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¿Por qué el teléfono no paraba de sonar? - por @jaiarus

Esta mañana empezaba bien, eso no podía negarse, por una vez era capaz de despertarme antes de que el despertador empezara a sonar con su estruendoso sonido. Me di media vuelta en la cama, y vi que Nuria aun dormía, así que decidí, que por una vez, yo prepararía el desayuno.
Era una mañana fría, incluso dentro de casa, pero el olor a café recién hecho me reconfortaba. Me serví una taza, y extrañada miré hacia nuestra habitación, porque Nuria es como yo, siempre se levanta al olor del café. Decidí dejarla disfrutar unos minutos más del sueño y me asomé a la ventana. Realmente era un día horrible, llovía y había mucha niebla, sólo vi a un hombre con sombrero pasar corriendo la calle, intentando inútilmente no mojarse. Esa escena, me produjo una enorme pereza al pensar que en unos minutos sería yo quien intentaría en vano, no mojarse.
En eso estaba yo pensando, cuando el teléfono empezó a sonar, lo descolgué, pero al otro lado de la línea no contesto nadie, así qué colgué pensando que alguien se habría equivocado de número. Nuria seguía sin levantarse, y las tostadas ya debían de estar listas, pero el teléfono volvió a sonar, y yo lo volví a descolgar, y de nuevo nadie al otro lado, empezaba a estar enfadada.
Di un paso hacia las tostadas, y de nuevo el teléfono empezó a sonar, ya, bastante cabreada, descolgué, con la esperanza de que alguien contestara y poder descargar mi ira contra el o ella, no contesto nadie, pero esta vez al descolgar, el teléfono no paró de sonar y desesperada miré hacia el cuarto, de repente mi única preocupación era que Nuria no se despertase. El teléfono no paraba de sonar, lo colgué una y otra vez esperando que esto lo hiciera callar, le supliqué que se callara, incluso lo desenchufe y le arranqué la línea telefónica, pero nada, el teléfono no paraba de sonar.
Justo en el momento en que mis nervios no daban más de sí, alguien llamó a la puerta. Pensé otra vez en Nuria, y en que tanto ruido la despertaría. Abrí la puerta y era nuestra vecina con la jaula de su cacatúa, me pregunté que hacia a esas horas mi vecina y su cacatúa en nuestra casa, pero cuando me disponía a preguntar, el animal empezó a chillar, y sus chillidos se unieron al teléfono que aun sonaba.
Empezaba a desesperarme mucho, no veía la manera de que pudiera haber más ruido en casa, y cuando creía que las cosas no podían ir peor, empecé a oler a quemado, las tostadas estaban quemando! Y entonces la alarma de incendios decidió unirse al alboroto…
– Alba! Alba!
Abrí los ojos, y vi a Nuria sobre mi, y entonces el teléfono, por fin, dejó de sonar, pero algo raro pasaba, volvía a estar en la cama, me incorporé:
– Nuria ¿por qué el teléfono no paraba de sonar?
Nuria me miró, primero sorprendida y después, divertida:
– Será que se ha aliado con tu jefe para que no vuelvas a llegar tarde – riéndose se acerco a mi y me dio un beso – Espero que no te importe, pero se me han quemado un poco las tostadas.
Me quedé mirando como se alejaba, después miré el reloj mientras me reía. Nuria, como siempre, se había levantado antes que yo y ya tenía el desayuno listo.

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2 comentarios

  1. 1. Gota dice:

    Muy gracioso tu cuento y muy buena la vuelta de tuerca del final. Saludos!

    Escrito el 1 febrero 2015 a las 22:12
  2. 2. Brenda dice:

    Hola, me gustó tu texto! jaja Solo un pequeño error: “las tostadas estaban quemando!” Lo primero es que en español se usa ambos signos “¡!” puede que leas libro en inglés y por eso el error o quizás simplemente distracción (como a todos nos ha pasado) lo otro es que me parese que le falta una palabrita: “Las tostadas SE estaban quemando” Son detalles pequeños pero me pareció bueno señalartelo como una crítica constructiva. Pero me ha gustado, de verdad. ¡Felicidades! 🙂

    Escrito el 4 febrero 2015 a las 01:35

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