Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

La Isla Exiliada - por SARALOLA

Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro
Pero, no nos precipitemos. Primero, lo primero.
Todo empezó cuando Armand Peperes decidió financiar, de su propio bolsillo, un novedoso programa de televisión. “De Supervivencia” – decía en su informe – “Supervivencia en islas desiertas, concretamente”. Peperes tiene tanto dinero, que lleva detrás un séquito para ir cogiendo los billetes que se le caen al andar.
Mirémoslo así: Un filántropo con buen gusto, culto y muy excéntrico, a la par que bastante snob y clasista, decide financiar, lo que, desde dentro del negocio llamamos, de forma privada, y inaprensible para los profanos, “un programa de mierda”. Es bastante extraño.
Y además, poco original. Actualmente en emisión ya hay concursos de supervivencia en islas. Y en desiertos. Y en hoteles. Y en caravanas, en campings, en piscinas…
Entonces Peperes financia “La Isla Exiliada”. Fabrica su propia isla, abandonada en medio del atlántico, y construye con total secretismo los decorados.
La expectación, como es lógico ante tanta novedad, creció como la espuma de una cerveza mal tirada. Los casting fueron un auténtico acontecimiento. Había colas aparentemente infinitas desde el Majestuoso edificio Armand. Finalmente se eligieron, por un jurado formado únicamente por Armad Peperes, a los veinte afortunados concursantes. Todos personajes conocidos.
Las mismas colas se produjeron después, para reclamar. “Qué injusticia –decían- que no nos dejen participar por no ser conocidos… Si precisamente es en eso en lo que nos queremos convertir”. Como corresponde a los grandes gerifaltes y mandamases de este nuestro país, Peperes no ha salido ni a decir Pamplona. Ni siquiera con la boca llena de polvorones, que hubiera sido muy de su estilo.
Los concursantes fueron entrevistados con profusión, liberalidad y abundante amarillismo en todos los programas autopromocionales de las 3 cadenas que compraron el formato, creyendo haberlo adquirido en exclusividad. Cantantes surgidos de anteriores telerealidades, ex novios y ex novias de toreros, cantantes de copla y futbolistas, políticos venidos a menos, famosos surgidos de no se sabe dónde, periodistas sin estudios y actores de mercadillo. Vaya, un plantel de exclusivo lujo y cultura. El grupo de personas que uno quisiera que representara a su país…. si uno hubiera sufrido una lobotomía frontal.
Se filtró en todas las revistas que los concursantes han tenido que firmar un contrato de confidencialidad y exclusividad. Curiosamente, el contrato no se filtra, aunque hay deliciosas fotos de la firma de los mismos. En respuesta a las preguntas de los avezados reporteros, ninguno ha leído el contrato. Tampoco han llevado abogado alguno. Es de suponer que no había habido ninguno dispuesto a viajar con semejantes clientes, y acompañados de fotógrafos.
Peperes también contrata a abundante personal técnico. Y aquí entro yo en la historia, cámara de televisión de profesión, y critica despiadada por vocación.
Llevamos una semana aquí, rodando sin descanso los avatares, atavíos y anormalidades variadas del escogido grupo de concursantes. He estado de un humor realmente sombrío, porque aunque las audiencias son fantásticas y las tres cadenas están encantadas, cada vez que alguno de los famosillos dice alguna incoherencia, o un lugar común, un grupo de neuronas de mi cerebro se suicida en masa.
Y, hoy, como decía, ha ocurrido algo extraordinario. Un milagro.
Como un mesías gordo y prepotente, que hubiera llegado a la mesiandad después de los 50 tras varios desengaños amorosos, Armand Peperes en persona ha llegado a la isla. Bueno, en realidad ha llegado en helicóptero. Lo que nos ha dado varios recursos a nosotros, los cámaras que estábamos ya cansados de filmar bostezos, cangrejos y conatos de pelea. Sólo por eso, ya ha merecido la pena.
Los concursantes, sabiendo que lo que se filmara hoy iba a ser emitido con seguridad en los correspondientes resúmenes diarios, semanales y especiales de las cadenas, estaban expectantes de pura expectación y preparando sus… llamémosles recursos de audiencia extrema. Afilando las uñas y sacudiendo los edredones, metafóricamente hablando.
Y entonces, Peperes, en el atril del escenario en medio del helipuerto del centro de la isla en el medio del atlántico, nos informa de que todos los trabajadores del programa vamos a ser repatriados. Nos volvemos a casa. Yuhu. Para mejorar la cosa, los concursantes se quedan exiliados en la isla para siempre.
-Sí, es lo que habéis firmado, inútiles. Haber aprendido a leer – exclama Peperes con su papada roja y bamboleante.
Quien iba a decirlo. Liberados de nuestros más ilustres inútiles con una sola frase. Un milagro en “La Isla Exiliada”

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

2 comentarios

  1. 1. Wolfdux dice:

    Me tocó comentar tu relato. El tema que tocas me gustó muchísimo. ¡Felicidades otra vez!

    Escrito el 29 diciembre 2014 a las 12:49
  2. 2. David Rubio dice:

    El relato está bien narrado. Todo ese proceso de creación del programa, generas expectación. Ahora bien, el desenlace me parece gracioso pero, si lo terminas así creo que podrías aprovechar mejor todo lo anterior. El narrador es un personaje que no representa nada, solo adquiere protagonismo para decir eso de la neurona. Nada más. Tampoco es un milagro, por cuanto el dueño del programa realizó lo que ya tenía planeado de un inicio. Creo que la historia sería más atrapante si toda ella se desarrollara en la isla siendo esos famosos los protagonistas. Así el final, ver que se quedarán allí para siempre, será más impactante.
    Buen trabajo.

    Escrito el 18 enero 2015 a las 18:28

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.