Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

El gran Taka - por Cesar A. Martín

Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro. Los Dioses nos han vuelto a distinguir como a sus hijos predilectos. Nos han mostrado su gracia a través del pequeño de la familia N'gapui.

Todo sucedió el día de la sexta luna llena, cuando los pájaros sagrados ya han anidado en los acantilados y se celebra la fiesta del guerrero. Nuestros Dioses, en su infinita generosidad, nos regalan el espíritu guerrero confinándolos en los huevos de estas aves. Los padres, en el primer año de sus hijos varones, descienden por estos despeñaderos en busca del regalo divino para alimentar de coraje a sus vástagos. A veces el difícil acceso a los nidos y la infatigable defensa de los pájaros provoca que algún valiente caiga y perezca; sus familiares, lejos de lastimosos duelos, encajan la pérdida orgullosos porque saben que los Dioses solo reclaman a su lado a los mejores.
Es un día de celebración donde todos participan, se vitorea a los esforzados padres y se jalea a los niños cuando, entre llantos y pataletas, le obligan a tragarse el espíritu guerrero.

Para mi gente la medida de un hombre reside en su valor. Nuestro protector es Anauak, el invencible, que tuvo que sufrir mil muertes hasta derrotar a los diablos Lanu-moana. Él sólo vela por los soldados más aguerridos y osados; no tolera la duda ante el enemigo, cualquier falta a su esencia supone el destierro, convertirse en un paria errante motivo de burla y desdén, pero el peor de los escarnios recae sobre la familia, que pasa a ser la última de la aldea arrastrando la vergüenza para siempre.

Después del gran día comienzan las luchas Takauere, los nuevos hombres de cada pueblo exigen terrenos y vírgenes de otros poblados, mientras mejores se consideren más contendientes se presentan. Los aspirantes pelean hasta que sólo queda uno, los llamados vencedores Taka. Los derrotados, cada vez más cansados y desmotivados, continúan luchando y rebajando sus pretensiones con cada fracaso. Su posición en la tribu dependerá de lo que sean capaces de conseguir en estos combates.
Cuando se acercan estas fechas los jóvenes se ponen frenéticos, siempre hablando de lo mismo, entrenando, eligiendo tierras, espiando mujeres y, por supuesto, midiéndose entre ellos. Yo los imito, aparento ilusión, entreno más duro que nadie. Me consideran el favorito, el gran Taka. Muchos cambian de planes cuando se enteran de que coinciden con los míos, pero esa misma fama también es la que espolea a los mejores hijos de los otros pueblos para derrotarme.
Procedo de una estirpe de vencedores Taka, es el principal distintivo de mi familia. Padre sólo me contempla como perpetuador de la tradición y cualquier otro resultado significaría una deshonra indeleble.
No puedo fallar a Padre, a mi familia, a mis amigos, a mi pueblo, no puedo fallar; es mi único pensamiento pero tengo miedo, miedo de perder, de abandonar, de no estar a la altura. No quiero pelear, no quiero sufrir. No quiero dañar a mi gente.
No podía permitir que pagasen por mis flaquezas. Debía sacrificarme, había decidido saltar de los grandes acantilados. Era mejor morir como un posible héroe que vivir para mancharles con mi cobardía.

Los dedos de mis pies rozaban el filo del precipicio, las olas embestían contra el afilado despeñadero y las gaviotas reían crueles mi desventura, un sólo paso me separaba del abismo cuando un grito desgarrador estremeció los cielos. Pude ver como el pequeño N'gapui caía al vacío, desde donde lo hizo podría parecer que se había estrellado contra las rocas, pero yo vi cómo se hundió en el único claro que ofrecían los riscos. La madre arrodillada alargaba el brazo como si pudiera alcanzarlo, varios hombres retenían al padre que loco de dolor quería seguir a su bebé. No vacilé, sabía que podía llegar y salté con todas mis fuerzas, más gritos se elevaron acompañando mi caída. Sentí como los huesos de mi pie se rompían contra la piedra, ignorando el dolor, nadé hasta la superficie y busqué, pero mi propia sangre me impedía distinguir nada. Cogí todo el aire que pude y me sumergí dispuesto a no salir hasta encontrar al pequeño. Anauak me dio la fuerza suficiente para alcanzarlo, en cuanto lo saqué se deshizo en un llanto inconsolable, nunca había oído melodía más maravillosa. Lo abracé y al cobijo de unos peñascos esperamos, acunados por la marea, a que vinieran a por nosotros.
Los Dioses habían obrado el milagro. Los Dioses habían salvado el corazón de un cobarde.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

13 comentarios

  1. 1. Paola Panzieri, papan dice:

    ¡Estremecedor!
    Muy bien escrito desde principio a fin.

    La imagen de esos huevos en el acantilado es preciosa y la de ese Dios que solo vela por los más valientes…aterradora.
    El llanto del niño, al final, te deja por fin respirar después de una lectura en la que no te atreves siquiera a tomar aire.

    “Los dioses habían salvado el corazón de un cobarde” un final perfecto para el relato.
    Pero creo que ese es el pensamiento del protagonista de la historia, no el tuyo, si no le habrías dejado morir sobre las rocas. Yo creo que tu opinas que ese es el corazón del hombre, dispuesto a sacrificar su vida para no hacer sufrir a su familia, por eso le salvas al final poniendo su valentía en el lugar que merece.

    Me ha encantado, hasta la próxima lectura. Saludos

    Escrito el 29 diciembre 2014 a las 12:24
  2. 2. marazul dice:

    Que relato más bonito César…!.Es mágico y se adapta perfectamente al tema de este mes. A través de tus palabras nos adentramos en la isla, en ese mundo de tradiciones y ceremonias. La descripción es perfecta, tanto del entorno como de la lucha del hombre contra sus miedos. Y al final se logra el milagro y surge el héroe que el gran Taka lleva dentro. De una forma natural, ante la caída del niño, como son los héroes de verdad. Precioso César. Un saludo y Feliz Año…!!!

    Escrito el 29 diciembre 2014 a las 16:00
  3. 3. Roger/NHICAP dice:

    Hola Cësar,
    Tu relato lo incluyo entre los mejores de este mes, ya he leído más del 50%. Felicidades.
    Por cierto soy uno de tus tres comentaristas anónimos, el español que vivió en DF, y me gustaría saber si realmente eres de México.
    Un abrazo

    Escrito el 29 diciembre 2014 a las 21:37
  4. 4. Cesar A. Martin dice:

    Muchas gracias, que os haya gustado ya es todo un elogio. Paola el apunte que haces sobre el final es realmente bueno, pero quería que fuera el protagonista el que nos dijera que es para él un milagro, subrayando de esta manera como nos condiciona nuestra cultura. Roger te agradezco tus comentarios, son muy motivadores y tengo que decirte que soy español, todo lo que aparece en el relato es inventado, es una amalgama de lecturas, películas e imaginación, salvo los nombres que quería que tuvieran el sonido adecuado. Que a alguien que conoce tan bien esa cultura le cause esa impresión es todo un logro. Para mi otro comentarista, menciona una inconsistencia en los tiempos verbales, lamento que le haya parecido un error, pero es intencionado, quería marcar la diferencia entre la descripción de las costumbres ancestrales y los hechos que ocurren antes del milagro (presente historico; pretérito imperfecto). No obstante muchas gracias, porque es evidente que has dedicado tiempo a mi relato.
    Un saludo y felices fiestas compañeros.

    Escrito el 29 diciembre 2014 a las 22:35
  5. 5. Diego Manresa Bilbao dice:

    Hola Cesar!!!!
    Muchas gracias por tus comentarios elogiosos…
    El tuyo ,me ha gustado mucho, al principio me confunde un poco las historias de los pajaros y demas, pero luego es emocionante…
    Un saludo y nos leemos!

    Escrito el 30 diciembre 2014 a las 13:45
  6. 6. Silvyt dice:

    Después de leerte tres veces y de leer los comentarios de los compañeros no me queda nada más que añadir mas que:
    ole, ole y ole!!

    Solo me sorprende que Taka no fuera el padre… de ahí que tuviera que leerlo tres veces, pero es que me interrumpieron jejeje

    Un saludo, enhorabuena, creo que es lo mejor que has hecho desde que empecé a leerte.

    Felices Fiestas1

    Escrito el 30 diciembre 2014 a las 14:52
  7. 7. Marcelo Kisi dice:

    César hola! Coincido en que es uno de los mejores relatos del mes. La frase final no es nada problemática, pues desde el principio es el protagonista el que cuenta la historia, y obviamente lo hace desde sus valores, sensaciones y motivaciones. Bien construido, con un derroche de creatividad para describir diversos ritos y costumbres, en lugar de reducirte solo a las luchas Takauere. O sea, has sido generoso con tus lectores. A eso se suma el drama final que está ejecutado de la manera más profesional posible. Gracias por un relato delicioso! Felices fiestas!

    Escrito el 30 diciembre 2014 a las 17:22
  8. 8. Anoide dice:

    Nos has presentado toda una nueva civilización en tan pocas palabras… Su cultura, su ideología, sus creencias, la organización en el pueblo, sus costumbres… Es asombroso que lo hayas logrado con tal facilidad y soltura.

    La primera parte la he leído embobada, asimilando cada detalle que contabas acerca de esta tribu. La segunda me ha tenido en un vilo hasta llegar al final. Me alegra que salvaras al protagonista, era demasiado noble para morir (aunque seguro que él no compartiría esta opinión).

    Te felicito, César, te ha quedado redondo.

    Escrito el 31 diciembre 2014 a las 03:52
  9. Por un momento, al principio del relato, me imaginé al protagonista sentado frente a una hoguera narrando las historias y tradiciones de su pueblo. Con eso quiero decir que has hecho un gran trabajo creando una atmosfera perfecta que te traslade por completo a esa isla.
    Esperando por más de tus relatos.

    Un abrazo, ¡nos leemos!

    Escrito el 31 diciembre 2014 a las 11:21
  10. 10. José Torma dice:

    Que tal Cesar, tu relato es muy bueno, las tradiciones ancestrales narradas con tanta naturalidad (ficticias o reales es lo que menos importa), me senti ahi, vivi su vacilacion y como al final saca la fuerza que ni el mismo sabia que tenia.

    Me ha gustado mucho, felicidades.

    Escrito el 3 enero 2015 a las 02:00
  11. 11. David Rubio dice:

    Es una narración excelente. Se nota trabajo y respeto a quien dedique el tiempo a leerlo. Enhorabuena y gracias.
    El relato se puede dividir en dos partes, justo donde imagino que el comentarista te marcó esa inconsistencia de los tiempos verbales. Esa primera parte es fascinante, consigues mostrar una cultura con mucha fluidez. Se lee como un niño escucha narrar a su abuelo. La segunda me gustó menos. Introduces, como elemento de resolución del conflicto personal, un hecho aleatorio, como es que un niño tenga un accidente. Dado que el conflicto es porque no quiere seguir luchando ¿por qué no utilizas ese motivo, una batalla o pelea, y así lo conectas con lo que venías contando? Creo que daría más unidad al relato y todo seguiría un curso más coherente. La parte final es, quizás demasiado moralista, explicas demasiado y tampoco alcanzo a conectarlo con el hastío a la lucha, al miedo al fracaso. ¿Es que a partir de entonces no seguirá luchando y sufriendo el miedo a perder?
    En cuanto a los tiempos verbales, entiendo tu intención, pero antes de leer tu comentario a mí también me chocó. Me tomo la libertad de sugerirte esto:

    No puedo fallar a Padre, a mi familia, a mis amigos, a mi pueblo, pero tengo miedo, miedo de perder, de abandonar, de no estar a la altura. No quiero pelear, no quiero sufrir. No quiero dañar a mi gente.Tampoco a mi familia.

    -Taka, la batalla espera. -me avisa (quien sea)

    Visto mis ropas de guerra y …

    Con esa intervención creo que conseguirías lo mismo, separar las dos partes, sin cambiar el tiempo verbal. Habrás notado que apunto por donde tiraría el relato.
    Son sugerencias personales.
    Es un excelente relato. enhorabuena

    Escrito el 9 enero 2015 a las 18:41
  12. 12. Wolfdux dice:

    Hola Cesar,

    un relato magnifico. No hay mucho más que añadir a lo que han dicho ya mis compañeros, pero no quería perder la oportunidad de felicitarte. Un abrazo.

    Escrito el 16 enero 2015 a las 11:37
  13. 13. Ryan Infield Ralkins dice:

    Lo leí literalmente sin respirar. Cuando llegó la parte en la que el protagonista se pensaba suicidar me estaba comiendo las uñas. No niego que me gusto el final debido a que el protagonista vive pues odio cuando lo matan, xd. Pero es un buen relato. Te felicito y nos leeremos.

    Escrito el 19 enero 2015 a las 14:55

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.