Blog del Explorador:Aquel Dia - por Crystal

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Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro
Un milagro como nunca había presenciado en mis 37 años de vida. Un milagro que hizo que crea en la existencia de Dios,un milagro que…

Disculpen.Me parece que antes que nada,debería presentarme.
Mi nombre es Cameron,soy biólogo y actualmente vivo y trabajo en la Isla de Buru,ubicada en Indonesia. Tengo una pequeña cabaña en la playa,un investigación en curso y una relación distante pero cordial con la tribu de la región.

Me encontraba midiendo los antiguos árboles de la zona cuando sentí a lo lejos un estallido semejante a una bengala. Fui hacia la orilla y divise a corta distancia un barco a punto del naufragio,con las personas saltando hacia el mar por un incendio en su popa.
Le saque la lona a mi pequeña lancha,la meti al agua y empecé a prender el motor. Cuando logré hacerlo funcionar,una explosión más grande se sintió sobre mi espalda y su onda expansiva casi me tira al agua.
Me di vuelta y vi lo peor:todas las personas habían fallecido,ya sea por el incendio o ahogadas.
No pude evitar derramar un par de lágrimas al ver semejante cuadro frente a mis ojos.

Después de contemplar el desastre me había decidido a volver a la isla,cuando escuche un grito de auxilio. Mirando hacia todas las direcciones,encontré a una joven tratando de mantenerse a flote mediante una tabla. Fui hasta ella con toda la velocidad que el pequeño motor podía darme pero,al llegar,ya se había hundido en el mar. Salte detrás,nadando desesperadamente por salvarla.
La logre alcanzar,subir hacia la superficie y depositarla en la lancha,pero fue en vano:ya estaba muerta.
Y lo peor de todo,estaba embarazada.
Lloré como un niño pequeño,como hacia mucho no lloraba. Me sentía culpable por no haber hecho más para rescatarla a ella y a su hijo nonato. Pero mi llanto paró en cuanto sentí el movimiento en su vientre.
Con la esperanza renovada prendi nuevamente el motor y me dirigí a toda velocidad hacia la costa,tocando el abdomen de la joven y rezando internamente para que el bebé no deje de moverse.
Apenas toque la orilla,la agarre entre mis brazos y corrí hacia el bosque,al asentamiento de la tribu esperando que me ayuden y maldiciendome por no ser más amistoso con ellos.

En cuanto llegue al pequeño pueblo,la gente se asustaba apenas me veía. No era para poco:tenia una joven embarazada en los brazos,un bebé pidiendo nacer y mi cara con una expresión de pánico como nunca había sentido en mi vida.
Entre las personas que me rodeaban,se abrió paso el líder y médico brujo de la tribu quien se acercó, observó a la joven,le puso su mano en el vientre y abrió los ojos en expresión de sorpresa.
Me miró fijamente y con el poco inglés que sabía,me dijo:
– Sigueme.
Me guió hacia una pequeña cabaña,más humilde que la mía,con unas cobijas dispuestas en forma de cama en el piso,varios paños húmedos y un cuenco grande de agua,puesto por las mujeres de la región.
Deje a la dama en el piso y el líder me apartó con fuerza hacia afuera.
-Permitame ayudarlo,en lo que sea.-le pedí,a lo que él respondió duramente:
-Quiere ayudar?Recé!

Esperé y esperé durante eternos minutos afuera,recordando cada instante de mi vida y pidiéndole a Dios que no se lleve a ese bebe.
Recordé mis años escolares,con mis padres hamacandome en la plaza.
Recordé la secundaria y mi primer amor,a quien dejé en cuanto me mudé a Sydney.
Recordé la universidad,los amigos que no volví a ver,el trabajo en el Museo y el viaje hasta aquí.
Toda mi vida pasó ante mis ojos y llorando,grité:
-Dios,haz que ese bebé sobreviva y te prometo que empezare a vivir.
Entonces,escuche desde adentro el llanto del bebé.
Entré con la felicidad inundando mi alma y vi en los brazos del líder,una pequeña niña que lloraba y se movía entre la manta en la que estaba envuelta.
Ahora estoy junto a ella,escribiendo esto desde mi cabaña. Le envie un mail a mi jefe para pedirle el traslado hacia Australia nuevamente y a mi madre,contándole las buenas noticias.

Hoy,en esta isla,ha ocurrido un milagro:el milagro de la vida.