Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

¿Qué cinco cosas te llevarías a una isla? - por Virginia Figueroa

Web: https://bocetosdemimente.wordpress.com/

“Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro!!” —anuncia un finísimo y sexy hilo de voz femenino al otro lado de las ondas.
—¡¡¡Para islas estoy yo!!! —brama, para sí, Antonio atrapando con sus rollizos dedos la palanca de cambio. Pone tercera mientras comprueba por el rabillo del ojo, a través del retrovisor, que puede incorporarse al carril izquierdo sin entorpecer la circulación.

La locutora sigue narrando el hallazgo de un anciano con signos de deshidratación que llevaba, hasta la fecha, semanas desaparecido de su hogar. Por suerte, unos niños le habían encontrado en una cueva, desorientado y tembloroso y dieron la alarma a los servicios de emergencias que enseguida se hicieron cargo del asunto.
Antonio que se había levantado con el pie izquierdo tras haber discutido con la Agus la noche anterior, se centra en su cometido: el transporte de pasajeros por carretera y a la vez, invitado por el terciopelo de una voz que le tiene engatusado desde bien temprano, como cada día, se deja perder entre ensoñaciones más efímeras de lo que quisiera.
Se sorprende preguntándose a sí mismo, qué se llevaría a una isla desierta y si podría sobrevivir más de una semana en tan idílico paraíso sin su Agustina o si echaría de menos el arroz de los domingos de la “señora X”, como así denominaba a su suegra, una especie de tentativa de paella que nadaba en abundante caldo de pollo. Siempre pensó que Dios le premiaría con algún tipo de súper poder por poner buena cara a un plato tan malo. Algo así como la facultad de poder verle las bragas a la Juani (vecina del quinto) a través de esos vaqueros que lleva y que parecen su segunda piel.

Como tres le parece un número pobre y escaso, se permite elaborar una lista mental de cinco objetos imprescindibles para su subsistencia en esa porción de tierra perdida en el océano.
Masculla en silencio las posibilidades, mientras va recogiendo y reponiendo gente en cada parada.
Lo primero de todo, piensa, me llevaría una radio con unas buenas pilas. No podría concebir un retiro espiritual sin la voz mística de Natalia, esa locutora de acento canario y caderas anchas, o al menos eso se imagina, que cada mañana le provoca sonrisas y en más de una ocasión, alguna que otra inevitable erección.
Lo segundo, un spray antimosquitos. Antonio era de piel sensible y las picaduras le producían unas ronchas tan grandes como el cráter de un volcán a punto de erupcionar.
En tercer lugar, duda entre su amigo Paco, al que considera un objeto porque forma parte de la decoración del bar al que suele ir y su nivel de inteligencia es el mismo que el de una mesa camilla, o uno de sus libros favoritos de los últimos tiempos: “Tengo ganas de morirme para ver qué cara pongo”. Lo echaría a suertes si se diese el caso.
En penúltimo puesto, piensa en la navaja que le dejó en herencia su tío abuelo Alfredo. Una suiza multiusos fabricada en Albacete, que le serviría para dar caza a los mapaches u otros bichos típicos de la zona. Con eso se haría unas buenas barbacoas.
Y por último y no menos importante, a la Flora, una muñeca hinchable que había adquirido de saldo estando soltero y a la que los años y el uso habían dejado un tanto flácida. La moza de látex le quitaría de un apuro en cuanto le diese un apretón de lujuria y sentimentalismo.
El fin del trayecto le recuerda que tiene cinco minutos antes de la siguiente ruta para echarse un cigarro y una meada rápida. Se baja del autobús con el ducados pendiendo de su labio inferior, como el badajo de una campana, se arrima a un muro, desliza la cremallera del pantalón y rebusca con ganas su pirulo tropical, como le llama cariñosamente la Agus. En ese momento, su teléfono móvil empieza a vibrar en su bolsillo.
—Si? —contesta con la mano libre.
—Prepara las maletas, pototo!! —le anuncia una voz chillona, familiar y sin rastro de terciopelo.
—Coño, Agus! Qué pasa? Estoy meando… —dice mientras se sacude su orgullo ibérico con dos movimientos secos.
—¡¡¡Nos ha tocado el viaje a Tenerife que sorteaba Rogelio, el charcutero!!! —brama henchida de felicidad y añade —Es para tres, mamá también se viene.
—¡¡Nos ha jodido mayo!! —exclama Antonio pensando en su lista de objetos. Ahora le quedan tres por decidir y uno empieza a tenerlo muy claro medita con esa sonrisa maléfica de yerno maltratado.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

17 comentarios

  1. 1. marazul dice:

    Que divertido tu relato Virginia. Es genial, de verdad que me has hecho reír. Ese estilo tan suelto que tienes cuando escribes, como si lo hicieras todo de un tirón, como si no te costara nada. Te has metido muy bien en el personaje de Antonio y en sus pensamientos. Y las expresiones coloquiales que empleas son geniales. Me quedo con la del “pirulo tropical” jajajaja……es buenísima.
    Gracias por hacerme reír
    Saludos

    Escrito el 28 diciembre 2014 a las 18:09
  2. 2. Paola Panzieri, papan dice:

    Muy bueno y muy bien escrito, Antonio es muy real, personaje descrito a la perfección, la historia original y con un final redondo.

    Escrito el 28 diciembre 2014 a las 19:09
  3. 3. Denise dice:

    Jajaja, muy bueno! El manejo del lenguaje y el tono son magistrales, por cierto que lo de la paella de la suegra me hizo pensar un poco en mis fracasos culinarios !_!

    Hasta el título es bueno XD

    Escrito el 28 diciembre 2014 a las 21:16
  4. 4. Paola Panzieri, papan dice:

    Hola, Virginia, agradezco mucho tu comentario,me da ánimos para seguir peleando…
    Sí, soy italiana pero llevo muchos años viviendo en España, vuestro idioma es maravilloso y por eso quiero aprender a expresarme “en él” aunque todavía no lo he conseguido completamente. Gracias por la corrección y hasta la próxima historia.

    Escrito el 29 diciembre 2014 a las 11:32
  5. 5. Roger/NHICAP dice:

    ¡Guau! Virginia,
    Genial historia, ligera, género costumbrista y un despliegue de humor fantástico. Los personajes muy verosímiles; me quedo con Antonio. Muy divertido texto.
    Un solo pero. La frase del último párrafo está incompleta, debe ser: ¡¡Nos ha jodido mayo con las flores!! Ja,ja,..
    Felicidades y un abrazo chica.

    Escrito el 29 diciembre 2014 a las 13:26
  6. 6. Margarita Graña dice:

    hola Virginia
    te felicito, un relato redondo y encantador!
    Me alegró el día. Muchas gracias.
    Espero tu próximo relato con ansiedad.
    Saludos

    Escrito el 29 diciembre 2014 a las 13:27
  7. 7. Ana dice:

    Fenomenal! Me he reído de lo lindo y he visto a Antonio, a la Agus, a la Juani y hasta a la locutora. Un relato lleno de humor que refleja la vida cotidiana de gente común y corriente.

    Me ha encantado.

    Escrito el 29 diciembre 2014 a las 15:20
  8. 8. Emmeline Punkhurst dice:

    Divertido, fresco y natural, como todo lo que escribes. ¡Felicidades, Virginia!

    Escrito el 29 diciembre 2014 a las 17:44
  9. 9. Cristina dice:

    Genial!!
    Muy original y divertido 😀 me he reído mucho con tu relato que esta escrito con mucha gracia y encanto, además es muy fácil ponerse en la piel de esos personajes, naturales como la vida misma.

    Frlicidades!!

    Escrito el 29 diciembre 2014 a las 22:25
  10. 10. Wolfdux dice:

    ¡Hola!

    ¿La Flora? ¿LA FLORA? Jajaja.

    Un relato muy divertido. Como ya te habré dicho y como ya te han dicho más arriba, el lenguaje que utilizas es tan cercano y natural que parece que no estemos leyendo. Me ha encantado que el protagonista sea un autobusero, su personalidad por lo que veo no solo me ha cautivado a mi sino a la gran mayoría.

    Solo tengo una duda:
    ¿Por qué ninguna de las frases con exclamaciones o interrogantes al final las tiene al inicio?

    Un abrazo. ¡Felicidades!

    Escrito el 30 diciembre 2014 a las 00:24
  11. 11. Anoide dice:

    ¡Qué divertido, Virginia!
    Como te han dicho ya, la clave es el lenguaje que usas. Parece que, más que estar leyendo, esté en medio de la escena mirando todo lo que pasa.
    ¡Saludos!

    Escrito el 30 diciembre 2014 a las 10:30
  12. 12. Aurora Losa dice:

    Ay, Vir. Cómo me gusta cuando te pones humorística y erótica al mismo tiempo. Me ha encantado el párrafo en que describe su pene con todos esos apodos, te ha quedado genial, creíble y definiendo al personaje al mismo tiempo. Me gusta mucho tu estilo, pero eso ya lo sabes, y cómo nos metes en escenas a priori cotidianas para convertirlas en algo especial y único a base de pinceladas.
    Genial. Feliz año, nena.

    Escrito el 30 diciembre 2014 a las 10:57
  13. 13. Diego Manresa Bilbao dice:

    Excelente Virginia!!!!!
    Que bien empleada la condicion inicial, que divertido, que bien hilado. Me gustan estas historias de gente normal, dan ganas de quedar con Antonio!!!
    Muy bueno, de verdad

    Escrito el 30 diciembre 2014 a las 13:29
  14. 14. Iracunda Smith dice:

    ¡Súper gracioso! He de reconocer que llegué a pensar que iba a estrellar el autobús de tanto imaginar pero este final es muchísimo mejor, ¡dónde va a parar!
    Un abrazo, ¡nos leemos!

    Escrito el 31 diciembre 2014 a las 14:49
  15. 15. Ryan Ralkins dice:

    Pobre hombre. Llevarse a la suegra también…eso es todo un martirio. Creo que este ha sido el relato con el que mas me reído. Y déjame decirte que en parte me siento orgulloso: soy de Puerto Rico y puedo decir que tengo un pirulo tropical, XD!
    Fuera de relajo, excelente relato. La parte que mas me gustó fue la de la paella nadando en caldo de pollo. Me hiciste el día.
    Saludos y felicidades.

    Escrito el 31 diciembre 2014 a las 23:13
  16. 16. julieta blanco dice:

    Hola Virginia! Muy bueno. Me sacaste una sonrisa. Pareciera que escribir no te cuesta nada, el estilo del relato es muy relajado. El personaje tiene mucha profundidad, desarrollaste muy bien su personalidad. Felicitaciones!

    Escrito el 2 enero 2015 a las 04:23
  17. 17. José Torma dice:

    —Coño, Agus! Qué pasa? Estoy meando… —dice mientras se sacude su orgullo ibérico con dos movimientos secos.

    Despues de leer lo anterior me rendi ante tu relato jaja, muy divertido y no por sencillo peca de vano. Muy divertido y entretenido. Felicidades.

    Escrito el 9 enero 2015 a las 20:12

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.