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Esperanza - por Ariadna

“Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro” pensé mientras miraba a mi alrededor. Estaba cansada y sudorosa pero feliz. Habíamos sobrevivido por primera vez a un ataque más sin ninguna baja. El ataque más numeroso que habíamos sufrido en semanas para más señas. Por primera vez tuve esperanza. Por primera vez pensé que tal vez podríamos sobrevivir a esto.
Todo había comenzado unos meses antes con la epidemia, cuando la mayoría de la población mundial enfermó. Al principio parecía un caso más de gripe, tal vez la famosa gripe porcina o la gripe aviar que tras años de amenaza por fin se había propagado. Pero pronto se vio que no era eso. A los cuatro días de enfermar la gente comenzó a mutar, a enloquecer y a convertirse en monstruos, da igual como lo quieras llamar. El caso es que la gente en aquel periodo caía como moscas y los pocos que no enfermábamos tuvimos que huir para salvarnos de la locura que afectaba a los enfermos. Tuvimos que aprender a defendernos con uñas y dientes para no morir a manos de familiares o más bien de los cuerpos de nuestros familiares que en menos de un mes asolaban todo el país como en una mala película de zombies, pero en este caso real. El gobierno intentó llevar a cabo un plan de aislamiento, de salvación e incluso de exterminio, pero ¿cómo matar a los que son como nosotros? ¿Como saber que no era reversible? ¿Como saber que este capricho de los dioses no se acabaría pasando, como tantos otros que a lo largo de la Historia habían acosado a la humanidad? Después de todo según nuestros archivos históricos no era la primera vez que la plaga se difundía, no era la primera vez que los dioses nos mandaban esta enfermedad para atemorizarnos, para diezmar la población, para recordarnos que son ellos los que tienen nuestro destino en sus manos. Como si nosotros necesitáramos dicho recordatorio. Cada día, cada mes, cada año éramos completamente conscientes de que esas divinidades distantes, de que ese Consejo de Dioses era el responsable de nuestra existencia y que sus caprichos podían suponer la diferencia entre la vida y la muerte para nosotros. Después de todo se encargaban de recordárnoslo desde bien jóvenes. Pero esta vez… esta vez la plaga fue la peor, la virulencia fue la mayor y ninguno de ellos respondía a nuestras plegarias. No hubo manera no solo de aplacarlos si no de contactar con ellos. Por una vez no aparecieron y la humanidad se vio sola y abandonada, obligados los pocos supervivientes que misteriosamente no enfermábamos, a buscarnos la vida e intentar sobrevivir por nuestros medios. ¿Tal vez esta vez buscaban acabar con todos y comenzar de nuevo con una nueva raza más obediente y menos voluble? Bueno, no era una amenaza nueva pero personalmente nunca me la había creído, siempre tuve la ciega creencia de que ellos nos necesitaban tanto o mas que nosotros a ellos. Durante ese periodo llegue a dudar.
Yo realmente no era religiosa. Había echo el servicio obligatorio a los 16 años como todo el mundo. Como manda la ley había entrado al servicio de un templo, pero había elegido servir a la Gran Diosa que era lo más sencillo. Nunca aparecía, nunca demandaba nada, lo único que tuve que hacer fue ayudar en las labores de manutención del templo un par de veces por semana. Recuerdo que muchos sacerdotes y sacerdotisas decían que la Diosa había elegido darnos libertad de acción, otros que había abandonado a su marido y que por eso había elegido apartarse de la sociedad y otros se creían eso de que estaba desaparecida. Yo ni lo sabia ni me importaba. Los dioses, si realmente lo eran, no eran para mi más que unos seres que buscaban aprovecharse de nosotros a través de nuestros sacrificios.
Nunca pensé que los echaría de menos. Nunca pensé que rezaría cada noche para que aparecieran como hacía ahora. Tal vez esa era la finalidad de todo esto. O tal vez es una lección para que aprendiésemos a valernos por nosotros mismos. A estas alturas ya no se nada. Tal vez vuelvan, tal vez no. Solo sé que hoy por primera vez hemos ganado realmente una batalla. Hoy somos más fuertes. Mañana… bueno, mañana tendremos que seguir luchando.

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8 comentarios

  1. 1. Juana Medina dice:

    Hola Ariadna, me gustó mucho el trabajo. Es un buen comienzo de algo que tiene mucha tela. La vacilación del personaje ante el problema de la fe, y también ante la obligación de tomar un nuevo camino de conciencia para vencer a nuestros monstruos, me pareció muy interesante. Adelante, seguiremos leyéndonos! Felicidades

    Escrito el 29 diciembre 2014 a las 15:52
  2. 2. Julieta Blanco dice:

    Hola Ariadna! Me parece un relato interesante, e interesante la manera en que encarás el tema de la enfermedad. Tal vez hecho en falta un momento de mayor tensión, pero creo que es el buen comienzo para una historia más larga.
    Suerte! =)

    Escrito el 31 diciembre 2014 a las 01:07
  3. 3. David Rubio dice:

    Coincido con Julieta. Tienes un cliché, la historia de zombies tan manida estos días pero esa deriva hacia el cuestionamiento de la fe es original, mucho más interesante. Al ser un relato y no una sinopsis de una película o una novela, yo te propondría centrar en esta ultima parte. Un personaje encerrado en la iglesia, aterrado mientras la amenaza está fuera, clamando a los dioses la ayuda, no sé algo así.
    En el aspecto formal el relato es más que correcto si bien lo dividiría en más párrafos para facilitar la lectura. Quizás la frase más complicada de leer es justo al principio: “Habíamos sobrevivido por primera vez a un ataque más sin ninguna baja. El ataque más numeroso que habíamos sufrido en semanas para más señas.” Hay que buscar las formas más sencillas: Por primera vez, nadie murió en el último ataque.

    Saludos y mis mejores deseos para este 2.015

    Escrito el 31 diciembre 2014 a las 16:00
  4. 4. U.Monserrat dice:

    Hola Ariadna. Feliz año ante todo.

    Aunque he de reconocer que ninguno de los dos temas que has tratado y mezclado son mi pasión. Si tengo que reconocer que me ha gustado tu relato, y coincido con Julieta y David, que tienes un buen material para crear un relato o novela.

    Yo también dividiría en más párrafos el relato, para que se haga más amena su lectura.

    Un saludo y enhorabuena por tu trabajo.

    Escrito el 5 enero 2015 a las 19:58
  5. 5. Ryan Infield Ralkins dice:

    Coincido con los compañeros en que podría convertirse en una interesante novela.
    Lo que mas me llamo la atención de tu relato es que mencionas a los dioses. Al principio del relato me pareció que hablabas de personas comunes y corrientes que dominan al mundo desde las sombras, algo así como los iluminati. Después me pareció que encajaba con los dioses griegos y romanos. Justo al terminar de leer me di cuenta de que puedes hasta inventar tu mitología con dioses y demás, un nuevo mundo y hacer una buena épica mezclada con ficción. Es solo una idea y una opinión, claro esta.
    Me encantó tu relato porque se sale de lo trillado, logrando ser muy original.
    Saludos y felicidades.

    Escrito el 8 enero 2015 a las 14:20
  6. 6. Ariadna dice:

    Gracias a todos por los comentarios! La verdad es que si que saque este relato de la idea de una historia mas larga en la que hace tiempo me quede atascada pero creo que ahora me animare a reanudarla. Es algo complejo porque como comentaron se trata de una mitología propia así que ya veremos en que queda. De todas formas gracias por los comentarios, me han animado mucho para volver a desarrollar la idea

    Escrito el 8 enero 2015 a las 15:49
  7. 7. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Te felicito Ariadna, desarollaste un escrto muy profundo. Contiene elemento de concientizacion que se necesita para que nuestra estirpe no desaparesca de la faz de la tierra. Civilizaciones anteriores han desaparecido debido a las epidemias, plagas o pestes. Tambien la idea de que lo

    Escrito el 9 enero 2015 a las 02:25
  8. 8. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Te felicito Ariadna, desarollaste un escrto muy profundo. Contiene elemento de concientizacion que se necesita para que nuestra estirpe no desaparesca de la faz de la tierra. Civilizaciones anteriores han desaparecido debido a las epidemias, plagas o pestes. También la idea de que lo que no te mata te hace mas fuerte y que seran ellos quienes repoblarán la tierra: Excelente. Enhorabuena. Te seguiré leyendo

    Escrito el 9 enero 2015 a las 02:31

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