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LA ISLA - por Bárbara Lima

LA ISLA

Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro.
La Isla Tinieblas estaba ubicada al norte de Finlandia y tenía este nombre porque allí, todos las noches, se oía desde lejos el llanto de las madres que habían sido obligadas a tirar a sus hijos recién nacidos en el mar por haber venido al mundo con alguna deficiencia física. Eran más de cien mujeres que sufrían por este motivo.
Helli era la hija mayor de Anneli y vio en secreto cuando su madre tuvo que tirar a su hermanito y la seguía de lejos todas las noches para llorar con su mamá. Siempre decía a sí misma que si tuviera un hijo o hija con deficiencia, jamás tiraría en el mar.
Vivían en la isla cerca de 1.200 personas que tenían hábitos sencillos, hacían artesanías, esculpían en la madera, comían lo que ellos mismos sembraban, y buena parte vivía de la pesca. Incluso el papá de Helli vivía de la pesca y sentía muchísimo por tener que cumplir aquella tradición que para él, a cada día que pasaba ya no veía sentido.
Casi que a diario se quedaba pensando en las palabras de un hombre que tuvo como huésped en su casa hacía unos años. Él huésped en su casa hacía unos años. Él hablaba de un hombre que existió a miles de años atrás, que hacía milagros, que caminaba con los pobres, que amaba a los niños y decía que teníamos que amar al prójimo como a nosotros mismos. Y pensaba si esta tradición estaría correcta y si aquello era realmente amor. El papá de Helli sufría callado, pero estaba claro que ya no era la misma persona después de lo que había pasado.
Helli tenía apenas siete años cuando presenció aquella escena que marcó su infancia. Creció y cuando cumplió veinticinco años conoció un joven cristiano que perdió a sus padres cuando pasaban cerca de aquella isla. Vino una tempestad de la nada y el barco hundió. Como era noche, no consiguió encontrar a sus padres para salvarles. La tempestad lo llevó a la Isla Tinieblas donde encontró la mujer de su vida. Klaus era su nombre.
Se casaron y tuvieron dos hijos y cada nacimiento era una expectativa, si era deficiente o no, aunque ninguno de los dos pensaban en obedecer la tradición. El tercer embarazo de Helli fue muy complicado, estuvo enferma y casi sufrió un aborto, mas el niño vino al mundo sin las dos manitas. Su madre hizo el parto, los tres se quedaron mirándose por algunos minutos y decidieron guardar el secreto, pero sabían el riesgo que estaban corriendo.
No tardó mucho para que la gente supiera del niño y fueron a su casa para que la obligaran a tirar el bebé en el mar, pues para ellos un niño deficiente era una maldición. Klaus salió para decirles que todo aquello era un absurdo, que nadie podría ser despreciado por no haber nacido con todos sus miembros, que ellos lo amaban así como era y eso era lo más importante. Aún así Helli tuvo que ir al río, mas dijo que entraría en el mar con su hijo si no hubiera manera de escaparse. Todos fueron al río: niños, jóvenes, adultos y ancianos. Algunos ya estaban con el corazón apretado por las palabras de Klaus. Al llegar, Klaus se arrodilló con su familia dentro del río y pidió a Dios que hiciera algo para que las personas dejasen de una vez por todas aquella práctica.
Al levantarse, todos pudieron ver el milagro que cambiará la costumbre de aquellas personas. Han crecido las manitas del bebé y sus papás acaban de decidir el nombre, Derek, que significa “mensajero de Dios”. La isla también no se llama más Tinieblas, ahora es Isla del Milagro.

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2 comentarios

  1. 1. Ángel Gabriel dice:

    El relato me gusto, aunque lo encuentro muy pegado a lo religioso, quizas pudiste colocar uno o dos dialogos, por ejemplo, cuando la gente va a reclamarles que no siguen la tradición, o cuando el padre de familia se arrodilla y suplica un milagro, esto con el objetivo de hacer mas ágil el tema, aqui en Literautas te aconsejo que leas los tutoriales sobre como hacer dialogos, tomalos en cuenta. En cuanto a la puntuación es necesario que trates de dividir mejor tus oraciones, con puntos, comas o puntos y comas, porque todas son muy largas, como han opinado otros en este foro que saben del tema, tienes que leerlo en vos alta.
    Pero esas son cuestiones de forma, el tema es interesante, sobre la discriminación de las personas con alguna incapacidad, algo parecido sucedía en la Antigua Grecia, Los Ateniences y los Espartanos, tiraban por un acantilado a los niños con algún tipo de deformidad. Pero en la actualidad aún se ve mucho la discriminación que es casi como que te tiren, te excluyan del medio social. ¡¡¡¡¡¡MUY BUENO!!!!!!!
    Lee el mio es el número 106 los BALSEROS.

    Escrito el 6 enero 2015 a las 03:26
  2. 2. KMarce dice:

    ¡Saludos! De los relatos que he leído este día, eres el primero que he comentado.
    En cuanto a los errores de puntuación, y la repetición, son fácilmente corregibles. Lee en voz alta, utiliza la puntuación para enfatizar. Has párrafos cortos y largos, usa el punto y coma, así como los diálogos, aunque sean breves.
    Soy una persona que sí cree en los milagros, esos que se dan todos los días y que pasan desapercibidos para nuestros ojos, y aquellos extraordinarios, como el que has relatado.
    Sin embargo, cuando escribes para un grupo tan abierto como este taller, el enfoque religioso, muchos pueden pensar que es impositivo, caso contrario si les hablas de duendes, hadas, o extraterrestres, los cuales no toman el mismo tono. Mi humilde consejo es que al tocar temas de orden delicado como éste, utilices las “párabolas”, en donde se hace eco de la moralidad y la virtud, como el Buen Samaritano. Tambén el relato fantasioso, como el que fue utilizado por C.S. Lewis con “Las Crónicas de Narnia” o R.R. Tolkien con “La Trilogía del Señor de Los Anillos”, ambos escritores con fuertes creencias religiosas, que deseaban llevar un mensaje en particular, a las masas que lo aceptaran sin miramientos, no pasados por el tamiz de las creencias particulares.
    A medida que leía, pensé que el bebé sería ciego, y que luego recuperaría su vista, como una metáfora de lo que ocurría en esa cultura, sin embargo el hecho de reflejar una crítica social actual como lo es la discriminación ( a mi entender aplicable a cualquiera), nos hace reflexionar que llamaríamos “salvajes” a estas personas, cuando es un concepto aun vigente y latente en nuestra sociedad.
    Como tema de reflexión, me pareció muy interesante.

    Escrito el 16 enero 2015 a las 00:28

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