Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

El hundimiento de Mirador - por Juan F. Valdivia

Web: http://juanfvaldivia.wordpress.com/

–Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro –de esa manera tan brusca cortaron la retransmisión del partido. Un latido antes estaba a viendo cómo los Sondarkas pareaban a los Fghatans y al siguiente tenía delante la fofa cara del gobernador Roiz. Su rostro orondo ocupaba la esquina inferior derecha de la pantalla, dejando el resto del encuadre a… ¿a qué? Parecía una toma lejana: una hilera de diminutas palmeras, una línea de la costa de ¿Poniente? Entonces la cámara enfocaró un pequeño promontorio. En su cima había un obelisco, uno muy familiar: el Monumento a los Descubridores. Pero lo rodeaba un lodazal, no el agua de la bahía. ¿Qué estaba pasando?
¿Y aquella enorme nube parduzca?
El seboso endogámico pareció leerme la mente, ya que prosiguió.
–Lo que ven a mi espalda, queridos súbditos, es Playa Llegada. No se equivocan, no: el océano se ha ido. Además, el polvo en suspensión que ven…
De improviso la imagen tembló, aunque no tanto como la papada del gobernador. Las palmeras oscilaron; incluso el monolito parecía perder la verticalidad.
Las sacudidas cesaron.
–Como les decía, ha ocurrido un milagro ¬–¬los ojillos de Roiz brillaban. Quién sabe, quizá esto resultara más divertido que el partido de snacket–. Damas y caballeros, nos hundimos. Isla Mirador se hunde.
¿Qué demonios decía ese loco? Agarré el mando y cambié de canal. Fui recorriéndolos uno tras otro. La cara rubicunda del hermano–hijo del emperador (ese bueno–para–nada que había acabo exiliado aquí, en el culo del mundo) estaba en todos.
Él y la no–costa.
Empezó a alzarse un fuerte viento. Revolvió la cuidada melena de Roiz y se llevó el polvo, desvelando un enorme acantilado. La pared estaba agrietada, y de ella surgían pequeñas cascadas.
Un nuevo temblor sacudió la imagen. Cuando la calma regresó no había la menor duda: el acantilado había crecido.
Nos hundíamos.
Salté del sofá horrorizado. ¿Qué nos iba a pasar?
Roiz debía tener el día inspirado porque de nuevo se adelantó a mis pensamientos.
–No sabemos cómo acabará esto, si cesará tras un tiempo y se estabilizará… o si continuaremos separándonos más y más de la superficie.
En la lejanía, como provenientes del interior del acantilado, resonaron unas fuertes detonaciones, unos chasquidos graves y profundos. Entre temblores el muro volvió a alzarse, pero esta vez de manera continua.
–¡Dioses! –Lo dije yo, lo susurró Roiz y estoy seguro de que lo gritó toda la población de Mirador.
–No hay tiempo. ¡Sí! –Roiz parecía hablar con alguien fuera de cámara–. Bajo mi entera responsabilidad. ¡He dicho que sí! ¡Repártanlo ya mismo!
Su rostro había adquirido un tono rojo resplandeciente. Por primera vez desde que llegara a la isla parecía serio y autoritario, muy lejos del aire timorato, displicente y amargado habitual en él. Sus ojos buscaron la cámara. En ellos resplandecía un fuego que me congeló el alma.
Mi terminal silbó: tenía correo.
–Acabo de ordenar que se les envíe a todos ustedes un dossier. Debe estar ya en su bandeja de entrada. No se extrañen al ver ‘Alto Secreto’ en su etiqueta basal. Está liberado. Contienen los informes de la única expedición a El Borde que ha conseguido enviar una respuesta.
»Como saben nuestra isla está rodeada en tres cuartas partes por el Océano Final; la sección restante se asoma casi una legua sobre El Borde, allí donde la tierra desaparece para precipitarse en El Abismo. En todo Levante no existe otro balcón que permita contemplar de esa manera el precipicio sin fondo. Nuestra economía depende de ello. Atrae turistas y sirve de imán a expediciones científicas. Todo el mundo quiere ver qué hay al otro lado… y debajo.
»Durante milenios se han enviado sondas, animales y expediciones a El Abismo, todas ellas intentando descubrir hasta dónde llega y qué hay tras esas profundidades de bruma eterna. Nunca hemos obtenido resultados. Nunca, salvo lo contenido en ese dossier: la transcripción y análisis de un cuaderno de bitácora (muy deteriorado) que alguien logró atar al cable de sustentación antes de que se partiera. Ahora todos ustedes tendrán conocimiento de lo que esos valientes vieron y vivieron a más de siete mil brazas de profundidad.
»La isla se hunde. Caemos hacia esos parajes ignotos. Espero que puedan leer el dossier, como yo he hecho, antes de que El Abismo nos abrace. Así podrán elegir. Como yo.
Y sin mediar palabra Roiz extrajo de su levita un revolver, se lo introdujo en la boca y se voló los sesos.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

9 comentarios

  1. 2. Wolfdux dice:

    Hola Juan,

    un relato con marca de la casa, exquisito. El final me ha encantado, tanto por lo que muestras como por lo que no, todo un acierto.

    Escrito el 30 diciembre 2014 a las 00:29
  2. 3. lunaclara dice:

    Hola Juan:
    Espero que este relato tenga continuación. Mantienes el interés hasta el final y, aparte de que se vuele los sesos el tío ese, tiene que haber algo más, no?
    Muy bueno!
    Felicidades, y Feliz Año Nuevo!!

    Escrito el 30 diciembre 2014 a las 09:20
  3. 4. Aurora Losa dice:

    No sé lo qu me ha gustado más, si esa tensión constante que has logrado imprimir a todo el relato o la incógnita de qué será lo que hay en “El Abismo” que hace que Roiz prefiera pegarse un tiro.
    Muy buen estilo y muy bien dejada para recoger el testido en otro taller (yo quiero saber qué pone)
    Genial, Juan. Feliz año.

    Escrito el 30 diciembre 2014 a las 11:03
  4. Hola a todos.

    Gracias por los comentarios.

    Mal que me pese sigo ‘cayendo’ en la quizá excesiva adjetivación. Pero forma parte de mi manera de narrar, de hacer los textos visuales o sensoriales. Mis últimas lecturas (un puñado de maestros de la narrativa hispanoamericana) me demuestran que, si tienes nombre, ese estilo prolijo no sólo es aceptado por el público sino incluso laureado. Pero claro, hablo de autores GRANDES, algunos con Nobel incluido. A mí no me han dado -todavía- un Nobel como para que ‘me permitan’ usarlo 😛

    Respecto a la continuación de esta historia he de decir, como ya he dejado caer en la entrada de mi blog, que lo más seguro es que se quede ahí. No habrá más, o al menos mientras esté tan limitado de tiempo. Bastante lío tengo ahora con el compromiso de entregar dos cuentos de 4.000 palabras.

    Ojalá me tocara una lotería, convertirme en un Larry Niven y así pudiera dedicarme a tiempo completo a esto de escribir 😛 La de historias que podría sacar del cajón 😉

    Por soñar que no quede.

    Un saludo.

    Escrito el 30 diciembre 2014 a las 14:33
  5. Lo primero que te quiero decir es que leo “Fghatans” y pienso en:
    “Ph’nglui mglw’nafh Cthulhu R’lyeh wgah’nagl fhtagn”
    Y lo segundo: ¡La madre que te parió! ¿Qué narices hay en el dosier? ¡Di! Me come la intriga…
    Espero que te dignes a continuarlo cuando tengas tiempo, entiendo la imposibilidad de pasarte escribiendo todo el día (¡ojalá pudiesemos!) pero ¡no nos dejes así!

    Un abrazo, ¡nos leemos!

    Escrito el 31 diciembre 2014 a las 14:40
  6. Hola, Ira.

    En efecto, lo de los ‘Fghatans’ viene de eso. De igual manera que para los ‘Sondarkas’ me inspiré 😛 en los Sardaukars.

    Lo del dossier… por ahora seguirá en modo incógnita. Esa visión de El Borde se queda ahí. Pero ya estoy preparando otro cuento (tengo un borrador de unas 4.000 palabrejas) en el que se medio descubre qué puede haber al otro lado, aunque esa visión no corresponderá con lo que hay la otro lado de Mirador sino con la de otra región, una muy diferente pero creo que igual de sugerente y llena de sentido de la maravilla. A ver si consigo encontrar un sitio donde me lo publiquen. Modo locutor de radio: ‘sigan atentos a mi web’ 😛

    Otro abrazo.

    Escrito el 2 enero 2015 a las 17:05
  7. 8. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Juan. F, Como siempre, tu escrito deja un sabor dulce en mi. Admiro tu forma de llevar la historia. No encontré ningun tropiezo al deambular por un laberinto perfecto. El final cumplió a la perfeccion la tragi-comedia que elaboraste a travez de mas de setecientas palabras. Enhorabuena. Happy New Year.

    Escrito el 8 enero 2015 a las 01:09
  8. 9. José Torma dice:

    Un aplauso Juan, bien contada. Yo no encuentro nada de eso que dices de los adjetivos (sera que padezco de lo mismo) pero a mi me ha encantado, creo que el final abierto y las mas preguntas que respuestas, hacen que tu relato se quede en la mente mientras infructuasamente intentamos llenar los huecos. Por cierto, yo si se que hay en el abismo jaja y me gustaria mucho ir ahi jaja

    Muchas felicidades.

    Saludos.

    Escrito el 9 enero 2015 a las 20:22

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.