teníamos y nunca habíamos tenido que usar.

Nos ocultamos detrás de un par de rocas, parecía que los habíamos perdido, el miedo era en lo único que pensábamos, Shiba se alejaba del grupo mientras los demás apenas estaban tratando de calmarse. La busqué desesperado por todos lados pero había desaparecido, los demás se echaban la culpa a sí mismos, apenas conscientes de la situación pudimos dormir ese día, cambiando los turnos ante la guardia.
Era mi turno en la guardia y debía aguantar, tenía sueño, los párpados, me pesaban, cuando de un momento a otro, me dormí. Desperté y estábamos amarrados, éramos prisioneros de los nativos, intenté soltarme sin esfuerzo alguno pero no sucedía nada, lo mismo sucedía con los demás, se escucharon unos pasos y el que parecía ser el jefe de la tribu apareció, nos miró con desprecio y apuñaló a dos personas de nuestro grupo brutalmente. Debíamos escapar, clamar por nuestras vidas, no sabía qué sería lo correcto. De un momento a otro, apareció Shiba con una antigua mujer, Shiba estaba viva, aunque nuestros amigos no y la circunstancia no apremiara tampoco, había una posibilidad. La antigua mujer habló en un idioma desconocido, usó unos brebajes, ignorando que estuviéramos allí e inesperadamente curó a Shiba, no había más tos, ni síntomas.

Me decía a mí mismo que había ocurrido un milagro en ese lugar e imploraba porque Shiba nos ayudara, negociara con ellos o mejor dicho nos explicara porque estaba libre. Cuando menos lo esperé Shiba apareció ante nosotros riendo y apuñaló a dos personas más. ¿Qué estaba sucediendo? Los que aún quedábamos en el grupo fuimos golpeados hasta perder la razón y despertar en una fosa rodeada por esqueletos y mucho oro. Algunos en el grupo no podían pensar en cómo saldríamos de allí ni cómo llegábamos, pero yo si comprendía que algo pasaba, veía la lejana entrada arriba de nosotros, inescalable sin los equipos necesarios y sólo veía como habíamos sido traicionados. Teníamos el tesoro pero no teníamos salida, comida o alguna esperanza, todo estaba perdido.

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4 comentarios

  1. 1. Ryan Ralkins dice:

    Escalofriante y algo claustrofobico. Excelente relato. Solo tengo que mencionarte, y estoy seguro de que tus comentaristas te lo han dicho, que deberías eliminar algunas comas sustituyéndolas por puntos. Así el relato se hará mas sencillo de leer. Pero aun así esta muy bueno.
    Te felicito y nos leeremos.

    Escrito el 29 diciembre 2014 a las 19:31
  2. Hola, fui uno de los comentaristas anónimos.

    Me pareció una historia interesante y entretenida (tiene elementos de Holocausto caníbal).

    Lo que extrañé fue la evolución de Shiba, ya que al no ser explicada, la convierte en un personaje algo plano.

    Saludos y nos leemos.

    Escrito el 2 enero 2015 a las 22:31
  3. 3. Wolfdux dice:

    Hola Chdnk,

    coincido con Pato, al mostrarnos a Shiba al inicio del relato pensaba que sería el eje central, nos hablas de ella, si pero creo que no con la suficiente profundidad. La enfermedad la mencionas poco antes de ser curada, lo que creo que le quita fuerza a la curación. Por otro lado que sea ella quien aparece junto a la tribu da que pensar.

    Pese a todo esto, es un relato que se lee del tirón y engancha. De pequeño soñaba con ser Indiana Jones, así que ya puedes imaginarte, jeje.

    Un abrazo. ¡Nos leemos!

    Escrito el 16 enero 2015 a las 12:25
  4. 4. David Rubio dice:

    Creo que ya leí este texto en otra red social. Denotas imaginación y capacidad para contar una historia. Sin embargo, intentas contar mucho en poco espacio, de ahí que casi parece la sinopsis de una película, lo que resta intensidad. Creo que podrías aprovecharla en otro formato más extenso. En este, por ejemplo, podrías haberlo iniciado por el final. Ellos encerrados, narrando como llegaron y dejar la sorpresa de que no pueden escapar para el final.
    Buen trabajo

    Escrito el 17 enero 2015 a las 15:38

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